Entre las Sombras de la Reina

By Evil_Mar12

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Sinopsis Los habitantes de Storybrooke se verán envueltos en medio de una oscuridad profunda e hiriente que a... More

Prólogo
I. Vórtice de oscuridad
II. El Regreso de la Reina
III. La Oscura Reina Malvada
IV. La Reina y la Bruja
V. Operación Almas Gemelas: el inicio
VI. La Reina y el Ladrón
VII. Decisiones
VIII. Nervios a flor de piel
IX. Un hecho inesperado
X. ¿Libertad de amar?
XI. Dudas y confusión
XII. Buscando consejo...
XIII. Un nuevo comienzo
Nota de Autor
XV. ¿La última propuesta?
XVI. Una verdad dolorosa
XVII. Desesperados
XVIII. Acto de amor
XIX. Peligro en la ciudad
XX. ¿La Reina o La Alcaldesa?
XXI. El regreso...
XXII. La verdad
XXIII. Sacrificio
XXIV. Hechizo fallido
XXV. Verdades que hieren
XXVI. El trato
XVII. La profecía
XXVIII. Miedo al futuro
XXIX. Conversación en lo oscuro
XXX. Dos almas, un corazón

XIV. ¿Un pergamino cualquiera?

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By Evil_Mar12


*Un mes atrás*

Will vio partir a Robin rumbo a la mansión y justo cuando intentaba seguirlo, recibió una llamada del pequeño John.

–¿Qué ocurre, John?

–¿Sigues con Robin? –Él negó. –Lo que pasa es que creo que lo estamos perdiendo Will, ya no es el mismo ladrón de siempre.

–Lo sé, John, no tienes que decírmelo, creo que lo mejor es que hable con Emma.

–Hace un momento se puso furioso cuando me atreví a juzgar a la Reina.

–Lo entiendo pero no te preocupes, buscaremos una forma de salvar la vida de Robin de las garras de esa mujer que, sabrá la vida, qué le ha dado para tenerlo así.

*Granny's*

Emma estaba con el resto conversando sobre la visita de Robin esa mañana cuando Will entró con mal semblante.

–¿Will?, ¿qué pasa?, ¿todo bien? –Preguntó Mary al verlo entrar de esa manera.

–No, nada está bien, Robin ha perdido la cabeza y a mí me preocupa lo que pueda hacer.

–¿De qué hablas? –Emma replicó desconcertada. –Hace un par de horas estuvo aquí y todo estaba normal, ¿qué pasó?

–Me fue a buscar hace un par de horas, me dijo que necesitaba a un amigo para aconsejarlo y dentro de la plática salió la Reina al tema.

–Eso es normal, ¿no crees? –Interrumpió Killian con cierto sarcasmo.

–Lo que no me pareció normal es el hecho de que se está enamorando de la Reina y está tratando de olvidar a Regina. –Soltó de golpe.

–¡Eso no puede ser cierto, tenemos un trato! –Recalcó David con molestia. –La Reina NO se puede quedar en este pueblo.

–Dudo mucho que eso suceda, Robin podrá decir eso pero la inercia de la vida hará que se dé el cambio porque va a apelar a la esencia de la Reina y todos sabemos que eso nos lleva a Regina. –Aseguró Emma.

–Estoy de acuerdo contigo en eso Emma pero puede que no suceda así. –Expresó Gold. –A pesar de la diferencia que noto en la Reina, si el ladrón no intenta cambiarla, ella no lo hará por sí misma.

–Entonces, ¿qué es lo que tenemos que hacer? –Preguntó Zelena.

–Confiar en que las cosas se resolverán en manos del ladrón. –Contestó Gold. –Tenemos que creer que hará lo correcto porque de lo contrario, quedaremos en un callejón sin salida.

Lo miraron entre nerviosos y desconcertados, ¿cómo debían tomar esa respuesta?

*Paralelamente en el lago*

Roland y Henry estaban bajo el cuidado de la Madre Superiora, ambos chicos estaban en su mundo –ambos en uno completamente diferente y ajeno al del otro–, Roland jugaba con los patos mientras Henry lo contemplaba sentado, unos metros lejos de él.

Azul los observaba con detenimiento desde el pórtico de la casa y le tuvo la sensación de que Henry necesitaba hablar con alguien, así que se acercó hasta él y se sentó a su lado.

–¿Todo bien?

–¿De verdad me lo está preguntando, Madre? –Cabizbajo. –¡Nada está bien!, mi madre no me recuerda y mi otra madre tiene la vida hecha un desastre. A veces pienso que todo iría mejor si yo no hubiera buscado a Emma nunca.

–A ver, Henry, sé que estás molesto y que te sientes decepcionado de todo pero no puedes bajar la guardia, en este momento, tu familia te necesita más que nunca; recuerda que tú tienes el corazón del verdadero creyente...

–¡Oh, vamos!, no me diga eso que no ha servido de nada, ¡lo único que este corazón ha traído son desgracias y problemas. –Sus ojos se volvieron vidriosos.

–¡Hey, suficiente! –Le tomó de la barbilla y le volvió la mirada hacia ella. –Eres un chico muy valioso y esto que está sucediendo ya estaba escrito Henry, no es tu culpa.

–¿Ya estaba escrito? –Desconcertado.

La Madre Superiora se dio cuenta de su pequeña indiscreción y, desgraciadamente, Henry era muy inteligente, difícilmente podría convencerlo de lo contrario.

Lo miró por un momento. –Sí, ya estaba escrito.

–¿Usted lo sabía?

Suspiró. –Henry, escúchame. Hay muchas cosas que están fuera de nuestro alcance y que no podemos evitarlas pero podemos buscar la manera de hacerlas más llevaderas.

–Pero yo soy el Autor, pude haber hecho algo diferente.

–Henry, ¿recuerdas lo que le pasó a Isaac? –Él asintió. –Las cosas no deben alterarse aunque se puedan.

–Es que ¿no lo entiende? –Dijo desesperado. –Necesito a mi madre, por primera vez, en todos estos años incluso desde antes de que Emma llegara, me siento muy solo. Emma no logra llenar el vacío que me ha dejado mi mamá al olvidarme.

Lo abrazó. –Tranquilo, muchacho. –Azul pensó mucho si haría lo correcto al decirle la verdad a Henry pero al final decidió que podía ser muy bueno ayudándole. –¿Quieres ayudarme?

–¿A qué?

–A traer de vuelta a tu madre.

–¿Usted... usted también lo está intentando?

Suspiró. –Te voy a confesar un secreto pero debes prometerme que no dirás absolutamente nada a nadie, Henry.

–Se lo juro.

–Tu madre corre un gran peligro y con ella, todo el pueblo. Necesitamos que ella vuelva a la normalidad antes de que sea demasiado tarde.

–No entiendo, ¿demasiado tarde por qué o para qué?

–Mira esto –hizo aparecer un pergamino sellado entre sus manos –este pergamino tiene muchos años en mi poder y es hasta el día de hoy que sé por qué. Dentro de éste papel, se haya una profecía muy fuerte y sé que está relacionada con tu madre.

–¿Eso es lo peligroso? –Incrédulo.

–No por sí solo, existe algo más que no he logrado descifrar Henry, hay algo que nos está acechando pero que no logro identificar del todo y que está íntimamente relacionado con el pergamino.

–No entiendo, ¿quiere mi ayuda? –Entusiasmado.

–Sólo si me prometes que no harás más de lo que yo te permita porque es tu seguridad la que me podría preocupar.

–Ya no soy un niño pequeño.

–De todos modos, debes prometer que no harás más de lo que yo te permita, ¿de acuerdo?

–De acuerdo. –Sonriente.

Azul sonrió, mantendría ocupado a Henry y podría descubrir qué era lo que Gold les estaba ocultando a todos a través de ese pergamino.

*Durante el mes siguiente*

Todos se seguían reuniendo en Granny's para platicar, conocerse y para pensar en nuevas alternativas por si lo que Will decía sobre Robin llegaba a ser cierto. El tiempo se pasaba demasiado lento y no todos estaban conformes o de acuerdo con la situación.

Paralelamente, Azul y Henry estaban inmersos en una lucha contra tiempo por encontrar explicaciones sin tener mucho éxito, las ideas se les comenzaban a agotar y el ir a la biblioteca o pedir ayuda externa no era una opción viable. ¿Qué podrían hacer?

*Granny's*

Robin llegó a Granny's después de dejar a la Reina en la mansión y la primera persona con la que se topó fue con Ruby.

–¡Robin!, ¡qué milagro!, ¡qué gusto me da verte! –Abrazándolo.

–Hola Ruby, ¿cómo estás?

–Bien, gracias, ¿y tú?

–Supongo que estoy bastante bien. –Le sonrió. –Vine a verte porque necesito un favor.

–Tú, dirás.

Robin le explicó la idea que tenía en mente, a lo que Ruby se sorprendió mucho pero no pudo negarse, eso les podría ayudar un poco a todos así que aceptó sin problemas y acordaron cómo sucedería todo. Después de su conversación, Robin salió a revisar otras cosas para lo mismo y Ruby aprovechó para llamar a Emma.

–Emma, necesitamos hablar.

–¿Qué ocurre, Ruby?

–Diles a todos que nos vemos a las dos en la cafetería, hay algo importante sobre Robin que deben saber. Debo colgar. –Cortó la llamada.

Emma reunió a todos y llegaron puntuales a la reunión que acordaron.

–¿Qué sucede, Ruby? –Preguntó Mary Margaret preocupada.

–Robin vino a verme esta mañana, vino a pedirme un favor.

–¿Qué cosa?

–Una cena.

–¿Para...? –Intervino Gold, dando a entender con quién sería la cena.

–Así es, me dijo que es una sorpresa y que quiere que sea algo especial para los dos.

–¿Cuál es el punto? –Preguntó Emma desconcertada.

–Que me ha pedido que no deje entrar a nadie en un determinado horario y que no la llame Regina. –Suspiró. –Creo que Will está en lo correcto.

–¿Y si le saboteamos la cena? –Sugirió Killian.

–¿Estás loco, pirata? –Cuestionó Zelena. –Eso nos va a meter en un problema, yo sugiero que dejemos que lo haga.

–¿Qué? –La miraron sorprendidos.

–Vamos, el hecho de que haya pedido eso no significa nada, en este momento Regina es la Reina y no hay forma de que pase lo contrario, ¡es cuestión de tiempo!, démosle la oportunidad de que lo intente y mientras eso sucede, tracemos un buen plan alternativo. –Expuso Zelena.

–Debo decir que estoy de acuerdo con la Bruja. –Aceptó Killian. –Debemos ser pacientes con el ladrón y darle una oportunidad.

–A mí algo no me cuadra y espero que no nos metamos en un problema más grande por mantenernos al margen. –Agregó Emma.

*Varias horas después*

*Mansión Mills*

Alrededor de las diez, Robin llegó por la Reina quien aún no estaba lista, se encontraba en su habitación terminando de arreglarse y él decidió esperarla en la sala.

*Habitación*

La Reina estaba un poco nerviosa, no entendía la razón, ya había convivido bastante con el ladrón pero algo la descontrolaba, tal vez el hecho de que no sabía qué plan tenía el ladrón o que fueran a salir de lo común, el punto era que estaba indecisa y nerviosa.

–Sydney, no sé qué ponerme. –Aventando el quinto vestido que se probaba.

Sydney la observaba divertido, nunca había visto algo así. –Su Majestad, ¿qué quiere que le diga?, usted se ve muy bien siempre y no ha aceptado ninguno de mis consejos.

–Ya Sydney, necesito decidirme, no sé qué ponerme y el ladrón ya está abajo. –Suspiró. –Así que acepto tu sugerencia, ¿qué me pongo?

Sydney sonrió y le indicó la opción que él consideraba mejor. Unos minutos después estaba bajando y cuando Robin la miró, se quedó mudo, se veía muy hermosa.


El vestido que llevaba estaba fascinante, ¡la hacía lucir elegante, hermosa, perfecta! Se acercó hasta ella...

–Luce espectacular, milady. –Besándole la mano.

–Gracias, ladrón. –Algo sonrojada.

–¿Lista para la sorpresa? –Ella asintió con nerviosismo.

Robin la tomó de la mano y salieron de la mansión rumbo a Granny's.

Al llegar al restaurante,la Reina iba a objetar algo pero, mientras entraban, se dio cuenta de que sóloeran ellos dos en un ambiente sumamente romántico.    

–¿Qué... qué es esto, ladrón? –Preguntó entre emocionada y nerviosa.

–Le dije que quería una noche diferente y especial.

La Reina le sonrió y ambos se quedaron inmersos en el momento, Robin le abrió la silla para que se sentara y después él hizo lo mismo. Ninguno se dio cuenta de que los estaban observando a través de un espejo desde el interior de la posada para analizar sus actitudes.

Cenaron, platicaron y bailaron como cualquier pareja de enamorados, ante el asombro de los indiscretos que los observaban. La Reina se sentía muy bien al lado del ladrón, no podía negarlo, cada día encontraba una nueva razón para no dejarlo, por su lado, Robin encontraba una nueva razón para enamorarla y conocerla mejor.

Sin embargo, ninguno se imaginaba lo que, varios metros bajo tierra, estaba ocurriendo en contra de ellos.

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*Inframundo*

Las dos personas de las últimas semanas habían llegado a la morada del Señor del Inframundo buscando una respuesta. Era una mujer alta, de cabellos rubios y piel blanca; acompañada de un hombre alto, de piel oscura y cabellos negros.

–Buenas noches, mi lord. –Expresó la mujer con una reverencia.

–Vaya, querida, no pensé verte tan pronto por aquí. –Sarcástico.

–Lo sé, usted me ha pedido que sea paciente pero mi paciencia comienza a desaparecer, creo que tenemos un trato.

–Efectivamente. –Se levantó de su asiento en dirección a ellos. –Tenemos un trato que pienso respetar pero no es el momento de que se haga efectivo. –Le sonrió. –Sin embargo, te puedo dar un adelanto que será suficiente, por el momento.

–¿Qué cosa?

–Un viaje de vuelta a la tierra, al mundo de los vivos. –Su mirada era alentadora. –Un viaje de vuelta a la tierra que se te fue arrebatada varios años atrás.

–¿Con todo el poder de antes? –Intervino el hombre.

–Con todo el poder de antes. –Aseguró. –Sin embargo, no podrán salir del reino hasta que el trato que tengamos se haga efectivo.

Ambos individuos se miraron en busca de un consenso ante la propuesta y, finalmente, decidieron aceptar la oferta.

–Muy bien, Hades, aceptamos regresar a nuestra tierra llenos de poder pero no creas que con esto olvidaremos el trato.

–¡Por supuesto que no lo pensé! –Descaradamente. –Sé que nos volveremos a ver y será muy pronto, pero, mientras tanto, ¡buen viaje de regreso!

Una nube azul los envolvió y los desapareció.

¿Qué dirá el pergamino? ¿Por qué es tan importante? ¿Quiénes son nuestros últimos invitados?

Espero que les haya gustado, vienen giros en la historia... ¡Gracias por leer y comentar!

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