Chanyeol empezaba a abrir los ojos, sus párpados pesaban toneladas impidiendo que este pudiera siquiera parpadear cómodamente para humedecer sus secos ojos. Empezó a mover los dedos de las manos con una mueca de dolor bajo la máscara de oxígeno que le conectaba a una máquina para respirar. Se escuchaba un incómodo ''pi,pi,pi'' del electrocardiógrafo.
Suspirando, Chanyeol realizó un tremendo esfuerzo al girar el cuello hacia un lado y ver la enorme cantidad de vendas y gasas ensangrentadas que había en una bandeja metálica, bajo la mirada hacia su cuerpo, de sus manos salían dos tubos: uno de un color amarillento pálido y otro carmesí, ambos conectaban a unas bolsas de plástico que colgaba; continuó bajando su mirada hasta ver las vendas que adornaban su abdomen también algo enrojecidas, sus piernas estaban ocultas bajo las sábanas y entonces Chanyeol soltó un bufido con la escasa energía que podía reunir en su estado casi inconsciente. Miro hacía el techo pálido del hospital y entrecerró los ojos pensando '' De nuevo un techo blanco. ''
— Vaya, vaya. El príncipe durmiente se ha despertado. — Chanyeol vio a una persona borrosa mirando las máquinas a las que estaba conectado y anotando cosas en una tablet electrónica.
—....
— Es normal que no puedas moverte, supongo que sentirás el cuerpo muy pesado y estarás tan cansado como si te hubieran dado la ostia del siglo. — rio una voz masculina.
— Erg... Ufg. —Chanyeol intentó hablar pero sólo podían salir de su boca murmullos sin sentido.
— Tu condición parece estable, chaval debes de tener un ángel guardián porque no todos los días se vive a que un camión te atropelle y caigas por un precipicio, da gracias a que tu cuerpo se quedó cerca de la carretera sino ahora mismo ni estarías conectado a estas magníficas máquinas. — sonrió golpeando las máquinas amistosamente, el hombre borroso bajo la mirada y se encontró con los ojos acaramelados de Chanyeol que le miraban con el ceño fruncido.
— ¿Q-quien-?—titubeo Chanyeol parpadeando varias veces consecutivas.
— Ah claro no me he presentado. Me llamo Minseok, puedes llamarme Min. — se presentó en tono alegre interrumpiendo al pelinegro.
—Ah. —Chanyeol giro el cuello sin interés delicadamente sintiendo como si su cuerpo se fuera a fragmentar en mil pedazos si se sobreexigía.
— También se me olvidaba decirte, te han operado de la pierna, no ha sido una operación muy larga y dificultosa sólo te han vuelto a colocar bien la rótula pero tranquilo, en un par de días podrás correr con normalidad. Y sobre la anestesia, al parecer te han anestesiado por doble, no parece que seas muy bien recibido por este hospital chico, ¿acaso has matado a alguna enfermera o algo? —dijo en tono burlesco, Chanyeol se humedeció el labio mirando de nuevo hacia el blanco techo escuchando a Minseok y a las dichosas máquinas que le rodeaban deseando volverse a dormir, ya que esta vez no tenía fuerzas , al menos no las suficientes para poder escapar de esa situación y encima, ¿por qué tenía que estar aguantando a ese tío?
— ¡Eh! ¡Eh! No te duermas, aún no he acabado de presentarme chico.
— Arrggg. —gruñó Chanyeol, su humor empezaba a descender como una montaña rusa y si ese Minseok continuaba molestando acabaría arrancándole la cabeza sólo para no tener que escuchar su incómoda voz rebotando en su cabeza.
— Bueno, me lo tomaré como un okey. — Minseok rodo los ojos y se cruzo de brazos sin apartar sus ojos de Chanyeol —. Oficial Kim Minseok de la patrulla nocturna de Seúl y encargado de los asuntos de tráficos ilegales, a su servicio joven Park Chanyeol.
Chanyeol abrió los ojos como platos y escucho como la máquina de las pulsaciones de su corazón empezaba a pitar más rápidamente haciendo el pitido más intenso e incómodo. Minseok sonrió de perfil y se sentó al lado de la camilla mientras se retiró el pelo castaño oscuro de la frente y se limpiaba las gafas redondas que lucía.
— No se ponga nervioso Park Chanyeol, también soy enfermero a domicilio y en mi tiempo libre me dedico a cuidar niños, soy por así decirlo un hombre multiusos. —añadió esbozando una cálida sonrisa algo infantil.
— ¡Qué quieres de mi! — rugió Chanyeol.
— Veo que ya puedes hablar. — Chanyeol le clavó la mirada venenosa mientras apretaba con fuerza los puños y los tubos que salían desde su muñeca empezaron a trasportar la sangre y el suero a más presión hacia la bolsa de plástico.
— Sólo estoy tentando terreno, sólo eso...— Chanyeol se pasó la lengua por el labio, pero antes de contestar imágenes borrosas empezaron a cruzar su mente hasta que llegó a la cara de Baekhyun dormido entre sus mantas en la sala de su vieja casa. Chanyeol se irguió velozmente y las agujas que le conectaban a las bolsas de plástico se desconectaron de su brazo. La bandeja se deslizo desde la mesa y golpeo las baldosas formando un estruendo. Chanyeol estaba confuso, mareado y empezaba a perder demasiada sangre.
— ¡Que haces! —gritó Minseok dando varios pasos hacia atrás y haciendo un nudo en las bolsas para que su contenido no se vertiera por el suelo de la habitación.
— Baek-Baekhyun... él me necesita, debo correr hacía él. —murmuró Chanyeol con la mirada perdida en la sala y el corazón latiendo tan rápido como el batir de alas de un colibrí.
— ¿De qué estás hablando? ¡Estás hospitalizado y acabas de salir de una operación! No puedes irte. —gruño Minseok sujetando a Chanyeol de los brazos y recostándole en la camilla, este parecía empezar a calmarse pero de nuevo los cambios abruptos en Chanyeol eran inseparables para todo el mundo y entre pataleos y gruñidos hizo que en un simple y preciso golpe de pie la nariz de Minseok empezara a sangrar.
— ¡Tú no lo entiendes! ¡BAEKHYUN ME NECESITA! —grito tirando con sus manos la mesa cercana a la camilla, esta se golpeo con una de las máquinas de operación y se volcó.
— ¿¡Quién es Baekhyun!? — pregunto enrabietado Minseok intentando parar su hemorragia nasal y contemplando como la habitación del hospital empezaba a sucumbir bajo los gritos y el comportamiento inadecuado de Park Chanyeol.
— Sin mí está perdido, yo le saque de ahí, yo me hice responsable de él... Estará llorando, sólo. Tengo que ir a buscarle. — gimió Chanyeol.
— ¡Cálmate Chanyeol!... Joder los médicos tenían razón, este chico no es normal, ni aun con dos anestesias se puede calmar su inexistente autocontrol emocional. — se dijo Minseok en un susurro mirando a Chanyeol intentando ponerse en pie.
— ¡Baekhyun! ¡Baekhyun! ¡Baekhyun! — jadeo casi sin aliento Chanyeol colocando su pierna derecha en el suelo, pero al apoyar la izquierda un terrible calambre hizo que su enorme cuerpo se viniera abajo y su abdomen herido empezara a sangrar de nuevo al caer contra el suelo.
— ¡Eh chico! —rugió Minseok viendo a Chanyeol bocabajo en el suelo gimiendo de dolor y de rabia.
¡Boom!
Minseok se giró al escuchar un segundo sonido en la habitación y encontrarse a un chico bajito en la puerta hiperventilando. Lucía cansado con el pelo mojado y las manos temblorosas.
— ¿Y tú quién eres?
— ¡Eso da igual, rápido llama a las enfermeras! —gritó, Minseok asintió y salió al pasillo hasta que detuvo su carrera en seco.
— ¿Por qué tengo que hacer lo que ese chico me diga? —se dijo así mismo incrédulo.
***
Con una mirada ausente Sehun tecleaba a toda velocidad en su ordenador portátil, estaba rodeado de libros y no paraba de escribir en una libreta. Luhan estaba tirado en la litera de Baekhyun lanzando hacía arriba una pelota de tenis, hasta que esta golpeaba con los hierros de su cama y caía en picado de nuevo hacía él.
Luhan desvió la mirada hacia la espalda de Sehun, hacía más de dos meses que Sehun no venía a visitarle y por fin había creído que su estúpido hermano pequeño dejaría de perder tiempo en ese loquero. El ambiente era aburrido y pesado para Luhan quien no sabía que decir o como iniciar una conversación adecuada con su propio hermano.
— Sehun... — empezó Luhan con valentía incorporándose y cruzándose de piernas sobre la cama, Sehun no pareció inmutarse y continuaba absorto por la pantalla de su ordenador.
—....
— Sehun. — insistió Luhan.
—....
— ¡Eh Sehun!— empezó a elevar el tono de voz ya molesto.
—....
— Sehun oye. —esta vez quiso probar un tono de voz más calmado y meloso.
— ¡Qué quieres!— gritó Sehun girando la silla y mirado a Luhan con una mirada violenta, Luhan se quedo estático viendo a su hermano lucir esas gafas circulares, su pelo despeinado y un chándal viejo.
— ¿Cuánto tiempo planeas estar ahí tecleando? —pregunto, Sehun rodo los ojos y suspiro lentamente mientras se retiraba las gafas y las dejaba en el escritorio.
— Estoy haciendo yo solo el trabajo de ciudadanía ya que mi compañero se niega a colaborar. —gruñó Sehun irónico.
— ¿Eso va por mí no? —sonrió Luhan acariciándose el pelo de la nuca.
— ¡Claro que va por ti imbécil! —grito elevando los brazos, varias hojas salieron volando del escritorio por toda la sala y Sehun dedico de nuevo una mirada violenta hacia Luhan.
— No ha sido mi culpa. —se excuso Luhan en tono burlón.
— ¡Ya lo sé! —escupió Sehun agazapándose y recogiendo su trabajo.
— ¿Desde cuándo eres tan aplicado? — le pregunto Luhan ayudándole a recoger el material, Sehun elevo la mirada y ambos estaban a un escaso centímetro de rozar sus caras. Reacio al contacto físico Sehun movió su cuerpo un poco hacía atrás.
— Pues desde que papá y mamá han puesto todas sus esperanzas en mi.
— Ah claro, después de todo me odian. — suspiro Luhan casi riendo, Sehun elevo la mirada.
— No te odian, solo están resentidos. —habló con tranquilidad.
— ¿Porque su hijo sea un demente? —sonrió con maldad.
— Sabes que no es por eso. — murmuro Sehun con la mirada clavada en el suelo.
— ¿Entonces ábreme los ojos hermanito? ¿Por qué es?— pregunto elevando el tono de voz y tirándose sobre el suelo jugando con sus piernas.
— Ya lo sabes muy bien.
— ¿Así? ¿Debo saberlo?
— Luhan, deja de jugar.
— No estoy jugando. — dijo arrodillándose y alcanzando el rostro de Sehun con su mano, este abrió los ojos sorprendido al sentir el tacto de su hermano sobre su piel.
— Tómate tu medicamento. — cambio de tema Sehun apartando la mano de su hermano de su cara a través de un ágil movimiento de muñeca.
— Pfff, te has vuelto un aburrido. A partir de ahora deberían llamarte aburrido Sehun. —musitó Luhan mirando su mano recién goleada con frialdad.
— He decidido cambiar. Tú deberías hacer lo mismo. — Luhan parpadeo interesado acercando cada vez más su cuerpo hacia el de su hermano.
— ¿Para qué cambiar Sehun? A fin de cuentas me voy a pudrir bajo estas cuatro paredes.
— Si te curases podrías salir, pero no pones fuerza de voluntad. — gruñó Sehun dirigiendo una mirada hacia el mayor.
— No quiero salir. Prefiero estar aquí.
— ¡No digas estupideces! — gruñó Sehun cogiendo del brazo a Luhan y acercando su cuerpo al suyo, tenía el cuerpo del mayor parcialmente encima del suyo y sus rostros ya se rozaban.
— Sehun hemos tenido esta discusión por mucho tiempo, ¿acaso no te cansas? —susurro Luhan lentamente cerca de los labios de Sehun.
— ¡No! No me canso porque quiero que salgas de aquí. —escupió enfadado.
— ¿Te arrepientes? — le susurro Luhan creando una suave caricia entre sus labios, Sehun trago grueso aflojando el agarre.
— Si, ¡sabes que si! —gritó entreabriendo la boca. Luhan sonrió y deslizo su lengua por el labio superior del contrario, humedeciéndolo y después mordiéndolo delicadamente.
— Pero dime una cosa más, y se sincero. — Sehun asintió, la mirada de Luhan se volvió fría —. ¿Te arrepientes de absolutamente todo? — le pregunto con voz sádica, Sehun intento empujar a Luhan lejos de su cuerpo pero le fue imposible ya que el mayor ya estaba preparado para el comportamiento de su hermano pequeño, así que aprovecho y le tumbo debajo suya contra el suelo, haciendo de su cuerpo una prisión sin salida. Sehun sintiendo el cuerpo de Luhan sobre cada centímetro de su cuerpo empezó a incomodarse, necesitaba huir de ahí, salir corriendo.
— Me arrepiento de haber traicionado a Baekhyun, de haber hecho que Baek empujara al hermano gemelo de Chanyeol...— gimió Sehun girando la cabeza para evitar los profundos ojos analizadores de Luhan.
— ¡Cállate! Sabes perfectamente que no estoy hablando de eso. — gruñó Luhan, Sehun se mordió el labio y cerró los ojos con fuerza aguantando la respiración.
— Quítate. — susurro Sehun sin atreverse a mirar a Luhan.
— Aún no has contestado a mi pregunta. —continuo Luhan, Sehun abrió los ojos y clavo su mirada en el rostro de su hermano mientras apretaba el puño con fuerza.
— ¡No quiero responder!
— Ah, ¿no quieres responder? Sabes porque te odio Sehun...—habló con maldad Luhan, Sehun giro el cuello y se encontró con la expresión facial oscura de Luhan sobre su cuerpo.
—....No.
— Te odio por haber hecho creer a nuestros padres que soy un enfermo. Tú tuviste la culpa de todo lo que te sucedió, pero decidiste que era mejor echarme la culpa a mí. —Sehun creyó que Luhan estallaría en lágrimas en cualquier momento, pero se equivocaba, su hermano era demasiado frío y orgulloso como para llorar en frente suya.
— Lo siento.
— ¡No quiero tus disculpas joder! — grito Luhan con fiereza.
— Luhan, cálmate por favor.
— No quiero calmarme, ¡no quiero! Sehun eres un puto mentiroso de mierda. Cuando decidimos empezar nuestra relación ambos prometimos que superaríamos todo juntos, que lograríamos amarnos, pero cuando nuestros padres nos vieron follando en tú habitación fuiste el primero en venderme como a un enfermo al cual le gustaba su hermano.
— Lo siento Luhan, tenía miedo. —la voz de Sehun temblaba.
— ¡Ya sé que tenias miedo! ¿Y yo no o qué? Yo también estaba asustado joder, ¿crees que me hace gracia follarme a mi hermano pequeño?
— Ya se, ya lo sé Luhan. Sé que tú no te mereces estar encerrado aquí. Yo debería ocupar tu lugar. Yo fui que le hizo bullying a mi mejor amigo, yo fui quien empezó la relación contigo, yo siempre soy la oveja negra de todo, ¿crees que soy feliz con mi puta vida? Vendo droga Luhan, me decido al puto trafico de drogas con unas personas que ni me consideraran amigo probablemente ¿entiendes? Yo estoy solo en la vida, no tengo a nadie.
— Ah, por fin has madurado Sehun, por fin te has dado cuenta que a quien papá y mamá deberían odiar es a ti. —esbozo una sonrisa inclinándose hacia el rostro de Sehun.
— ¿Qué puedo hacer para que me perdones? Hare lo que sea. — rogó Sehun, Luhan se levanto y miro con prepotencia y orgullo a su hermano que aun estaba tumbado en el suelo.
— ¿Harás cualquier cosa por mi? — pregunto caminando a su alrededor, Sehun trago grueso y mantuvo sus ojos cerrados varios segundos.
— Te lo debo hermano. Hare lo que me pidas.
— Dime Sehun ¿Odias a Baekhyun? — Sehun miro extrañado a Luhan.
— ¿A qué viene esto?
— Tú respóndeme, ¿le odias? — Sehun puso los ojos en blanco, después Luhan se arrodillo a su lado y extendía una mano introduciéndola bajo la camisa de Sehun y acariciando su costado.
— No le odio, pero tampoco me agrada.
— ¿Y Park Chanyeol? — Sehun se irguió furioso al escuchar ese nombre pero Luhan se lo impidió y le volvió a tumbar contra el suelo.
— ¡Qué haces!
— ¡Contéstame!
— ¡Le odio! ¡Le quiero matar! Ese tío oculta algo, no está cuerdo y no merece que le respeten, no merece ser el rey de nuestros barrios. ¡Es escoria! —escupió Sehun furioso.
— Entonces harías lo que fuera por ver sufrir a Park Chanyeol ¿no es así?— cuestiono Luhan con una sonrisa maquiavela en su rostro.
— ¡Sí!— grito Sehun.
— Incluso herir a Byun Baekhyun ¿verdad? —Sehun sintió un escalofrió recorrer la columna vertebral y su cuerpo empezaba a sentirse frio.
— ¿A Baekhyun? —pregunto Sehun en un leve suspiro.
¿Que mejor forma de hacer sufrir a Chanyeol que lastimando a su querido Baekhyun? — Sehun no se sorprendió de lo astuto y cruel que podía llegar a ser Luhan.
— Pero Baekhyun él-él está enfermo.
— No digas gilipolleces cuando tú fuiste el primero en hacerle bullying, tampoco le vamos a matar solo tienes que seguir con mi plan.
— ¿Tu plan? —Luhan sonrió, elevo su cuerpo y poniéndose de puntillas alcanzo una caja de zapatos oculta encima de su litera bajo la almohada. Sehun se incorporo y siguió a su hermano.
— Dentro de esta caja hay algo muy importante para Park ChanYeol.
— Ábrelo. — ordeno Sehun nervioso.
— No aquí. — dijo Luhan girando el cuello y dirigiendo una mirada hacia la cámara de la habitación —. Las cámaras ahora están funcionando.
— ¿Que es lo que hay?
— Consigue que salgamos de aquí y te lo enseñare.
— ¿Solo tengo que hacer eso? Es demasiado fácil. —sonrió Sehun sacudiéndose el pelo y sonriendo.
— Te lo dejo todo a ti. — sonrió Luhan sentándose en la litera sujetando la caja. — te espero.
Sehun salió de la habitación a continuación Luhan cerró los ojos y conto hasta veinte. Cuando su cuenta atrás termino se irguió y salió al pasillo esbozando una sonrisa de que Sehun fuera tan estúpido como para dejar la puerta abierta. El pasillo estaba totalmente despejado así que con tranquilidad y comportándose con normalidad camino por el internado hasta llegar a la habitación más alejada del pasillo.
toc toc toc
— ¡Está abierta! — se escucho un gritó a través de la puerta, Luhan sonrió y abrió la puerta de una patada, en su interior al igual que el resto de habitaciones de los internados había una habitación con las paredes llenas de moho, dos literas y un pequeño armario.
— Buenas noches Suho. — le guiñó un ojo Luhan, Suho tirado sobre la litera luciendo una pantaloneta giro el cuello con pereza y al ver a Luhan simplemente elevo una mano y volvió a acomodarse sobre su viejo colchón.
— ....
— Al menos podrías decir algo, me he jugado otra suspensión por salir de mi habitación. Por si no lo sabes son las cinco y media de la mañana.
— Lo sé pero ¿qué quieres que te diga? Yo no te he obligado a venir, que yo sepa no te he apuntado con una pistola.
— Eres tan......
— Si, si lo que tu digas Luhan. Y bien ¿qué te trae por mi estancia? — sonrió Suho, Luhan rodo los ojos y se sentó a su lado en la cama.
— Creo que tú y yo compartimos un mismo objetivo. Desconozco el porqué no te atrae Baekhyun como persona pero creo que si trabajamos juntos podemos hacer grandes cosas.
— Mmm... Por fin nos vamos entendiendo tú y yo. — sonrió Suho inclinándose sobre Luhan y proporcionandole una caricia en los labios con la yema de sus dedos. Ambos salieron de la habitación de Suho, Luhan sujetaba con fuerza la caja mientras observaba a su alrededor. Suho le hizo señas de que caminara con tranquilidad.
— ¿A dónde vamos? — pregunto Luhan en un susurro, Suho le sonrió acercándose hacia la puerta del conserje.
— Justo aquí. — sonrió Suho golpeando la puerta, Luhan alzo una ceja divertido.
— ¿El cuarto del conserje? — pregunto dudoso alzando el tono de voz.
— Tranquilo. Tú confía en mí. — le calmo Suho.
De pronto la puerta se abrió y un chico de pelo negruzco y delgado les abrió la puerta, primero miro a Suho con una sonrisa pero esta se desvaneció cuando vio a Luhan.
— ¿Y este quién es? — pregunto con rudeza, Suho aparto al chico de la puerta y cogió a Luhan de la muñeca haciendo que entrara a la habitación arrastras.
— Un socio. — dijo Suho. La habitación del conserje era tal cual se la esperaba Luhan, desordenada, con una enorme caldera y varias fregonas y escobas.
— Taemin ¿has venido tu solo? —gruño Suho mirando el interior vacio de la sala.
— Creía que esta vez ibas a salir con los tuyos de fiesta. — dijo Taemin cruzándose de brazos, Luhan escuchaba atentamente.
— Hay cambio de planes, esta vez vamos a divertirnos de otra forma. —rió Suho de perfil depositando sus manos sobre los hombros de Luhan.
— ¡Suho! Dijiste que me ibas a ayudar a-... — gritó Luhan.
— ¡Tranquilo! Yo me ocupo. —le interrumpió Suho, después le arrebato de las manos la caja a Luhan y la abrió frente a los ojos de Taemin.
— ¡Que mierdas Suho! Hay ahí mucha cocaína. — grito Taemin acercándose, Luhan arrebato de las manos de Suho la caja y la cerro.
— Si nos ayudáis en un asunto, toda esta mercancía será vuestra. — afirmó Suho con seriedad, Taemin abrió los ojos sorprendido.
— ¿De dónde has sacado eso? — cuestiono interesado, Suho hizo un gesto con los hombros.
— ¿Acaso importa? — hizo un gesto con los hombros.
— Claro que importa, ya sabes que del tráfico de drogas nos ocupamos dos bandas, la de el gilipollas Kris y la mía. Si mi banda consigue toda esta mercancía la banda del Wu se va a ir a la mierda y no hay cosa que mas desee en este momento que ese rubio se pierda de mi territorio.
— ¿Entonces nos ayudaras? — insistió Suho, Taemin se removió el pelo.
— ¿Cual es el plan?— pregunto Taemin acercándose hacia los dos chicos, Luhan con seriedad apretó con más fuerza la caja entre sus manos.
— Juega un poco con un chico. —comenzó Suho.
— ¿Qué chico?
— Su nombre es Byun BaekHyun. —dijo pausadamente Suho.
— Ok. Jugaremos bien con Baekhyun. — Taemin se fue acercando a Luhan pero este dio varios pasos hacia atrás con el ceño fruncido.
— Cuando cumpláis vuestra palabra del trato os entregare la mercancía. — gritó Luhan, Taemin le dedico una mirada fría y Luhan pensó que estaba frente a otra persona tan peligrosa como Park ChanYeol.