*P.o.v. Amy*
Cuatro años después.
- Coonor puedes dejar eso por favor? Enserio me estas cansando- dije en un sonoro suspiro de frustración hacia él.
- que estés de mal humor no quiere decir que debemos ser aburridos como tú- respondió este volviendo a tirar la pelota a la pared para que rebotara una y otra vez hasta regresar a su mano.
En un momento de desespero, tomé la pelota en mis manos y la lanzé lo más lejos posible, trayendo con sigo una mirada asesina por parte de Coonor.
- oye pero que demonios de pasa? Esa pelota era con la que jugaba con Bolder, tendrás que compramos otra- dijo mientras me sacaba la lengua como un crio caprichoso.
- o vamos pero que maduro eres- dije relajandome un poco por la situación.
- oye ya calmate si? Ellas son tus mejores amigas, lo entenderán y sabrán como llevalor- dijo mientras tocaba mi brazo.
La cosa era esta, hace una semana les conté mi secreto a Claudia y Mari, ellas en un principio no me creyeron pero al notar mi seriedad pidieron pruebas de lo que les había dicho, cuando les mostré de lo era capaz, ambas se quedaron sin habla y me pidieron tiempo para procesar la información, de eso ya a pasado una semana y al fin hoy obtendría una respuesta.
- eso espero Coonor, eso espero- dije soltando todo el aire de golpe de mis pulmones para lograr calmarme aún que sea un poco.
El sonido de un auto capto nuestra atención, de este bajaron Claudia tomada de la mano con Carlos y Mari con su abultado vientre de cuatro meses de embarazo.
Ustedes se preguntaran ¿QUE DEMONIOA PASÓ? Pues calma, aquí va la respuesta.
Después de mi recuperación todo volvió a la normalidad por hací decirlo, se puede decir que ya no estábamos en constante peligro y podíamos ser felices, pero eso no incluye que dejemos de meternos en uno que otro problema solo por diversión y mantener la adrenalina.
Varios años después, todos graduados de la secundaria, Mari nos sorprendió casándose con Ronni quien salió un gran hombre después de todo y ahora esperan un hermoso o hermosa bebé.
Carlos nos mató cuando nos presentó a su "misteriosa novia" quien resultó ser Claudia, ya tienen casi dos años y al parecer hay planes de boda, si señores DE BODA, mi amiga espíritu libre y mi amigo el casi play boy se van a casar.
Después de un tiempo decidí que era hora de contarle la verdad a esas chicas que tanto me han apoyado y querido y es cuando volvemos al presente.
Las chicas se posaron en frente de mi, ninguna dijo nada y su silencio me estaba carcomiendo el alma, no quería que se alejaran de mi, eran parte de mi familia, pero si ellas hací lo querían no podía negárselo.
-AAAA YA NO AGUANTO MÁS- grito Claudia mientras se lanzaba a darme un efusivo abrazo al cual Mari se unió segundos después.
- no me odian?- pregunté aún sorprendida.
- claro que no tonta, eres nuestra amiga, y eso no lo cambiara que seas de una especie diferente a la nuestra, te queremos y eso no cambiará nunca- dijo Mari con lágrimas, esas hormonas la tenían toda sensible.
- tienes suerte, cuando se lo conté a Claudia duró casi un mes sin hablarme-dijo Carlos mientras le daba un beso a Claudia en la cabeza y esta sonreía como estúpida. Y hací fue, cuando Carlos le pidió matrimonio a Claudia se empezó a sentir culpable por ocultarle la verdad a su futura esposa y lo hizo, la pobre Claudia sin saber que hacer dejó de hablarle por casi un mes entero, Carlos quería morir por que según él, la había perdido, pero ella solo estaba confundída y asustada frente a una realidad diferente a la de ella, ambos daban puro asco solo verlos, ambos con ojeras y lágrimas, lloraban como magdalenas y siempre vivian hablando uno del otro, hasta que un día nos cansamos de sus constantes lamentos y les hicimos una encerrona en mi apartamento, cabe destacar que duré tres días sin poder entrar a el, ya que la tórtolos extendieron su "reconciliación".
Todos reímos ante ese recuerdo, nos acercamos a algunas mesas que habían en el patio trasero de la casa de los Mansson, nos pusimos a hablar de todas las cosas que nos venían en mente y a comer la comida que habíamos preparado antes, cuando noté la ausencia de Elioth, estaba tan sumergida en mis nervios que no noté cuando se fue.
- chicos, donde está Elioth? - pregunté y todos se pusieron tensos de golpe- que me están ocultando bola de idiotas?
- nada, nosotros no sabemos nada- dijeron ambos al mismo tiempo, afirmando que si sabían algo.
Me levante de la mesa con la curiosidad a flor de piel y caminé para rodear la casa por la parte que conectaba hacía el jardín de al lado.
- ¡NO VALLAS POR AHÍ!- grito Carlos haciendo que aumentará más el paso para llegar, cuando lo hice me pare de golpe al ver lo que estaba frente a a mi.
Elioth estaba parado en medio de un pequeño quiosco que habían construido hacia unos meces, estaba decorado con flores de muchos colores haciéndolo parecer irreal, este sostenía un rosa en sus manos, era de color negra, una flor muy peculiar y casi extinta pero igual de hermosa.
Caminé hacía él con pasos temblorosos, absorta por toda la belleza que había a nuestro alrededor, este me sonreía de esa manera que solo el podía hacerlo, después de casi cinco años aun provocaba lo mismo en mí y dudaba que eso cambiara.
Cuando ya estaba frente a él, pude observar como dentro del quiosco habían unas letras formadas con pétalos de rosas rojas que decían una sola frase "QUIERES SER MI ESPOSA" y por primera vez en mucho tiempo me quede sin palabras.
- Amy, se que tal vez no soy el chico mas perfecto del mundo, pero si estaría dispuesto a crear un mundo perfecto por ti, se que me amas, de eso no tengo dudas por que yo te amo aun más de lo que crees o llegas a pensar, un día me pasó una loca idea por la cabeza y es de recorrer el mundo, cada ciudad, cada pueblo o aldea, pero que mejor que recorrerlo con tigo, pero no quiero ir por el mundo presentandote como mi novia, quiero precentarte como mi esposa, poner un anillo en tu dedo que diga "putos alejasen de ella por que es mía" se que puedo ser un celoso incomprensible pero es que no quiero, ni me permitiría perderte, este celoso compulsivo te ama con locura, entonces que me dices, aceptas recorrer el mundo con migo? Aceptas ser mi esposa?- preguntó mientras se arrodillaba ante mi y de la rosa negra sacaba una hermosa sortija de oro blanco con pequeños diamantes blancos por los bordes y un gran diamante negro como una noche sin luna robándose toda la atención, era hermoso.
-yo...
-!solo di que si! - se escuchó una voz detrás de mi que me hizo girar, detrás de nosotros estaban todos, Carlos, Claudia, Bolder, Mari, Gina y Roberth, todos estaban ahí, lo que me daba a entender que ellos sabían sobre esto.
- entonces Amy, que dices?- dijo Elioth visiblemente nervioso.
- te das cuenta que de hoy en adelante no te librarás de mi por toda una vida, verdad?- dije con una enorme sonrisa.
- eso es un si?- preguntó Elioth.
-claro que es un si- dije y salté hacia él quien me atrapó en su brazos y se puso de pie, tomo la sortija y la puso en mi dedo que conecta a mi corazón, un corazón que solo late por él.
- te das cuanta que nos meteremos en muchos problemas por todo el mundo verdad?- preguntó mientras me miraba a los ojos.
- siempre y cuando sea con tigo, no me importa- dije y sellamos nuestro amor y futuro, con un gran beso cargado de amor y acompañado por nuestra adorada y metiche familia que nunca faltaba y nunca faltará.
En esta vida no todo es lo que parece, ni todos son quienes dicen ser.
Un día te dicen que los vampiros no existen, pero ¿que te asegura que quien te lo dice no sea uno de ellos?
Todos dicen lo contrario, la religión, la ciencia, la sociedad, pero ¿que te hace pensar que están en lo correcto?
Esta es mi historia.
Soy Amy Harriton, una chica que inició buscando una salida, huir de un destino inevitable, pero que en el camino de su vida descubrió que las cartas se podían voltear, y que con altas y bajas obtuvo un respiro de aire fresco, un claro de felicidad donde se podía descansar y ser feliz.
Esta es mi historia, nuestra historia, pero esto no termina aquí.
Aún hay muchos capítulos que añadir a este libro llamado vida, pero para eso aun faltan muchos años.
Por que somos eternos.
Por que viviremos *Eternamente*