Es recomendable que para una mejor ambientación de este capÃtulo se escuche con la canción de la multimedia que es "BEST MUSIC MIX 2016 #1" de DJ Teddie. En verdad agradecerÃa mucho que lo escucharan ya que es muy buen mix, me encanta y eso que recién salió, además que escribà el capÃtulo mientras lo escuchaba.
Capitulo #14...
Las ganas no me faltan para romperle la cara a mi novio, hablo en serio, si no fuera por estas razones se los juro que lo harÃa ahora mismo.
* Primera, es mi novio y lo amo.
* Segunda, si lo hiciera su cara ya no serÃa la misma y ya no seguirÃa siendo igual de guapo como ahora.
* Tercera, no tengo la fuerza suficiente para hacerlo y seguro que me pararÃa antes de siquiera tocarlo.
* Cuarta, aunque esté enfadado con el, no podrÃa hacerlo.
Sé que se estarán preguntando, ¿Qué pasa? ¿Por qué quieres matarlo si ayer estaban tan bien?
Bueno mis queridos amigos, yo les diré el por qué, es verdad que ayer estábamos más que bien, es por eso mismo que estoy enfadado ahora con el.
Solo a él se le ocurre decir algo asÃ.
"Tranquilo mi vida, todo saldrá bien, si te duele mañana no pasara nada, tenemos el dÃa libre."
El dÃa libre mis cojones.
Perdóneme mi lenguaje inapropiado, pero como entenderán estoy enfadado.
Ahora mismo estamos en medio de la selección de los jugadores para un partido de futbol americano, por que a la capitana Zorry se le ocurrió la brillante idea de hacer un partido justo en nuestro dÃa libre, disque para "entretenernos".
Ayer Kevin literalmente me partió en dos justificándose tras un "tú me pusiste cachondo, ahora te haces cargo", está bien lo acepto, fue de los mejores polvos de mi vida, pero eso no me quieta el dolor de trasero con el que amanecà hoy y aparte de eso sumarle el cansado calentamiento que nos puso la capitana, no asà no se puede.
Es por eso que quiero matar a mi pelirrojo novio.
Y pensar que ayer no la pasamos tan bien.
¡Flash Back!
El camino hacia la habitación fue más corto que lo habitual, el pelirrojo habÃa prácticamente corrido con todas sus fuerzas hasta la habitación, inclusive un oficial nos reprimió por lo mismo, ya que el pelirrojo andaba muy rápido por los pasillos y podÃa ocasionar que alguien se lesionara.
Al llegar a la habitación, lo primero que el pelirrojo hizo fue echar el pestillo y atrancar la puerta, asà no tendrÃamos visitas inesperadas, si saben a lo que me refiero.
Kevin prácticamente me lanzó sobre la cama y se puso a buscar como desesperado algo en el armario donde Nathan guardaba sus cosas, las cosas del peliezmeralda salÃan volando una por una, llenando asà el piso con una manta de las pertenencias del pobre chico, como si aquel desastre que habÃa causado ya fuera poco, se dirijo al de Rolf e hizo exactamente lo mismo, lo único que podÃa ver eran prendas volar por los aires para aterrizar en el suelo.
Después de unos minutos donde el pelirrojo hacia de la habitación un desastre, decidà al menos preguntar qué era lo que buscaba, pues se encontraba hurgando en los armarios de sus amigos como un auténtico loco.
- Kevin.- lo llame.
Ãnicamente obtuve un gruñido como respuesta, es que estaba tan concentrado desordenado todo que ni puede contestar de una manera decente.
- ¿Qué estás buscando con exactitud?.- cuestione mientras lo miraba atentamente.
- Ya te lo habÃa dicho.- se dirijo hacia su armario y comenzó a hacer exactamente lo mismo que habÃa hecho con los anteriores.
- No, no lo has dicho.
- Algo resistente.- gruñó molesto.- Pero no hay nada en esta habitación que me sirva, solo hay playeras y bóxers por doquier.- termino de sacar todo su armario y se dirigió a la pila de ropa que se encontraba en el piso y rebusco en ella.- ¿Por qué nadie tiene cinta de secuestros entre sus cosas? Es algo tan esencial, no puedo creer que nadie tenga una entre sus cosas.- negó rápidamente con la cabeza y se dirijo al armario de Alex y comenzó a sacar todas sus cosas.
- ¿Cinta de secuestro?.- pregunté con curiosidad.
- Si, cinta de secuestro.- se dirigió hacia el armario de mi compañero Ed y siguió haciendo el mismo procedimiento que con los anteriores.- Ya sabes, esa que es gris y ocupan en las pelÃculas cuando secuestran a alguien.- hizo una pausa y dejó de rebuscar en el armario de Ed y me miró mientras sostenÃa una media/calcetÃn entre sus manos.- Esto podrÃa matar a alguien, ¡Te la regalo!.- y me la lanzo dándome justo en la cara.
¡Asqueroso! Eso es lo único que describirÃa aquella cosa, hasta tiesa se encontraba por tan mugrosa que estaba.
- Que asco Kevin.- dije mientras la lanzaba hacia el otro extremo de la habitación.- Con eso puedes fumigar.
Kevin soltó una pequeña risa y se dirijo al armario de Eddy y siguió husmeando en el.
- Seguro que el enano, con tantas bromas y estafas que hace, tendrá algo que nos sirva.
Y siguió con lo suyo, que era sacar pertenencias ajenas y lanzarlas al suelo de la habitación al notar que no servÃan, ¿para que?, no lo sé, pero al parecer no lo hacÃan.
- Kevin.- volvà a hablar.- Exactamente, ¿Qué estás buscando?
- Ya te lo habÃa dicho.- suspiro con pesadez.- Algo con que amordazarte.
"Con que eso era lo que estaba buscando."
Lo sé, es algo extraño el pobre, déjalo.
Camine hacia mi armario y del primer compartimiento saque unas de mis corbatas que solÃa ocupar habitualmente, me senté en la cama con las corbatas entre mis manos mientras miraba atentamente a mi novio dar vueltas por toda la habitación mientras buscaba algo.
No pude contenerme más y rompà en risa.
- ¿De qué te rÃes?.- dijo Kevin mientras posaba sus ojos verdes sobre mi.- En vez de estar ahà sentado deberÃas ayudarme a buscar algo que nos sirva, que como tenga por más tiempo la imagen de mi novio amordazado debajo mÃa sin ropa explotare, además que mi pantalón me está apretando cada vez más.
- Con que eso es lo que provocó en ti.- murmuré mientras me ponÃa de pie y caminaba hacia el.- Interesante.- colgué mis corbatas sobre su cuello y me apegué más a él mientras colocaba mi mano sobre su entrepierna.- En cualquier momento el botón de tu pantalón saldrá disparado y puede lastimar a alguien.- dije mientras paseaba mi mano sobre su entrepierna aún cubierta por la tela de su pantalón, pero podÃa sentirse lo duro que se encontraba el pelirrojo.
- Mhm.- gruñó el pelirrojo.- ¿Por qué si tenias esta cosa contigo.- señaló la corbata que se encontraba colgando sobre su cuello.- no dijiste nada?
- Por qué no preguntaste amor.- murmuré en su oÃdo.- Además, te veÃas muy entretenido hurgando en armarios ajenos que no quise detenerte.
- Pudiste haberlo dicho antes de que sacara todo.- colocó sus manos sobre mis glúteos y los apretó haciendo que soltase un gemido ahogado.- Nos hubiéramos ahorrado mucho tempo.
Antes de que pudiese comentar algo, comenzó a besarme con desesperación mientras me obligaba a caminar en retroceso.
Una vez que chocamos contra la litera, el pelirrojo finalizó con aquel desesperado beso y velozmente me despojo de la camisa de mi uniforme, la habÃa jalado con tanta fuerza que los botones de esta salieron disparados hacia diferentes zonas de la habitación, inclusive uno habÃa golpeado en la mejilla del pelirrojo, el cual tenÃa una cara que ni se imaginan, sus ojos estaban completamente abiertos, su boca ligeramente abierta y su ceño se encontraba fruncido.
- Me comentan que fue demasiada fuerza.- trate de sonar lo más serio posible, pero al ver su cara no pude contenerme y solté una sonora carcajada.- DeberÃas ver tu cara.
- Dibirias vir ti ciri.- me arremedo.
- Oye.- proteste.- Yo no hablo asÃ.
- Por supuesto que sÃ.- me dedico una sonrisa de lado.- Solo que jamás te has escuchado.
- Estoy completamente seguro de que eso no es asÃ, de hecho yo podr....
No me dejo acabar con aquella frase ya que colocó su mano sobre mi boca.
- Hablas demasiado para ser la vÃctima aquÃ.- sonrÃo de lado.- ¿Ãltimas palabras antes de que te armordaze?
- Que te odio.- entre serré mis ojos mientras lo miraba.
- Yo también te amo Edd.- me dedico una enorme sonrisa.
Y en ese mismo momento colocó aquella corbata sobre mi boca y le hizo un nudo impidiéndome asà el habla.
- ¿Escuchas eso?.- dijo mientras se separaba.
Yo negué con la cabeza mientras lo miraba confundido.
- Exactamente.- dijo mientras que con la otra de las corbatas inmovilizaba mis manos .- No hay sonido, por qué ya no puedes hablar.
Posteriormente el pelirrojo soltó una carcajada, es que el solito se divertÃa, no necesitaba de nadie para reÃrse.
Me lanzó sobre la cama, que convenientemente era la suya, y se posicionó arriba mÃo, por un par de segundos me miraba detenidamente de arriba a abajo, finalmente para llevar sus labios hasta mi cuello y comenzar a repartir pequeños besos por este, los besos que él daba me hacÃan erizar la piel, el contacto de sus húmedos labios con mi piel me provocaba escalofrÃos, ni en mis mejores sueños imagine que algún dÃa tendrÃa al pelirrojo de esta manera.
Aquellos húmedos besos iban en descenso, más rápido que un parpadeo el pelirrojo ya se encontraba besando libremente mi torso, aquella acción me hacÃa soltar un par de suspiros que terminaban siendo silenciados por la corbata impidiendo asà que se escucharán, aunque posiblemente sonarÃan como quejidos más que otra cosa, despego un poco sus labios de mi torso y me miró durante unos segundos directamente a los ojos y volvió a colocar su vista en mi desnudo abdomen.
Sus dedos recorrieron lentamente desde mi pelvis hasta mis clavÃculas, para que en un rápido movimiento se encontrarán con mis pezones, el contacto de sus dedos con aquella zona me hacÃa estremecer, nunca antes habÃa experimentado aquello y debo decir que sà que se sentÃa bastante bien. Kevin jugaba con ellas, a veces las masajeaba y otras veces las apretaba ligeramente de tal forma que no sintiera ningún tipo de dolor, al contrario, con aquello lo que buscaba era que sintiera placer, o eso quiero pensar.
- ¿Sabes? En este momento puedo hacer lo que se me plazca contigo y no podrÃas hacer nada para detenerme.
En ese momento sus labios se encontraron en mi estómago y comenzó a lamerlo para posteriormente darle un ligero mordisco haciéndome pegar un giro ahogado, soltó una risa por lo bajo y siguió repartiendo besos por mi estómago mientras que sus manos aún seguÃan jugando en la parte superior.
Poco a poco comenzaba a sentir dolor en la parte de mi entrepierna ya que el pantalón hacia demasiada presión y comenzaba a lastimarme.
Al parecer Kevin logró percatarse de aquello, ya que abandonó la zona superior de mi toso y se dirigió al borde de mi pantalón y comenzó a desabrocharlo lentamente, sin duda esto era una venganza si en algún momento le habÃa hecho algo.
Una vez que desabrocho por completo el pantalón pude sentir aquella libertad que habÃa deseado hace poco.
El pelirrojo comenzó a bajar aún más lento el pantalón, y mientras lo iba bajado, iba repartiendo besos por mis piernas, aquello era una auténtica tortura. Momentos después el pelirrojo me despojo de mi pantalón al igual que de mi calzado dejando únicamente con medias y ropa interior.
En un veloz movimiento me despojo de mi ropa interior y subió hasta mi cuello una vez más y comenzó a morderlo.
"¡Cuidado con mi yugular!"
Aquello era lo único que querÃa decir en aquel monto, un mordisco más profundo y hasta aquà quedo Eddward Marion.
Esto era totalmente injusto, yo me encontraba completamente desnudo y el pelirrojo se encontraba aún con toda su ropa puesta, eso sà que era injusticia.
"Discriminación a los NERDS, haremos una huelga, no comeremos si es necesario, debemos hacernos oÃr, el pueblo no puede hacernos esto, nosotros somos importantes, sin nosotros, ellos no."
Bendita conciencia que me vino a tocar a mi, aunque esta vez sà que tenÃa razón, nos estaba discriminando por ser nerd.
Bueno quizás no, pero es más fácil culpar a los demás.
Un contacto en mi parte baja me hizo salir de mis pensamientos, el pelirrojo se encontraba simulando pequeñas embestidas aún con su pantalón puesto, nunca pensé decir algo como esto antes, pero desearÃa que el pantalón no se encontrara ahÃ.
- Mhm.- solté un gemido ahogado por culpa de la corbata que cubrÃa mi boca, bendita la hora en que le di una idea asÃ.
- ¿Qué quieres Edd?.- dijo Kevin mientras me sonreÃa lacivamente, sus ojos reflejaban lujuria en todos sus aspectos.- ¿Quieres que me quite la ropa?
Yo únicamente pude asentir con la cabeza como respuesta.
- Lo que el nerd ordene.- comentó.
Entonces el pelirrojo se separó por completo de mi, se bajó de la cama y comenzó a quitarse lentamente todas y cada una de sus prendas, comenzando desde su camisa, seguida de su pantalón y su calzado y finalmente su bóxer color gris que traÃa puesto, dejándome asà una perfecta vista de su completamente erecto miembro.
Mi corazón latÃa con rapidez ante la imagen de Kevin, el guapo pelirrojo de ojos verdes que ahora era mi novio, frente a mi completamente desnudo, tal y como habÃa llegado al mundo.
No sé exactamente en qué momento el pelirrojo se habÃa vuelto a subir a la cama, solo sé que de un momento a otro me encontraba sobre el, el pelirrojo me dio un delicado beso en mi frente y comenzó a entrar en mi, yo únicamente pude callar un gemido entre aquella molesta corbata, les juro que nunca más volveré a usarlas o no cerca de Kevin.
Una vez que estuvo completamente dentro de mi, comencé a mover un poco las caderas provocando que él pelirrojos soltase un gemido ante aquel re pestiño movimiento de mi parte.
<<N.A. ¿Qué creÃan? ¿Qué les iba a poner una foto relacionada a el Lemon? Pues no, eso no es de niñas bien chicas. Que mente tan sucia tienen, confiesen sus pecados hijas mÃas, todas tres Padres Nuestros y cuatro Aves MarÃas. Eso es lo que dicen en las pelis ¿No? Ya, esta bien, las dejo leer tranquilas.>>
Los movimientos del pelirrojo eran rápidos y precisos, podÃa notarse lo desesperado que se encontraba en ese momento, quizás en otras circunstancias me quejarÃa de que comenzara desde un principio asà de rápido, pero ahora no, no sé si era por la evitación del momento o por qué se trataba de mi novio el que en ese momento se encontraba dentro de mi moviendo sus caderas de una manera frenética, pero lo que sà sabÃa era que me encantaba.
El pelirrojo se dedicaba a soltar gemidos por doquier mientras incrementaba un poco sus envestidas, sin duda me sentÃa en las nubes en ese momento.
<<N.A. Okey, no soy tan mala como piensan, ahà su dichosa foto.>>
De un momento a otro el pelirrojo tomo mi miembro entre sus manos y comenzó a moverlo de arriba a abajo mientras que yo movÃa mis caderas en cÃrculos.
La habitación se habÃa llenado de gemidos por parte del pelirrojo y murmuras de parte mÃa, podÃa sentir a mi corazón palpitar rápidamente y como en mi estómago se hacÃa un nudo, sin duda estaba a punto de llegar a mi climax como el pelirrojo siguiera con esos movimientos.
Tan solo unos movimientos más por parte de Kevin y no pude evitarlo más y me corri en su mano, sentÃa mu respiración completamente agitada, nunca antes habÃa tenido un orgasmo tan placentero como el de ahora.
Velozmente el pelirrojo me colocó sobre la cama y él se puso encima mÃa y comenzó a dar fuertes y rápidas embestidas.
No tardó mucho más en él también venirse, solo que el dentro de mi, podÃa sentir mi interior repleto de una sustancia caliente.
- Primera fantasÃa cumplida.- sonrÃo coquetamente.- Faltan muchas otras y tú serás el único que podrá ayudarme a cumplirlas Marion.- salió lentamente d mi y se colocó a mi lado.- Nos da tiempo para otra ronda antes de que los chicos vuelvan.
Mantengo lo que dije antes, esta serÃa una larga noche.
¡Fin del Flash Back!
¿Ahora entienden por qué odio a mi pelirrojo novio en este momento?
Aceptó que ayer no la pasamos muy bien y todo lo que ustedes quieran, pero no por eso dejarÃa de odiarlo, ya que cada paso que doy no puedo evitar lamentarme por no haberlo parado mientras pude, ya que ahora por su culpa no puedo caminar como una persona decente.
- Marion.- gritó Alex haciéndome pegar un grito.- Escojo a Marion.
¿Perdón? ¿Qué acabas de decir?
- Ni lo pienses soldadito.- hablo rápidamente Kevin.- Eddward es mÃo.- gruñó.
- Lo sé tontito.- dijo él pelichocolate colocándose aún lado de Kevin y pasando su brazo por sus hombros.- Pero estará en mi equipo.
- ¿A quién le dijiste "tontito" estupido?.- gruñó el pelirrojo mientras apartaba el brazo de Alex de él y lo miraba molesto.- Además, ¿Por qué empiezas tú escogiendo? Yo quiero escoger primero.
- Pero me ha tocado a mÃ, asà que te jodes.- sonrÃo victorioso el pelichocolate.- Asà que.- me jaló y me colocó a su lado izquierdo.- Doble lindo está en mi equipo.
- Si el chico juega como realiza los ejercicios en el simulador.- comenzó a hablar el Sargento James.- Yo no lo querrÃa en mi equipo.
- Pensé que él serÃa de chocolate.- murmuro el Sargento Ward.
- Y yo que serÃa una porrista.- susurró el Sargento Simmons.
- ¡Aquà no hay porristas!.- gritó la Capitana Zorry abriéndose paso entre ellos, al decir eso se escucharon los susurros de inconformidad y decepción de parte de las chicas.- Aquà todos jugarán.
- ¿Hasta las chicas?.- cuestionó el Coronel Williams.
- ¿Estás insinuando que las chicas somos débiles para jugar futbol americano?.- dijo Zoory mientras fulminaba con la mirada a Williams que se encontraba aún lado de ella.
- No, no, no.- negó rápidamente.- Yo nunca insinuarÃa algo asÃ.
- Por qué la última vez que lo hizo las cosas no salieron tan bien.- hablo por lo bajo el Teniente Ross.
- Ni que lo digas.- se burlo James.
- A callar.- ordenó Williams y Zorry a la par.
- Bueno.- dijo Zorry dejando atrás a sus compañeros y se dirigió hacia el pelirrojo y el pelichocolate y pasó uno de sus brazos por lo hombros de cada uno.- Espero un buen juego chicos.
- Graells.- hablo Ward.- Tu serás el capitán del equipo Rojo.- dijo mientras le lanzaba una jersey de futbol americano color rojo.
- Cabo Lawrence.- hablo James.- Tu serás el capitán del equipo Azul.- dijo mientras le lanzaba un jersey color azul.
- Escojan a sus jugadores.- ordenó Simmons.
- Nathan.- dijo Kevin mientras señalaba a su amigo, en verdad no me sorprendÃa en lo absoluto.
- Rave,- dijo Alex.- Ven acá chico listo.
Rave sin ganas alzó la vista y la posó sobre Alex y luego hacia su libro y murmuró.
- Yo no quiero jugar.- dijo sin ganas.- No me gusta el juego, además prefiero seguir leyendo.
- Esta bien chico no juegues.- dijo Ross.- Bastante diversión tendremos con Marion, los que no quieran jugar no pasa nada, al final es su dÃa libre.
¿DeberÃa sentirme ofendido por eso? Yo creo que si.
- Que molesto eres Ross.- murmuro Zorry.- Le quitas la diversión a todo siempre.
- Tampoco se trata de obligarlos Zorry.- cometo Ross.- Se trata de divertirnos un rato.
- Como sea.- contestó de mala gana.- Escoge a otro Alexander.
- Rolf.- dijo Alex.
- Tontorron, ven acá.- dijo Kevin.
- Deri.- dijo Alex.
- Lisset.- dijo Kevin.
- Hey, yo quiero a mi hermana conmigo.- protestó Alex.
- Lastima, ya la elegà yo.- dijo Kevin en tono burlón.
- Aunque podrÃamos hacer un intercambio.- dijo Nathan.- La lindura por tu hermana.
- Ne.- respondió Alex rápidamente.- No la quiero tanto como para cambiarla y dejar de tener como molestar a Kev.
- Hey.- protestamos Lisset y yo a coro.
- No soy un objeto.- dije ofendido.
- Lo siento Doble tu.- Alex me dedico una amplia sonrisa.
- Ya te habÃa dicho que no le hablaras con tanta confianza Lawrence.- gruñó el pelirrojo.
...
Después de una que otra pelea, ya solo quedaba dos chicas, pero a ambos les faltaban jugadores, a Kevin dos y a Alex uno, por lo tanto el equipo estaba incompleto.
De pronto un chico alto de cabello rubio, que venÃa con ambas manos dentro de sus bolsillos y pateaba las rocas que se encontraban en su camino apareció en el lugar donde el juego se llevarÃa a cabo.
- Teniente Ross.- hablo el chico, su voz era bastante gruesa, completamente masculina.- Cookie lo está buscando, al parecer le saquearon su cocina nuevamente.
- Que bueno que estás aquà Owen.- hablo Zorry rápidamente con una enorme sonrisa en su rostro.- Nos hace falta un jugador.
- Pero yo estoy ocupado.- protestó el chico que al parecer se llamaba Owen.
- No lo estas.- hablo Williams.- Es Domingo y nadie está ocupado, asà que jugaras.
- ¿Y si no quiero?.- lo reto el rubio.
- Te arrestaré.- dijo Ward con una amplia sonrisa.
- No es nada nuevo para mÃ.- murmuro Owen, le dedico una mirada a ambos equipos y finalmente la posicionó sobre el nuestro.- Pero mira que tenemos aquÃ.- sonrÃo con malicia.- Sà es el Cabo pelos alborotados.- soltó una risa.- Pero que equipo te has conseguido, tienes más mujeres que hombre.- poso su mirada sobre mà y comenzó a acercarse.- Tu no eres tan fea, aunque si poco agraciada.
- ¡Hey!.- protestaron Kevin y Alex a la par.- ¡No le hables al Eddward!
- ¿Eddward?.- cuestionó Owen.- Asà que no eres chica.- acaricio mi mejilla.- Oues para ser chico no eres nada feo.- me sonrió coquetamente.- Cabo Williams.- tomo mi mano y la beso.- A tu servicio guapetón, aunque puedes llamarme Owen si gustas.
Aquel comportamiento por parte de ese chico me habÃa estremecido, no me daba para nada buena espina.
- Tal parece que jugaras, ¿No es as�.- dijo Ward.
- Aja.- contestó desganado Owen.
- Entonces estamos completos.- dijo rápidamente James.
- Quiero a Samantha en mi equipo.- se apuró a decir Alex.
- Pero no te tocaba escoger a ti.- dijo Daniela que se encontraba en el equipo de Kevin.
- Eso es lo de menos.- hablo Kevin.
- En ese caso.- comenzó a hablar Williams.- Luna y Owen serán del equipo rojo y Samantha del azul.
- Exactamente.- dijo Zoorry mientras comenzaba a repartir jereys a ambos equipos.
Recibà un fuerte jalón de brazo por parte de Kevin y este comenzó a hablar antes de que pudiese protestar.
- No quiero que juegues.- murmuro.- Y menos si no estás en mi equipo.
- Vamos Kevin.- susurre.- No estés celoso, es solo un juego.
- No estoy celoso Edd.- soltó un suspiro.- Es solo que presiento que algo malo sucederá si juegas.
- No pasara nada amor.- me acerqué a su oÃdo y susurre.- Prometo compensártelo, ¿Está bien?.- mordà rápidamente el lóbulo de su oreja.
- Pensé que te dolÃa todo de la cintura para abajo.- hablo por lo bajo.
- Bueno, si no quieres no.- dije mientras me despegaba de el.
- Yo nunca dije eso.- me atrajo un poco más hacia el.- Me gusta hacerlo contigo y lo sabes.
- Lo sé Kevin.- murmuré.
- ¡Eddward ven para acá!.- se escucho un grito proveniente de Osiris que se encontraba ya a nuestro lado.- No es hora para coquetear, tenemos un juego que ganar, no pienso perder y correr durante una hora.
- ¡¿Una hora?!.- pregunté alejado.
- ¿Qué no escuchaste?.- preguntó mientras me miraba.
- No.
- Pues lo dijo, asà que vamos.- comenzó a caminar en dirección a nuestro equipo.
- Tengo que irme.- dije mientras veÃa a el pelirrojo.
- Lo sé.- dijo Kevin mientras señalaba a mis espaldas.- Al parecer Rolf está analizando el balón.
Me giré para poder observar hacia donde el pelirrojo señalaba y pude observar a Rolf que veÃa atentamente el ovoide, lo giraba y lo olÃa.
- Lo hace siempre antes de un partido.- dijo Kevin haciendo que volviera mi vista a el.
- ¿Por qué?
- Se asegura de que este en buenas condiciones y que no tenga un dispositivo extraterrestre en el.- se encogió de hombros.- ¿Qué te digo? Es Rolf.
Solté una pequeña risa.
- Te amo Edd.- dijo mirándome fijamente.
- También te amo Rojito.
Ambos nos dedicamos una sonrisa y caminamos hacia nuestro respectivo equipo.
Equipo Rojo: Kevin, Nathan, Ed, Lisset, Daniela, Perla, Belén, Luna, Marie, Eddy y Owen. (Ofensiva)
Equipo Azul: Alex, Cathy, Rolf, Eddy, Lee, May, Su, Osiris, Deri, Samantha y Yo. (Defensiva)
Ambos equipos se colocaron en posición y con el balón en poder del equipo rojo el partido inicio.
Esta será una larga tarde.
...
- ¡Time Out!.- gritó Kevin.
Todos paramos y el pelirrojo comenzó a discutir con el rubio, quién sabe qué pasaba, pero al pelirrojo se le notaba bastante molesto.
Hasta ahora el partido habÃa transcurrido en orden y tranquilo dentro de los parámetros de lo posible.
Equipo Rojo 18 VS Equipo Azul 13
Todos no la he atábamos pasando bien, aunque no comprendÃa mayor cosa de lo que pasaba, solo sabÃa que ahora estábamos jugando a la ofensiva y debÃamos marcar puntos, o como quiera que se llame esa cosa.
El tiempo fuera acabo y nuevamente nos colocamos en posición, Alex tenÃa el ovoide y se lo lanzó a Rolf el cual lo atrapó y comenzó a correr al igual que todos nosotros, las chicas y los chicos del equipo contrario se lanzaban para tratar de detenerlo, justamente cuando Kevin estaba a punto de tacklear al peliazul, este me lanzó el ovoide, no sé por qué a mÃ, si la que se encargaba hacer eso era Su.
Por obra divina cache el balón, por un momento me quede en blanco al tenerlo, pero pronto comencé a escuchar:
¡Corre Edd, corre!
Proveniente tanto de mi equipo como de mi novio que se encontraba mirándome atentamente.
Con cierto miedo comencé a correr hacia la zona de anotación, lo único que veÃa eran chicos que venÃan hacia mi, en cualquier momento morirÃa, yo lo sé, simplemente aquello nunca apareció y no es que sea el mejor corredor del mundo, ni mucho menos, es solo que el pelirrojo corrió en mi dirección y susurro un "Corre, yo te cubro", y antes de que pudiera decirle algo como "Somos de equipos diferentes" un fuerte gritó se hizo presente...
- ¡Tiempo fuera!.- gritó el pelirrojo.
- El balón estaba en juego, eso no es....- comenzó a hablar James.
Pero antes de que acabara de decir aquella oración un fuerte jalón de mi mascarilla me hizo caer al piso.
Todo dentro de mi daba vueltas.
- ¡Falta!.- gritó Meri desde afuera del campo improvisado.- ¡Eso falta es falta!
- No lo es.- dijo Owen que se encontraba a mi lado.
Si adivinaron, él me habÃa jalado del casco.
- ¡Por supuesto que él es!.- gritó Kevin que se acercaba corriendo hacia dónde estaba.
- ¡No puedes jalar a otro jugador del casco Owen!.- dijo Alex alarmado.
- ¿Quién dice?.- cuestionó este con desinterés.- Me dijeron que parara al que tenÃa el balón a cualquier costa y asà lo hice.
- Pero no asà bruto.- intervino Luna.- El reglamento lo dice.- negó con la cabeza.- Puedes hacerle daño.
- No le pasó nada.- dijo Owen mientras se inclinaba para verme.- No le hice daño.
- ¡Aléjate de él!.- gritó Kevin.
- ¿Eh? ¿Por qué?.- dijo confundido.- No deberÃas meterte, es del equipo contrario.
- ¡Si me meto por qué es mi novio!.- le gritó Kevin y se colocó frente a él.- Y cómo te le vuelvas a acercar te juro que te rompo la cara.
- Wow.- dijo Ward.- Por eso lo querÃa en su equipo.
- Eso explica mucho.- comentó James.- Con razón se preocupaba tanto cuando se golpeaba en el simulador o en el campo de tiro.
- ¿No lo van a castigar?.- dijo Kevin ignorando lo que los militares hablaban.
- ¿Por qué?.- dijo Zorry que recién llegaba de haber ido con Cookie junto con el Teniente Ross.- ¿A quién castigaremos?
- A el inútil este.- señaló al rubio.- Cometió una infracción.
- Yo no vi nada.- dijo Williams encogiéndose de hombros.
- Señor.- murmuro Alex.- El Cabo Owens...
- ¿El Cabo Owens que?.- dijo Zorry.
- Cometió una infracción, jalo de la mascarilla a Marion.- comentó Alex.
- ¿Es eso verdad?.- dijo Zorry mirando a Owen.
- Es mentira Capitana Zorry.- dijo el rubio encogiéndose de hombros.- El Cabo Lawrence está mintiendo, como siempre lo hace.
- ¡No es verdad!.- lo defendÃ.- El me hizo caer.
- Yo no vi nada.- dijo William.- Y ustedes tampoco.- fulminó con la mirada a los Sargentos Ward, Simmons y James.
Estos únicamente asintieron con la mirada y se retiraron del campo al igual que el Teniente Ross.
- Se acabo el juego.- dijo Zorry.
- ¿Que?.- dijo Kevin.- ¿AsÃ, sin más? ¿Sin haberlo castigado antes?
- Si nadie vio nada, es por qué no pasó muchacho.- dijo Williams.
- Pero usted lo vio.- proteste.
- Yo no vi nada.- dijo Williams.
- Marion, no es bueno levantar falsos.- dijo Zorry.
- No lo está haciendo.- dijo Kevin.- Está diciendo lo que en realidad pasó.
- ¡Suficiente ustedes dos!.- gritó Williams.- ¡Están arrestados!.
Estaba perplejo ante aquello, nosotros estábamos arrestados y el rubio estaba sonriendo ampliamente desde atrás de él Coronel Williams.
Continuará...