Nuestra primer cita

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Mariana

No lo puedo creer, él me defendió frente a sus amigos, salí de su oficina con una sonrisa de oreja a oreja.

— y ahora mujer que tienes, estás con una risa que cualquiera que no te conociera diría que tienes cara de enamorada — dijo Fredy.

Yo enamorada, no para nada, estoy mil porciento  enamorada. Pensé.

—nada, es solo que Alonzo acaba de defenderme y pedir a sus amigos que me respeten, incluso me pidieron disculpas, ¡puedes creerlo! —

— noooo, que yo lo beso, wow, vez creo que nuestras sospechas son ciertas amiga, tú le gustas, es más que evidente—

— ¿crées?
— Claro, aparté amiga, El como te trata, y los detalles, las atenciones que tiene contigo, no manches amiga le gustas, estoy cien por ciento que si le encantas—

Ambos gritamos como locas de la emoción, por fin él veía en mi no a cualquier chica, con las que se podía revolcar, para ser honesta sentía que el corazón latía a un ritmo tan acelerado que de verdad creía que en cualquier momento se me saldría, ¿ y si realmente él se está enamorando de mí ?.

Toda la semana fue muy pesada, teníamos mucho trabajo y muchos clientes, así que pasaba más horas con mi jefe ya que siempre él iba a dejarme a mí departamento, aunque estuviera algo cerca, siempre tenía esa atención conmigo, y a mí me hacía sentir muy especial y amada, realmente nunca me llegue a enamorar, si salía con chicos en la universidad, pero jamás logre enamorarme, poder sentir esa sensación, ya saben cada vez que lo miras y sientes que tu cuerpo se acelera, y tienes esa necesidad de no parar de verlo, y haces todo porque él te mire y pueda dedicarte una sonrisa, Dios realmente él me encantaba, siempre soñaba despierta o incluso me acordaba de cualquier tontería o momentos graciosos y sonreía como una loca aún cuando la gente me observaba, no paraba de reír al acordarme, estoy enamorada, casi no como y tengo esa necesidad de saber si está bien y hacer que se sienta protegido y note mi presencia, lo acepto caí flechada por cupido.

Era viernes y Alonzo me había pedido que fuera a su oficina, realmente lo note un poco nervioso.

Tocó a la puerta.
— pase
— buenos Días licenciado, dije algo nerviosa y es que realmente él me ponía de esa manera.

— Mariana, que hermosa luces esta mañana, y ya te he dicho que me puedes llamar Alonzo, digo, ya nos conocemos más, puede existir esa confianza, entendido?.

— si, disculpa, está bien Alonzo, dime que es eso importante que me querías comunicar?, le preguntó mientras lograba estabilizar mi respiración y parar el ritmo tan acelerado de mi corazón.

—seré muy sincero contigo, ¿Quieres salir mañana conmigo?

Ho por Dios, ¿qué?, realmente me está invitando a salir, que nervios, tranquila, me decía a mí misma, ya concéntrate y dale una respuesta, podía lograr sentir lo roja que estaban mis mejillas.

— Mariana, dime ¿aceptas salir todo el día mañana conmigo ?

— he, si, SI, claro que si, por supuesto que aceptó, es un sí rotundo con un letrero con luces y juegos pirotécnicos.
Dije sin pensarlo, rayos ahora pensara que soy una completa tonta.
Y pude ver cómo sonreía tan tierno el y sexy.

—ja ja jaj ja, con un simple si, bastaba, pero está bien pasó por ti a las 10 de la mañana, estás de acuerdo?

— lo siento, es que siempre que estoy nerviosa digo cosas sin pensar, y pues suelo hablar de más, es inevitable lo tengo desde niña, siempre me pasa, y es como un tic o bueno no lo sé, o tal vez si, ósea si entiendes, bueno no digo que me entiendas o que te pase a ti ...

M'aimer pour qui je suis  "AMAME CÓMO SOY"Where stories live. Discover now