Chapter 26. "¿Por que tenemos que ser tan defectuosos?."
No sé por qué el amor tiene que ser tan defectuoso
¿Voy a conseguir exactamente lo que quiero?
Y no me importa porqué
La única manera de ganar es a arriesgarlo todo
Y no tengas miedo de caer
¿Por qué tenemos que ser tan imperfectos?.
Justin's point of view.
El sonido procedente de la ambulancia fuera de nuestra casa me sacó de mi pequeño mundo. Me encontraba en la sala de estar, sentado en el sofá. Mirando a mi alrededor, me encontré con Selena tendida en el suelo cubierto de alfombras. Sus piernas estaban elevadas por una pila de almohadas, y Erin estaba de rodillas al lado de su figura, controlando su pulso.
"¿Estás bien, hijo?." Mi papá apareció a la vista y me dio un vaso de agua fría. Inmediatamente tomé y bebí de ella. "Estuviste en shock por un poco rato, pero no te preocupes, la ambulancia acaba de llegar." papá me dijo con calma.
Pronto me acordé de lo que había sucedido. Me asusté cuando Selena se desmayó en mis propios brazos y al igual que lo que papá me había dicho, entré en shock. Por suerte, Erin fue capaz de llamar a una ambulancia de inmediato, y el hospital se apresuró a responder a nuestra emergencia. Los paramédicos nos dijeron que tenían que llevar a Sel al hospital. Me las arreglé para salir de mi pequeña burbuja y, finalmente, enfrentarme a la realidad, así que me ofrecí a ir con ellos. Papá quería venir, pero sé que Erin y mis pequeños hermanos tenían que permanecer en la casa. Después de un rato de hablar, papá finalmente aceptó la derrota, así que salió y yo me subí en la parte trasera de la ambulancia, donde estaba Selena. Estaba tumbada en la cama y estaban tratando de despertarla. Ella se movió y abrió los ojos un poco. Uno de los paramédicos me dijo que la tomara de la mano para mantenerla despierta, así que eso fue lo que hice. Sostuve su mano muy fuerte y la besé, antes de mirarla a los ojos con una sonrisa en mi cara. Era mi manera de decirle que iba a estar bien. Pero la verdad era que yo estaba tan asustado por ella. Pensé que estaba muy bien, pero luego se desmayó. Sabía que había algo, justo cuando habíamos llegado a la casa de mi padre. Algo que ella no me estaba diciendo.
Solamente nos llevó unos minutos llegar al hospital. Selena fue llevada a la sala de emergencia. El médico de inmediato se concentró en su estado, justo después de que yo le había informado de que Selena tenía cáncer. Después de haber agotado algunas pruebas, se enteraron de que ella no estaba tomando sus medicamentos.
Yo estaba confundido en cuanto a por qué no se los tomaría. Tiene que haber una explicación, ¿verdad?
Afortunadamente, la pérdida de las drogas en su cuerpo no tuvo más efecto en ella. El médico no se hizo esperar en conseguir una medicina muy necesaria en su sistema, por lo que en tan sólo unas horas, Selena ya estaba en buenas condiciones. Me quedé junto a su cama en la habitación privada que había conseguido para ella. Yo estaba sentado en el sofá al lado de la cama, y nunca dejé de tomar su mano. Conté el número de horas que ella estaba durmiendo; ocho horas y cuarenta minutos. Yo no descansaré hasta que estuviera seguro de que ella estaba bien.
Como si fuera una señal, sentí su mano moverse en mi mano. La observé atentamente mientras dormía. La siguiente cosa que supe, fue que abrió sus ojos por lo que pude ver sus hermosos ojos color avellana.
"Estas despierta. Nena, estás despierta." Anuncié con regocijo, mientras besaba su mano una y otra vez.
"¿Qué pasó?." Preguntó, mirando alrededor de la habitación, como si estuviera tratando de descifrar donde estaba actualmente.
"Te desmayaste. El médico dijo que tú-"
Ella me había interrumpido. "Dejé mis medicamentos en casa." explicó de inmediato. Sel parecía avergonzada y desde luego me di cuenta porque tenía un tono de rojo teñido en sus mejillas.
"¿Por qué no me lo dijiste?."
"Yo no sé cómo... Tay no me dio suficiente dinero para comprar la medicina. Me daba miedo que se enojara conmigo. Lo siento." Ella estaba siendo honesta conmigo. Lo vi en sus ojos, ella estaba seria como si pensara que iba a enojarme con ella por no decirme nada.
"Esta bien bebe. Estás bien ahora, pero voy a necesitar que me digas tus medicamentos, para poder comprarlos. El doctor quiere ponerse en contacto con tu médico también. Vas a estar bien, bebé." le aseguré. Me levanté de mi asiento, y me incliné hacia ella y la besé con amor en los labios.
"Gracias bebe. Yo te pagaré cuando lleguemos a casa." respondió ella. Quería rodear mis ojos hacia ella, pero yo no lo hice.
"No hay necesidad de eso. No te preocupes bebé." le contesté.
Una sonrisa bailaba en sus labios y no pude evitar sentir ternura a causa de ella. Ella era tan preciosa para mí. No sabría qué hacer si alguna vez la perdiera.
*
Selena's point of view.
Justin era muy dulce para mí, pero me molestaba que una enfermera de repente entrara en mi habitación cada treinta minutos interrumpiendo nuestras conversaciones cursis, sólo para comprobar mis signos vitales o algo. Bueno, la buena noticia fue que el médico no quería mantenerme más en el hospital. Me dijeron que yo ya estaba bien. Él me dijo que podía ir a casa mañana por la mañana.
El medicamento que me dieron cuando fui llevada al hospital realmente me ayudó a recuperar mi fuerza. Justin también había comprado los medicamentos recetados que necesitaría en toda la duración de nuestra estancia aquí en Canadá. Todo ya estaba resuelto cuando me desperté al día siguiente. Las facturas se pagaron y yo estaba lista para salir de aquí. El médico dijo algunas instrucciones y precauciones, mientras estaba sentada en la cama del hospital a la espera de la enfermera para retirar la aguja intravenosa que se había quedado atascada en mi mano. Odiaba esta parte, así que cerré los ojos y apreté la mano de Justin, ya que la enfermera hizo su trabajo. Justin sintió mi necesidad de su toque, por lo que pasó un brazo alrededor de mi cintura mientras escuchaba la charla médico continuamente. Justin estaba en una posición sentado a mi lado en la cama, pero él me estaba enfrentando, así que era más fácil para mí poner mi cara en su hombro sin moverme mucho. Yo no estaba prestando atención a lo que el doctor estaba diciendo, así que esperé a que Justin entendiera todo lo que dijo. Sólo quería ir a casa y acurrucarme bajo el edredón con Justin a mi lado.
"No, todo está hecho." Escuché a Justin susurrar en mi oído. Al abrir los ojos, miré a mi lado y me di cuenta del vendaje. Él tenía razón, se terminó. Ni siquiera siento ningún dolor, sólo un alivio. Luego me besó la frente con suavidad, antes de que yo mirara a mi alrededor, sólo para darme cuenta de que el médico y la enfermera ya se habían ido.
"¿Estás lista para ir de nuevo a la casa de mi padre?." Preguntó con entusiasmo.
"Por supuesto." le contesté.
Dijo algo acerca de esperar a la enfermera con la silla de ruedas, por lo que tomó el tiempo para mirar alrededor de la habitación para asegurarse de que ninguna de nuestras cosas se quedaron.
Cuando terminó de comprobar nuestras cosas, caminó hacia mí, y se acercó más a la orilla de la cama. Dejé que mis piernas colgaran hacia el suelo, y el chico que estaba al lado de mi figura me llevó en un cálido abrazo. Agarró suavemente mi mano vendada y besó la parte superior de la misma con amor. Me reí ante sus pequeñas travesuras.
Él me ayudó a ponerme mi peluca y la enfermera pronto llegó con mi silla de ruedas. Nos dirigimos hacia la planta baja del hospital y salimos en la salida de incendios, para que Justin saliera sin ser reconocido. También llevaba grandes gafas falsas en los ojos, un bigote y un sombrero, para disfrazarse. Para mi sorpresa, funcionó.
Justin y yo muy pronto estábamos dentro de la seguridad del coche de Jeremy, y Jeremy estaba en el asiento del conductor. El camino en coche hacia casa no pasó duró mucho tiempo, y yo estaba agradecida.
Me gustó mucho la familia de Justin, pero me pareció un poco mal tener que molestar sus vacaciones debido a mi condición. Justin dijo que estaba bien. Bueno, por supuesto que se vio obligado a decir eso. Él era mi novio. De todos modos, después de una estancia de una noche en el hospital, yo estaba de vuelta en su casa, donde yo fui recibí una cálida bienvenida de nuevo.
"Hey cariño. ¿Te sientes bien ahora?." Erin preguntó mientras me daba la bienvenida en su casa con un abrazo maternal.
"Sí, por supuesto." respondí con una sonrisa. Le dije a Justin no decirles acerca de mi cáncer. Suponían que me desmayé por una fatiga. Fue mi elección, así que Justin no pudo hacer nada al respecto. Podía sentir que quería decirles, pero no quiero que sientan piedad de mí. Yo no quiero que nadie me trate muy especial. Quiero que me traten con normalidad.
"Te hicimos un regalo!." Jazzy exclamó mientras ella y Jaxon corrieron hacia mí y me dieron una tarjeta que decía que me pusiera bien pronto y tenía un montón de dibujos lindos y cosas así en aquella. Me encantan tanto estos dos niños. Ellos eran adorables.
"¿En serio?." Le pregunté, tomando el papel doblado en mi mano para tomar un buen vistazo a su hermoso presente.
"Sí, le ayudé a Jaxon a colorear." Jazzy añadió con orgullo.
"Wow, esto es increíble!." De rodillas, tomé a los dos niños en un abrazo, con la esperanza de que tuviera pequeños hermanos como ellos, o incluso mis propios hijos en el futuro.
Pronto nos reunimos en el comedor, donde compartimos el almuerzo juntos, pero por suerte esta vez, nada desafortunado pasó como desmayos o algo de ese tipo.
*
Justin no había dejado que me levantara de la cama desde que habíamos terminado la comida junto a su familia. Me estaba mimando. Era un poco molesto, pero por otro lado, yo estaba feliz de tener a alguien que me cuidara. Él era muy dulce y se preocupaba por mi estado, y era exactamente lo que yo necesitaba.
"¿Tienes hambre, bebé? Podría hacerte un sándwich si quieres." dijo, sonriendo mientras acariciaba mi mejilla suavemente.
Ya eran las tres y, así que supongo que podría comer un aperitivo.
"Eso suena muy bien, pero tu también. Yo no quiero ser la única en comer." bromeé.
"Bueno, dame un beso primero." Luego se inclinó y me besó. Sus labios tocaron suavemente los mios, y enviaron chispas por todo mi cuerpo. Justo cuando nos alejábamos, me miró a los ojos antes de darme otro beso en la frente.
"Te amo!." Grité mientras él caminaba hacia la puerta.
Treinta minutos habían pasado desde que Justin había salido de la habitación y no había vuelto todavía. Yo estaba un poco impaciente y preocupada. Justin podría ser un poco torpe a veces. ¿Y si se quemó accidentalmente su dedo o algo así? Yo pensé que debería ver cómo estaba y salir de esta cama, así que me levanté y me dirigí hacia la puerta. Me detuve en seco antes de que pudiera girar la perilla, porque me pareció oír voces desde fuera.
"Justin, tus amigos habían estado esperando para que pudieras pasar el rato con ellos." Era la voz de Jeremy. Podía distinguir con claridad, y supongo que estaba hablando con Justin.
Mis cejas se fruncieron. Justin no me dijo acerca de sus amigos.
"Papá, sabes cómo es. No puedo dejar a Selena sola." Escuché a Justin decirle a su papá. Me sentía culpable. Sé que el propósito de Justin de venir a casa era para pasar el rato con su familia y amigos. En cambio, yo lo estaba reteniendo de hacer todas esas cosas.
"¿Por qué? Podría pasar el rato con Erin mientras andas con tus viejos amigos."
"Papá, te dije que ella tiene una enfermedad y no puedo dejarla."
Empecé a oír los pasos que venían cerca de mí, pero yo ni siquiera me moví de mi lugar. Sentí la necesidad de escuchar toda la conversación.
"¿Por qué no puedes siquiera explicarme lo que pasó hace dos días?." Escuché a Jeremy preguntar con una voz mucho más baja, pero me di cuenta de que ya estaban en frente del otro lado de la puerta en frente de mí.
"Papá, esto es complicado." Justin respondió con un suspiro. Podía imaginarlo encogiéndose o rascándose la nuca.
"Qué es complicado? Quiero ayudarte, hijo. Pero no puedo si no me dices lo que está mal. ¿La dejaste embarazada?." Preguntó Jeremy y yo jadee en voz baja. Whoa! No se limitó a ir allí!
Al igual que lo que yo esperaba, Justin negó de inmediato.
"¡Papá!." Justin gimió. "Ella no está embarazada. Es otra cosa."
A pesar de que no podía verlo, sé que estaba nervioso.
"Ella tiene leucemia, papá." finalmente admitió.
Me mordí el labio inferior, a la espera de la reacción de Jeremy.
"¡¿Qué?!." Jeremy preguntó con incredulidad.
Me mordí el labio inferior. Claro, yo no quería que supieran pero yo no podía culpar a Justin.
"No puedo dejarla."
"¿Ella toma sus medicamentos?"
"Sí."
Un incómodo silencio los envolvió por un rato.
"¿Por qué ella, Justin? Todo el mundo sabe que puedes tener a cualquier chica que desees. ¿Por qué decidiste quedarte con ella?." Mis dos dientes frontales se hundieron en mi labio inferior, una vez que había oído a Jeremy hacer esa pregunta. Sentí un poco mi corazón roto, pero él estaba en lo cierto.
"Porque ella me necesita y nos hacemos felices el uno al otro."
"Supongo que la amas?."
"Sí, y ella me ama".
"Selena es una buena chica, ¿de acuerdo? Pero eres joven, hijo. Es necesario explorar el mundo."
"¿Me estás diciendo que la deje, papá?."
"Claro que no. Sólo te estoy diciendo que a lo mejor ella no sea la chica con quien estés siempre."
"Ella lo es. Estoy aquí para ella porque quiero estar con ella."
Mis manos empezaron a temblar mientras escuchaba a Justin y a Jeremy discutiendo por mi culpa.
"Ustedes dos están excesivamente apegados el uno al otro. Sé que tu estás profundamente enamorado de ella. Es por eso que tengo miedo de que tu salgas profundamente herido cuando las cosas no salgan bien. El cáncer es una mierda. Lo sé porque mi primera novia, antes de conocer a tu mamá, murió a causa de cáncer también."
Quería alejarme de la puerta, pero no podía. Mis pies estaban pegados al suelo, como si hicieran quedarme aquí por un rato, porque tenía que escuchar un poco más.
"¡Está bien! Odio que esté enferma. Yo odio tener que cuidarla siempre y tener que poner mucho cuidado a su alrededor. Odio que no pueda llevarla de vacaciones a Hawaii o las Bahamas. Odio que no pueda presumirla al mundo. No me gusta que ella sea una chica con cáncer, papá. Pero-" Justin habló un poco más fuerte, pero no lo suficientemente alto como para considerarlo como un grito. Pero fue lo suficientemente fuerte para que yo escuchara claramente.
Eso fue todo. Todo era demasiado. Sentí que mi corazón cayó al suelo. Yo no podía respirar. Bloqueé las voces que escuchaba, y me dirigí hacia el baño. Una vez que había cerrado la puerta, caí de rodillas y mi vista comenzó a ponerse borrosa. Me senté en el suelo y abracé mis rodillas cerca de mi pecho, mientras descansaba mi espalda contra la pared. Las lágrimas cayeron de mis ojos cuando mi cuerpo liberó sollozos desgarradores. Podía sentir mi corazón romperse en pequeños pedazos y sé que no se repararían de nuevo. Gemí de dolor. Un dolor que nunca sentí antes, ni siquiera en todo mi historial del cáncer. Era el dolor de un corazón roto, y era peor de lo que había imaginado. Debí de haberlo visto venir. Debí de haber sabido que todo era demasiado bueno para ser verdad.