Alonzo
Llevo un buen rato platicando con las chicas, Hanna y Leticia, estamos recordando viejos tiempos, pero una parte de mí se encuentra muy inquieta, tiene rato que Dalia y Mariana se alejaron del grupo y empiezo a tener sospechas, por la cara que le vi a Mariana creo que el saber que esta mañana estuvo Leticia en el club la tomó por sorpresa, solo espero que no esté molesta, realmente yo no tengo la culpa de que ella llegara, y por lo de la apuesta, no sé qué tiene de malo, Leticia sólo trata de ser carismática con Mariana, amo ver a mi Mariana celosa pero también me preocupa que piense que entre Leticia y yo existe algo, bueno realmente lo existió pero no tiene porque perjudicar mi relación con Mariana ya que es parte de un pasado y Leticia y yo somos amigos, ella está feliz por verme salir con alguien formal, ya que siempre fui un cabron con las mujeres, no lo niego, Leticia fue parte importante en mi vida, me enamore de ella locamente pero ella terminó la relación, al inicio me costó mucho dejarla vivir su vida y sus aventuras, realmente la quería para mí, pero por algo pasan las cosas, no suelo ser alguien quien guarde resentimientos, así que después de un reencuentro cariñoso pudimos quedar como amigos, y espero que Mariana lo logre entender así, ella solo es una amiga para mí, nada más.
— porque tan callado hermanito, en qué piensas ?
— perdón, esque tiene rato que Mariana y Dalia se fueron y no regresan, eso me tiene algo intrigado.
— guapo tranquilo, deben de estar platicando cosas de temas tan aburridos y de ñoñas.
— oye, no te permito que hables así Leticia, estás hablando de mi hermana y mi novia, te pido respeto para ambas.
— oye tranquilo hermano, es un chiste, tampoco es para que te enojes, además tu chica es una ñoña a leguas se le ve, vamos no sabe nada de moda, y aunque hoy se vea sorprendente estoy segura que ella no eligió su ropa hoy.
— Hanna , basta deja de etiquetar a las personas.
— oye que te sucede, yo solo digo lo que es verdad, además es mejor que lo sepas de mí y lo escuches para que puedas enseñarle que más adelante nuestras amistades se burlen de ella en las fiestas familiares, que acaso te gustaría?
— Hanna tiene razón Alonzo, además se viene la fiesta de la fundación de nuestros padres y pues puede causar lastima o gracia que ella no esté a la altura.
— así es hermanito, la estuve observando hoy y no tiene ni idea de cómo tomar las copas o cubiertos, tiene malos modales y poses horrendas, yo que tú le enseñaba o pagaba un curso, digo te conozco y siempre te gusta impresionar a las personas.
— saben que, me arto este tema, mejor voy a buscarla.
— pues como quieras hermanito.
Camino por el pasillo que da al baño y no las encuentro, así que decido buscarlas en el jardín, mientras caminaba no podía dejar de pensar en lo que Hanna y Leticia me habías dicho, realmente nunca en ha importado la forma de ser de Mariana y lo sencilla e humilde que es pero tenían razón eses tipo de fiestas suelen ver armas mortales, la gente se critica entre sí y suelen ser competitivas, siempre he llevado a personas de mi clase, y no me gustaría ver que Mariana es etiquetada como fuera del círculo social, así que tengo pensado contratarle un maestro para que le enseñe cómo hablar y comportarse en sociedad, no quiero que la humillen.
Sigo caminado y logró escuchar risas venir del kiosco del jardín, así que apresuró mi paso, la platica con las chicas me dejo algo disgustado, así que no encontrar a Mariana me puso peor.
— se puede saber dónde has estado Mariana?
— hola amor, es que...
— es que nada !!! Me tenías preocupado, porque no me avisaste que vendrías aquí?
— hermano, tranquilo, yo la traje aquí, solo quería platicar con ella, no tienes porque hablarle de ese modo!!!
— Dalia no te metas, esto es entre Mariana y yo.
— disculpen — logro ver cómo Mariana se para del sillón y sale corriendo del jardín dirigiéndose dentro de la casa.
— que te pasa Alonzo ?
— diablos, creo que me pase!!
— si te súper pasaste, no sé porque le hablaste de esa manera, ella solo estaba platicando conmigo y se nos pasó el tiempo, no nos dimos cuenta, ahora ve y discúlpate, anda que esperas!!!! Muévete !!!
— ya voy !!!
Camino en dirección a la casa y encuentro a Mariana entrando de nuevo al tocador de la sala, trato de alcanzarla pero esta cierra con llave la puerta, así que toco.
— amor, discúlpame, no debí de hablarte así, es solo que me espante pensé que algo te había pasado, sal, por favor discúlpame, me perdonas ?
— déjame sola un momento, por favor.
La he cagado, se escucha que está llorando, soy un imbecil, si me he pasado.
— amor, perdón anda sal discúlpame, prometo que no volverá a pasar.
— de verdad Alonzo, quiero estar sola unos minutos, vete, por favor, en un momento te alcanzo.
No insisto más, y me retiro a la sala donde ya se encuentran todos los invitados, Dalia me ve con cara de enojo, y yo estoy que me lleva, soy un completo idiota, no sé porque descargue mi enojo con Mariana, espero que ya que este más tranquila podamos hablar bien, la fiesta sigue y las personas están fascinadas con la organización de la fiesta, realmente mi madre es experta en estos eventos, mientras platicaba con amigos de mi padre veo a mi Mariana entrar a la sala y no se ve con el mismo brilló con el cual vino, veo como mi madre se acerca a ella para presentarle algunas amigas y ella logra apenas sonreír, le dice algo a mi madre al oído y ella logra entenderlo así que me busca y me hace señas para que me acerqué a ellas, me disculpo con los señores y me encaminó hacia ella.
Ni siquiera me logra dar la cara, la agacha y mi madre me dice que no se siente bien Mariana, que lo mejor sería que la lleve a descansar, mi madre le ofrece una recámara pero realmente yo me niego y le digo que lo mejor será que nos vallamos a la casa, a lo cual ella logra decir que no quiere arruinar mi velada, que ella puede irse a la casa o incluso ir a descansar en la recámara.
Pero yo me niego así que la tomo del brazo y me despido de mi madre, ella hace lo mismo y mientras nos despedimos de los demás veo que no me ve a la cara, creo que me va a costar mucho más trabajo del que pensé, al despedirnos nos dirigimos a la salida y mientras entra al carro logró ver que se encuentra triste, odio verla así y más porque sé que es por mi culpa.
— te divertiste hoy ?
— si.
— si, nada más !
— si
— Mariana, vamos, no me gusta verte así, lo siento no debí hablarte de esa forma, pero de verdad no quiero verte triste.
— Alonzo de verdad no quiero hablar porque llorare.
— no amor, de verdad no llores, soy un idiota.
— basta, solo quiero llegar a casa.
Todo el camino fue silencioso, es nuestra primera discusión y no sé cómo arreglarlo, jamás me había preocupado los sentimientos de una mujer hasta hoy, no sé cómo arreglar las cosas con Mariana.
Al llegar a la casa Mariana no espera que le abra la puerta como de costumbre y sale del auto y se dirige a la casa, sube las escaleras y se escucha como se cierra la puerta del cuarto.
— mi niño como les fue, que le pasa a la niña Marianita ?
— hay nana, soy un idiota.
— porque lo dices mi cielo.
— porque no sé cómo tratar a las mujeres y menos a Mariana, siento que en vez de cuidarla y protegerla yo mismo la lastimo y temo que un día se arte y me deje nana.
— tranquilo, ven cuéntame qué pasó, anda vamos por una taza de café a la cocina.
Después de contarle todo a mi nana, ella me reprende diciéndome que no tengo porque enojarme con Mariana y mucho menos hacer caso a mi hermana, ya que Mariana es una mujer inteligente y que jamás me pondría en ridículo, según mi nana la arpia de Leticia solo quería causar enojo en mí para poder desquitarme con Mariana y lo logró, aunque a mi nana le causa disgusto como también mi hermana se prestó para esta trampa. Me sugiere subir y no decir nada solo darle un fuerte abrazo a Mariana y decirle que lo siento y cuanto la amo, a lo cual hago caso y subo, no sin antes despedirme de beso de mi nana.
Al subir las escaleras y entrar al cuarto veo a Mariana dormida, así que decido cambiarme y una vez que tengo puesta mi pijama me meto a la cama y tomo de la cintura a Mariana acercándola a mi, esta se espanta y brinca, y trató de tranquilizarla, me acerco a su oreja y le digo:
— tranquila amor, solo quería decirte que te amo mucho, y soy la persona más idiota y estupida por acerté pasar un mal rato, no debí decir esas cosas ni gritarte, espero me perdones, pero también entiende que no sé cómo tratar a las mujeres y menos a alguien como tú, eres única mi Mariana, moriría si no te tengo a mi lado, tú lo eres todo para mí, y jamás me perdonaría perderte cielo, prometo no volver a tratarte así y cambiar mi carácter, bebé Te amo.
Siento como suspira y se da la vuelta mirándome a los ojos, Dios esos ojos tan hermosos que ahora están cristalinos, me miran y logra sonreír.
— está bien amor, yo también te pido perdón por sacarte de la fiesta familiar y no haberte avisado.
— no princesa hermosa tú no tienes que pedirme perdón, fui yo el del error pero te voy a recompensar, mañana iremos a un lugar muy especial, te encanta la idea?
— está bien amor, me encanta.
— ok, ahora duerme mi cielo, y gracias por soportar a este gruñón.
— Jajajajaja te amo Alonzo.
— y yo a ti mi cielo.
Miró como sus hermoso ojitos se van cerrando, amo verla dormir, y mientras estoy apunto de dormir pienso en lo que mi nana me dijo, será que Leticia trata de romper mi noviazgo? Y porque mi hermana apoyaría a Leticia ?, algo me suena raro, pero tomare mis prevenciones con ambas, si quieren arruinar mi relación lamento desilusionarlas porque ahora más que nunca sé que quiero estar con Mariana el resto de mi vida.
Y de repente caigo en un profundo sueño.