Luna

By ThePlusGirl

304K 22.5K 2.7K

Luna es una mujer gorda, de eso ella está consciente. Sin embargo, goza de una alta estima de sí misma. Ni lo... More

Antes de leer
LUNA
Capítulo I: Hermosa Luna
Capítulo II: El Chico del Desfile
Capítulo III: Imperfectamente Perfecto
Capítulo IV: Encuentros, Corazones Vacíos y Almas Solitarias
Capítulo V: Bistec Quemado
Capítulo VI: Pasitos de Esperanza
Capítulo VII: Inseguridades & Complejos
Capítulo VIII: Ladrón de Corazones
Capítulo IX: Una decepción y Un Corazón en Añicos
Capítulo X: Prohibida la Entrada de Perros
Capítulo XI: Viaje a la Luna
Capítulo XII: Regaño Gerencial
Capítulo XIII: La Nota Final
Capítulo XIV: Piel Extra
Capítulo XV: El Astronauta
Capítulo XVII: Algo Más
Capítulo XVIII: Un Dios Alabando a una Simple Mortal
Capítulo XIX: El Ecuador de la Vida
Capítulo XX: Bella en Cualquier Talla
Capítulo XXI: La Chica Gorda
Capítulo XXII: Enamorado
Capítulo XXIII: Rematando a la Difunta
Capítulo XXIV: Sueños Realizados y Espacios Vacíos
Capítulo XXV: Dos Rayas Rosadas
Capítulo XXVI: Un Mal Presentimiento
Capítulo XXVII: La Luna y el Sol
Capítulo XXVIII: A la Princesa que Nunca Tuve en Mis Brazos
Capítulo XXIX: Compañera de Viaje
Capitulo XXX: Hasta que Todo Se Vuelva Negro para Siempre (Boda Part. 1)
Capítulo Final: Enamorado de la Luna
Epílogo
Agradecimientos
Carta a mi Amiga Gorda
Booktrailer Oficial

Capítulo XVI: Melodía que Suena a un Nuevo Amor

7.5K 530 24
By ThePlusGirl

Estos días han sido de emociones confusas. Felipe y yo actuamos como si fuéramos algo más que dos adultos teniendo una aventura libre, sin ataduras y meramente sexual. En esta última parte, lo hacemos bien, pues sí es un requisito de las relaciones abiertas que cumplimos a la perfección. Por lo demás, les puedo jurar que he tenido más intimidad y atenciones con Felipe que con mi ex. Y eso deja mucho que decir.

Felipe es alguien divertido, atento, cariñoso, tierno... Es... Es... Demasiado bueno para ser real. Sé que si seguimos este ritmo, uno de los dos se va a enamorar, y me temo que esa seré yo. Lo sé porque él ha mencionado en varias ocasiones, explicita e implícita, directa e indirectamente, que no desea ninguna relación seria y que es alguien que no es capaz de enamorarse. Cuando dice cosas como esas, mi corazón se comprime un tanto... No es por el hecho de que él no sea capaz de enamorarse, sino porque yo soy incapaz de enamorar a alguien... Él me dice que no busca nada sentimental, y duele que a pesar de yo ser con él lo que nunca fui con nadie más, me diga esas cosas. Es como si dijera: "puede que seas linda, que pasemos momentos increíbles y que me muestres lo valiosa que eres, pero jamás me enamoraría de ti..." ¿Entienden? No soy capaz de enamorar a alguien por lo que soy y eso me deprime un poco. Estoy empezando a creer en eso de que a los hombres les gustan "malas malvadas".

Nunca alguien ha hecho cosas románticas por mí... Nadie nunca me ha visto como algo más que un objeto sexual... Nadie me ha escrito una carta de amor... Nadie se ha tomado la tarea de enamorarme con detalles. En parte es mi culpa, pero aún así no deja se doler.

Estos días han sido muy activos, sexualmente hablando, y también divertidos. La presencia de Felipe en mi rutina es algo sumamente agradable... Se queda a dormir en las noches luego de hacerlo como dementes... Jugamos juegos de mesa, vemos películas... También le enseño a cocinar platos que son desconocidos para él...

Definitivamente han sido días agradables dentro de la burbuja que hemos creado alrededor de nuestro mundo.

Ayer me dijo que me tenía una sorpresa y no puedo negar que estoy emocionada como una nena chiquita. ¡No puedo esperar!

Miro el reloj y son las cuatro de la tarde. Felipe me dijo que más o menos a esta hora pasará para decirme qué es lo que me tiene.

Escucho el sonido de la puerta y voy corriendo; debe ser Felipe.

Mi sonrisa se esfuma cuando en vez de unos ojos marrones cautivadores y tiernos, me saludan unos verdes brujos e intimidadores. Su figura siempre es una que impone y que irradia peligro y adrenalina. Luis es un hombre lindo, pero no es su belleza la que hipnotiza, sino su apariencia masculina, peligrosa y rebelde. Sus tatuajes influyen mucho en eso. Eso fue lo que más me encantó de él cuando lo conocí; todo él es un lienzo y una obra de arte. Es ahí donde radica su sensualidad.

Mis sentidos de alerta se despiertan cuando lo veo inspeccionar mi cuerpo con la mirada mientras se relame los labios.

—¿Qué haces aquí?— Pregunto disimulando el pánico que me produce su presencia.

—¿No habíamos quedado en que visitaría a Dalton de vez en cuando?— Responde divertido.

Me enoja que utilice a mi bebé para acercarse a mí. No soy estúpida, él no es capaz de amar a alguien... Al menos no de una manera sana. Su definición de amor es posesión, sumisión y obsesión. Así fue  como me amó...

A pesar de saber ese hecho, no quiero llevarle la contraria. Sé que es capaz de hacerle daño al perrito con tal de hacerme sufrir. Él es así; si no consigue algo, se molesta y pierde la cabeza. Solo piensa en cómo hará sufrir a quién no sea capaz de sucumbir a sus demandas.

—Ah... Sí. Traigo a Dalton ahora.

—¿No me dejarás pasar?

—Preferiría que esperaras aquí...

—¿Tienes miedo a lo que podría pasar? ¿O tu novio se enojará?

—Ni una ni otra, Luis. No quiero que entres, punto.

—De acuerdo— dice sin borrar de su boca esa estúpida sonrisa burlona.

Busco a Dalton, quien duerme en su camita dentro de mi cuarto. La operación lo tiene un poco cansado, aparte de que tengo que tenerlo amarrado, pues no puede hacer movimientos bruscos; aún tiene los puntos y corre el riesgo de que se abran.

Lo tomo en mis brazos con sumo cuidado y lo llevo hasta Luis.

Él se emociona un poco al verlo... Pero no me sorprende, los perros no tienen malicia y crean ese sentido de fidelidad aunque los dueños sean unos malvados con ellos. ¿Cómo va a saber Dalton que este tipo lo utilizó para castigarme por no haber aceptado ser su esposa?

—Tómalo con cuidado, tuvo una operación recientemente.

—¿De qué? ¿Por qué no me avisaste?

—Porque no lo vi necesario... Ya se resolvió todo. Tenía una piedra.

—¡Claro que es necesario! Sabes cuánto quiero a Dalton.

Odio su hipocresía... Odio que finja interés por Dalton cuando a él nunca le importó nada, salvo él mismo... Nunca le importó mis sentimientos, mi amor ni siquiera nuestra relación, y ahora pretende importarle un perrito.

—Ya, ya... Para la próxima te aviso... Pero deja de fingir interés.

Él me mira confundido, lo que provoca que lo mire igual.

—Has cambiado, Luna... Estás más hermosa, pero más que eso, ahora eres segura... Y tus ojos... ¿Te enamoró el nene de papá? ¿Estás enamorado de aquél?

—Él no es ningún nene de papá, en primer lugar. En segundo lugar, eso a ti no te importa...

—Sí que lo estás... Te has puesto nerviosa y el rojo en tus mejillas te delata.

Es cierto, la sola idea de pensar que estoy enamorada de alguien que no quiere nada sentimental con nadie me pone nerviosa... También el hecho de que alguien sea capaz de deducir eso con solo mirarme. ¿Y si Felipe lo nota? De seguro huirá de mí... Yo no quiero que lo haga... Me he acostumbrado a él. Sé que si nota que estoy sintiendo algo por él, se irá... Se irá porque esto no es lo que él busca.

Miro nerviosa a Luis; él me mira serio. No le agrada que ya lo haya superado, lo sé.

Escucho el sonido del elevador abrirse, y sé que la intensidad del rojo en mis mejillas ha aumentado. Felipe me mira a distancia y nada de contento que se ve.

Luis desvía la mirada hacia donde la mía se ha perdido, y ríe con diversión cuando lo ve. ¡Maldito!

—Anda, hombre, no sea tímido... Salude a su chica y a su ex. Mucho gusto, soy el exprometido de Luna—.

Siento morir cuando Luis dice semejante blasfemia. Jamás fui su prometida... Felipe se acerca y un ligero temblor recorre mi sistema. 

—Luis vino a ver a Dalton...— digo como si necesitara explicarle a Felipe urgentemente.

—No me interesa— me dice frío. Me siento mal al instante...—. Te espero adentro mientras terminas la charla con el caballero aquí presente— concluye tensando la mandíbula.

Luis hace un sonido con la lengua y me hiervo automáticamente. ¡Será!...

Felipe se adentra y me dedico a asesinar a Luis con la mirada.

—¿Exprometido? ¿En serio?

—Ah cierto, olvidé que tu amor por mí era una vil mentira y por eso no quisiste ser mi prometida...

—¡No has cambiado un carajo! Sabes bien lo que pasó... Que tu mente hueca ni tu corazón egoísta no lo haya entendido, son otros veinte...

—Quieta, leona... Está bien, no lo mencionaré más.

—Más te vale porque entonces si te olvidas de Dalton y por supuesto de mí... Me aseguraré de largarme tan lejos que no volverás a verme... ¿Entendido?

—Siempre te encontraré...

—Dame al perro y lárgate de una buena vez— le digo quitándole al perro de los brazos.

Él no dice nada, solo ríe con malicia...

—Realmente eres caliente cuando te enojas...

Viro los ojos en blanco.

—Basta... Vete.

Antes de irse posa sus labios en mis mejillas...

—Nunca me olvides— susurra a mi oído.

—No podría, ni aunque quisiera— él empieza a reír victorioso—, pero no por las razones que crees... Te recordaré siempre como el tipo de hombre con el que jamás volvería a involucrarme.

Su sonrisa se esfuma, pero no me importa... Sin decir más, abro la puerta   del apartamento y me meto, dejando atrás a Luis y al pasado.

Llevo a Dalton a su camita y busco a Felipe, quien se nota un poco exasperado en la isla de la cocina.

Luego de una breve e insignificante discusión por culpa de mi ex, y de explicarle mi temor acerca de este, él me dice de qué va la tan esperada sorpresa...

Corro a prisa hasta mi cuarto para empacar ropa. ¡Nos vamos del área Metro! Saldremos de la rutina...

Mi sonrisa decae cuando veo a Dalton. ¿Quién cuidará de él? Ni Lola ni tía Carmen están.

No quiero dejar plantado a Felipe...

Suspiro. Ni modo, tendré que llamar a mi madre y decirle que busque a Dalton aquí.

Desde que me mudé, solo he hablado con ella unas cinco veces. Es que mi madre suele ser un poco asfixiante. Es alguien que drena todo tu ser con sus constantes quejas de la vida... Siempre está odiando a la humanidad... Ni hablar de su costumbre de hacer comentarios negativos sobre mi peso. Lo peor es cuando me compara con mi hermana de diecisiete años. Ella es una versión de mí, pero con menos grasa. Muchísima menos. Hace mucho que dejé de creerme lo que mamá me decía; eso de que nadie se me iba a pegar, que no sabría complacer un hombre y demás.

Ustedes saben que eso no es verdad; yo también estoy consciente de ello.

Yo amo a mi madre a pesar de todo... Y la ayudo siempre, y ahora más que está desempleada. Entiendo porqué es así, sin embargo no lo tolero... Por eso no soy apegada a ella, pues con sus palabras y actitudes es capaz de hacer decaer mis ánimos en un segundo.

La llamo e increíblemente está de buen humor. Hasta accedió a pasar por Dalton sin siquiera poner objeciones ni quejarse. Creo sospechar a qué se debe.

Yo: Hay un nuevo hombre, ¿verdad?

Lil sis: Ujum... ¿Cómo supiste?

Yo: está de buen humor... xD

Lil sis: ay sí, vamos a ver cuánto dura sin sacar a la bestia... En cuánto la libere, ese hombre se irá... Como los demás... Any way, cómo estás? Ya no te acuerdas de mí. :(

Yo: He estado ocupada, pero no te preocupes... Nos ponemos al día el lunes... Bajaré para allá y así hablamos con calma.

Lil sis: ah sí... Mami me dijo que pasarás por Dalton... Pues dale... Nos vemos el lunes. :-*

Dejo mi celular a un lado y continúo en empacando.

—No lleves mucha ropa, que a donde vamos,  no la necesitaremos... Seremos solos tú y yo, y ya sabes que me encanta tu desnudez, nena— escucho a Felipe decir a mis espaldas.

Se me acerca por atrás, me abraza y ruge en mi oído. Corrientes de electricidad pasan por todo mi enorme cuerpo. Este hombre me pone grave con su cercanía.

—¡Qué cosas dices!— Le digo alejándome de su cuerpo, para así calmar y alejar la fuerte sensación que me provocó al hablarme al oído.

—¿Por qué huyes, cobarde?— Dice divertido.

—Payaso... Me baño y nos vamos. ¿Si?

—¿Qué harás con Dalton?

—Mami lo viene a buscar horita... Dejaré las llaves con el portero...

—Ah...

Decido no esperarla porque no quiero que conozca a Felipe y empiece con sus comentarios hirientes y su actitud pesimista. Felipe no está apto para mi madre...

De camino al lugar la pasamos fantástico. Él siempre con sus chistes, y su forma de gozarse la vida... Me parece increíble como ha cambiado la percepción que tenía de él... Es todo lo contrario a lo que imaginé.

Lo miro dar los cambios al jeep que su amigo le prestó, y juro que me enciende verlo hacer eso. Este hombre es por demás guapo, y es extremadamente caliente... Todo lo que hace me excita, eso incluye verlo tirar los cambios del jeep.

Cuando llegamos al sitio, mi mandíbula cae el suelo. Frente a mí hay una cabaña, de esas que solo se ven en sueños... Hay flores por todos lados, árboles que la enmarcan... Es en madera rústica y eso la hace más perfecta todavía.

—Es perfecta y hermosa...— digo anonadada.

—Lo sé, es lo más perfecto y hermoso que he visto en mi vida...— lo escucho decir. 

Me volteo a mirarlo, pero para mi sorpresa su atención está puesta en mí y no en la cabaña. Por un momento pienso que lo ha dicho por mí, pero eso es imposible.

Le sonrío y él me devuelve una tímida sonrisa.

—¿Entramos?

Asiento emocionada y él agarra mi mano. Algo pasa en mi estómago cuando siento y veo nuestras manos entrelazadas. La sensación es demasiado fuerte como para poder moverme. Me quedo en el mismo lugar y él está más adelante. Al percatarse de que no me muevo voltea su rostro hacia mí y me mira confuso.

—¿Qué sucede?

—Ah, nada...— respondo saliendo del letargo.

No necesito evidencia de que el que diseñó el lugar fue Felipe. A pesar de ser todo en madera, tiene ese aire moderno y diferente, muy característico del arquitecto Villanueva.

Todo es tan delicado y perfecto... Cada detalle está muy bien colocado...

La cabaña en general tiene una sala sin televisor, una cocina, otra sala con muebles, a diferencia de la primera que solo tiene cojines blancos en el suelo... La escalera que conecta con las habitaciones de arriba es también en madera en forma de espiral. Cuando esta termina, llegas a un pasillo que conecta a tres habitaciones; un baño y dos cuartos para dormir. Uno de ellos es el principal, y vaya cuarto.

Tiene cama matrimonial y un baño muy peculiar. Debo decir que Felipe es muy original... La ducha, por así decirlo, es en centro del baño, el agua sale del techo una vez tiras de un cordón; flores decoran las esquinas; el inodoro y el lavamanos también son en madera... Simplemente espectacular.

—¿Qué crees? ¿Es un buen lugar para escuchar los latidos de nuestros corazones?— Me pregunta Felipe.

—Eso ni dudarlo...

—¿Por qué no empezamos a agitarlos para escucharlos desbocados?

—¿Cómo así?

—Justo así, nena.

A continuación devora mi boca y yo le correspondo gustosamente. Comenzamos a hacerlo como cavernícolas en la cama.

—¿Te he dicho ya que eres jodidamente sexy?

—Todo el tiempo....

—Pues te lo digo una vez más, eres súper sensual... Me pones bellaco en segundos.

Me ahogo en mi risa cuando lo escucho soltar eso. Cualquiera diría que es una cafrería*, pero viniendo de él es excitante por demás. Y más cuando va acompañado de su voz ronca de excitación.

—Tú también me pones así, Felipe.

—¿Así cómo, nena?— Me dice en el oído.

—Pues así...

—Dilo— me dice penetrándome hasta el fondo. Yo suelto un gemido excitado.

—Me pones bellaca, nene. Quiero sentirte todo el tiempo... Me pones caliente, Felipe.

—Mmmm, que rico suena mi nombre en tus labios...

En par de minutos llegamos al clímax.

Coloco mi cabeza en su pecho. Ambos estamos sudados y calientes, pero no es para nada desagradable.

—¿Los escuchas, Luna?

Sé a lo que se refiere...

—Sí... Y me gusta lo que escucho— le digo en un susurro cansado. El viaje hasta aquí y la acción de ahora, me han dejado agotada...

Me concentro en los latidos de nuestros corazones agitados... Me gusta el latir de estos... Es el sonido de dos corazones que empiezan a bailar a un mismo ritmo. Por un momento me permito fantasear con eso... Solo por este fin de semana imaginaré que soy correspondida... Que su corazón baila al compás del mío.

Los escucho relajarse de a poco. Me quedo dormida en sus brazos con la canción de mi corazón en mis oídos...

Esa melodía que suena a un nuevo amor.

***

Cafrería: vulgaridad

Continue Reading

You'll Also Like

304K 20.3K 22
|| Créditos a @LuciFer_3915 por la hermosa portada. GRACIAS! || Camila Randell es una mujer loba que todavía no se ha transformado, ella y su madre h...
986K 158K 151
4 volúmenes + 1 extra (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso justo...
3.2M 197K 59
Samara Lazuli, una licantropa con muchos secretos en su vida. Entra al instituto, después de haber estudiado toda su vida en casa, ella sabe quien le...