Mariana
Son la 1:00 pm, decido estar ya lista con todas las cosas necesarias ya que no tarda por llegar Alonzo, realmente tengo pensado darle otra oportunidad, no pensaba verlo nunca más pero lo extraño, me sorprendió mucho cuando Dalia me contó que estaba cambiando y dejando su otra vida, que estaba tan emocionado por lo del bebé que había prometido cambiar.
Eso me alegro realmente lo hacía por el bienestar del bebé y se veía lo feliz que estaba cada que Dalia le contaba sobre cómo se emocionada cuando ponía su mano sobre mi vientre, el cual va creciendo y se ve hermoso el siempre preguntaba por mi, ya que Dalia me visitaba todos los días se me había hecho tan rutinario, en ocasiones solía venir con su mami y en otras con sus padres, me encantaba sus visitas, siempre que venían me traían muchas cosas para el bebé mi departamento comenzaba a llenarse con tantos regalos que entre Alonzo, su familia, mis amigos y mis padres me hacían llegar, ni que decir de Mónica quien diseñaba ropa para mí y mi bebé, amaba ser su musa.
Pero un día me sorprendió mucho la visita de alguien a quien jamás espere, recuerdo que eran como las 9 de la noche de un viernes, Mónica había ido de parranda con amigos del trabajo, así que me dispuse a sentarme y ver películas, aunque trabajaba desde casa en la decoración y edición era cansado y complicado darme mis gustos y tiempos, mi panza iba creciendo poco a poco y cada vez se volvía más incomodo el caminar y dormir, pero esa noche mientras veía mis películas románticas escuche que el timbre sonó así que fui al interfono y pregunte por quién era y era nada más y nada menos que Hanna.
Resulta que su visita era para disculparse por haber sido tan cruel conmigo, y al parecer se sentía mal por lo que pasó esa noche, había hablado con Leticia y al parecer todo lo tenía planeado, no sólo ella sino también George, cosa que le disgustó mucho a Hanna por usar a su hermano, al inicio me costó mucho trabajo creer pero después de decirme lo mal que veía a su hermano y lo mucho que él había cambiado una parte de mi le alegraba el hecho de saber que gracias a ella el empezaba a ver la vida de otro modo, no sé cómo sucedieron las cosas pero de un momento a otro Hanna era muy distinta, era como ver a otra Hanna y entonces comprendí cuando Dalia solía decirme que era dulce y tierna en el fondo y solo aparentaba ser cruel y soberbia pero las personas que lograban conocerla realmente como es sabían que podía ser dulce y buen ser humano, aunque no entiendo porque siempre tenía que alejar a todo el mundo y poner una gran barrera.
Después de platicar largas horas y de hablar del bebé y lo feliz que estaban todos se despidió de mí con un gran abrazo y prometimos ir de compras para divertirnos y comprar cosas faltantes para el bebé, me pidió antes de irse tratar de hablar con Alonzo y escucharlo, realmente él estaba muy arrepentido, así que le di mi palabra en intentarlo, cosa que le alegro mucho a Hanna.
Eran ya la 1:45 y Alonzo no llegaba, marcaba pero no me contestaba, empezaba a preocuparme, así que baje con mi bolsa y salí a asomarme a la calle haber si lo veía por casualidad, espere un rato más pero al ver que no llegaba me enfade, porque me había dejado plantada justo en este día tan especial, no entendía cómo era capaz de dejarme sola en un momento tan emotivo y emocionante, camine unas cuadras ya que no pasaba ningún taxi cuando escuche mi nombre y di la vuelta.
— Mariana !!!!
— Marcelo ?
— mira que hermosa te vez Mariana!!!! La maternidad te Hacienda muy bien mujer, madre Santa, ni pensar que yo pude ser el padre.
— jajajajajajajaja, tonto, que gusto verte, donde estabas, tenía mucho sin saber de ti !!
— pues curando este pobre corazón que rompiste al no darme una oportunidad, Jajajajaja, bromeó hermosa.
— Jajajajaja tú nunca cambias.
— no, estuve fuera por negocios familiares, pero bueno ya habrá oportunidad de que te cuente, a donde vas ?
— al médico, hoy tengo consulta y pues ya voy tarde.
— ven vámonos te llevo, mi carro está aquí a la vuelta.
— mmm, no como crees, además tú tienes planes y pues no quiero interferir.
— vamos Mariana, te llevo además pensaba ir a visitarte, así que cuenta como visita.
— ok vámonos
— no se diga más, por aquí.
Llegamos al hospital y justo cuando íbamos llegando al consultorio mencionaron mi nombre y entre junto con Marcelo, mientras me cambiaba volví a marcarle a Alonzo y fue inútil jamás contesto, el chequeo fue rápido y cuando puso el gel en mi vientre la doctora me dijo que si quería que el padre estuviera presente, cosa que negué y aclare que él no era el padre, no pude sentir una gran tristeza, escuche el latido de mi bebé, la doctora lo grabó junto con el ultrasonido e hizo capturas de pantalla, no pude evitar llorar, era tan Hermoso sentir y ver cómo un ser diminuto y frágil crecía dentro de mi, sentía como se movía cuando la doctora pasaba el aparato sobre mi vientre, justo cuando veía a la pantalla la doctora dijo.
— está lista la mami para saber el sexo del bebé?
— si, listísima.
— ok, veamos, al parecer es una "niña"
— enserio ?
— así es, es una hermosa niña, felicidades, está muy bien y sana, todo va muy bien Mariana, sigue así, y dentro de 4 meses la veremos sana y salva fuera de esta pancita.
— no sabe lo feliz que estoy, claro que si me cuidaré mucho, lo prometo y espero ya tenerla pronto.
—ok entonces puedes cambiarte y mientras terminas te voy a grabar el audio y vídeo
Y a imprimir las fotos de la bebé.
— muchísimas gracias doctora.
Salí y me encontré con Marcelo, le enseñe las fotos y él me felicito, íbamos de salida cuando nos encontramos a muchos periodistas y camarógrafos en la entrada, Marcelo tomo mi mano y me protegió poniéndome detrás de su cuerpo, fue empujando a la gente para poder dirigirnos a su auto, mientras caminaba escuchaba preguntas como:
— es verdad que estas embarazada de Alonzo Ferreti?
— de quién es el bebé de Alonzo o de Marcelo Fonsi?
— cuantos meses tienes?
— se van a casa tú y Alonzo?
— andas con Marcelo?
— que piensa Alonzo de su noviazgo?
Eran cientos de preguntas hasta que escuche una que ocasionó que estuviera apuntó de desmayarme de no ser por Marcelo que logró sujetarme y me subió rápidamente a su auto y se dirigió a toda prisa a mi departamento.
— que opinas que tú bebé tenga un medio hermano y que Alonzo haya elegido casarse con Leticia Leroy, lo hicieron público esta mañana en las redes sociales, acaso no lo sabias ?
Mientras Marcelo conducía hacia mi departamento la pregunta no salía de mi cabeza y daba muchas vueltas y vueltas, que estaba pasando, a que hijo se referían y porque Alonzo se comprometería con Leticia, no lograba entender nada hasta que todo fue claro para mí, Leticia también estaba embarazada de Alonzo y fue entonces cuando me puse a llorar, Marcelo tomo mi mano y la apretó, me decía que todo estaría bien, y que no me adelantara, que Alonzo tenía que darme una explicación y que pase lo que pase el me apoyaría a mí y a mi hija.
Llegamos al departamento y grande mi sorpresa al darme cuenta de que Alonzo estaba afuera de el.
Puso una cara de molestia al ver que Marcelo me tomaba del brazo.
— hey, suéltala, y que rayos heces aquí Marcelo?
— vine a ver a Mariana y llevarla a su consulta, cosa que tú deberías hacer como padre de la criatura, no deberías dejar sola a Mariana, casi la aplastan los camarógrafos y reporteros saliendo del hospital pero a ti te vale madres tu esposa y tu hija.
— entonces es una niña?
— que haces aquí Alonzo, vete no eres bienvenido a mi casa.
— Mariana por favor, deja que te explique todo, solo dame una oportunidad de hablar.
— largo que no oyes que te pidió que te fueras!!!!
— tu cállate Marcelo, esto es entre Mariana y yo, no te metas.
— haber el único que se calla eres tú Alonzo, Marcelo déjanos un momento solos, ten, toma mis cosas y súbelas en un momento voy, aquí están mis llaves, y a ti te do y 20 minutos para que tengas que decir tus escudas y pretextos así que comienza a hablar Alonzo.
— ok hermosa en 20 minutos bajo por ti, mientras voy a preparar algo de comer.
— púdrete Marcelo, no quiero verte cerca de mi hija ni de mi Mariana.
— púdrete tu, estaré aquí siempre para ellas, te quedo claro idiota.
— basta, comienza a hablar Alonzo, solo tienes 20 minutos.
Mientras Marcelo entraba a mi departamento me senté en el pequeño jardín que tenía a la entrada y vi cómo Alonzo se ponía frente de mi, pero no podía verlo a los ojos, sentía tanto odio y coraje que lo más seguro era que lloraría.
— adelante comienza a hablar.
— antes que nada, no me gusta que Marcelo este aquí, saber lo mucho que lo detesto y el solo lo hace por molestarme, por eso es amable y dulce contigo, porque quiere jugar contigo.
— no es verdad, él es mi amigo y no creo que quiera jugar conmigo, en cambio tú lo hiciste una vez y lo volviste a hacer, y mírame sigo viva y fuerte, así que basta de hablar de Marcelo, él se queda porque lo decido yo, si solo viniste a hablar de él, te puedes ir.
— Mariana, lo siento tanto, sé que te falle y lo volví a hacer hoy pero hay algo que debo decirte, la razón por la cual no llegue hoy es porque recibí la visita de, pues de, mmm de Leticia, estaba por salir de mi casa para dirigirme aquí cuando ella llegó, al inicio la corrí pero cuando la vi llorando me preocupe, pensé que algo malo le había ocurrido, así que la deje entrar, platicamos en la cocina y me dijo lo que menos esperaba escuchar, que estaba esperando un bebé mío, al inicio no le creí pero me enseñó unos estudios y pues mi mundo se vino a abajo, me contó que su padre la corrió de su casa y no tenía a donde ir, le iba a ofrecer mi departamento pero este ya había sido vendido, así que por el momento se quedara en uno de mis cuartos de visita en mi casa, no sé qué decirte, sé que la he regado y te he fallado muchas veces pero quiero que sepas que te AMO, loca y apasionadamente, espero que un día me perdones, no amo a nadie más que solo a ti, no puedo vivir más tiempo sin ti, quiero pedirte que vivamos juntos, quiero estar a tu lado y al lado de nuestra hija, no sabes lo emocionada que estoy al saber que es una niña, prometo dar siempre lo mejor de mi, jamás voy a volver a defraudarlas, prometo estar ahí siempre para las dos, pero por favor Mariana, cásate conmigo, vivíamos juntos, mudémonos a donde tú quieras, porque no podría poder vivir otro día sin ti y sin mi princesa, así que que Dices?
Me levante y lo primero que hice fue mirarlo s los ojos y darle una fuerte cachetada con todas mis fuerzas, tanto que hasta me dolió y vi cómo mis manos quedaban marcadas en su mejilla.
— eres un maldito mentiroso, escúchame muy bien, quiero que te largues de mi vida tú y esa tipa, y no sólo de mi vida, sino la de mi hija también, no te quiero volver a ver cerca de mi, mira que para pedirme matrimonio cuando estás comprometido ya con esa maldita zorra.
— de que hablas ?
— de esto imbecil.
Le enseño en mi celular la noticia y como tenía una foto de su estado de Twitter donde decía que era el hombre más feliz porque estaba decidido y convencido de su compromiso, cosa que me rompió el corazón ya que lo había escrito hace unas cuantas horas, me era imposible darme cuenta que nunca cambiara, la noticia estaba en las redes sociales era como una plaga, muchos ponían cosas como "que hermosa pareja" otros deseaban buenos deseos y otros decían cosas ofensivas el punto era que el tema del compromiso entre Alonzo y Leticia era noticia del momento.
— Mariana, amor esto no es cierto, no entiendes las cosas yo no puse eso, esta mañana estuve en la oficina arreglando algunas cosas no sé quién lo puso, de verdad tienes que creerme y confiar en mí, alguien nos quiere separar.
— mira Alonzo, ya estoy muy cansada y todas estas emociones no son buenas para la bebé, creo que si todo esto está pasando es por algo.
— a que te refieres Mariana?
— me refiero a que... — de repente se me hizo un nudo en la garganta, sabía que me iba a doler lo que le tenía que decir a Alonzo pero era lo mejor, no quería que mi vida ni la de mi bebé estuviera relacionada en el medio de chismes y espectáculos, quería una vida tranquila, me dolía el hecho de saber por Alonzo que Leticia estaba viviendo con ella y más me dolía el hecho de que una parte de mi estaba dispuesta a olvidarlo, era demasiado para mí, yo sólo era una mujer de clase baja para el y su mundo era lleno de lujos y personas sofisticadas cosa que nunca logre adaptarme, amaba mi mundo, el sencillo lleno de familias pobres de dinero pero ricos en amor, valores y unión, sabía que jamás me vería así en el mundo de Alonzo, siempre me vieron con indiferencia, me etiquetaron y hicieron ver menos.
— me refiero a que ya no quiero saber nada de ti, te deseo lo mejor con Leticia, creo que son el uno para el otro, ambos vienen del mismo mundo lleno de lujos, por nuestra bebé no te preocupes, como lo dije al inicio yo puedo hacerme cargo de ella sola, si tú quieres verla o saber de ella siempre estará aquí para ti y tu familia, tampoco pretendo alejarla de ti, pero no me gustaría que saliera lastimada así que cuando quieras verla será bajo mis condiciones y en lugares secretos, no quiero que la gente la señale o viva bajo los ojos de los medios del espectáculo, así que lo que quiero pedirte es que te alejes de mi vida, no quiero verte más, yo te haré llegar la noticia cuando nazca, pero por el momento no quiero tenerte cerca de mi, tu presencia me hace daño, y no es bueno para la bebé.
— no, no, no, por favor Mariana no me alejes de ambas, yo quiero estar con ustedes, no me apartes de ti ni de nuestra hija, te amo, haré lo que tú quieras, si quieres podemos vivir en otro lugar alejado de aquí, o en México con tu familia pero no me pidas esto, no sabes cómo me siento, me estás matando Mariana.
No pude más y solté en llanto, también me dolía mucho a mi, pero era lo mejor, no encajaba en su mundo y no quería que nuestra bebé sufriera además él tenía otra responsabilidad y Leticia era capaz de ser una gran molestia para ambos.
— solo vete, aléjate de nosotras, no entiendes que me haces mucho daño!!!!!
— estás segura ?
— si, quiero que me dejes en paz, ya no quiero que me lastimes más, ya no.
Nos miramos a la cara por última vez, ambos llorábamos, quien iba a decir que después de jurarnos amor eterno hoy nos encontrábamos así, rompiéndonos el corazón en mil pedazos, intentaba contener las lágrimas pero me era imposible, quería abrazarlo y besarlo, pero eso lo haría más difícil, el secaba sus lagrimas con su mano y vi cómo se acercó poco a poco a mi, no pude moverme, pensé que me besaría pero una voz nos interrumpió.
— Mariana está todo bien ?
— si Marcelo, todo bien, Alonzo ya se marchaba, se está despidiendo.
— ok, te espero aquí.
— veo que ya tienes quien ocupe mi lugar Mariana.
— hay Alonzo esto es típico de ti, pero no, yo misma ocuparé tu lugar ante mi hija, pero tú, ya tienes quien te cobije y un bebé así que nosotras no te haremos mucha falta, o me equivoco?
— pues te equivocas, porque no me pienso alejar de mi hija, y si lo impides haré cualquier cosa por luchar por ella incluso si tengo que quitártela lo haré.
— pues no te tengo miedo, y para que sepas estoy más que preparada para ello, no me conoces como enemiga, pero jamás óyelo muy bien, jamás dejaré que mi hija esté a cargo de esa maldita loca que tienes en tu casa, primero tendrás que matarme antes de que ella conviva con esa tipa.
Me exalte tanto que sentí que el aire me faltaba y pude ver cómo Marcelo y Alonzo corrieron a intentar sujetarme y me sentaron en una banca.
— tranquila Mariana no te exaltes puede hacerle daño a la bebé, Alonzo lárgate mira lo que ocasionas.
— perdón, yo quería ocasionarte un disgusto, Mariana estás bien?
— si, es solo que me exalte demasiado, Marcelo llévale a dentro, no tengo más que decirle a Alonzo, ya estás advertido, yo por mi hija puedo hasta luchar como una leona, no te tengo miedo ni a ti ni a tu familia, así que si quieres pelear pelearemos, yo solo quería que llegáramos a un buen acuerdo pero si eso implica sacar las garras óyelo muy bien Alonzo por ella mi bebé las sacare.
— Mariana, disculpa me deje llevar por mi coraje y no pensé en lo que dije, jamás dejaría que le hicieran algo a nuestra hija, tampoco quiero alejarla de ti.
— porque no mejor te vas Alonzo.
— tu cállate Marcelo, esto es entre Mariana y yo.
— pues Mariana no está sola y yo la voy a ayudar a que no le quites a la niña.
— pero no entienden que no era esa mi intención yo solo...
— tú solo te vas, vámonos Marcelo.
Le di la espalda a Alonzo y Marcelo me ayudaba a subir los escalones para la entrada a mi departamento cuando Alonzo nos dijo.
— esperen!!! Déjame despedirme de mi hija, es lo único que te pido.
Voltee a verlo y este camino hacia mi, se arrodilló y beso mi pancita, la toco y no pude dejar de llorar.
— hola princesa, soy yo tu papi, perdóname por no haber estado hoy para ti, pero te prometo que no volveré a faltar nunca a ninguna de nuestras citas, te doy mi palabra, jamás te fallare a ti, te amo mucho y espero ya verte pronto, te estoy esperando con ansias, adiós princesa.
Beso mi vientre y se alejó lo más rápido que pudo, yo no dejaba de llorar y mi bebé no dejaba de moverse, esto también la preocupaba a ella, Marcelo me ayudó a subir y una vez en mi departamento me senté en mi sofá y me puse a platicar con mi bebé, intentaba tranquilizarla, Marcelo preparo algo de cenar y después de cenar platicamos todo lo que había pasado en nuestras vidas, llego Mónica y le presenté a Marcelo estos al parecer se gustaron ya que no paraban de verse, no pare de reír, se veían tan lindos los dos, era tierno ver cómo el amor aún a pesar de todo el sufrimiento seguía vivo y podía cambiar cualquier panorama, conversamos hasta tarde y me disculpe con ellos, estaba tan cansada que me fui a descansar dejando a estos dos tortolitos solos, la idea de que anduvieran era muy buena.
Me di una ducha y me fui a la cama, hoy había sido un día lleno de muchas emociones, antes de caer dormida por completo leí un cuento como todas las noches lo hacía para mi bebé y platique con ella.
— mi muñequita hermosa, te prometo que seré la mejor madre para ti y no permitiré que nadie te lastime, estamos juntas en esto, así que somos un gran equipo, te amo princesa, descansa, buenas noches. — y caí en un profundo sueño.