P.o.v Elioth
Han pasado dos días desde que Mika o Marlin se llevó a Amy, o mas bien yo dejé que se llevaran.
Las cosas por la casa se han vuelto todo un caos.
Aunque quieran disimularlo no pueden, Se que les preocupa tanto lo que yo siento como lo que esta pasando con Amy.
En cuanto a ella, me siento cumplable en parte por lo que pasó, yo podría haberlo evitado, pero no puede y me culpo por ello.
Mis padres no estaban en casa, Coonor estaba en la sala de juegos, según el distrayendose pero el juego ni había iniciado y el estaba ahí, y yo... Bueno yo estoy aquí, mirando por el ventanal que da al frente de la casa, pensando por que el mundo es tan mierda.
Mis hermanos me han preguntado como llevo todo esto de Mika y Amy, la verdad...no se que hacer.
Recuerdo que todas las noches soñaba con un pequeño cuerpo, una hermosa voz, una hermosa sonrisa, su piel blanca y hermoso cabello, pero hace dos noches que no sueño con ella. Se que de algún modo, ella es Amy, aún que no tenga rostro se que es ella, pero de algún modo siento que la estoy olvidando y eso me aterra, no la quiero olvidar.
En cuanto a Mika, ella es un caso diferente, la quiero olvidar pero no puedo.
Es difícil darte cuenta que la persona que querías, con la que se supone compartias un sentimiento, te mintió.
Te manipuló a su antojo, te usó y jugo con tigo como si de un trapo viejo se tratara.
La verdad me duele, me dolió y creo que me segura doliendo.
Por mas que quiero odiarla no puedo, no es algo que este en mis manos decidir, después de todo estoy embrujado o lo que sea.
Carlos salió temprano en la mañana, ya casi estamos a mitad de la tarde y aun no aparece.
Se que el está buscando respuestas, esta abrumado por buscar una solución, pero al parecer no puede encontarla.
Después de unos minutos, el rugido de la camioneta de Carlos me saca de mis pensamientos.
Se escucha el azote de la puerta del auto y unos segundos después se oye la puerta del frente abrirse.
- donde estabas?- pregunto interesado.
- estaba con un... Amigo- dice pero al ver que no me creo lo que dijo suspira y vuelve a contestar- estaba con un licántropo.
Estoy seguro que mis ojos casi se salen de mis órbitas, los licántropos son todo lo contrario a nosotros, la enemistad entre nosotros es desde hace muchos siglos, la razón de por qué,nadie la sabe, o al menos no quieren decirnos.
Somos como los perros y los gatos, todos saben que se odian entre ellos pero nadie sabe la razón.
- con un licántropo? Por qué?- pregunto, si el buscó su ayuda es por algo y no puedo adelantarme a las cosas.
- estaba con ellos por que son los únicos que pueden encontrar el rastro de Amy, después de todo ella es una híbrido- dijo mientras se pasaba la mano por la cara en muestra de frustración.
- entonces que averiguaste? - pregunté.
- están en el antiguo castillo de su padre, al parecer Mika la llevo al mismo lugar de antes.
-entonces que haremos?
- debemos analizar el perímetro, necesitamos un plan, buscar salidas rápidas y abiertas que nos permitan escapar si en dado caso algo sale mal, no debemos ir y solo presentarnos allí, ellos nos sacan mucha ventaja al ser más, y aun que se que la mayoría no estan de acuerdo con Mika, se defenderán unos a otros, y para nosotros eso seria un gran problema- dijo suspirando cansado.
- entonces debemos ir y buscar las respuestas que necesitamos, no debemos esperar más- dije con miedo de que ya fuera tarde en cuanto a Amy.
- tienes razón, no podemos permitir que Amy se quede sola en esta situación, no antes de que sea tarde- dijo poniéndose de pie.
Llamamos a Coonor que al contarle nuestro plan, se unió a el sin ningún problema.
Salimos de la casa en el auto de Carlos, después de unos cuarenta minutos llegamos a un camino de tierra, por sus lados sólo habían arboles, a la distancia no lograbas ver mas nada que no fuera maleza verde.
Nos bajamos del auto y nos dirigimos hacia el bosque, a unas dos horas del camino, divisamos lo que era un enorme castillo, este estaba rodeador de personas que iban y veían sin ninguna preocupación, al parecer tenian una política organizada para trabajar.
Cada quien se separó por un lado, analizando cada área del perímetro, buscando entradas que nos permitieran pasar inadvertidos y posibles salidas por si las cosas salían mal, o por si solo no salían.
Después de unas horas la noche calló, habíamos discutido sobre varias entradas que podíamos utilizar y las posibles vías de escape.
Después de discutir sin llegar a ningún acuerdo, decidimos regresar, estar en el territorio enemigo sin conocer el terreno es como suicidarse, por lo tanto es mejor no arriesgarse.
Íbamos caminado con calma, tampoco estábamos en condiciones de correr, bueno si podíamos, solo que el silencio era algo que se apreciaba y al parecer ninguno de nosotros quería interrumpirlo.
En el aire se percibía un suave olor, era dulce, era deseable, era el dulce olor de la sangre de alguien puro, a lo lejos no se podía escuchar nada, por lo tanto sea quien sea estaba sangrando para dejar una fragancia hací dispersa.
Estaba disfrutando del magnífico olor, cuando una presencia se iniciaba a hacercar a nosotros, estaba a unos 200 metros, por la oscuridad y la cantidad de arboles no se podía distinguir quien podría ser, se escuchaban pasos entrecortados, como si le vinieran siguiendo y estuviera a punto de caer por la debilidad.
Los chicos estaban igual de atentos que yo, los pasos y el olor se hacían cada vez mas fuertes, hasta que una silueta se pudo distinguir por la poca luz de luna que se filtraba por las hojas, era una silueta pequeña, débil y hermosa.
Carlos al parecer se dio cuanta de quien era y corrió a su encuentro, el pequeño cuerpo se desvaneció en sus brazos, respirando de forma costosa mientras unos silenciosos sollozos salían de el.
Amy estaba aquí, el dulce aroma era de ella, su sangre teñía el aire de esa rica esencia.
Carlos cargo su maltratado cuerpo y corrimos con ella por todo el bosque, necesitaba descansar y reponerse.
Después de una hora y media ya estábamos otra vez en el camino de tierra, íbamos a montarla en los asientos traseros cuando se safó de nuestro agarre.
- que haces Amy? Vámonos necesitamos curarte- dijo Carlos intentando tomarla de la mano otra vez.
- espera, ne...necesito borrar nuestro aroma del aire, si...si lo dejamos nos podrán segu...seguir- dijo con dificultad mientras intentaba pararse derecha.
Tocó sus hombros y trató de relajarse, apretó sus manos y pude ver como su cuerpo se iniciaba a encorvar, podía escuchar como sus huesos se quebraban o mas bien se ajustaban a su nueva forma, se estaba convirtiendo en un licántropo, era la primera vez que podía ver algo hací, sus piernas se achicaron al igual que sus brazos, su cabeza se desformaba alargando la parte de la boca formando una trompa, su cuerpo se lleno de pelo, y en cuestión de segundos el aire dejo de ser dulce, para percibiese el desagradable olor de perro mojado que podía dar un licántropo.
Los chicos estaban igual que yo, estaban absortos, sin dejar de lado sus caras de asombro ante lo presenciado.
- chicos muevanse, no podre mantenerme hací por mucho tiempo- dijo Amy, ahora convertida en licántropo- estoy herida, necesitó sangre- dijo con voz grave, tan grave que parecía mas bien un bramido o aullido que una propia voz.
Los chicos asintieron y se montaron en la camioneta, Amy al no poder andar mucho, también tomó un lugar en el haciendo de atrás, tuve que obligar a mi cerebro a ejecutar alguna función, haci que yo también tomé asiento a su lado.
- bien, antes que nada, tienen que buscar a sus padres, por suerte Claudia y mari esta semana estarían de excursión con el grupo de laboratorio y no volverán hasta tres días, tomen todas las cosas que puedan necesitar y nos iremos al templo- dijo con el mismo tono de bramido.
- por que? - pregunto Coonor.
- desde que vean que no estoy me buscaran, y su casa sería el lugar donde primero lo harán, no quiero ponerlos mas en peligro de lo que ya están- dijo y con eso guardo silencio.
Todo el trayecto fue en silencio, nadie dijo nada, Amy necesitaba descansar y cada quien lo respetaba.
Al llegar a la casa, mis padres estaban en ella, Carlos hablo con ellos y en cuestión de minutos todos estábamos en los autos hacia donde Amy nos indico.
Nadie se atrevió a preguntar nada, a esta altura de juego ya nadie podía dudar de lo que estaba pasando.
Las horas fueron corriendo, nos detuvimos en una de las carreteras donde Carlos cazó un ciervo para Amy, esta al verlo salto sobre el como caníbal y en cuestión de segundos ya había devorado su carne.
Después de unas horas más, llegamos a un lugar decierto por hací desirlo, estaba todo desolado y no se escuchaba un ruido por ninguna parte, Amy nos guió por unos árboles, era algo parecido al roble, pero más grueso y oscuro. Detrás de unos de ellos se encontraba una gran muralla, era de piedra, alta y señida, era difícil treparla por mas que se quisiera, nos detuvimos frente a un gran portón de madera, Coonor se acercó intentando tocarlo, pero con solo rozar el dedo en el tablón, una fuerza invisible lo expulso hacia atrás, haciéndolo caer unos cuantos metros después de nosotros.
Amy se detuvo frente al gran portón y pude ver como susurraba unas palabras que nadie logro entender por su tono de voz perruno.
Un gran estruendo se escucho y las puertas se abrieron dejándonos pasar, Amy nos guió por entre los arboles que habían dentro de la muralla, al adentrarnos en él pudimos ver una edificación que cumplía con las palabras que antes Amy había dicho “un templo”.
Al entrar un señor de larga barba se acercó a nosotros corriendo, Amy se aserco a el y por inercia se desvaneció en sus brazos.
Su cuerpo volvió a su estado normal, estaba desnuda, por lo que sentí la sangre correr por todo mi cuerpo sin control y me obligue a controlarme.
Su pequeño cuerpo estaba lleno de sangre, en su cara habían moretones de golpes, marcas de dedos y arañazos que lo hacían ver de una forma masacrada.
En la parte de su cuello habían marcas negras, mordidas y mas dedos marcados en el, al igual que en sus senos, en su estómago habían una gran mancha morada casi negra, marca sin duda de un puñetazo o algún golpe, seguí recorriendo su cuerpo, sin dar crédito a lo que veía, peor fue cuando me fije en sus piernas, en medio de ellas estaban manchadas de sangre, como si la hubiesen....
- no...no, no, NO!! MALDICIÓN NO!!- grite sintiendo la rabia correr por mi cuerpo.
Los demás se encontraban perdidos en sus pensamientos y juraría que vieron lo mismo que yo.
El señor con barba nos dijo algo que no entendí, los demás asintieron y este se levantó con el cuerpo de Amy en sus brazos.
No se por qué, pero necesitaba estar con ella,pero los chicos me detuvieron cuando vieron mi intención, diciendo que ella estaria bien.
Un fuerte sentimiento de odio se propagaba por todo mi ser y el instinto de matar a los culpables de esto me invadía.
Mataré a todo aquel que te hizo esto Amy, aun que no te recuerde, por ti los mataré.
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Hasta aquí llegamos, espero que les haya gustado, esta sin editar (^_−)☆. De este lado del mundo se les quiere.
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