Cuando Jimin estaba terminaba su desayuno yo me dirigí hacia el baño para ducharme y así despejar un poco mi mente. Al llegar al baño empecé a despojarme de mi ropa rápidamente, pero me detuve al notar que me había excitado levemente.
Fruncí el ceño y traté de negar el hecho de que me había excitado gracias a Jimin, con un poco de incomodidad comencé a bajar mis bóxers, tal vez con un poco de agua fría se me bajaría la erección.
Caminé hasta la ducha y con mi mano derecha abrí la llave del agua fría, luego de unos segundos abrí la del agua caliente tratando de que quedara un poco tibia, sentí como las gotas empezaban a bajar por mi cuerpo justo en el momento en el que me coloque debajo de aquel liquido transparente.
Me quedé quieto por varios minutos, pero al notar que seguía igual que antes solté un bufido y dirigí mi mano hasta la base de mi pene para así comenzar a moverla rápidamente, entre más pronto terminara mejor.
-Jungkook, ¿estás ahí? -Solté un pequeño grito y detuve mi mano tan sólo segundos después de haber empezado a moverla.
-Hyung... Sí, aquí estoy, ¿necesitas algo? -Hablé un poco fuerte tratando de que el sonido del agua no opacarla el de mi voz.
-Tengo que hablar contigo, por favor cuando termines ven a la habitación. -Escuché como se alejaba y volví a relajarme un poco, continué con lo que estaba haciendo antes, y luego de terminar me asegure de limpiar bien mi cuerpo.
Me sequé sin prisa y agarré la ropa interior que había recogido antes de ir al baño en mi habitación, introduje mis piernas en los agujeros y subí el pequeño pedazo de tela hasta que sentí como apretaba levemente mis muslos, me coloqué una camisa blanca y salí en dirección hacia mi habitación.