She wolf [SHE 1]

By mystcx

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Makayla es una loba negra. Ser un lobo negro implica ser odiado, perseguido y asesinado. Los lobos negros... More

Primera parte
1
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3
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6
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9
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15
Aviso
Segunda Parte
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6 [Especial San Valentín]
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13
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IMPORTANTE
15 Final Triste
15 Final Feliz
16 Epílogo Triste
16 Epílogo Feliz
Agradecimientos
NOTAS

9

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By mystcx

Cuando Noah por fin sale de la ducha, lo hace desnudo. Makayla niega con la cabeza y se tapa los ojos brevemente.

-No tengo ropa -dice él, con las mejillas rojas y mirando de reojo al suelo.

Ella ríe y sale de la habitación. Noah entiende el mensaje a la primera. Él se tumba en la cama y acaricia su frente con una sonrisa en la cara. Habían decidido ir a ver a Ian y ambos se estaban tomando aquello con calma. No querían agobiar al pequeño. Makayla llega a la habitación y se sienta en la cama después de ponerle un montón de ropa en la cara a Noah.

-Vístete, a lo mejor Ian quiere algo y estamos tardando. Madre mía imagínate que se encuentra mal. ¡Noah muévete!

-Pensaba que odiabas a los niños.

-Y yo pensaba que odiabas a la gente que no te hacía caso...

Noah se llevó una mano al pecho. Luego rio mientras se subía los pantalones y se ponía la camiseta.

-Dicen que siempre hay una excepción, ¿no? La excepción que confirma la regla. Tu eres siempre la excepción para todo y confirmas todas mis reglas.

-Deja de ser profundo, me haces querer vomitar. Vámonos.

Se fueron trotando por los pasillos hasta llegar a la pequeña sala donde estaba Ian. Keysha estaba a su lado, haciéndole cosquillas. El niño reía e intentaba esquivar a la chica. Los padres se quedaron en la puerta hasta que Ian gritó sus nombres. La rubia se giró sonriente.

-¿Qué haces aquí? -Le preguntó Makayla risueña -. Creía que estarías por ahí, molestando a la gente.

-Había pasado a ver que tal estaba la chica que llegó hace poco. Al parecer ya ha salido de aquí y tendré que buscar en otro lado. Esta sala me pillaba de paso.

Mientras las chicas hablaban, Noah ya se había acercado a la camilla.

-Papá, no oigo, pero ya me encuentro mucho mejor -advirtió el pequeño.

Noah asintió y le sonrió. Le levantó en brazos de la camilla, siendo consciente de que Makayla le miraba de reojo, con pinta de querer matarle. El chico abrazó a Ian y se quedó con él en brazos mientras el pequeño le contaba un chiste que la rubia le había dicho minutos atrás, el cual él había entendido al leerle los labios.

Poco después, llegó Jack a decirles que Ian ya podía irse y que, como todo lobo negro, tenía un lugar en aquel refugio. Noah frunció el ceño. No iba a dejar a su hijo solo en un lugar tan grande como este. Sintió como su mandíbula se contraía y como sus ojos mataban a Jack solo al mirarle. Makayla suspiró y se acercó a él. Le puso una mano en el hombro y con su otro brazo rodeó al chico por la cintura. Ella besó su espalda y observó como se relajaba.

-Noah, Ian ya es mayor. Es muy fuerte y aquí nadie va a hacerle daño. Tiene derecho a tener un hogar -habló Makayla lentamente. Luego dirigió su mirada hacia las demás personas de la sala- ¿Podríais enseñarnos su habitación?

Jack asintió y Keysha se despidió de todos para después salir corriendo. Jack les guio por un montón de pasillos hasta llegar a una puerta con un cartel de madera en el que ponía el nombre de Ian. Abrió la puerta y Noah dejó al pequeño en el suelo, con mucho cuidado. Este se estabilizó rápidamente y entró a la habitación. Tenía una luz azul que inundaba la sala y una cama grande. Había una mesa mucho más recogida que la de Mak y un baño.

Ian sonrió y corrió a saltar en la cama. Los mayores le miraron desde la puerta. Jack se va, dejándoles solos en la habitación de Ian.

-Tengo hambre -murmura el pequeño, dejando de saltar en la cama.

-Yo también -afirma Makayla.

Ambos ponen la misma expresión. Fruncen los labios y se tocan la tripa.

Cuando ya están en el comedor, comienza a sonar una alarma. Noah se pone alerta enseguida y saca sus colmillos. Makayla toma la mano del chico y le hace relajarse.

-Grandullón, esa es una alarma buena -dice tranquila, pero algo desconcertada.

Suelta la mano de Noah y corre hasta la entrada del refugio. Ve como se abre la puerta junto a unos cuantos lobos negros y cuando ve a la persona que entra por ella, corre hasta que está entre sus brazos.

-Jaden ¿Dónde has estado, imbécil?

El chico ríe y avanza con ella en brazos hasta el comedor. Allí, siente la mirada de todo un comedor lleno.

-Tengo buenas noticias.

Ella le mira a la cara. Están muy cerca.

Se escucha un rugido en el comedor. Una mesa parece romperse. Makayla se da cuenta de lo que sucede.

-Es un... ¿lobo normal? -pregunta Jaden con sorpresa y algo de desprecio.

Makayla salta al suelo y se pone delante de Jaden cuando ve que Noah, en forma de lobo, está acercándose lentamente, como si Jaden fuera solo una presa más. La chica cerró un instante sus ojos. Sus colmillos crecieron. Comenzó a aproximarse al lobo blanco y cuando estuvo cerca de él, se dejó caer en el suelo de rodillas. Le miró a los ojos y el lobo, renegándose un poco, se sentó frente a ella sin perder de vista al chico.

-Noah, no quiero hablar con un lobo -dijo ella, recordando cuando ambos estaban metidos en una celda y ella todavía fingía ser humana-, quiero hablar contigo.

Todos los lobos negros de la estancia estaban preparados para atacar al lobo intruso, lo único que les frenaba, era Makayla, la temible loba negra.

Ella se dio cuenta en seguida de lo mucho que le había molestado y dolido a Noah verle abrazando a Jaden en el momento en el que vio los esfuerzos que estaba haciendo, sin éxito, de volver a ser humano.

-Vale, tranquilo... Voy a perder mi dignidad como loba negra solo por ti -gruñó-. Escúchame, más te vale no hacer que me arrepienta de haber dicho estas palabras, porque créeme, te descuartizaré sin piedad. Noah, te quiero -dijo en un susurro las últimas palabras, provocando que el lobo que tenía enfrente perdiese su interés por el otro chico-. Gracias a ti, he conseguido ser yo. He conseguido dejar atrás las diferencias de loba negra. Gracias a ti, he recuperado las esperanzas, tanto en mí como en todo lo demás. Ahora tengo planes mejores que aniquilar a todo el que se me cruce por delante. Noah, no se si alguien te lo habrá dicho, pero eres la persona más paciente y agradable de este mundo lleno de injusticias. Por favor, vuelve a ser tú porque me estoy poniendo un poquito nerviosa con todo esto, ahora ya se como te sientes normalmente.

Ella, con un nudo en la garganta que casi cortaba su respiración, y las mejillas rojas, alargó su mano hasta el hocico del lobo blanco y acarició su nariz. El lobo comenzó a transformarse y cuando lo hizo, cayó sobre la chica, la cual lo abrazó hundiendo su cabeza en el pelo de Noah.

-Pensaba que moriría sin oír algo como eso, pero jamás pensé que fuese a ser tan bonito. Y por cierto, dile a ese inútil al que has abrazado, que tenga cuidado, porque me volveré loco si vuelvo a ver algo como eso.

-No lo estropees, con lo bien que me habían quedado esas palabras -rio Makayla, acariciando al chico.

Noah se levantó y recogió a Makayla en brazos. Ian llegó corriendo hasta ellos y tomó la mano de su padre. Dejaron al chico, Jaden, en el centro del circulo de gente.

-Tú, imbécil -alzó Noah la voz -, ¿no tenías algo importante que contar?

Este asintió y, mientras Noah recibía algo de ropa para ponerse, comenzó a hurgar en los bolsillos de la chaqueta que llevaba. Sacó unos cuantos papeles y abrió un mapa.

-He hecho un viaje estos últimos meses y solo tenía un único objetivo. Makayla planificó todo, pero tenía otros deberes y no podía llevar esto a cabo. Yo lo hice. He recorrido muchos valles llenos de lobos, he llegado hasta los limites con la civilización humana.

Makayla estaba nerviosa y tomó la mano de Noah. La apretó y este se dejó hacer daño.

-He conseguido, más o menos, lo que Makayla quería. Todavía podemos ser libres. Los hombres lobos todavía podemos ser iguales a los demás. Más de la mitad de manadas que he visitado han aceptado nuestra raza. Solo tenemos que convencerles de que somos iguales. Ahora queda lo más difícil. La zona norte. Por desgracia, allí no hay demasiada gente que acepte a los lobos negros.

Noah conocía bien esa zona. Su antiguo territorio se encontraba al norte, aunque no tanto como la manada que les había atacado.

-Pero tenemos un objetivo, a partir del cual podemos llegar fácilmente a todos los demás, ¿verdad Makayla?

Ella, con dolor, negó lentamente.

-Lo siento Jaden, esa manada cambió de alfa -apoyó su cabeza en el hombro de Noah-. Fue expulsado por mi culpa y lo siento mucho. La persona sobre la que teníamos esperanzas está a mi lado, intentando que yo no caiga en la persona que era antes.

A Noah se le tiñeron los ojos de lágrimas y besó la cabeza de la chica.

-¿Cuál era vuestro plan? -pregunto el antiguo alfa.

-Queríamos conseguir que tu manada nos ayudase a luchar, queríamos, con la ayuda de la manada más fuerte, convencer a todas las demás.

En los ojos de Noah se advirtió una chispa. Makayla se sintió fuerte de repente.

-Todavía hay esperanza. Si lo que queréis es ser libres, si lo que Makayla quiere es que yo os ayude, lo haré. Ella me ha ayudado a mí y no voy a fallarla.

Makayla le miró a los ojos con sorpresa.

-¿Como vas a hacerlo? -preguntó ella- ¿Qué vas a hacer? No hagas estupideces, Noah.

-Tranquila.

Entonces ella le besó a él y ambos se convirtieron, de nuevo, en el centro de todas las miradas.

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