Mi complemento

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Alonzo

He estado teniendo las mismas pesadillas desde el accidente de Leticia, sueño con una mujer que me persigue y acusa de la muerte de Leticia, ya han pasado varias semanas y aunque ha sido complicado he tenido que tomar terapias para poder dejar de tener las pesadillas y la culpabilidad del accidente y la muerte de Leticia, no puedo creer que ya no este, pero sobre todo que me haya hecho tanto daño.

El día de su funeral George mi ex amigo me confesó que nunca me acosté con ella, que pusieron una droga en una de mis bebidas dejándome completamente dormido e inconsciente aprovecharon para llevarme a mi departamento y Leticia planeó toda esta mentira, George la ayudo a subirme al departamento y después se fue, tenía una cara de arrepentimiento pero realmente no sabía qué decirle así que solo le pedí que se retirara no quería volver a saber nada de él la amistad estaba más que destruida.

Recuerdo que Mariana me llamo durante esa semana pero realmente no quería ver a nadie, me sentía mal con la muerte de Leticia ya que pude haber impedido que ella se fuera y así podría estar viva, el remordimiento me invadía, hasta que un día tocaron a la casa.

— hola, puedo pasar ?

— Mariana si claro, estás bien ?

— si, solo que me cuesta trabajo caminar más, esta pequeña es muy inquieta y me ha ocasionado molestias al caminar, pero todo en orden.

— pues adelante pasa, te ofrezco algo de tomar, por cierto viniste tú sola?

— agua por favor, y si tome un taxi hasta tu casa.

— Mariana no lo vuelvas a hacer, es peligroso para ti y la bebé...

— tranquilo, estamos bien, solo quise pasar a saludarte, además tú has estado tan apartado del mundo que no contestas los mensajes que te he dejado, así que me preocupe y quise venir a verte, Alonzo sé que tenías un gran cariño a Leticia pero no fue tu culpa de todo lo que pasó.

— basta Mariana, el que lo digas no me hará sentir distinto, por las noches no puedo dormir pensando en cosas que pude haber evitado para que ella no muriera, pero me deje llevar por la rabia, me enojé mucho al descubrir que me había mentido, que su embarazo era falso y me elevé de ti por su culpa, no tuve control sobre mí y fui yo quien hizo que todo se saliera de control, fue entonces cuando el miedo y la desesperación se reflejaron en Leticia y salió bullendo y después pasó todo lo del accidente, no quise causar eso, y no sé cómo retroceder...

— Alonzo, no fue tu culpa, y actuaste como cualquier persona pudo haber actuado, no me gusta verte así Alonzo...

— Mariana vete, no soy alguien bueno en tu vida, siempre te he hecho tanto daño, que lo mejor será que tu.... Te apartes de mí... Es lo mejor...

— pues no, no me iré y no pienso dejarte sola, porque yo TE AMO!!!! Desde el primer día en que te vi, y mírame a los ojos, no pienso abandonarte, porque yo al igual que está bebé te amamos y queremos estar siempre a tu lado, eres y serás nuestro gran amor, además tienes que estar ahí conmigo el día en que este angélico venga a nuestras vidas, no quiero estar sola ni un segundo más sin ti.

— hooo Mariana te amo tanto.

Y no me di cuenta en qué momento pero empecé a llorar como un niño, sentí como Mariana me abrazaba y en automático era como sentir una descarga de energía en todo mi cuerpo, la abrace durante un largo tiempo y bece con tanta pasión que sentía que mi corazón se iba a salir, ese día Mariana volvió a ser mía, hicimos el amor con tanta delicadeza, al inicio tuve miedo por su embarazo pero fue tan hermosa besar cada parte de su cuerpo y sentir su piel cálida, tuve mucho cuidado de no lastimar a mis dos princesas y cuando ambos llegamos al climax total, nos recostamos en la cama y pude sentir como poco a poco su respiración se tranquilizaba, me quede despierto toda la noche contemplando como Mariana dormía cómodamente recargada sobre mi pecho, incluso podía sentir como la bebé se movía al contacto de mi mano sobre el vientre de Mariana, amaba a esta mujer con locura y pasión, sin darme cuenta me quede profundamente dormido y fue entonces cuando las pesadillas ya se habían marchado.

Era un domingo por la mañana Mariana tenía una semana ya viviendo conmigo en la nueva casa que yo y mis padres compramos para Mariana y mi princesa, la mudanza había sido algo agotable pero con ayuda de todos logramos terminar de desempacar, yo estaba vendiendo mi antigua casa, traje conmigo a mi nana y era una forma de iniciar algo nuevo, dejar todo atrás y empezar una nueva vida.

Desperté por el ruido y risas de Mariana, me sorprendí al darme cuenta que no estaba en la cama así que me puse una playera ya que Mariana en su último mes de embarazo provocaba mucho calor por el embarazo, así que tuvimos que poner aire acondicionado para su comodidad pero siempre terminaba enrollada en todo mi cuerpo, había noches en que la bebé no la dejaba dormir, así que yo como buen padre y después de leer casi 3 libros de paternidad le daba masajes en su espalda y en sus pies, también frotaba su vientre y hablaba con la bebé intentando calmarla, era muy divertido como se quedaba quieta siempre que les leía un cuento tanto a la mamá como a mí procesa, amaba verla quedarse dormir sobre mi pecho.

Baje las escaleras y ahí estaba Mariana muerta de risa al ver una película de comedia en la televisión de la sala, tenía su desayuno al rededor y el cabello sujetado en un moño y una bata que apenas le cubría la barriga, llevaba puesta un pantalón de seda, estaba disfrutando de esa vista, parecía una niña pegada al televisor.

— buenos días a mis dos procesas, que hacen despiertas a esta hora?

— hooo amor, buen día, tu princesa despertó esta mañana muy hambrienta y tuve que bajar a preparar algo de desayunar, el desayuno está en la cocina, Carmen salió esta mañana, regresa por la noche, así que ven y únete a nosotras.

Amaba pasar los días así, ver a Mariana mecerse en una silla giratoria que estaba en el jardín mientras llevaba puesto un vestido de seda blanco y refrescante, estaba descalza y sus pies tocaban el pasto, su cabello estaba suelto y ondulado,  amaba observarla cantándole a la bebé, era la cosa más tierna mientras yo estaba sentado en la mesa del jardín terminando trabajo pendiente, quería adelantar todo el trabajo que se pudiera antes de que la bebé naciera ya que no quería perderme ningún minuto con mi bebé.

Estaba casi terminado cuando vi que Mariana grito mi nombre.

— Alonzo !!!!

— que pasó amor, quieres que te traiga algo?

— ammmm si,quiero que con calma tomes las llaves de carro y bajes la pañalera de la bebé!!!!

— jajajaja amor y para qué quieres la pañalera de la bebé?

— ok, no te espantes ni te alarmes pero se me acaba de romper la fuente justo en este momento...

Mariana no termino de decirme cuando me levante a toda prisa y corrí por ella, ella intentó relajarme muchas veces, corrí al cuarto de la bebé por la pañalera, salí corriendo de la casa, me subí al auto y cuando iba a arrancar me di cuenta que me faltaba algo muy importante, claro Mariana.

Baje y la ayude a salir de la casa, la metí a la camioneta y acelere rumbo al hospital, estaba muy nervioso, tenía miedo y a la vez mucha alegría, no sé que me pasaba, tome la mano de Mariana quien me tranquilizaba, en vez de yo tranquilizarla a ella ella se veía tan tranquila, en el auto Mariana llamó a mis padres y a los suyos quienes ya estaban listos y preparados para volar y claro cómo era de esperarse se vendrían en uno de mis aviones privados directo a san Francisco, llegamos al hospital, los enfermeros tomaron la pañalera y llevaron a Mariana a preparar, a mí me hicieron llenar unos papeles y después de un momento me subieron y llevaron al piso de maternidad, al llegar me metieron al cierto donde Mariana ya se encontraba con una bata y varios aparatos conectada a ella que eran para controlar sus pulsaciones y ritos del bebé y ella.

Estaba desesperado, llevábamos 4 horas y ver la cara de Mariana sufrir en cada contracción me hacía sentir mal, tomaba su mano para apretarla fuertemente, ella respiraba mientras yo secaba el sudor, al parecer faltaba poco para que se dilatará, pero verla sufrir me partía el corazón.

Una hora después entró la doctora que siempre la revisaba, venía con tres enfermeras y justo cuando entraron venían preparadas para el momento que había esperado durante todo este tiempo, sentía pánico y emoción.

— bien padres, están listos para ver nacer a esta princesa!!!!

— si !!!! Ambos nos miramos y oí pronunciar un té amo por parte de Mariana, cosa que a las enfermeras causó ternura y la bese, no sin antes decirle al oído que también la amaba y que todo saldría bien.

M'aimer pour qui je suis  "AMAME CÓMO SOY"Where stories live. Discover now