Kim Aerum no hablaba, eso fue lo primero que Jungkook notó cuando tomó la pequeña mano del niño en la suya y le llevó hasta su departamento. Le había preguntado sí tenía hambre o sí había algo que quería hacer mientras esperaban, pero el niño sólo se había quedado mirándolo fijamente, casi como si le detallara completamente. Así que Jungkook se armó de toda la paciencia que podía reunir y dejó que el niño viviera en su silencio.
Lo segundo que notó fue que el más pequeño tenía una rara manía con sus manos. Jungkook le había estado detallando por casi 15 minutos desde que habían entrado en el pequeño apartamento vacío; tampoco es que tuviese mucho que hacer, y había descubierto que el pequeño niño movía las manos de arriba abajo mientras caminaba a pasos pequeños por todo el espacio de la sala, observando con atención hasta la más mínima de las manchas que podían existir.
Por último, Jungkook notó que Aerum era más feliz estando sentado de cara a una esquina que con él merodeando a su alrededor para que hiciese algo. El niño se había sentado con sus piernas juntas mientras clavaba sus ojos en la esquina del fondo del apartamento. Quiso creer que estaba viendo por la ventana cuando le escuchó reír con verdadera diversión pero refirió darle su espacio al niño.
Principalmente, porque él mismo era un niño y no sabía qué debía hacer.
Así que por las siguientes dos horas se limitó a sentarse en el suelo de la sala y tratar de escribir una letra presentable para el trabajo que le habían dejado esa mañana. Su cabeza fue de un lugar al otro tratando de encontrar algo que decir en su canción, algo de qué hablar que diera la más mínima luz de quién era él, pero no conseguía ninguna idea que valiera la pena.
Entonces hizo lo que cualquier chico de su edad que se siente frustrado, haría.
Colocó el parlante de su celular a todo volumen y le dio play al reproductor de música.
La estridente melodía de Fantastic Baby de Big Bang retumbó en las paredes del vació apartamento y Jungkook se levantó de un saltó. Era una de sus canciones favoritas y le encantaba bailarla. Era una de las pocas cosas que realmente disfrutaba: bailar y cantar. Por un momento, pensó que podía mencionar eso en la letra de su canción, que eso era parte de él y era digno de mencionarlo.
Sin embargo, antes de que se agachase para escribir la idea que podría evaporarse de lo rápido que llegó, observó asombrado como Aerum se acercaba a pasos tímidos hasta él y observaba con mucha concentración a su celular y justo en el momento en que la parte del coro era entonada, Aerum se puso a saltar y aplaudir con verdadera alegría.
.- Así que también te gusta Big Bang – le sonrió antes de tomarlo en sus brazos y comenzar a saltar por toda la sala con el niño.
El pequeño se tensó por un momento en sus brazos, pero luego simplemente se aferró a su cuello y rió contento junto con él. Pronto, Fantastic Baby le dio paso a Bad Boy y otras canciones del grupo, eso no hizo que Jungkook dejara de saltar y cantar a todo volumen con Aerum en sus brazos. Fue para cuando las canciones pasaron a ser mucho más lentas, que Jungkook se dejó caer al suelo con toda la elegancia que pudo reunir.
Podía ser un chico sudado y agitado, pero jamás perdería la gracia que le caracterizaba.
Así que dejo que Aerum se sentara frente a él mientras seguía aplaudiendo y sonriendo. Jungkook descubrió con gusto que el pequeño niño tenía la misma inusual sonrisa que su vecino; un suave rectángulo que dejaba ver todos sus dientes y convertía sus pequeños ojos en dos finas líneas. Todo ello, junto con su peinado de hongo y su ropa colorida, hacían del niño una cosa tierna y dulce a sus ojos.
.- Eres ciertamente muy lindo, Aerum ah – murmuro mientras le atraía hasta él y sin poder controlarse, le daba un suave beso en la mejilla al pequeño.
Aerum volvió a aplaudir para luego señalar el celular con su pequeño y regordete dedo. Jungkook ladeó la cabeza, sin comprender. Mientras el niño seguía señalando el celular. Entonces, como si se tratase de una iluminación celestial, Jungkook comprendió que el pequeño quería que le cantara. Seguramente su padre lo hace siempre, pensó mientras tomaba el celular y buscaba una canción adecuada para un niño de 5 años.
Eligió My old story de IU.
Porque amaba a IU y sí podía escoger a una sola mujer con la cual casarse o lo que fuese, sería a IU. Esa canción en particular había significado mucho para él en su momento, porque le había ayudado a sobrellevar la ruptura con Jimin cuando éste decidió que la capital era el mejor lugar para cumplir sus sueños. Nunca se había molestado por ello, pero no había dejado de ser doloroso dejar ir a alguien con quien había comenzado a experimentar las cosas de jóvenes.
Sin embargo, enterró esos pensamientos mientras mecía con suavidad a Aerum y comenzaba a entonar la canción con voz suave. Las canciones de IU solían ser perfectas para él, porque resaltaban su tono suave y melódico de voz, así que en el pasado, había grabado varios covers privados de algunas de sus canciones favoritas.
Bien, eso también podía mencionarlo en la canción.
No se dio cuenta en qué momento el tiempo se fue volando y para cuando lo notó, alguien estaba golpeando su puerta. Así que dejó al pequeño niño sentarse en el suelo y seguir jugando con sus manos para levantarse a abrir. Observó con algo de asombro la hora en su celular, eran casi las 5 ya y estaba seguro que quien estaba al otro lado de la puerta no era otro que su vecino.
Su lindo vecino.
Sintió las palmas de sus manos sudar debido a los repentinos nervios mientras tomaba aire y se armaba de valor. ¿Qué iba a decirle? Bueno, estuvo cuidando toda la tarde su pequeño hijo. Porque era su hijo, ¿cierto? Era muy parecido a él y tenía esa sonrisa tan inusual y brillante que le había llamado la atención desde el principio.
Volvió a tomar aire y abrió la puerta.
Efectivamente, frente a él se encontraba su vecino. Tenía el cabello castaño cayéndole desordenado en la frente y unos pocos mechones verdes adornando el resto. Sus ojos eran de un café común, pero brillante y eran extremadamente expresivos, o eso fue lo que pensó antes de fijarse en su sonrisa.
Su vecino de linda sonrisa... le estaba sonriendo.
¡A él!
Bien, Jungkook podía morir en paz. Quería que lo enterraran bajo un árbol frondoso en Busan y en la placa colocaran: "En honor al vecino de sonrisa rectangular que me hizo feliz al morir" o algo así bien cursi que le rindiera homenaje al momento.
.- Mucho gusto, soy Kim Taehyung – se presentó su vecino con una reverencia suave, sin dejar de sonreírle.
Jungkook iba a morir en cuatro, tres, dos...
De pronto, unos ligeros pasos infantiles atravesaron con rapidez la sala y el pequeño vestíbulo antes de impactar con el cuerpo de su vecino en toda la entrada. Aerum se aferraba con fuerza a las piernas de su vecino mientras este se rascaba la cabeza con algo de vergüenza debido al comportamiento tan espontáneo del niño.
.- Lo siento por...
.- ¡Baba! ¡Baba! – comenzó a gritar el niño mientras estiraba sus manos, esperando ser cargado, cosa que no tardó en suceder.
Jungkook se hizo a un lado, invitando a su vecino en silencio a que pasara. No quería que ahora que tenía al niño en brazos desapareciera de su vista, de su vida, de sus sueños y fantasías. Así que trataría de retenerlo un poco más; tal vez y hasta lo secuestraba en una torre donde la única forma de escapar fuese que su vecino dejase crecer su cabello, como Rapunzel.
Taehyung ensanchó su sonrisa mientras entraba al pequeño vestíbulo y se quitaba los zapatos. Jungkook le ayudó con la mochila y la colgó al lado de la suya mientras le sonreía con timidez. Siempre era así cuando conocía a una persona nueva, pero estaba vez sentía que los latidos de su corazón podían escucharse hasta en América de lo rápido y fuerte que iba.
.- Vaya, realmente tienes un estilo muy minimalista – fue lo que dijo divertido Taehyung mientras entraba en la sala vacía de su vacío apartamento.
Jungkook no pudo evitar sonrojarse.
.- Yo, lo siento, mi madre no ha...
.- No te preocupes, no he dicho que sea malo – le cortó Taehyung mientras se sentaba en el suelo y dejaba que Aerum volviera a su esquina – En realidad me gusta, en mi apartamento Aerum tiene tantas cosas que es como un arcoíris sin orden.
Jungkook se mordió los labios, aún nervioso, pero sonrió antes de decirle al mayor le traería algo de tomar, de su vacía cocina donde sólo tenía una Coca Cola que iba a ser su cena. Sin embargo, no lo lamentó mientras se la tendía y el otro la aceptaba con esa sonrisa brillante que comenzaba a pensar, sería su objeto de pesadillas de ahí en adelante.
Durante la siguiente hora, descubrió con asombro muchas cosas sobre Kim Taehyung.
Lo primero, era que no dejaba de sonreír. Una parte de sí se sintió ofuscado por ello, Taehyung parecía un chico extremadamente amigable y sociable, así que no dudaba que su sonrisa fuese algo que aflorara con normalidad y eso producía en él una profunda molestia. No lo conocía sino de hace una hora, pero ya se sentía dueño de su sonrisa, no quería que nadie más tuviese el privilegio de verle sonreír.
Mío...
Lo segundo, al igual que Aerum, se movía mucho al momento de hablar, como si no pudiese quedarse quieto más de cinco minutos y necesitase estar en constante acción. Jungkook no podía evitar pensar que aquello le resultaba extremadamente dulce. Tanto o más que con Aerum. Tercero, le llamaban V debido a que solía soltar comentarios extraños en los momentos más inesperados.
Cuarto, y tal vez lo más importante, era padre soltero.
Jungkook no había querido indagar realmente en ello al notar la mirada apesumbrada de Taehyung cuando lo mencionó, así que se limitó a quedarse en silencio, sin saber qué decir o qué hacer a continuación de algo así. Estaba lleno de dudas, de preguntas al respecto pero no se sentía lo suficientemente valiente como para formularlas en voz alta.
.- Trabajo en las mañana como auxiliar en un estudio de grabación – le contó el mayor (porque sí, había descubierto que le llevaba dos años) mientras jugaba con el borde de su playera negra – En las tardes estudio música, voy en tercer año. Es difícil con Aerum, en el trabajo me dejan tenerlo porque es un niño muy educado – le comentó mientras sonreía, con sus ojos clavados en el niño que miraba por la ventana – Pero en la universidad no puedo, es decir... él está por cumplir cinco y yo sólo tengo 21, las personas no miran con buenos ojos algo así.
Su voz sonó triste.
Y Jungkook quiso decirle que la gente era idiota por no ver con buenos ojos a un chico de 21 años que salía adelante con su hijo. ¿Qué importaba los errores del pasado? A pesar de que quería escuchar la historia, sabía que no era lo correcto, la forma en cómo Taehyung se había apagado en sí mismo era la prueba de ello. Sentía que ni siquiera podía preguntar el por qué Aerum no estaba en una guardería con su edad.
.- Aerum entiende cuando las personas nos miran mal en la calle, un chico tan joven siendo ya padre, cometí errores... pero jamás podría arrepentirme de él – le comentó mientras el niño se acercaba a ambos y se dejaba caer entre las piernas de su padre – No pregunta por su madre ni por qué papá debe trabajar todo el día, ¿no es así, cariño? – Le dijo con profundo cariño al niño que sonrió – Me gustaría que algún día él entendiera que papá lo ama y que no importa lo que diga nadie más, ¿sabes?
Jungkook asintió, sintiendo que quería llorar.
.- Has... has sido muy fuerte, hyung.
Taehyung le sonrió con suavidad. Era una sonrisa igual de bonita, pero que Jungkook estaba seguro que nadie había visto a parte de él. Era una sonrisa de debilidad, de su lado más humano. Sólo se conocían hace una hora, pero Jungkook ya sabía que esa sonrisa era suya. Suya y de nadie más.
Mío, mío, mío... M-Í-O.
.- Lamento haberte molestado con cuidarlo hoy, es que en las tardes debo dejarlo encerrado, no es lo más responsable, pero no tengo para pagarle a alguien que le cuide. Además, es un niño inteligente, a veces él se las ingenia para salir, pero no para volver a entrar – le dijo divertido, mientras besaba las mejillas del niño, que aplaudió contento por el cariño de su padre – Es sólo que no sé qué hacer...
.- Hyung... - le cortó, mordiéndose el labio – Bueno, yo tengo las tardes libres después de clase sí quieres, no sé, yo... yo puedo cuidarlo.
Taehyung se quedó en silencio y Jungkook se preguntó sí había dicho algo malo.
.- ¿En serio?
Jungkook asintió, repentinamente sonrojado. Taehyung, en cambio, sonrió.
Sonrió más brillante que nunca.
Hola.
Antes que nada, sé que las actualizaciones son lentas pero a quienes aún así esperan con ganas, MUCHAS GRACIAS.
Ahora sí, ¿qué opinan del capítulo? ¿De que nuestro TaeTae sea papi? ¿Se lo imaginan? ¡A mí me parece muy lindo! Cuéntenme que creen qué pase ahora o qué les gustaría.
Gracias por leer, votar y comentar.
Nos leemos pronto.
Edit: 18/02/19