PROHIBIDO tener citas

By ValeGarbo

533K 61.3K 7.3K

Abigail está cansada de que cada semana haya una nueva chica llorando porque Axel Cruz le rompió el corazón... More

La visita de Gina
El tipo de chico que me conviene
Adicción a la adrenalina
La semana perfecta
Las mejores amigas
La nerd que se enamora del chico malo
Pie de limón
La familia perfecta
Punto para el rompecorazones
Tirar un dado
La periodista
Prólogo de peligro
Una amiga
Temeraria
Megan Fox en bolas
El pre-reportaje
La chica de ojos violeta
Juego de preguntas
Discovery Channel
Feria de libros
Predecible
Algunas mujeres nunca crecen
Internet en el infierno
Beneficio de la duda
Una gota de honestidad
Charla nerd
Una flyer
Clases de feminismo
Ascender a cretino
Ambigüedad
Negación constante
El cuadro de honor
Modo Abogado
¿Suena convincente?
Epílogo

Nerd: 1, Rompecorazones: 0

39.2K 2.3K 430
By ValeGarbo


(Por: Abi)


Todo empezó en una fría mañana, un jueves que me encontraba de turno en la biblioteca.

—¿Puedo hablar con Edith?

—Está enferma —respondí sin levantar la vista de la ficha que estaba llenando.

—¿Y Flavia?

—Hemos tenido una crisis de resfriados —añadí mecánicamente— pero dime en qué te puedo...

Mi última palabra salió en un volumen tan bajo que apenas si pude escucharla yo.

Axel Cruz estaba parado en toda su gloria delante del escritorio de recepción. Con su actitud rebelde, la camisa fuera del pantalón y su corte a la moda, se veía totalmente fuera de lugar entre los libros. Era una pena que estuviera en horario de trabajo, o me hubiera atrevido a gritarle por fin lo que pensaba de su costumbre de romper los corazones de mis amigas.

—¿Sabes cuándo volverán? —Preguntó él.

—Probablemente no vuelvan hasta el lunes.

Axel me quedó observando de forma extraña, como si estuviera decidiendo cuál sería su siguiente frase. Después de quince segundos de sostenerle la mirada, pareció llegar a una conclusión y dijo:

—Perfecto, entonces volveré el...

—¿Abi?

La señora Luna, la bibliotecaria, acababa de volver de la cafetería. Le echó a Axel una mirada curiosa.

—Buenas tardes, ¿en qué te podemos ayudar?

—No se preocupe, ya me iba.

Axel se dio la vuelta y empezó a alejarse. La señora Luna se encogió de hombros, decidiendo que no valía la pena insistir.

—¿Por fin hemos encontrado el libro de historia? —Preguntó mientras se abría paso detrás del mostrador.

—Todavía sin novedades. Me falta revisar en la hemeroteca y en el lote de libros sin clasificar que llegó el lunes.

—Está bien. Termina con eso y si no hay nada, iré a avisar al director para que hagan el registro de las cámaras. Alguien tiene que habérselo llevado y con los exámenes a la vuelta de la esquina, lo necesitamos de vuelta.

—Por supuesto, solo terminaré con esta ficha y seguiré con la búsqueda.

—Eres la mejor, Abi. No sé qué voy a hacer el próximo año sin ti.

La señora Luna se metió a su despacho y solo cuando decidí volver a la ficha me di cuenta de que Axel Cruz seguía allí.

Su expresión me picó la curiosidad: se veía completamente aterrorizado. Nuestras miradas se cruzaron y él dio un respingo. Contra mi voluntad, me vi obligada a preguntarle si se encontraba bien.

—Sí, solo recordé que necesito sacar un libro. ¿Eres nueva aquí?

—He estado en la biblioteca por los últimos tres años —respondí secamente. No veía a dónde quería llegar, Axel Cruz no era amable con las chicas como yo sin una razón.

—Ah, genial. Yo solo conocía a Edith y Flavia, tal vez porque son de mi grado.

Le alcé una ceja con toda la ironía que era capaz de reunir.

—Yo también soy de último año.

Su cara de sorpresa hizo que me entraran ganas de golpearlo. ¿En serio? ¿No se acordaba de mí? Éramos ciento dieciocho alumnos a punto de terminar el colegio, era demasiado fácil conocerlos a todos. O tal vez solo le interesaban las chicas con las que era capaz de salir, eso encajaba más con su perfil.

—Abigail, ¿cierto?

Axel había salido con mis tres mejores amigas, así que podrías pensar que me acababa de recordar por eso. Sin embargo, no se me escapó su mirada rápida a la etiqueta con mi nombre que llevaba en la solapa.

—Eso dice aquí —dije señalándola—. Qué bien que sabes leer.

—Sí, es increíble la biblioteca. ¿Escuché que tienen cámaras aquí? —Preguntó "casualmente".

Y pongo las comillas porque era demasiado evidente que estaba nervioso. ¿Qué le pasaba?

—Sí, claro.

—¿En la biblioteca? —Repitió él, como si no pudiera creerlo.

—Si te pones a pensar en cuánto cuestan los libros, te darías cuenta que hay más valor aquí que en una sala de cómputo.

—Por supuesto.

Seguía con la actitud de alguien que intenta tomar una decisión complicada. Me lanzó una mirada de pies a cabeza que me hizo querer tirarle el grueso volumen de física que alguien había devuelto hace unos minutos, pero terminó negando para sí mismo. Finalmente, soltó un suspiro agotado y empezó a mover las manos mientras hablaba.

—Mira, Abigail, la verdad es que necesito tu ayuda con algo...

¡Ja! Como si yo fuera a ayudar a este tipo después de todo lo que había pasado en los dos últimos años. Recordaba, en primer lugar, a Vivian llorando desconsoladamente después de creer que había sido abandonada en el cine solo para ver entrar a Axel con una chica de tercer año a la siguiente función. Luego, estaba Mayra, atiborrándose de helado después de que Axel le dijera que "no eran compatibles", creyendo que había algo mal con ella.

—¿Qué cosa? —Le espeté.

En esa sola frase logré reunir toda la furia que me quedaba de hace cinco meses, cuando había dejado creer a Alessandra que la acompañaría a la boda. La llamó para cancelar el mismo día, y media hora después, se estaba besando frente a toda la escuela con la capitana del equipo de atletismo.

Axel retrocedió un poco ante mi tono pero puso una sonrisa de lo más falsa.

—Verás, es que hice este favor para una amiga que en verdad lo necesitaba...

Puso su mochila sobre el escritorio y sacó una gigantesca enciclopedia. ¡Santos dioses, era el libro de historia que perdimos hace una semana!

—Pensaba devolverlo hoy, así que bueno, te lo voy a dejar para que...

—Un minuto —alcé un dedo para advertirle que guardara silencio mientras ponía en orden mis ideas. El libro de historia no había sido retirado por nadie, de otro modo nos habría bastado con ver la ficha. Simplemente había desaparecido de los estantes un día sin dejar rastro y casi le había apostado a Edith que se lo habían robado para venderlo, pues el ejemplar valía cerca de doscientos dólares. Incluso si lo devolvían, el que se lo hubiera llevado estaba en problemas.

Axel Cruz no pensaba devolver ese libro cuando habló conmigo. Incluso estaba a punto de irse hasta que llegó la señora Luna y dijo...¡Ajá! Eso tenía más sentido. Él se había llevado el libro sin idea de que hubiera cámaras y al escuchar a la señora Luna, entró en pánico.

—Has robado un libro de la biblioteca —saboreé las palabras intentando que no se me notara la felicidad—. Te podrían denunciar al consejo escolar por esto. Tendrás una suspensión, te quitarán diez puntos en conducta e irá a tu expediente académico.

Solo cuando lo dije en voz alta me di cuenta de lo que eso significaba. ¡Este era el momento que había estado esperando, era la venganza perfecta! Después de tener que ser el paño de lágrimas de las conquistas de Axel Cruz, la vida me regalaba asientos en primera fila para ver su caída.

—Sí, bueno...pensaba que podrías ayudarme con eso —dijo alzando la mirada.

¡Vaya! Por un segundo casi pude ver por qué todas mis amigas habían caído fascinadas. Algo en sus ojos grises moteados de verde te hacía sentir hipnotizada. Sin embargo, le sostuve la mirada y me resistí a sacudir la cabeza para librarme del efecto.

—No puedo. Tengo que denunciar el robo y devolver esto a su lugar —me apoderé del libro antes de que tuviera una oportunidad y lo puse debajo del mostrador—. De todos modos, gracias por traerlo.

—No puedo tener una suspensión ahora mismo —reclamó él.

—Vas a tenerla —repliqué como si fuera el procedimiento regular—. Llamarán a tus padres y todo eso. Te deseo la mejor de las suertes.

Por alguna razón, la palabra "padres" hizo que su expresión se quebrara.

—¿No hay otra forma de arreglar las cosas?

Su pregunta me abrió una nueva posibilidad de venganza. ¿Otra manera de causarle más sufrimiento que con una suspensión?

—Hablo en serio. ¿Qué quieres? —Su fachada de chico avergonzado se estaba cayendo, dejando paso a alguien muy muy molesto.

—No estás acostumbrado a que te nieguen las cosas, ¿eh?

El poder de la situación estaba en mis manos, pero tenía que trabajar un poco. ¿Qué era lo suficientemente terrible pero no al nivel de que prefiriera la suspensión y la fama de ladrón? Las posibilidades pasaban ante mis ojos, así que me concentré en volver a la razón principal de por qué lo odiaba. Sí, tenía la idea perfecta.

—Sales con una chica diferente cada mes —empecé de forma casual—. Y la dejas cuando te cansas de jugar con ella.

—¿Y qué? ¿Quieres que me disculpe con todas ellas?

—Conozco tu reputación, Axel Cruz. No sería una disculpa sincera, ¿verdad?

—No tengo idea.

No le creí ni por un segundo.

—Da igual, tengo algo mejor para tu reputación.

—¿Quieres que salga contigo? —Su sonrisa se volvió petulante—. No tenías que chantajearme si...

—No, todo lo contrario. No quiero terminar con un corazón roto, ni quiero que se lo rompas a alguien más en esta escuela. Quedan solo tres meses para que el año se termine, ¿puedes aguantar todo ese tiempo con las manos para ti mismo?

Axel frunció el ceño, intentando comprender a dónde quería llegar.

—Yo no le rompo el corazón a nadie. Todas esas chicas se lo rompen ellas solas.

—Sí, claro. Eres un idiota de primera categoría.

—Gracias, trato de alcanzar el éxito en todo lo que me propongo.

Su tono sarcástico hizo que mi mano se moviera inconscientemente al libro de física, pero logré resistir el impulso de estampárselo en la cabeza. La violencia contra un alumno también era castigada, y había cámaras en la biblioteca.

—Perfecto, estas son mis condiciones: No puedes salir con nadie, ninguna cita, le dices adiós a ser el casanova de la ciudad. Y no le puedes decir a nadie la razón por la que vas a pasar abstinencia hasta fin de año. Se acabó el coquetear para ti.

—¿Y si son ellas las que se lanzan a coquetear conmigo?

—Tampoco. Si me entero de que has estado jugando con alguien —dije en mi mejor voz amenazadora—, voy a convencer a la señora Luna de que debe ver esos videos de seguridad.

Axel se quedó varios segundos en silencio, posiblemente intentando encontrar una forma de escapar de la trampa.

—¿Se lo puedo decir a mi mejor amigo? —Preguntó finalmente—. Él no diría nada, lo juro. Si dice algo, lo mataré y puedes cambiar el trato. ¿Por favor?

Me sorprendió que su primera reacción fuera esa. Estaba tan desprevenida que terminé asintiendo antes de darme cuenta de lo que hacía.

—Perfecto —Axel parecía deseoso de salir de allí antes de agregar "Asesinato de una asistente de biblioteca" a sus crímenes—. ¿Eso es todo? ¿Qué le vas a decir?

Su mirada se movió a la puerta del despacho de la señora Luna.

—Que lo encontré en la hemeroteca y que seguramente a algún profesor se le olvidó después de llevarlo para hacer una comprobación de fechas.

Me miró sorprendido.

—Piensas rápido.

Y sin otra palabra, se fue de la biblioteca.

Me quedé varios segundos en shock, preguntándome si realmente acababa de pasar, con la respiración al borde de un ataque de asma.

¡Le había ganado a Axel Cruz! Años de querer ir y pegarle una cachetada por todos los corazones rotos de la escuela y por fin le había volteado el juego. Qué deliciosa era la venganza. Tal vez Santa no me trajera nada esta navidad, pero valía totalmente el sacrificio.

Tomé una hoja del cuaderno sobre el cual tenía apoyado el mousse y escribí:

Nerd: 1

Rompecorazones: 0


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hola a todooss!!

Después de una larga ausencia por aquí, les presento mi nuevo libro, que espero llegue a gustarles.

Actualizaré todos los viernes (y por fin creo que seré capaz de cumplir un plazo como Dios manda, porque me he asegurado de tener lista al menos la mitad de la novela antes de publicarla).

A los lectores de Seduce a mi ex-novio, creo que encontrarán algunos personajes del libro que se cruzan en la vida de estos nuevos personajes (repito: se cruzan! no es una continuación!!).

En fin. Más información, el próximo viernes.

Besos y calma!

Vale.

Continue Reading

You'll Also Like

22.3K 2.3K 24
En donde un exitoso y multimillonario cantante , se enamora mutuamente de una prostituta de los Ángeles.
1.1M 32.1K 87
Elaya, prima de pedri González y gavi se conocerán cuando ella se mude a Barcelona a estudiar. Chispas, preguntas sin respuestas y...¿amor?
965K 85.5K 50
Ganadora del Watty 2022 en la categoría juvenil✨ «Una carta de amor, una chica con aroma a coco y un verano inolvidable». *** Astrid, la hija de un i...
184K 10.6K 42
Dipper y Mabel vivieron en Gravity Falls el verano más increíble de sus vidas, un tiempo lleno de magia y aventuras. Pero, como todo lo bello, aquel...