• Boston, Estados Unidos, enero del 2016.
Me mordía las uñas de los nervios y miraba hacia al frente contando cuantas personas faltaban para que ya sea mi turno.
Faltaba poco para que me hagan pasar junto a ellos, y conocer finalmente a las personas que admiraba.
Constantemente movía mi pie, síntoma de mi nerviosismo, pero no podía evitarlo, y menos cuando estaba a segundos de hablar con ellos. Revise mi bolsa asegurándome que mis cosas estén en orden y que ninguna se haya caído.
Suspire al cerrar mi bolso y mantuve mis ojos cerrados.
"Respira, respira".
Me repetí a mí misma, una y otra vez.
- ¡Oye! ¡Muévete que es nuestro turno! - gritó una rubia a mis espaldas, con voz bastante aguda.
Rodé los ojos, un poco molesta por su actitud y tono de voz, camine lentamente hacia la primera persona de la fila.
Era un niño que tenía puesto una chompa de los magcon, muy parecida a la mía con la ligera diferencia de que la suya era color roja y la mía gris, un pantalón beige y zapatos estilo supra color blanco.
- Hola - dijo mostrando sus dientes perfectos con brackets - Soy Jacob Sartorius, nuevo en este tour y quiero decirte que luces muy bonita hoy.
Sonreí, sonrojándome levemente y le tendí la mano.
- Amelia, muchas gracias por tu comentario - él me guiño un ojo coqueto.
Es tan adorable y me agradaba su actitud.
- Me gusta tu chompa- le dije señalando la suya y la mía, ambos reímos.
- La gente bonita, suele tener gustos parecidos - él me abrazo de la nada y yo solte una risita al notar que era un poco más alta que él.
- ¿Nos sacamos una foto? - pregunto, a lo cuál yo asentí.
Luego de eso mi tiempo junto a Jacob se acabo y pase a la siguiente persona. La cual resultó ser Dylan Dauzat.
No pude evitar emocionarme al verlo, ya que me gustaban algunos de sus videos pero a pesar de que no era la más fanática, la emoción del momento me hizo correr a abrazarlo con mucho entusiasmo.
- ¡Dylan! - chille cuando me encontré en sus brazos, oí como se reía y me alzó por el aire.
- Hola, linda - dijo una vez que dejo que mis pies tocaran el suelo.
- Hola, Dylan, te ves muy bien hoy - nos tomaron una foto abrazados y luego se giró ha hablarme.
- ¿No eres de por aquí, verdad? - pregunto bastante curiosos, y yo negué sonriendo.
- Soy latinoamerica, nene - conteste, llamando 'baby' en español haciéndolo reír.
- ¡Whoa! Impresionante ¿Como conseguiste los boletos? No te ofendas, pero no sabía que estaban disponibles en America Latina - sonreí recordando la carta escrita con puño y letra del mismísimo Cameron, la cual envío junto las entradas.
- Tengo un gran amigo - asintió y nos abrazamos por última vez, antes que me marchara.
Seguí hacia la otra persona, que era nada más ni nada menos que Willie Jones, lo reconocí por las fotos.
- ¡Hey, hermana! - dijo chocando los cinco conmigo, a penas me vio.
- ¿Cómo estás? - le pregunté y me sonrío.
- Mejor que nunca - nos tomamos una foto con mi celular y hablamos un rato más, pero luego tuve que continuar la fila.
Él, mejor dicho, los siguientes todavía seguían con una chica que iba con un vestido blanco, así que aguarde con paciencia hasta que se retire.
- ¡Ay! Por favor Hunter, solo un besito - dijo ella que se encontraba frente a un chico de cabello café y rulos, mientras se inclinaba hacia adelante.
- No, enserio, lo lamento - dijo él esquivándola, ella soltó un puchero pero igual se despido de él con un sonoro beso en la mejilla.
Cuando la chica se fue ambos chicos me vieron e hicieron que los colores suban a mis rostro.
"Incómodo"
- Hola - dijo el más pequeño - Soy Brandon Rowland - sonreí y me agache solo un poco para besar su mejilla.
Pude ver como se volvió rojo, sintiéndome bastante especial por provocar ese nerviosismo en él.
- Hola, Brandon, eres muy lindo ¿Cuántos años tienes? - su cara se volvió aún más roja haciéndome morir de ternura.
- Tengo 13 años ¿Y tú? - hice un puchero falso pero provoqué su risa.
- Que lastima, tengo 16 años y pensé que podríamos tener algo pero eres muy chico para mi, que triste - nos reímos y escuche una tos falsa.
Voltee hacia arriba y me encontré con el chico de la escena anterior.
Al observarlo mejor noté que su cabello era castaño oscuro, y sus ojos color verde esmeralda, mientras sus mejillas estaban cubiertas por pocas pecas.
Era muy lindo y si los miraba muy bien, notaba que eran bastante parecidos.
- ¿Son hermanos? - el chico de las pecas sonrío mientras asentía.
- Soy Hunter Rowland - beso mi mejilla haciendo me sonrojara.
- Un gusto - sonreí y me puse en medio de los dos, para que tomen la foto que estaban insistiendo los encargados.
Me despedí de ellos y cuando iba a continuar mi ruta, Hunter tomo mi antebrazo deteniéndome por completo. Me voltee para ver que pasaba.
- Mmm - se mordió ligeramente el labio-¿Te molestaría tomarte una foto conmigo? - dijo el rascándose la parte de atrás de su cuello.
Una vez más, provocó que me sonrojara pero trate de ignorarlo para no volverme más colorada de normal.
- Para nada - el sonrío y puso el teléfono frente a nosotros, y yo sonreí, mientras él me daba un beso en la mejilla.
- Gracias - susurró viéndome a los ojos dulcemente, mientras besaba mi mano, le dediqué una última sonrisa, para luego comenzar a caminar hacia el siguiente algo anonada por lo que acababa de pasar.
Toque mi mejilla, mientras sentía un hormigueo. Deje de caminar para calmar mis sentimientos.
"Amelia ¿Qué diablos te pasa?"
- ¡Hey! ¿Estás bien? - esa voz hizo que me quedara en blanco y sin notarlo una lágrima salió de mi ojo derecho.
Alce la mirada y Carter Reynolds estaba enfrente mío y en su rostro mostraba bastante preocupación.
Corrí a abrazarlo, envolví mis piernas en su cintura y escondí mi rostro en su cuello, mientras limpiaba las pequeñas lágrimas que salieron en su camiseta.
- ¿Estás bien? - me preguntó cuando baje de encima de él, asentí y luego lo golpeé ligeramente, lo cuál provocó que el frunciera el ceño - ¿Por qué el golpe?
Trague saliva y lo vi a los ojos.
- No vuelvas a desaparecer sin decir nada, aquella vez tuviste a mucha gente preocupada, incluyéndome, de verdad que fue un tormentoso aquellos meses en que no diste señal alguna - el me vio triste y conmovido y me volvió a darme un abrazo.
- Lo siento, lo siento tanto. No pensaba que tomarme un descanso por algunos meses causaría aquel revuelto- sonreí y tome su rostro.
- Me siento feliz por ti, Carter, entiendo que hayas necesitado ese tiempo - bese su mejilla y él me volvió a abrazar, tomamos nuestra foto.
- Gracias por el apoyo - me abrazo rápidamente y yo me pare de puntillas para seguir su abrazo.
- Siempre estaré para ti - beso mi mejilla y me fui al siguiente, quien resulto ser, nada más ni nada menos que el único Aaron.
- ¿Cómo estas? - le dije en español, él se asusto, porque estaba de espaldas pero al verme se giró riéndose conmigo.
- 'Yio mui ben' - me reí por su acento al hablar español.
- Estoy muy feliz de verte, Carpenter - él sonrío y me abrazo fuertemente.
- ¿Cómo te llamas? - me pregunto mientras tomaba de una botella de agua.
Le respondí su pregunta, mientras buscaba lo que le había traído especialmente para él. Cuando lo encontré y se lo enseñe, comenzó a reírse, logrando mi objetivo al comprarle ese presente.
- ¿Es enserio? - dijo tomando el casco de plástico color amarillo y el martillo de peluche, que había comprado en el aeropuerto cuando llegue.
Me reí y le saque una foto.
- Cuando vi esto, supe de inmediato que era para ti - nos reímos y nos sacamos bastante fotos juntos, después de despedirme de él, tuve que seguir a la siguiente y al parecer, última persona.
Solamente tuve que mirar su espalda para reconocer que aquella persona era Cameron, antes de poder llamar su atención o algo similar, el volteo primero asustándome un poco, pero provocando mi risa.
- ¿Amelia? - sonreí a más no poder y corrí a abrazarlo.
- Gracias, gracias, Cam - el beso mi cabeza repetidamente y me abrazo con la misma fuerza que yo a él.
- Aw, linda me alegra tenerte aquí. Te he estado buscando entre todas las chicas para ver si te encontraba ¡Y aquí estás! -me reí y bese su mejilla.
- No sabes cuanto te quiero, gracias de nuevo, tengo que enseñarte español ¿recuerdas? - él asintió y sonrió - Cuando tú quieras empezamos, tengo 1 meses totalmente disponible para ti - y reímos a coro.
- ¿Te parece si empezamos hoy? - abrí los ojos como platos y casi me atraganto con mi propia saliva, ante su comentario.
- No, digo si, claro que si, es decir, me encantaría - el se río negando con su cabeza y sacó su teléfono del bolsillo.
- ¡Hola chicos! Estoy aquí con Amelia - dijo mientras se ponía mi lado con el celular frente a nosotros, salude tímidamente, cuando me di cuenta que era un video - Ella es de Ecuador.
- Si, señor -dije en español, y después de que terminara el video, lo subió para luego posar para nuestra foto.
Antes de irme, me dijo que esperara en la parte de atrás del escenario y sin preámbulos me dirigí hacia donde me indicó Cameron.