Single as a Pringle: Tierna p...

By Just_In_Love8

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A continuación les presento una historia nada distinta a las demás: Chica conoce a chico, ella se sienta a en... More

Deberían saber sobre mi...
1.El inicio de todo
2.El inicio del fin
3.Azul
4.Sólo baila
5.Como Lana del Rey
6.Soy "asocial"
7. Mis ex
8. No quisiera ser tú
9. Como toda una jefe
10. Ezra
11. Intervención
12. ¡Vaya diva!
13. Medianoche
14. Khaleesi
15. LMAO
16. Un día más
17. Primer caso
18. Amor, amistad y...¡no me mates!
19. 30 minutos
20. Besé a una chica
21. Totalmente inesperado
22. Sólo fue incómodo
23. Las chicas quieren divertirse
24. ¡Lenta!
25. A tres metros sobre...¿el pony?
26. Pequeña Alex
27. Tarantino
28. Huía, huyo, huiré
29. Extraños
30. Raros
31. Mala idea
32. Psicología
33. Ella no me agrada
34. 5/4
35. Juegos mentales
36. Nuevas expectativas
37. Demasiado fuerte para ti
38. Meatball Monster
39. En un momento así, sólo se puede reír
40. Dos disparos
41. Incoherencias
42. Buenas acciones
43. Es complicado
44. Enemigo amistoso
45. La Charla
46. Francés
47. Dulcemente mala
48. Volver al futuro
49. El ex: Andrew Sanders
50. Está bien
51. Fuera de la lista
52. Un desanimado: Uhh
53. Una zombie enamorada
54. Foster the People
55. Aquarelle Moi...o algo parecido
56. En la mente de Alex
57. London Calling
58. Distancia igual a cero
59. El fantasma del pasado
60. Líneas paralelas
61. La metamorfosis
62. En las estrellas
64. Otra vez lo hiciste
65. Aún más cerca...
66. Córtalo fácil

63. Sueños de gran ciudad

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By Just_In_Love8

Hagamos un repaso rápido de lo que ha sucedido hasta ahora, y eso puede resumirse así: "¿No puedes ser más pésima para escoger novios?" o puede que no. Apenas tengo dieciocho, no es el fin del mundo y si fuera un poco mayor, digamos unos veintiún años, estaría bebiendo...responsablemente, porque puedo hacerlo.

Las ventajas de estar soltera son infinitas, y no son como los años sesenta en el que era triste que una chica de mi edad no fuera cortejada. Petyr se había ido a Alemania, Gregg simplemente no podía seguir adelante porque le huyo al compromiso; no había problema que me hubiera quedado sola, cínicamente seguía yendo a casa de Gregg para que me enseñara y porque es el único que se atreve a darme vino.

Las cosas con Joan habían mejorado. Extrañamente cuando fui a disculparme, ella me miró a los ojos y:

—Es entendible, tienes una crisis de identidad donde te cuestionas acerca de lo que estás haciendo y hacia dónde vas —Joan hablaba como si fuera normal, yo me asombré...muy levemente— . Como una persona cuyo número es once, quiere decir que a parte de cuestionarse acerca de un propósito mundano como una carrera o una relación, también te cuestionabas acerca de tu salud mental y de tu espiritualidad, que debido a tu agnosticismo es neutra, sólo te preocupa la falta de vitalidad que recientemente has estado experimentando.

Fue ahí cuando me quedé boquiabierta. Joan alzó una ceja.

—¿Me equivoco? —Joan miró unas hojas que tenía en la mesa y comenzó a leer mentalmente— Ayer estuve revisando cosas sobre ti, y tienen mucho sentido —extendió una mano— . No te ofendas con lo que te voy a decir.

—Como una chica once, adelante —le sonreí y me deslicé un poco en la silla.

—Has estado con quizá el único chico que no dudaste en siquiera un momento...excepto para romper, pero es más acerca de tus inseguridades —Joan miró la hoja y me la extendió, habían partes pintadas en verde— . Lo que quiere decir que con un asunto sin resolver como ese, hay un hueco con el que cada vez te has topado y no sabes qué hacer.

—Es factible —dije en tono británico y luego reí de mí misma.

—Hablaría de esto con Matt también, pero últimamente es un escéptico —Joan rodó los ojos y comenzó a reír.

—¿Qué esperabas de él? —miré las hojas, pero no pude contener la risa.

—Contigo era más abierto, como una flor en plena primavera, una hermosa flor de loto —Joan se quedó mirando uno de sus tatuajes. Estaba sonriendo inconscientemente, al parecer, Ian estaba siendo bueno con ella, ambos tienen en común que son bastante alocados, pero no se les sale de control...eso era lindo.

—Ajá, ¿hablamos de Matt o de tus obvios sentimientos hacia el Señor Baboso? —alcé las cejas y Joan abrió la boca sin saber qué decir.

—No lo llames así...

—Entonces, ¿Daniel el Travieso? —dije con voz divertida, Joan en cambio intentaba contener las risitas.

—No...

—¿Basura adolescente?.

—No...

—¿Doctor Who?.

—Alex...

—Ringo Star —fruncí el ceño y luego negué con la cabeza— , olvida ese, a mí me agrada Ringo. Mejor, ¿Película de los años setenta?.

—Para de ponerle apodos —Joan me dio un empujón, yo sé lo devolví. No entendía cómo podía tener ese cabello tan lindo y esponjoso, no necesitaba alisarlo, de por sí ya era linda— . Sugiero que hables con Matt.

—Lo sé, pero es tan difícil —me quejé como niña pequeña y luego gruñí como un ogro siendo apuñalado con una motosierra (no sé porqué pensé eso, pero así es como gruño, como zombie muriendo en una trituradora...no debí ver películas de terror)— . Es que lo veo, y sabes que es un escorpio porque tiene todo ese magnetismo alrededor de él, es tan...—gruñí sexualmente (les estoy dando una clase de gruñidos, ¿no?)— pero si sólo fuera eso, sería sencillo. Me siento tan rara, como cuando quieres comerte toda una cubeta de helado porque sabes que lo amas, pero sabes que si lo haces, te hará daño...y terminarás vomitando...o quizá te desmayes, y el doctor dice que eres intolerante a la lactosa...

—Estás tan enamorada —Joan sonrió y yo le di otro empujón casi gruñendo de la ira.

—Puede que sea verdad...puede que no...nadie merece que le digan "Te amo, creo" —me tapé la cara con ambas manos y negué con la cabeza— . Por el amor de Afrodita, ¿por qué soy así?.

—Le tienes miedo a perderte en alguien y que luego termine alejándose, como ha sucedido antes —Joan me hizo levantar la cabeza para mirarla, me sentía como una niña hablando con su madre.

—Él ya no me quiere, sería patético querer regresar con él...voy a salir con alguien más —gruñí al techo como si fuera a llorar como bebé— . Al demonio.

—¿En serio? Entonces, hagamos algo —Joan puso su mano encima de la mía para que le pusiera atención— . No sé cómo tienes tanta suerte, pero Megan dijo que irían a la playa para celebrar no lo sé...creo que el equinoccio de primavera que va a auspiciar, ya lo adivinaste, Nikki.

—Genial, últimamente ya no me invitan a nada porque ya no soy la misma "salvaje" —hice comillas y luego comencé a murmurar en voz baja los pocos insultos que había aprendido en ruso de la niñera de quince que tuve cuando tenía cuatro, los gritaba a su teléfono, al televisor y a June cuando terminaba haciendo un desastre.

—Esta noche, seremos como dos policías de incógnito —Joan se levantó y le guiñó a su reflejo en el espejo detrás de mí— . Vamos detrás del sospechoso al que tanto has buscado.

—No creo que sea lo ideal, mejor me quedo en casa —me quedé mirando mis zapatos como solía hacer en la escuela, y Joan me haló del brazo para que me levantara— . Creo que ese tema de ir para mostrarle de lo que se pierde, está mal, es algo sexista, algo bajo, algo que no haría, sé mi valor...

—No te estoy diciendo eso —Joan rió y comenzó a jugar con mi cabello— . Sé tú, es lo genial de ser Alexandria, un carisma brillante, único.

—Bien, pero lo hago para cerrar el ciclo —sonreí a Joan y ella dio saltitos de alegría, comenzó a halarme con ella hacia su habitación, sin duda quería que se lo dijera todo, aunque no sea tan comunicativa cuando se trata de sentimientos. Tenía los dientes apretados en una sonrisa de caricatura, pero al menos me descargué de tantas cosas que no entendía y Joan sí.




—Tengo tantos nervios, tiemblo, tiemblo, tiemblo, moriré —dije con voz agitada a Joan, ella me abofeteó, pero luego me abrazó porque creía que era agresivo...ni siquiera lo sentí, tiene las manos muy suaves— . Iré al Hades de la amistad.

—Y si eso sucede, resurgirás como un hermoso fénix —Joan miró detrás de mí y sonrió— . Todo estará bien, no te preocupes. Aún vas a tenerme aquí, y vas a tenerte a ti, sé que eres fuerte, por eso es como si tuvieras una gemela espiritual que te ayuda a levantar, como una dualidad.

—Genial, debería quedarme aquí a escucharte —dije con una sonrisa nerviosa. Megan entonces apareció detrás de Joan y me empujó.

—¡Anda, cangrejito! —Megan seguía empujándome y empujándome, hasta que vi a Matt solo mirando el mar. Megan se acercó a mí oído, comenzó a susurrar— . Nia está con nosotras, vas a estar bien. Buena suerte.

Estaba respirando tan fuerte desde que Megan se había ido, me quedé mirándolo y no supe qué hace más que quedarme ahí con un mar de palabras en mente (entre esas, extrañamente estaba la palabra "pasta" y "ravioli", pero me gustan el ravioli). Matt entonces se quedó quieto y giró la cabeza, me vio. Huir ya no era una opción.

—HolaMattquéincómodoesesto —literalmente, si esa fuera una palabra, significaría "Me pones nerviosa". Hablaba tan rápido que tuve que agitar la cabeza, luego solté una risita. Tuve que sacar la valentía que muchos decían que tenía y caminé hacia su lado— . Lo lamento, fue algo torpe de mi parte. ¿Cómo has estado?.

—Bien, supongo...

—No esperaba eso —solté una risita nerviosa otra vez, Matt estaba muy serio, mirando el mar. Estaba algo intrigada— . ¿Ocurre algo?.

—Nada que te incumba.

—Sabes cuánto me gusta entrometerme —rodé los ojos— al estilo psicólogo, habla.

—Peleamos tanto, ¿sabes?.

—¿De quién hablas? —mis manos estaban rígidas pensando "Yo no, yo no, yo no hice nada, ¿verdad?".

—Nia.

—Suena lindo cuando lo dices —soné tan cursi que tuve que aclarar mi garganta para que no le diera importancia a eso. De seguro que ya no me correspondía, ¿y eso qué? No iba a impedirme el querer ayudarlo— . ¿Por qué lo dices?.

—Debes ser muy importante como para decirte esto...—Matt gruñó y subió los ojos; ya casi oscurecía, todo parecía tan estéticamente placentero— Somos tan diferentes, a veces llegamos a pelear por estupideces...

—¿Y eso no ocurre en una relación? —le dije en voz alegre y sonreí— No todo tiene que ser perfecto, sin quejas, sin malos días. Siempre habrá uno que otro tropiezo por algo como el cereal o si te quedaste viendo el trasero de alguien...¿por qué crees que una de las palabras cruciales cuando alguien va a casarse son "en los buenos y los malos momentos"?, ¿o tan sólo quieres que te sonría y esté súper caliente cuando quieras?.

—Qué graciosa —Matt me desordenó el cabello y sonrió un poco— . ¿Por qué estás en la zona de los solitarios?.

—Nada en especial —mis manos no paraban de retorcerse. Matt lo notó.

—Mientes —Matt sonrió aún más y yo estuve tan quieta como una estatua, sólo negando con la cabeza— . ¿Tiene que ver con que Megan se haya llevado a Nia?.

—Podría decirse...—se me escapó y yo abrí bien los ojos— maldita sea, ¡qué capulla!, idiota, perra, imbécil...¡Ni te atrevas a reír!.

—¿Intentabas hacer algo conmigo? —Matt sonrió hasta el punto en el que ya estaba jugueteando conmigo, o mejor dicho, molestándome.

—¡Agh! —grité como si se me desgarrara el músculo de la pierna— , sólo quieren que charlemos...pero ya lo hice, adiós.

Matt me agarró la muñeca y rió como si fuera a hacer algo malo. Se quedó mirándome a los ojos, como extrayéndome el alma...hay una metáfora para eso, pero no quiero sonar como poetisa frustrada.

—Camina conmigo —me sonrió y tomó la delantera— . No me tienes miedo, ¿verdad?.

—Ni que fueras Hades —apresuré el paso y quedé a su lado. Del bolsillo de mi impermeable saqué una gorra de lana, aún hacía algo de frío.

—¿Qué hay de tu novio?.

—¿Gregg? No es mi novio —rodé los ojos y metí mis manos en los bolsillos— . Un novio no te daría la vibra de querer taparte los oídos con malvavisco porque cree que eres "infantil".

—No lo culpo, no llegas ni al metro sesenta —Matt sonrió mirando al frente, yo le golpeé el brazo— . ¿Por qué lo dijo?.

—Ya sabes, lo normal —agité la cabeza, pensaba "Esa misma razón por la que terminamos", no iba a decírselo— ...la fobia al compromiso, la falta de seriedad, inconscientemente le coqueteo a todos...no lo culpo, pero no se adapta a mí.

—Creí que te gustaba porque se parece a Jack White en los años de The White Stripes —volteó simplemente los ojos para verme y yo me quedé mirándolo como si compartiéramos conocimiento— . En la escuela me dijiste que te casarías con Jack White.

—Pero luego se casó con una modelo, es linda —me encogí de hombros y arrugué la nariz— ...además, tiene como cuarenta ahora.

—¿Sabes por qué inicié a salir con Nia? —Matt mostró un gesto de arrepentimiento pero fue muy mínimo, aún confiaba en mí.

—¿Se parece a tu mamá? —inicié a reír como si fuera gracioso y Matt me golpeó el brazo.

—¿Qué ocurre contigo?, ¿quién te enseñó esas cosas?.

—Tú —le di un leve codazo y Matt sonrió de nuevo. Subí las cejas— . Entonces, dime qué pokemón es...

—Me recordaba a ti —ambos nos miramos con intenciones de reír, pero la conexión psíquica decía "No se rían, son maduros"...no importa, de todas formas nos reímos un poco— . Da vergüenza que lo sepas, pero quería ver tu expresión...te tomas todo muy bien, ¿cómo está tu nivel de vitaminas?.

—No es un desorden biológico, gracias —dije en acento inglés y luego volví a mi voz normal— . Te estás abriendo a mí, confías en mí, no debería juzgarte o reírme de lo que piensas...

—Es patético, ¿no?.

—No, casi todas tus novias no se llevaban bien conmigo, Nia...tiene algo interesante —me incomodaba decirlo, estaba prácticamente pateando un poco de arena para distraerme— . Quiero que seas feliz...genial, ya puedo respirar tranquila.

—Di lo que realmente quieres decir —Matt me retó con la mirada, yo me encogí de hombros y rodé los ojos.

—También soy patética —miré a otro lado, prácticamente lo había dicho entre dientes.

—¿Jack White te recuerda a mí? —Matt dijo en tono sarcástico.

—No, o sí, o no...espera —la voz me sonaba chillona, era horrible. Matt me estaba mirando, me hacía sentir aún más nerviosa...¿qué se supone que debería hacer?— . No me juzgues, o te cortaré la cabeza...

—Lindo.

—Gregg —dije haciendo énfasis— , no me recuerda a ti. Mi manera de superarte, es encontrando a alguien a quien no te parezcas...

—¿No soy un hipster que en sus tiempos libres dibuja y se hace el rudo, además de ser un idiota que cree que causándote remordimiento acerca de tu cercanía a mí puede hacer que salgas con él? —voltee a mirarlo muy despacio, Matt se encogió de hombros— . Aterrador.

—No entiendo cómo le das al punto exacto —entrecerré los ojos y luego dije lo que se me vino a la mente— . ¿No crees en la vida anterior?.

—Ya lo habíamos discutido —Matt inclinó su costado para poder susurrar— , te dije que sí.

—¿Cuál es tu teoría?, ¿quién eras? —lo codee para que dejara de mirarme raro. Estaba segura de que hablar así no era malo, hasta incluso había relajado la tensión.

—Quizá algún activista de los sesenta, un modelo de los noventa con complejo narcisista o un doctor con complejo de dios —Matt se encogió de hombros y me miró sobre su hombro— . Quizá sea todos, me vienen flashbacks a la mente de vez en cuando...

—¿En serio?, ¿cuándo? —me crucé de brazos y ladee la boca, reí.

—Normalmente cuando estaba contigo —se detuvo y luego se quedó mirándome; si algo me hace débil es que me contemplen o que me halaguen de una forma que no fuera "Eres hermosa", "ardiente" o que me hagan cumplidos por mis ojos...parecía que fuera adicta a los poetas, era casi una groupie para eso.

—Son alucinaciones, debería hacerte una consulta —bromee, pero él seguía mirándome. Extendió el brazo y me quitó el gorro, pero aún seguía mirándome, era extraño.

—¿Quién eras tú? —Matt dijo en voz normal, ni siquiera entendía porqué me había quitado el gorro...quizá porque me hacía parecer como un oso de felpa, como Paddington.

—No lo sé, una artista incomprendida que quería pintar, pero sus padres no la dejaban, luego cumplió dieciocho y se fue a vivir con su mejor amigo a la gran ciudad, entonces tuvo que trabajar en un café mientras seguía pintando, esperando que algún día ganara una exposición y el mundo la viera —alcé los ojos y pensé un momento, luego miré a Matt— . Es una buena historia. Iba a decir que era una hippie, o alguna persona en Nuevo México en busca de aliens.

—Eres linda —Matt me tocó el cabello y luego sonrió como si nada. Cuando lo decía no era como si fuera otro cumplido más, si lo decía es porque realmente lo pensaba— . Como sospechaba, te cortaste las puntas.

—Eh, sí —creo que fue ahí cuando empecé a ruborizarme, Matt seguía tocándome el cabello...ya estaba respirando un poco más rápido, me ponía nerviosa. Quité su mano y traté de sonreír como si fuera a bromear acerca de ello— . Tratemos de hablar acerca de algo diferente.

—¿Por qué no hablamos acerca de lo nerviosa que te pongo? —Matt se acercó un poco más y yo solté una risita— . Querida, eres adorable. ¿Tomamos algo de té?.

—Tal vez mañana, a las doce en el café del campus —me encogí de hombros e hice un ruido raro seguido de muchas muecas sin sentido— . ¿Qué harás en vacaciones de primavera?.

—No lo sé, ir a California...supongo —Matt metió las manos en los bolsillos de sus jeans y echó la cabeza hacia atrás...se veía extremadamente atractivo, pero me contuve como un abstemio frente una copa de vino, temblando como chihuahua y pensando en mantras.

—Deberíamos volver ya —cerré los ojos por un momento mientras subía mis hombros, era casi como una tortuga. Abrí los ojos y vi que Matt estaba a punto de reír— . No es gracioso...quizá me pones así porque eres escorpio con marte en leo.

—Ajá, si eso fuera verdad —Matt acercó su cara a la mía mientras aún sonreía— , aún querría estar contigo, y esa idea te asusta, ¿no?. Te asusta que aún haya algo entre nosotros, pero no puedes evitarlo...

—Si piensas eso, tal vez debería mostrarte lo que he pintado recientemente —sonreí cínicamente. Con mi dedo índice lo empujé con suavidad para que se alejara— . Va a gustarte, es algo dramático sobre mi percepción del romance.

—Estaré allí con gusto —Matt se acercó luego me dio un beso en la mejilla; básicamente sentí que iba en algún momento a colapsar, me lanzaría a él y me comportaría irracionalmente...pero no, soy bastante racional, y sé controlarme bien.

—Vas a tener pesadillas, bro —guiñé el ojo como si nada. Matt extendió hacia mí mi gorro, yo se lo quité de repente, inmediatamente me lo puse, pero mi cabello se desacomodó y terminó enredándose en un botón de la manga del impermeable.

—Hola, chicos —Nia se acercó sonriendo, fue hacia Matt y lo agarró de la mano— . ¿Te lo puedo robar?.

—Seguro —dije mientras fingía posar porque mi cabello seguía atorado. Sonreí para que no sospecharan.

Ambos siguieron caminando, yo trataba de no perder la paciencia y arrancarme el cabello. Sentí a alguien detrás de mí, me ayudó a desenredar mi maraña del botón sin ningún efecto secundario.

—Gracias —sonreí y rodee con el brazo a Joan.

—¿Y? —Joan alzó las cejas— , ¿te dijo algo?.

—No te preocupes, todo está bien —extendí los brazos al aire. Debía verme muy pequeña con ese impermeable amarillo, pero igualmente sabía cómo usarlo.

—¡Ya encontré el problema!, ¡enciende la música! —oí a alguien a la distancia gritando. Joan y yo nos miramos.

Se oyó un horrible chillido cuando la conexión funcionó, incluso hubo alguien que se tiró al suelo con las manos en la cabeza. Ambas nos reímos, pero me dio un dolor de cabeza (karma) no mucho después.

—Voy a dejar eso y concentrarme en algo importante...—le sonreí a Joan. Suspiré y di esa mirada que habla por sí misma— como el hecho de que Twentieth Avenue va a reunirse, después de la universidad seré transferida a Nueva York y mis pinturas se venden bien, lo que es bueno porque necesitaba dinero, me consignan en cuatro días.

—Bien, vamos despacio —Joan extendió un dedo y me dio esa mirada de "Cálmate y explica"— . ¿Tu banda va a reencontrarse?.

—Sólo es un momento, no es como el reencuentro de Pink Floyd o algo —me encogí de hombros. De hecho, todo fue por sugerencia de Eric, que al poco tiempo me contactó para que todos nos reuniéramos— . Sólo será esa charla de: "Hey, ¿qué hiciste con tu vida?".

—¿Cómo y por qué te enviarán a Nueva York? —Joan se cruzó de brazos— . ¿Desde cuándo lo sabes?.

—Hablé con Tarantino en noviembre del año pasado, me dijo que si me sentía inútil era obvio porque mis sueños no se estaban realizando y me quedaba atada al único lugar que conozco...Habló con su jefe, desde entonces están comenzando a reubicarme a Nueva York, todo dependía de mi decisión...quiero quedarme un poco más, me iré el año siguiente —miré a Joan, tenía los ojos vidriosos y apretaba la boca— . Haré mis especializaciones en la Universidad de Nueva York y quizá me mude un momento con Shia.

—Voy a extrañarte demasiado —Joan me abrazó con demasiada fuerza, casi no podía respirar— . Lo lograste, vas a vivir en Nueva York.

—Aún no lo hago...

—¡Qué rápido creces!, y ni siquiera tienes veintiuno —Joan estaba sollozando un poco— . ¿Vas a dominar el mundo?.

—Tal vez deberías ir conmigo, ambas saldremos el año siguiente —me encogí de hombros y Joan se separó de mí, de verdad estaba llorando, se secó las lágrimas, luego sonrió.

—Genial, podríamos quedarnos con mis primas —aún seguía secándose las lágrimas, de hecho, no se notaba, ni siquiera tenía los ojos rojos, sólo lágrimas— , trabajan en Cosmopolitan...tienen veintisiete.

—¿Elle y Vera?.

—Sí, son ellas —Joan me tomó de los hombros y me sacudió mientras aún seguía sonriéndome. Sería interesante ser compañeras de piso en Nueva York— . Tenemos tiempo para planearlo todo y...¡estoy emocionada!.

—Tendré que tomar otros dos empleos...pero, bien —dije con tono cansino de broma. Joan tomó mis manos y comenzó a dar saltos de alegría, se lanzó a abrazarme...yo me quedé quieta como si fuera un maniquí.






Julio 2015

Matt: ¿En dónde estás?.
Alex: No creo que pueda ir.
Matt: No puedes retractarte, me lo prometiste.
Alex: Pues, retiro mi palabra. Me voy a casa.

Comencé a caminar a la recepción con tal de no ir a ese evento. Le di un vistazo rápido, era demasiado sofisticado, habían chicas hermosas, todo en todo lugar era elegante. Era verdad que le había prometido a Matt ir, pero quería decirle a sus padres que estábamos saliendo...eso me dio aún más pánico, ellos habían venido desde Nueva York para más que ese evento...por mí.

—¡Alexandria! —Matt dijo en voz alta detrás de mí desde una distancia larga. Yo seguí caminando.

Escuché pisadas fuertes detrás de mí, hasta que Matt se plantó frente a mí. Subí la cabeza y vi que ni siquiera estaba enojado, parecía más preocupado.

—¿Qué ocurre? —Matt se inclinó un poco para oírme, pero yo sólo me encogí de hombros y le sonreí— Vamos, Alex, dime.

—Tengo pánico —cerré los ojos. No encajaba ahí, en ese momento quería comer una pizza repleta de queso e irme a casa para ver Orange is The New Black. Matt sonrió y me dio un beso en la frente.

—Vas a agradarles —Matt sonrió acercándose más— . Eres bastante encantadora. Si no quieres ir, lo entenderé y te llevaré a casa.

—Vamos por ellos —dije decidida mientras lo halaba del brazo para que me siguiera— . Soy una mujer decidida que no acepta un "No" por respuesta, soy fuerte y nada me va a hacer cambiar de parecer.

—Eso es —Matt dio un paso largo y en la entrada me rodeó la cintura. Me sentía con tanta adrenalina, que no me importaba nada.

—Es un gran paso para mí y un gran salto al siguiente nivel —dije casi susurrando cuando vi a la madre de Matt.

—¿Cuál es el siguiente nivel? —Matt dijo en tono divertido, yo le abofetee la mano que estaba en mi cintura mientras sonreía inconscientemente.

—No lo sé, ¿tenemos a un Tamagotchi? —le sonreí mientras lo miraba a los ojos, Matt sonrió un poco.

—Lo que más me gusta de nuestra relación es que somos unos pervertidos pero también tenemos nuestro lado lindo —deslizó su mano por mi brazo y agarró mi mano. Caminó con confianza hacia sus padres.

Yo me quedé viéndolo mientras hablaba, ni siquiera escuchaba lo que decía. Le estaba sonriendo, pero no es que fuera una niñita patética que no puede vivir sin su novio, lo contrario, ambos éramos bastante claros con mantener independencia y eso era bastante bueno para ambos...pero no iba a ser como un monitor con rostro decodificando emociones en código binario.

—Ella es mi novia, Alexandria Hewitt —Matt se volvió a mirarme y yo miré a los padres de Matt, su padre me había tendido la mano.

—Has crecido, Alex —la madre de Matt me abrazó con fuerza, sentí que se me clavaron las cuentas del collar de perlas que tenía puesto— . Es tan lindo verlos juntos. Querido, esta es la chica de la que tanto te hablaba, no sabes cuánto la quiso Matt cuando eran unos chicos.

Ambos intercambiamos miradas y volvimos a mirarlos, era tan extraño.

—¿De dónde vienes? —el Señor Redford preguntó seriamente.

—Soy aquí, de Seattle —me removí cuando su mirada se intensificó— , de Abadeer.

—¿Vas a la universidad?.

—Sí señor, estoy estudiando medicina y psicología —estaba prácticamente tragando saliva, parecía un interrogatorio del FBI.

—¿Enfocadas en qué?.

—Endocrinología y psicopatología —después de mi respuesta hubo un silencio. De repente, él comenzó a sonreír.

—Es una chica impresionante —palmeó en el hombro a Matt— , tan ambiciosa como tú.

—Ni se imaginan lo bien que se llevan —Megan apareció y me abrazó inmediatamente— . El Señor Gruñón se volvió más tolerable.

—Megan...—dije entre risitas. Megan me agarró de la muñeca.

—Ven conmigo un momento —Megan me haló para que fuera con ella, era obvio que los padres de Matt iba a dar un veredicto después de algo que duró siquiera tres minutos.

—Sé lo que ocurre —dije cuando ya estábamos lejos. Megan sonrió.

—Van a amarte —Megan me sacudió y yo apenas rodé los ojos— . Matt es tan selectivo que es obvio que sí quiso hacer esto de forma voluntaria, es que te ama demasiado.

—Ajá —me crucé de brazos. No todo tenía que parecerse a Orgullo y Prejuicio (algo sobrevalorado, en mi opinión)— . Debería celebrar porque me ha elegido entre todas sus candidatas. Bien por mí. Hurra —hablé con sarcasmo, luego entrecerré los ojos— . No creo que se trate de eso, simplemente quiso hacerlo.

—¿No crees que es tierno? —Megan se cruzó de brazos y yo fingí bostezar.

—Estamos en el siglo veintiuno —saqué mi teléfono del bolso de mano, restándole importancia. La mano de Megan hizo que le pusiera atención.

—¿Vas a jugar con el corazón de mi hermano? —Megan dijo en tono irritado y yo reí un poco.

—No —sonreí mientras me inclinaba para quedar más cerca a ella— . Si lo quisiera, lo habría destruido. Sólo digo que es algo retrógrada pensar que todo gira alrededor del compromiso y que debería sentirme afortunada por estar con él. Muchas de esas chicas lo quisieron de verdad, pero él no les correspondió, ¿por qué nadie dijo "Matt, tienes suerte de estar con Zoe" o "Matt, tienes suerte de estar con Valery"?. Te lo diré, porque sólo cuando un chico actúa así, creen que es lindo. Que él se haya guardado por la tal "indicada", mientras que las demás son sólo unas cualquiera. Me da igual si me presenta a sus padres o no. Me da asco que digan que es por cuestiones de suerte.

Megan se quedó boquiabierta, yo volví a mi teléfono.

—Sólo digo —me encogí de hombros— . Amo a tu hermano, pero odio con fervor el sexismo.

—Demonios, mujer —Megan sonrió— . Debes prenderle fuego a los debates.

—Lo siento, lo llevaba dentro por tanto tiempo —sacudí mi cabeza mientras miraba un Vine de un chico haciendo una parodia de Titanic.

—No te culpo por tener razón —Megan chasqueó los dedos— . Voy a presentarte a Lily Atwood, es la líder de un grupo feminista.

—Genial —dejé mi teléfono de nuevo en el bolso y presté atención a Matt, estaba completamente serio, hablando con su padre.

—Ya podemos volver —Megan dijo luego de que Matt nos diera una mirada. Miré a mi alrededor, en verdad parecía una versión moderna de Orgullo y Prejuicio.

Le hice una seña a Matt para que me viera fuera. Salí de ahí, podía ser tan narcisista, y tan confiada como quisiera, pero si no me sentía cómoda, me iba inmediatamente. Matt me siguió fuera y yo me senté en las escaleras, aunque sabía que el polvo arruinaría mi vestido.

—¿Y? —dije sin casi ánimo. Matt se sentó a mi lado y me rodeó con el brazo sobre los hombros.

—¿Crees que su opinión importa? —Matt inquirió y yo me encogí de hombros; le di una mirada rápida, en verdad estaba preocupado.

—Creo que sí a ti te importa, debería separarme de ti —dije con total normalidad— . No quiero estar con alguien que tomé la decisión de alguien más como suya...aunque puede ser justificado porque a veces soy bastante cretina.

—Eres dulce —se acercó a mí oído y comenzó a jugar con mi cabello— . Y me gusta tu lado cretino.

—¿Y si dejara de serlo algún día? —me voltee a mirarlo, mi nariz estaba cerca de tocar la suya— . ¿Si algún día decidiera teñirme el cabello de rojo y dejar todo para dedicarme a algo excéntrico como escribir haikus o seguir el sueño de hacer música?.

—Voy a estar ahí...

—¿Lo dices porque debes o porque realmente lo pensaste? No es algo que se diga a la ligera para parecer lindo, necesito que lo consideres seriamente, quiero que seas incondicional —me alejé de su cara para dejarlo pensar claro.

—Estoy tan enamorado de ti que no me importa qué ocurra, estaré ahí —tomó mi mano y la besó— . Eres importante, tus sueños son tan válidos como lo son los míos. Y si quisieras ser antropóloga, escalar el Everest o irte a la India a encontrarte a ti misma, voy a estar contigo, apoyándote, porque me importas, demasiado, quiero que seas feliz y te sientas bien contigo misma. Te amo.

Me quedé helada, sentía deseos de aplaudirle o siquiera sonreír y decir "También te amo", pero en vez de eso, estaba paralizada. Quizá me impresioné tanto que no podía asimilarlo; normalmente cuando presionaba a alguien para saber cuánto me querían, sólo se asustaban o dudaban, luego se iban.

—¿Estás bien?, ¿por qué no te mueves? —Matt me agarró de la cara y me miró los ojos, ya sabía todo sobre mí, como por ejemplo mis bajas de azúcar— . Alex, di algo, siquiera parpadea.

—Lo siento —sacudí la cabeza. Sonreí un poco y abracé a Matt— . Te estoy llevando al límite, voy a enloquecerte, te estoy asfixiando...

—No es para tanto —Matt acarició mi espalda y me abrazó más fuerte— . Comprometer no es asfixiar, todo está bien.

—Bien, pero...¿qué dijo tu padre? —me separé de él, abracé en cambio a mis rodillas. No es que me importara, pero...quería saber con quién estoy jugando— No es que me importe, pero quiero saber.

—Sólo habló del trabajo —dijo mientras alzaba una ceja— . Mi madre en cambio no paraba de preguntar por ti. Sobretodo no paraba de preguntar de cómo iban las cosas...de cómo nos conocimos, de tus padres y del hecho de que ya no soy tan cretino...

—Ah, vamos, eres adorable —le sonreí un poco y Matt también lo hizo.

—Tanto pánico para esto...fue algo decepcionante, pensaba que iban a decir que soy un idiota o que soy algo mayor que tú —Matt ladeó la cabeza para mirar a la calle— . Mi padre siempre intentaba presionarme cuando era adolescente, por eso me quedé aquí.

—Ambos somos tan...el reflejo del otro —dije extendiendo mi mano hacia el frente y la miraba como si hubiera comido un brownie de marihuana— , pero tan diferentes. Debería dejar de hablar así, parezco una hippie que vive en el bosque.

—Amo a esa hippie que vive en el bosque, así que respétala —Matt dijo en tono normal aunque yo reí un poco.

—Es tan impresionante que confíes en mí, ¿por qué lo haces? Es decir, apenas si te hablé en la escuela y ya me decías lo que te ocurría —sonreí un poco y me incliné hacia él para poder oírlo.

—Irradias confianza o algo, no puedo explicarlo —Matt se quedó mirándome fijamente— . De eso hablo, como si te comunicaras conmigo sin siquiera hablarme.

—Esto es tan genial como aterrador —entrecerré los ojos y pensé la mejor broma para el momento— . ¿Recuerdas dónde estuviste antes de la fiesta? En los sueños no hay secuencia o una explicación de cómo llegaste a dicho lugar.

—¿Leonardo Dicaprio? —Matt alzó una ceja y yo miré al suelo como si hablara en cameo.

—Es tan buen actor —dije casi susurrando aunque sabía que Matt me escuchaba. Le sonreí.

—Estás llena de sorpresas —Matt sonrió un poco, luego levantó la cabeza al cielo— , no me sorprende que quieras ir a Nueva York...yo también lo haré.

—Genial, seremos roommates —le choqué los cinco.

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