A Kaito Shion le gustaban sus mañanas aunque trabajara desde que sale de la habitación, para el la mañana era perfecta, porque le gustaba despertar y oler el aroma del cabello de su novia Meiko.
Escucho vagamente el sonido de la alarma, no se molesto en apagarla porque el cuerpo cálido de Meiko se removió entre las sabanas y apago aquel molesto aparato, sintió que se empezaba a levantar y la abrazo por la cintura atrayendo la hacia el.
-No...Mei-Susurro en tono adormilado el peliazul, ganando una risita de contestación.-Buenos días.
- Buenos días.-Dijo Meiko zafándose de los brazos del chico, este hizo un puchero y se empezó a levantar queriendo darle un beso a su chica.-Lavate los dientes.
Como pudo siguió a Meiko hasta el baño y de forma mecánica agarro su cepillo, la pasta y se empezó a lavar aun con los ojos cerrados debido al cansancio, Meiko negó con la cabeza imitando las acciones anteriores del peliazul, solo que mas despierta que dormida.
Kaito estaba cabeceando y se había manchado con un poco de pasta la comisura de su labio, la castaña suspiro y le jalo su mejilla con una mirada de desaprobación.
-Duelee.- Se quejó Kaito con voz rasposa.
-No te duermas.
Se lavaron los dientes, Kaito al salir del baño abrazo a Meiko por la cintura y la beso, era tierno, como todo en el.
-Vamos preciosa.- Dijo el peliazul con ternura al ver las sonrojadas mejillas de su castaña.
El ver aquel sonrojo en las mañanas le enamoraba mas de lo que ya estaba, sabia que Meiko aunque tenga un carácter fuerte solo el la podía calmar.
-¡Miku ven aquí!-Se sobresaltaron al escuchar el grito furioso de Gakupo.
-¡Luka es mía puto!
La puerta fue abierta inesperadamente por la pelirrosa que estaba sonrojada.
-Ayuda.-Pidió casi de rodillas.
Ambos mayores rieron, Gakupo y Miku han intentado "conquistar" a Luka pero al parecer las chica de ojos azules ya esta que lame por donde pase Miku, aunque la berenjena no lo entienda.
- Algún día se van a matar y tu seras la culpable, Megurine.- Habló Meiko con voz seria.
-¿Que sucedió?- Preguntó el peliazul tranquilo.
-Solo paso que Miku me dijo "Buenos días" y me dio un beso en la mejilla.-Dijo con molestia la pelirrosa.- Y el samurái de sexo dudoso no.
Al escuchar un ruido fuerte proveniente de la sala Luka no dudo en ir corriendo a ver, aparte de que escucho un sospechoso susurro de "Ese es su libro"
Kaito y Meiko se miraron y sonrieron, sabían que al final del día volverían a tener sus adorables tiempos a solas por ahora solo serian niñeros, unos enamorados y felices niñeros a los que les gusta despertar sintiendo el calor del otro.
-¡Con el látigo no!
Suspiraron y bajaron a poner orden tomados de la mano dándose fuerza para este día.
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Hola!
Bueh la verdad esto salio de mi corazoncito, y de que hoy cuide a mis primos :'v
Esperó que les guste c:
Recuerden presionar la estrellita de abajo a la izquierda si les gusto :D
Nos vemos~
Eliza~