Espera
ROWAN MIRABA HACIA EL CENTRO donde las cenizas manchaba la blancura de la nieve, había acomodado a Harriet sobre el lomo de Jacob para descansar un poco sus brazos. Se atrevió a ver el rostro de los vampiros testigos, estaban llenos de dolor y compasión, miraban a las hermanas rubias del clan Denali sin saber que decir, sentían su dolor, agradeció a Jasper por no dejarla presenciar algo como aquello o sino, aquello se convertiría en su nueva pesadilla.
Además de eso, Amun se había ido sin importarle la vida del resto de su clan.
— Los Vulturi han venido aquí con la intención de borrar del mapa a quienes perciben como competidores — aquella voz la sacó de sus pensamientos —. Quizá ustedes, como yo, miren a este clan de ojos dorados y se maravillen, no es fácil comprenderlos, es cierto, pero los antiguos los miran y ven algo mas que su extraña elección: ven poder.
<<He atestiguado los lazos de unión de esa familia, y digo familia, no clan. Estos extraños de ojos dorados niegan su propia naturaleza, pero ¿acaso no han encontrado algo más valioso que la simple gratificación del deseo? Durante mi estancia en esa zona los he estudiado un poco y me parece que algo intrínseco une a esos vínculos familiares tan intensos, que hacen posible todo lo demás, es el carácter pacífico de esta vida de sacrificio. No hay en ellos el menor atisbo de agresión, a diferencia de lo que he visto en los grandes clanes sureños, cuyo numero aumentaba y disminuía enseguida como resultado de sus salvajes venganzas. Nadie se molesta en pensar en la dominación. Y Aro lo sabe mejor.
El rostro de Aro estaba tenso, esperaban su reaccion ante esas palabras, algo que los hiciera caer nuevamente y derrotarlos. Pero en el rostro del diligente Vulturi solo había una expresión socarrona, como si estuviera esperando a que a un niño se le pasara el berrinche al comprender que nadie le esta prestando a tensión.
- Cuando nos informo de lo que se avecinaba, Carlisle nos aseguro a todos que no nos llamaba para luchar, los testigos de allá - dijo mientras señalaba a Siobhan y Liam - estuvieron de acuerdo en dar su testimonio para frenar el avance de los Vulturi con su presencia y que así Carlisle tuvieran la oportunidad de defender su causa, pero algunos de nosotros nos preguntabamos - prosiguió, al tiempo que sus ojos se posaban en el rostro de Eleazar - si a Carlisle le bastaría tener la razón de su parte para detener así la llamada justicia. ¿Que han venido a proteger de los Vulturi? ¿Nuestra seguridad o su propio poder? ¿Pretenden eliminar una criatura ilegal o una forma de vida? ¿Quedarían satisfechos cuando supieran que el supuesto peligro no era mas que un simple malentendido?, ¿o seguirán insistiendo, aunque ya no contaran con la cuadrada de la justicia?
<<Ahora tenemos las respuestas a esas preguntas. Las escuchamos en las mentiras de Aro, porque han de saber que aquí hay alguien que tiene el don de descubrir la verdad. La guardia de esos dos es una simple herramienta sin inteligencia, un instrumento en manos de sus maestros para lograr su objetivo: la dominación.
"Por eso ahora surgen nuevas preguntas que deben responder: ¿quien los gobierna, nómadas? ¿Le responden a alguien que no sean ustedes mismos? Diganme: ¿van a ser libres de elegir su camino o serán los Vulturi quienes decidan su forma de vida?
"He venido a dar testimonio y me quedo para luchar. A los Vulturi no les importa la muerte de las niñas; persiguen la muerte de nuestro libre albedrío - entonces se dirigido a los ancianos -. ¡Sea lo que sea, diganlo! Basta de inventar mentiras. Sean honestos en sus intenciones y los demás lo seremos con las nuestras. Elijan ahora, y permitan que estos testigos sepan cual es el verdadero tema del debate.
Garrett volvió a posar una mirada inquisitiva en los testigos de los Vulturi, en cuyos rostros resultaba evidente el efecto del discurso.
- Consideren la posibilidad de unirse a nosotros, si creen que los Vulturi los van a dejar con vida para que puedan contar esta historia, se equivocan, tal ves nos destruyan a todos, pero también es imposible que no - se encogió de hombros -. Quiza las fuerzas estén mas equilibradas de lo que creen. Es posible que los Vulturi hayan encontrado al fin la hora de su zapato. En todo caso, les aseguro una cosa: si nosotros caemos ustedes también.
Cuando termino su acalorado discurso, Garrett retrocedió y se situó junto a Kate. Luego se inclinó hacia delante, medio en cuclillas, listo para la matanza.
Aro sonrió.
- Un gran discurso, mi revolucionario amigo.
- ¿Revolucionario? - gruño Garrett, que permanecía listo para atacar -. Si me permites la pregunta, ¿contra quien me estoy alzando? ¿Acaso eres tu mi rey? ¿Deseas que yo también te llame amo, como tu guardia servil?
- Paz, Garrett - respondió Aro con animo tolerante -. Me refería únicamente a la época de tu nacimiento, veo que sigues siendo un patriota.
El mencionado le devolvió una mirada fulminante.
- Preguntemos a nuestros testigos - sugirió Aro -. Tomaremos una decisión luego de conocer su opinión - dio la espalda con despreocupación y se desplazo a unos metros hacía el lindero del bosque para estar mas cerca de sus nerviosos testigos -. Digannos, amigos mios, ¿que opinan de todo esto? No temo a las niñas, se lo puedo asegurar. ¿Corremos el riesgo de dejarla con vida? ¿Ponemos nuestro mundo en peligro para preservar a su familia? ¿O acaso tiene razón el impetuoso Garrett y se van a unir a ellos para luchar contra nuestra repentina búsqueda del poder?
Los testigos soportaron en escrutinio del líder Vulturi con la cautela escrita en las lineas de la cara. Una mujer menuda de pelo negro miro de soslayo a su compañero, un vampiro de pelo rubio oscuro situado junto a ella.
- ¿No tenemos alternativa? - le preguntó de pronto, devolviéndole la mirada a Aro -. ¿O estamos de acuerdo con ustedes o luchamos contra ustedes?
- No, claro que no, mi querida Makenna - repuso Aro, fingiendo estar horrorizado de que alguien hubiera podido llegar a esa conclusión - . Pueden irse en paz, tal como hizo Amun, por supuesto, incluso aunque no estén de acuerdo con la decisión de esta asamblea.
Makenna intercambio otra mirada con su compañero; este asintió imperceptiblemente.
- No vinimos aquí a luchar - hizo una pausa, suspiro y agrego -: acudimos solo para servir de testigos, y nuestra conclusión es que la familia acusada es inocente. Todo lo que afirma Garrett es real.
- Ah, cuanto lamento que lo veas de ese modo - repuso Aro con tristeza -. Sin embargo, esa es la naturaleza de nuestro trabajo.
- No es lo que veo, pero si lo que siento - intervino con voz aguda y nerviosa el compañero de Makenna, el vampiro de pelo color maíz. Miro a Garrett -. Garrett menciono que ellos tenían forma de identificar las mentiras. También yo se cuando oigo la verdad y cuando no.
Al concluir se acerco un poco más a su compañera, con el miedo brillando en los ojos mientras aguardaba la reacción de Aro.
- No nos temas, amigo Charles. El patriota definitivamente cree en lo que dice, eso no lo pongo en duda - comento Aro riendo entre dientes, Charles entorno los ojos.
- Ya cumplimos nuestro cometido. Nos vamos - anuncio Makenna.
Ella y Charles retrocedieron con paso lento y no se atrevieron a dar la espalda al claro hasta que se perdieron de vista entre los arboles. Otro desconocido emprendió una retirada idéntica y tres más lo siguieron, corriendo como balas.
Los testigos restantes se mantenían confundidos, nomdsbiannquendecicion tomar en ese momento, sabiannque una mala decisión podría llevarlos a su final. Aro se alejo de los testigos y regreso con paso mesurado junto a sus guardias. Se detuvo ante ellos y se dirigió a ellos con voz clara.
- Nos superan en numero, queridos amigos - anuncio - y no podemos esperar ayuda exterior. ¿Debemos dejar sin solucionar este asunto para salvar el pellejo?
- No, amo - susurraron al unisono.
- ¿Es mas importante la protección de nuestro mundo que algunas bajas en nuestras filas?
- Si - murmuraron -. No tenemos miedo.
Aro sonrió y se volvió hacia sus compañeros de ropajes negros.
- Es mucho lo que debemos considerar, hermanos - afirmo con voz lúgubre.
- Deliberemos - pidió Cayo con avidez.
- Deliberemos - repitió Marco con tono de absoluta desidia.
Aro dio la espalda una vez más y se puso de cara a los otros dos ancianos. Los tres se tomaron de las manos hasta formar un triangulo velado de negro.
Otros testigos de los Vulturi desaparecieron sigilosamente por el bosque en cuanto Aro centro su atención en el silencioso conciliábulo.
Rowan miró a su hija temerosa, se acercó a ella para hablarle en voz baja.
- ¿Recuerdas lo que te dije, cielo?
A la pequeñas de cabellos castaño y ojos café se le llenaron los ojos de lágrimas, pero asintió.
- Te amo, mamá - le dijo.
Una lágrima resbalo por la mejilla de la rubia hasta caer en la fría nieve.
Jasper miraba confundido y Jacob hacia lo mismo por el rabillo de sus grandes ojos negros.
- Yo también te amo, mi niña - aseguro -. Mas que a mi cualquier cosa en el mundo, más que a mi propia vida.
Jacob soltó un quejido mientras la joven rubia besaba la frente de su hija.
Se aproximó y susurró en la oreja del lobo:
- Espera que estén distraídos para huir con ella. Vete lo mas lejos posible, lo suficiente como para poder caminar como hombre; ella lleva todo lo necesario para que puedan mantenerse.
Los rostros de Jasper y Jacob eran el vivo retrato de horror a pesar de que uno de ellos era un animal.
Harriet alzo los brazos en busca de Jasper. El la tomo en brazos. Se abrazaron el uno al otro con fuerza habían creado un vínculo hermoso ennta poco tiempo, ambos se veían como padre e hija y a Rowan lenlarecos de lo más lindo.
- ¿Era esto lo que no me quisiste decir aquella vez? - le pregunto con un hilo de voz.
- Si, lo siento — bajo la mirada un poco avergonzada —, si Edward leía tud pensamiento Aro lo descubriría - susurré.
- Siento tu dolor, no te disculpes, estaré siempre contigo.
— Siempre.
El lobo gruño bajito. Era un sonido áspero y sin altibajos, continuo, como un ronroneo. Tenia en punta el pelo del cuello y los colmillos al descubierto.
Jasper beso a Harriet en la frente y en ambas mejillas; luego la deposito sobre el lomo de Jacob. La pequeña gateo hábilmente hasta encontrar el hueco situado entre sus enormes hombros, y se aferró con las manos al pelaje para no caer. Bella acomodo a Renesmee detrás de ella, sosteniendo su pequeña cintura con sus bracitos.
Jacob se volvió hacia la rubia con el dolor brillando en los ojos. El gruñido todavía retumbaba en su pecho.
- No podría confiarla al cuidado de nadie más - murmuró en un hilo -. No podría soportar esto de no saber cuanto la quieres y tu capacidad para cuidar de ella, Jacob.
El lobo soltó otro aullido lastimero y agacho la cabeza para frotarle el hombro.
- Lo se - mustio queriendo soltarse a llorar -. Yo también te quiero, siempre seras mi mejor amigo.
Una lágrima del tamaño de una pelota de béisbol se deslizo por su pelaje rojizo.
Los demás ajenos a la escena de despedida. Tenían los ojos fijos en el silencioso triangulo de brujos, esperando alguna respuesta.
- Entonces, ¿no hay esperanza? - susurró Carlisle.
La voz no delataba miedo alguno, solo resolución y resignación.
- Definitivamente hay esperanza - respondio Bella colocandose a la para de su hermana -. Solo conozco mi propio destino -. Recuerda lo que me prometiste, Rowan, no puedes negarte - la rubia asintió sabiendo ya de que se trataba, aún así no dijo nada.
La atrajo en un corto abrazo, dejando su brazo por sus hombros, los demás se miraron los unos a los otros para despedirse.
- Te seguire a donde quieras si sobrevivimos a esto, mujer - le susurro Garrett a Kate.
- A buena hora me los dices - murmuró ella.
Rosalie y Emmett intercambiaron un beso rápido, pero cargado de pasión.
Tia acaricio el rostro de Benjamin; este le devolvió la sonrisa con alegría, tomo su mano y la sostuvo junto a su mejilla.
De pronto se sintió como algo quería penetrar el escudo que Bella mantenia, apretó a su hermana más a ella sabiendo la procedencia de aquel desajuste.
- Preparense - susurro Edward que habia leído los pensamientos enemigos -. Esta a punto de empezar.
Con aquellas palabras, todos se colocaron nuevamente en posición, listos para cualquier cosa.
6/10
Gracias por tomarse el tiempo de leer.
Los quiero, adiós.
❣