-CAPITULO 23-

9K 550 46
                                    

  
Hay sacrificios que valen la pena, no todas las cosas deben ser por algún beneficio, muchas veces solo hay que entregar el corazón y ya será  suficiente para estar dispuesto a entregar siempre tu vida por las personas que amas.

Creo que yo soy un ejemplo vivo de esto.

En mi niñez mis padres me enseñaron que la vida nuestra era primero que cualquier cosa, creo que sólo lo hacían por cumplir o querer engañarse, por que ellos mismo entregaron su vida por las personas que amaban y yo estaba haciendo el mismo acto de amor que hicieron mis familiares.

En este preciso momento, estaba en  una gran camioneta, dentro de una jaula de plata, estos Malnacidos tenian bien pensado lo que harían, mi piel estaba algo herida por estar rodeada de este metal, por la luz que se filtraba por debajo de la lona, se podía notar que ya habían pasado al menos unas 6 horas,  prácticamente ya estaba oscureciendo.

Ya estaba cansada emocionalmente con todo esto, al menos sabia que esto baldria la pena,  ya que las personas que amaba estaban a salvo, de algo si estaba segura y era de que Víctor cumplía sus promesas, eso lo había demostrado hasta ese momento, esperaba no arrepentirme de nada. 

Después de lo que parecieron unos minutos, la camioneta inició a descender su velocidad, por la forma en que se movía y por el sonido del aire moviendo las hojas y ramas de los árboles, juraria que nos estábamos adentrando por una carretera de tierra, intente captar todos los movimientos pocibles que me pudieran indicar el lugar donde me encontraba.

Al momento de detenernos, todos se bajaron de la camioneta, en un momento de ignorancia arremetí con todas mis fuerzas  contra la jaula haciendo que uno de los barrotes de plata se incrustara en mi brazo izquierdo, haciendo que soltara un gemido de dolor que me hizo caer al suelo mientas sostenía mi brazo entre mis manos.

- si sigues haciendo eso, te quedarás sin extremidades estúpida - dijo uno de los vigilantes que subía a la camioneta acompañado de una mujer de baja estatura detrás de el.

En respuesta solte un gruñido  de mi garganta, estaba tardando mucho en sicatrizar mis heridas y eso en un futuro seria un gran inconveniente.

Seguí con la mirada a la mujer que había subido y por la fachada que tenía pude notar que era  una bruja, claro, como no lo sospeché antes, estos mal nacidos juegan sucio, a bases de basuras como esas.

Esta, con la aprobación de el joven, inició a susurrar una oración extraña que fue como un inmenso pitido para mis oídos, tarataba de no escuchar lo que decía pero sus palabras eran como taladros en mi cien, cada palabra hacia que mis huesos se retorcieran probocandome un dolor inmenso, esta seguía susurrando y cada vez se asercaba mas haciendo que perdiera más y más mi fuerza, lo ultimo que recuerdo fue un golpe seco en mi cabeza y después todo fue oscuridad.

                    *~*

Desperté en medio de un salón, estaba totalmente oscuro, solo se podía ver la pequeña luz que se filtraba por debajo de la puerta de hierro.

Levante lentamente mi cabeza mientras me acostumbraba al dolor que me palpitaba en medio de esta, juro que mataré esa mal nacida cuando la encuentre.

Al levantar la cabeza quise caminar hacia la salida, pero un ardor en mis muñecas y tobillos no me dejó moverme, haciendo que un gemido de dolor saliera de mi garganta.

Estaba atada en una X de madera con unas esposas de plata en las manos y pies, que eran las causantes de mi dolor.

La sola imagen me recordó un libro erótico que había leído, siendo obligada por Claudia en un principio, pero  después me atrapo que termine leyendo toda la colección, ese solo pensamiento me hiso sonreír, olvidándome por un segundo de la situación en la que me encontraba y maldiciendo a mi amiga por corromper mis antiguas costumbres.

Necesitaba salir de hay lo mas rápido posible, pero esta vez no dejaria cabos sueltos, acabaría con los causantes de mi desgracia.

Mientras pensaba en como salir de ahi, el rechinido de la puerta de metal me saco de mis planes, por ella entró victor luciendo una sonrisa soberbia que me dieron ganas de borrarla de un solo golpe.

- veo que ya despertaste- dice este mientras me recorre con la mirada.

- no aun sigo dormida- dije queriendo molestarlo, pero al parecer el sarcasmo no ayudaba mucho.

- con migo eso no funciona- dijo como si supiera mis intenciones- lo que vengo a decirte es que los planes que tenia para ti se vieron aplazados desafortunadamente, por lo que durarás mas de lo planeado viva, espero que no me des muchos problemas, la verdad es que no me molesta guardar tu sangre en un frasco, pero no sería fresca y seria asquerosa tomarla- dijo haciendo una cara de asco- hací que comportate bien para que  llevemos la fiesta en paz .

Dijo este mientras salia por la puerta sin darme tiempo a contestar.

Si sus planes habían cambiado me daba mas tiempo para escapar, esto tenia que utilizarlo a mi favor de una manera u otra.

Para mi parecer todo estaba saliendo bien, pero lo que menos pensé es que ese día iniciaba mi infierno en aquel lugar uno que no tendría final...

*********************** hola, amores mios, como están?

Si se que estoy en mala posición con ustedes, espero que me perdonen :'(

Pero ya estoy de vuelta, y...CHANCHANCHAN...
nuevo capitulo, espero que les guste.

Este es como un capitulo de relleno, pero el próximo yo prometo mas acción, PROMETIDO.

bienvenidas a las nuevas lectoras, un beso para ustedes y gracias por el apoyo.

Las quiero ;)

Eternamente(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora