La falte de aire en mis pulmones me obligo a sepárame de Hunter, apoye mi frente sobre la suya y mantuve los ojos cerrados escuchando nuestras respiraciones agitadas.
Abrí los ojos y lo primero que vi fue sus ojos observándome, sonreí y me separé de él. Voltee hacia el lugar donde estaba parada Lidia, pero ella ya se había ido.
- Eso ... - mire hacia Hunter y este se rascó el cuello, sonreí y me crucé de brazos observándolo chistosa.
- Bueno ... fue - me reí y el mordió su labio, soltó un suspiro y me sonrió - Gracias.
Asentí y permanecí en mi lugar sin saber que decirle ahora, observe el parque y a pesar de que era de noche, varias familias estaban paseando por este, mis mejillas se tornaron rojas al pensar en que toda esa gente me vio besarme con Hunter, baje la vista avergonzada, pero el sonido del camión de helados interrumpió mi propio momento incómodo.
Alce la vista hacia Hunter y él notó que buscaba su atención.
- ¿Quieres ir por helado? - le pregunté, él río y asintió con la cabeza.
El momento incomodo parecía haberse esfumado con esa pregunta y ambos comenzamos a caminar hacia donde la música se escuchaba.
Al llegar, Hunter se ofreció a pagar los helados y no insistí en ello, elegí el sabor de vainilla mientras él, el de chocolate.
Nos sentamos en una banca a comerlo, y no tardamos mucho en volver a hablar como si nada hubiera pasado.
Mientras platicábamos, no pude evitar pensar en si el beso significó lo mismo para mi, que para él.
Cuando nos besamos por primera vez sentí mil cosas dentro de mi estómago, y eso que el beso fue corto y en esta ocasión no hubo excepción, sentía miles de emociones mezcladas dentro de mí, pero no sabía si era porque realmente disfruté de su beso o fueron los nervios.
Me golpeé mentalmente y me negué a seguir pensando tonterías para concentrarme en lo que Hunter estaba diciéndome, solo esperaba que muy en el fondo, él esté igual de confundido que yo.
- Amelia, enserio muchas gracias por lo que hiciste por mi hoy - le sonreí y asentí.
- No hay de que, estabas en aprietos, además sólo fue un beso.
"Vil mentirosa"
Él asintió y fijó su vista en el cielo, el cual se encontraba lleno de estrellas; eso era lo bueno de los parques locales de esta ciudad, su poca iluminación te permitía observar cómo el cielo era decorado con pequeños puntos brillosos .
- Se esta haciendo tarde - dijo Hunter sin quitar la vista del cielo, musite un "si", y ambos seguimos contemplando el cielo en silencio.
Luego nos levantamos y comenzamos a caminar hacia su auto. El viaje hacia mi casa fue silencioso, cada uno estaba sumergido en sus propios pensamiento y no teníamos intención alguna de romper este silencio cómodo.
- La pase bien hoy - dije sonriéndole cuando vi que estábamos cerca de mi casa, él me devolvió la sonrisa y se acerco a mi.
"Oh Dios ¿Acaso va a besarme de muevo?"
- Gracias por todo, Amelia.
Colocó su mano en mi mejilla y mis ojos se cerraron ante su tacto, pensé que iba a besarme pero cuando sentí sus labios besar dulcemente mi frente y abrí los ojos tan rápido como pude mientras trataba de disimular mi decepción.
- Sabes, el beso ... - antes de que pueda continuar, me interrumpió.
- No significo nada, lo sé- sus palabras lastimaron un poco mi orgullo, y mordí mi labio para tratar de no hacer una mueca.
- Ah, claro, por supuesto. Gracias por hoy, nos vemos - abrí la puerta del auto con toda la intención de bajarme lo más pronto.
- Amelia ... - me tomo del antebrazo evitando que pudiera salir.
- Nos vemos - dije tirando ligeramente de mi brazo para que me suelte y salir finalmente.
Abrí la puerta de mi casa y la cerré rápidamente, me quede apegada de espaldas, tratando de controlar mis emociones.
Me acerqué a la ventana y cautelosamente mire si seguía ahí, pero se había ido.
Suspiré pesadamente y una presión creció en mi pecho, siempre que algo así pasa con Hunter me siento así. El logra hacerme sentir mal con tan solo unas pocas palabras, aunque yo misma me lo busque esta vez. Hunter a dejado claro desde el primer día que sus sentimientos por mi no son de ese modo, pero soy yo quien insiste en confundir sus sentimientos, o más bien, soy yo la que permito que me confunda con sus acciones.
Suspire y decidí ir por algo de tomar a la cocina, al alzar la vista pude ver a mi tía vestida de gala viéndome curiosa.
- ¿Todo bien? - preguntó.
- ¿Vas algún lado? - evite su pregunta y al parecer funcionó, ya que una sonrisa se formó en sus labios.
- Tengo una cita - sonreí y me acerque a abrazarla.
- Eso es genial tía, te deseo mucha suerte.
- Oh por cierto, no te dejaré sola en la casa, ya que, ayer descubrí a un jovencito saliendo por tu balcón en la madrugada- palidecí ante sus palabras y una risilla nerviosa brotó de mis labios.
Cuando me iba a excusar, ella me interrumpío.
- No te preocupes, no preguntaré nada, solo espero que hayas sido inteligente, Amelia - me advirtió - En fin, tu amigo Cameron vendrá hacerte compañía hasta que vuelva.
Asentí, mi tía ya había conocido a Cameron, así que sabía que le tenía confianza. Ambas volteamos hacia la puerta al escuchar sonar un claxon.
Ella chilló como una adolescente y me abrazo con fuerza.
- ¡No me esperes despierta! - gritó al cerrar la puerta y pude escuchar como el auto se alejaba.
Me reí y sonreí mientras veía que saludaba a un hombre muy apuesto y se subía al auto. Estaba feliz por mi tía, se había casado pero desafortunadamente mi tío falleció hace un año y desde entonces mi tía no era la misma, pero me hace feliz ver que ha estado más ánima.
Corrí al sofá y me acosté mientras encendía el televisor y tomaba mi teléfono para escribirle a Cameron.
De: Amelia
Para: Cameron
Mal día, me dijieron que me vienes, trae chocolate :(
Mi corazón se estrujó al recordar lo que Hunter dijo y respire profundamente esperando que el sentimiento se vaya, a los minutos tocaron el timbre y abrí sabiendo que en mi rostro se reflejaba que estaba de mal humor.
Al abrir la puerta, Cameron me sonrió pero al ver mi rostro frunció el ceño.
- ¿Qué pasó?
Y automáticamente al abrazarlo comenzar a llorar. No entendía porque estaba llorando, solo me sentía mal por lo que sucedió con Hunter.
Le conté a Cameron todo lo que paso hoy, mientras comía los chocolates que me había traído.
- Amelia, tranquilízate, si sigues así te vas a deshidratar - me reí y absorbí mi mocos.
- Ya estoy bien - trate de sonreír y me salío una mueca, él fruncío el ceño.
- Hunter es un buen chico, tal vez pensó que tú dirías lo mismo y lo dijo antes de que él saliera herido, el puede ser muy tonto, mañana con más
tranquilidad hablas con él y explícale como te sientes. ¿Quién sabe? Puede que sienta lo mismo- pasó su brazo sobre mis hombros, me acurruque mientras asentí.
- Gracias, Cameron. Es genial tenerte como amigo, sera un mese genial.
Sonreí esperando alguna respuesta y como no escuche ninguna, deje de acurrucarme en sus brazos y me aleje para verlo.
-Sobre eso - murmuró mientras hacía una mueca - Lo lamento, Bart saco las fechas más rápido de lo normal y nos iremos en Febrero.
Tape mi boca con mis manos y sentí mis ojos cristalizarse.
- ¿Qué? - dije casi en un susurro - No es justo - abrace a Cameron - este iba hacer el mejor verano que he tenido aquí, pero entiendo que es tu trabajo- me separe de él y suspire.
- Será el próximo verano - le sonreí y quedamos ambos en silencio.
- ¡Tengo una idea! - gritó haciendo que me asuste- Podrías venir con nosotros, como soy el jefe puedo llevarte con nosotros como acompañante - sonrió.
Me reí y negué.
- Estas loco, no puedes ...
- Claro que puedo - dijo interrumpiéndome.
- Cameron, soy menor de edad, necesitas un permiso especial para que viaje de un lado a otro sin mis padres. Además, dudo que quieran a su hija de 16 años viajando con un montón de chicos que a penas conocen.
Él frunció el ceño y negó.
- Llamare a tus padre, los convenceré y lo del permiso lo resolveré con mis abogados - dijo encogiéndose de hombros.
- No es necesario tanto esfuerzo, enserio.
No podía dejar que Cameron haga eso, primero no quiero que piense que me aprovecho de él y segundo es una idea completamente loca.
- No, quiero que viajes con nosotros, yo me encargaré de ello, pero no lo haré si no quieres.
Suspiré y mire a Cameron quien me veía emocionado, negué y cerré los ojos, masajee mis cienes y volví a suspirar.
- De acuerdo, si hay un modo de que eso suceda y mis padres acepten, iré.
Cameron lanzó un grito y me atrapó entre sus brazos cargándome como recién casados, dio vueltas conmigo en brazos y me sujete fuertemente de él para no caer, cuando me dejo en el suelo deposito un dulce y sonoro beso en mejilla.
- Vas a ver que van aceptar, preciosa.
Escuchamos una tos falsa detrás de nosotros y fijamos nuestra vista en la silueta que estaba parada en la puerta.
- Perdonen la interrupción - me tensé al escucharlo hablar de ese modo, su mirada estaba fija en Cameron y no era muy agradable.
- ¿Cómo es que ...
- La puerta estaba sin seguro - dijo interrumpiéndome, fijó su mirada en mi y un escalofrío me recorrió la espalda al sentir su fría mirada.
- No es lo que estás pensando - dijo Cameron rápidamente tomando distancia de mí.
- No pienso nada, además no me importa, solo vine a dejarte esto - dejó un bolso negro deportivo en el suelo y metió sus manos en los bolsillos.
Dio media vuelta y cerró la puerta, esta vez no iba a dejar que se fuera, salí tras de él, con la esperanza de que no se haya ido todavía.
-¡Espera! - grité corriendo tras de él cuando estuve cerca, jale su brazo y él se volteó.
- Lo qué pasó en el parque, fue ...
- Tranquila, no necesito ninguna explicación, me quedo claro que fue solo un simple favor- me interrumpió y sin dejarme responder, se marchó pero esta vez no lo seguí.
Estaba molesta.
¿Quién se cree? Él no tenía idea de lo que estoy sintiendo porque nunca me deja y explicarle lo que realmente sentía.
- Este no era mi plan - escuché a Cameron decir tras mi espalda.
Pero esta vez tenia las cosas muy en claro, no me permitiría tener más sentimientos por Hunter, ni mucho menos dejar que me haga sentir mal, otra vez.