MARÍA
Está sorprendido, es incapaz de reaccionar, y eso me hace saber que realmente es Jesús. En caso de que no lo fuera simplemente me corregiría. Y he escuchado su voz, esa voz que amo y que siempre me tranquiliza.
Se ha estado burlando de mí todo este tiempo? Porque duele ese simple pensamiento la verdad. Yo nunca sería capaz de hacerle algo así, no a alguien que amo con todo mi corazón.
Qué quería? Aprovecharse de una chica ciega? Reírse a sus espaldas? O más bien en su cara, total no puedo verlo no?
Desearía poder volver a ver para fijarme en su rostro y saber que siente en este momento. Jesús siempre ha sido un chico muy expresivo que con solo mirarlo a la cara ya sabes como se siente.
Y: ahora no dices nada?
Sigue callado y eso sólo me pone más nerviosa. Siempre he odiado los silencios incómodos y este es uno de ellos. Sé que está esperando a que diga algo, lo conozco.
Y: Jesús sé la verdad, deja de fingir!
Me estaba cabreando, necesitaba una explicación, y la necesitaba ya. Si no me la daba puede estar seguro que esta sería la última conversación que tendríamos en la vida. No quiero mentirosos a mi alrededor.
J: yo... No sé qué decir
Estaba sin palabras y dejarlo así era difícil. Siempre ha sido fácil comunicarnos y que le cueste hablar me pone nerviosa.
Y: cómo has podido hacerme esto?
Mi voz sonaba débil, me había engañado. Tanto tiempo echándolo de menos y él estaba cerca de mi, a solo unos centímetros. Burlándose de mi dolor, de mis sentimientos.
El no es Pedro, le conté todos mis secretos y el solo siguió fingiendo ser otro. Ha sabido todos mis miedos y aún así no ha abierto la boca en todo este tiempo.
J: muñeca yo solo quería que te dieras cuenta de que tu ceguera no es un impedimento para lo nuestro
Sentí el tacto de su mano en la mía, pero al momento la aparté. En este momento no quería sentirlo cerca. Estaba dolida, no podía evitar en sentimiento. Me sentía traicionada
Y: cómo puedes fingir tan bien?
Una risa irónica sale de mi garganta. Cuanto tiempo hubiera guardado la mentira de no ser por Xènia? No quiero ni pensarlo.
Y: primero finges ser alguien que no eres y ahora dices que mi ceguera no importa? Cuando dejarás de mentir eee? Sería hora de que empezaras hacerlo.
Lo he dejado sin palabras y eso que ni siquiera puedo verlo cuando me encantaría. Esto herida, siento un nudo en mi garganta y otro en mi estómago.
J: lo único que he echo es demostrarte día tras día que podemos seguir juntos, que simplemente tienes que confiar en mí.
Un suspiro sale del fondo de mi alma porque ahora me tranquilizo tras su declaración. No quería hacerme daño, pero aún así lo ha echo.
Y: y eso cómo se hace cuando no puedes ver el rostro de la gente? Como se hace cuando no puedes ver el peligro a tu alrededor? Ni los sentimientos reflejados en la cara de los demás, se me hace imposible confiar en alguien que no sea yo misma.
Roza su mano lentamente con la mía y me la coge suavemente hasta ponerla suavemente sobre su pecho, justo encima de su corazón.
Lo siento latir rápido, como si acabara de correr un maratón de muchos quilómetros y estuviera agitado y el mío aumenta hasta ir de acuerdo con el suyo.
J: lo sientes?
Sé que se refiere a su corazón, pero estoy en shock, no puedo reaccionar. Lo amo y aún sigo sin reaccionar, lo tengo enfrente, está aquí, siempre ha estado aquí.
J: lo sientes muñeca?
Vuelve a preguntar al no escuchar una respuesta de mi parte y no puedo negar que me siento feliz de que esté aquí. Pero no puedo negar mis sentimientos negativos.
Y: si, si lo siento
Lo noto acercarse más a mí si eso es posible y cuando creo que no dirá nada, rompe el silencio acelerando más mi corazón.
J: pues esta acelerado por estar contigo, como siempre está a mil por hora siempre que te tengo cerca.
Vuelvo a suspirar y sigo escuchando sus hermosas palabras porque me dan fuerzas para seguir adelante. No sabía que necesitaba tanto escucharlo, lo necesitaba de verdad. Estar con él me hace bien, muy bien.
J: por qué nada ni nadie me hará cambiar lo que siento por ti, lo entiendes muñeca? Te amo y si he echo esto es para demostrarte que pase lo que pase y estés donde estés mi corazón siempre te encontrará y luchará por ti.
Una lágrima resbala mi mejilla derecha pero Jesús se encarga de limpiarla antes de que llegue a mi barandilla. Su simple tacto me pone nerviosa y pone mi piel de gallina.
Y: yo... Creí que yo sola podría con esto.
Soy incapaz de decir nada más. No sé qué decir ni qué hacer. Estoy bloqueada, son muchos sentimientos encontrados.
J: yo solo quiero que sepas una cosa muñeca
Lo escucho suspirar y suspiro con él porque no puedo evitar querer que no se vaya nunc de mi lado. Soy una egoísta.
Y: qué cosa?
J: te amo y sólo deseo que tú me sigas amando a mi
Miro al frente sabiendo que él está ahí, y en ese momento es cuando de verdad quiero luchar por recuperar la vista, la quiero de vuelta.
Quiero ver el rostro que una vez me enamoró y que cada día quiero seguir viendo.
Quiero ver a Jesús, mirarlo a los ojos y decirle que lo amo con toda mí alma.
Que el tiempo puede pasar y el siempre será el amor de mi vida.
J: me sigues amando nena?
Su voz tiembla esta vez, y sé que está asustando. Tiene miedo. Miedo a que no lo ame. Como si eso fuese una posibilidad para mí.
Si tan solo supiera que mi cabeza solo piensa en el.
Si tan solo supiera que mi corazón solo late cuando está cerca.
Si tan solo supiera que mi piel se eriza cuando sus dedos rozan los míos.
Pero no puedo decírselo. No cuando desconfío del mundo, no cuando tengo un miedo constante a caer de vuelta y que esta vez nadie pueda sacarme de mi oscuridad. Siempre tengo miedo, pero nada me asusta más que hacerle daño estando conmigo. Sé que puede sufrir si no estamos juntos al principio pero luego será feliz.
Y: te amo, y eso no ha cambiado ni lo hará nunca
Siento su aliento a unos pocos centímetros de mi rostro y una lágrima traicionera se escapa de mi rostro al darme cuenta de que por fin lo que tanto he estado deseando se está haciendo realidad.
Él está de vuelta y estoy más que dispuesta a volver a caer en sus brazos siempre y cuando el esté dispuesto a cogerme si me llego a caer.
Tiene que saber vivir con mi discapacidad. Tiene que apoyarme y no ponerme nerviosa. Tiene que aprender a ser lo más sincero posible, tiene que entenderme, ponerse en mi lugar.
Sus labios finalmente tocan los míos y miles de mariposas revolotean en mi interior.
Su aliento a menta refresca mi boca y su lengua juguetona juega con la mía.
Lo he echado tanto de menos que no me creo que esto sea real. Lo he deseado por tanto tiempo. He soñado tantas veces con volver a sentir sus labios sobre los míos que esto parece un sueño del que no quiero despertar nunca.
Sus manos van a mi cuello y allí se mantienen apretándome contra su cuerpo.
Como si fuera posible que yo quisiera estar alejada de Jesús. Y más ahora que me siento positiva, que mi mente me enseña la posibilidad de ser feliz. Quiero esto.
Cuando nuestra respiración nos falla su frente acaba apoyándose en la mía y siento su suspiro chocar contra mis labios mojados de nuestro hermoso beso.
J: te amo y juro que si ahora me dices que este ha sido un beso de despedida nunca podré superarlo
Me río sin poder evitarlo y noto su sonrisa pegada a mis labios. Yo más bien diría un beso de bienvenida. Porque si él quiere engancharse a mí y de verdad intentarlo estoy dispuesta a intentarlo también. Lo necesito.
Paso mis brazos por su cuello para mantenerlo pegado a mí y seguimos con nuestras frentes pegadas una a la del otro. Su colonia invade mis fosas nasales y aunque no es la colonia que usa en su día a día es una colonia que alguna vez había olido en él. No sé como no me había dado cuenta.
Y: te amo también y ya he pasado suficiente tiempo alejada de ti. Ahora merecemos ser felices y cometí el error de dejarte una vez, ya no lo haré dos, pero estás seguro de esto verdad?
Noto sus brazos apretarse más a mi alrededor y sé que mi respuesta lo ha echo feliz. No hay nada en el mundo que me haga más feliz que verlo sonreír. Aunque no pueda verlo, lo siento.
J: seguro? Más que eso muñeca, llevo meses deseando besarte, tú no sabes lo que es tenerte tan cerca y a la vez tan lejos. Moría por tenerte entre mis brazos.
Supongo que para él tampoco ha sido fácil del todo. Yo no hubiese aguantado tanto tiempo la verdad. Lo habría besado nada más ver su rostro.
Y: ahora ya nada nos separará
J: lo juras? Ahora vas a permanecer conmigo hasta cuando sientas que tus inseguridades acaban contigo?
Sé que tiene miedo, de la misma manera que yo lo tengo. Es lógico y lo entiendo pero necesito que confíe en mí.
Pero su miedo es distinto. El tiene miedo a que lo deje y yo tengo a miedo a ser incapaz de volver a ser la misma de antes. A no ser la chica de la que él se enamoró, a no volver a ser tan feliz como antes. Siempre me va a faltar algo y tengo miedo de no ser capaz de superarlo.
Y: estaré dispuesta a caerme y siempre y cuando tú estés ahí para levantarme
J: no
Intento separarme de él pero fracaso sin éxito cuando sus brazos me cogen más fuerte contra su pecho. Mis manos se posan en su pectoral y no puedo evitar sentir la dureza que hay bajo mi tacto. Amo sus abdominales, pero más amo su interior.
J: de verdad crees que te dejaría caer?
Una sonrisa sincera sale en mi rostro y un beso cae en ella. Ha besado mi sonrisa, y él sabe que eso es mi debilidad. Cuando sonrío de verdad es porque estoy feliz y si encima me besa nada puede hacerme mas contenta.
Y: sé que no me dejarás caer de la misma forma en la que yo no pienso dejar que tu lo hagas
Su agarre en mi cintura se hace más fuerte pero sin llegar hacerme daño. Siempre me siento segura en sus brazos es mi sitio de confort. Ese sitio donde te sientes en casa aunque estés a millones de kilómetros.
J: te amo y ahora el mundo va a tener que empezar a aceptar lo nuestro.
Sonrío y me acucurro a su lado en la cama. Sé a que se refiere con todo el mundo y aunque sea muy duro pienso pasar con esto siempre y cuando esté con él.
La noche pasa entre bromas y besos.
Besos robados y abrazos.
Abrazos cariñosos y sus dedos tocando lentamente mi melena rubia de arriba a abajo.
Cuando mis ojos están por cerrarse un susurro de Jesús me hace abrir los ojos pero tengo tanta poca energía que soy incapaz de contestarle.
J: te cuidaré como mi hermosa muñeca que eres, te amo, gracias por darnos otra oportunidad.