XI. ALGO MÁS
Toneri tomó de la mano a Hinata, ella por acto de inercia tomó su collar mientras caminaban juntos, Toneri la abrazó por la espalda mirando el paisaje de su alredor.
— A éste pequeño lo querré con todo mi corazón. — le susurró.
— Yo lo sé — puso sus manos en su barriga y sonrió, aunque tenía lágrimas a punto de salir.
Después de un rato todos se reunieron de nuevo para ir todos juntos hacía sus casas.
(···)
Habían pasado una semana y Naruto se encontraba en su habitación acostado boca arriba, su celular comenzó a sonor, lo tomó y vio que era un número desconocido, pero igual contestó.
— ¿Aló?...
— Hola Naruto, no me cuelgues.
— ¿Qué quieres Shion? — puso los ojos en blanco.
— Quiero que nos encontremos ¿de acuerdo? No pido mucho.
— Shion no crees que ya te aguante demasiado.
— Es lo último que te pido.
— Agh, está bien.
— Gracias, te enviaré el lugar por mensaje.
— Esta bien... ¡Oye como conseguiste mí número!.
— Eso, querido es un secreto — colgó y el rubio bufó.
El Uzumaki pensó un momento, abrió sus ojos como platos, de inmediato cogió de nuevo su celular y buscó entre sus contactos un número, cuando lo halló, lo llamó y esperó a que contestará.
— Karin ¿Fuiste tú la que le dio mí número a Shion?.
— Noo...
— ¡Karin! — La retó.
— Agh... sí, pero por que es mí amiga.
— Bueno espero que tú "amiga" no venga con sus estupideces.
— Ni que ella fuera una niña.
— No lo es, pero ya hizo lastimó personas con sus caprichos.
— Entonces la detendré. Si ella quiero hacer un capricho, yo la detendre.
— Eso espero Karin. Y no vuelvas a dar mi número sin consultarlo antes — el rubio colgó. Tomó una camisa negra y un abrigo color café y salió de su casa.
(···)
Hinata caminaba de un lado a otro, estaba algo nerviosa, mejor dicho demasiado; tendría que decirle a su padre sobre el bebé junto a Toneri. Se sentó en su ventana, respiró ondo y su pánico volvió al ver a Toneri llegar.
Esperó unos minutos, ella bajó, saludó a Toneri y se dijieron al despacho de su padre, justo frente a la puerta, el Ootsusuki miró a su novia, la cual estaba nerviosa, tomó su mano para darle a entender de su apoyo y ella mostró una leve sonrisa que en su parte era nerviosa. Toneri tocó la puerta y escucharon un "pase" y ellos accedieron.
— Hija, Toneri ¿Qué ocurre?
— Papá yo... — intentaba que su voz no tiemble — Tenemos que decirte algo importante — agachó la cabeza y Hiashi los miró atento a sus acciones.
— Señor Hiashi Hyüga — Comenzó a hablar Toneri, Hinata lo miró, pero sintió que era obligación suya de decirlo a su propio padre. Se soltó del agarre del Ootsusuki y dio un paso hacía delante.
— Papá yo... — topó su barriga — estoy esperando a un bebé — un silencio se apoderó de la habitación.
(···)
Naruto miraba desesperado su reloj, ya que la que lo había citado aún no aparecia y eso lo deseperaba un poco.
— Lo siento por la demora.
— Vaya, me invitas y llegas tarde — ella sonrió.
— Sí que has cambiado Uzumaki — levantó una ceja.
— ¿Para qué me citaste?
— Para hablar contigo, se que tienes un ligero rencor hacía mí — miró los ojos del rubio — o mucho, pero ahora el punto es que yo quiero mantener la paz contigo.
— ¡Ja! Como si fueses capaz.
— Sé que hice las cosas mal, muy mal; mira puedes seguir teniendome rencor por lo que hice, pero quiero hacer las paces contigo.
— También tendrías que hacerlas con Hinata.
— No es problema — sonrió.
— Y... No vas a decir nada más — dijo no tan convencido.
— Bueno, ordenemos nuestra comida. — Lo miró con cierta diversión — Quiero hacer las cosas bien, quiero empezar de cero, Naruto intenta entenderme.
(···)
Hiashi estuvo un rato analizando y procesando todo, se levantó de su silla y caminó hasta donde su hija, ella agachó la cabeza escondiendo su rostro con su largo cabello.
— Lo lamento — murmuró.
— Hija, no deberías de disculparte, debes estar feliz por esta noticia, si me sorprende mucho, pero hija escuchame, nacimos para seguir y elegir nuestro propio camino.
— Gracias — lo abrazó y unas lágrimas resbalaron por sus mejillas rosadas.
Ella se sentía protegida por los brazos de su padre, a la vez se sentía alivida, aunque sentía culpa de que tuviera que mentirle a Naruto con respecto a su hijo.
(···)
Todos volvían a clases, después de unas pequeñas vacaciones, Hinata caminaba pérdida en sus pensamientos, había parado de nevar y el suelo estaba pintado por unas partes de blanco.
Miró la inconfundible cabellera rubia y decidió evadirlo, pero sintió como sus penetrantes ojos azules la miraban, ella no quería hablar con él y se puso nerviosa.
— ¡Hinata! — gritó, pero ella lo ignoró puso rápidamente unos audífonos en sus orejas, aunque éstos no estuvieran encendidos.
— Hina...— la topo el hombro y ella se voltió, intentó actuar normal.
— Lo siento, no te escuché y tengo algo de prisa.
— Esta bien Hinata, solo que quería que supieras que todo lo que pasó, olvidalo, seamos amigos.
— Esta bien — suspiró — Yo ya me voy — se soltó de su agarre.
···
Cuando encontró a su amiga Temari sonrió.
— Tengo que decirte algo importante.
— ¿Qué es?
— Te lo diré junto con las otras chicas. ¿Está bien?.
— Sí, como quieras.
La azabache fue hacía su salón, se sentó cerca de la ventana y ahí se mantuvo toda la hora garabateando su cuaderno. Cuando por fín se acabaron as clases ella fue hacía la cafetería y ahí sus amigas la esperaban.
— Bien, que es lo que nos tienes que decir.
— Esta bien, no se lo dirán a nadie, ¿entendieron? — Las tres asintieron.
— Bueno yo...
— Hola chicas — un castaño se acercó a ellas.
— Increíble — farfulló la Yamanaka.
— ¿Qué pasa?
— Cosas de chicas — contestó Sakura
— Kiba nos podrías dejar un rato solas — pidió la Hyuga — solo un rato.
— Está bien, me voy — el castaño se retiró.
— Muy bien, ahora dinos ¿Qué pasa Hinata?.
— Yo... estoy esperando un bebé. — las chicas se mantuvieron en silencio por unos segundos.
— ¿Cómo? — habló Sakura. — ¿Es broma no? — Hinata negó con la cabeza — Felicidades Hinata.
— Sí, que seas felíz — omentó Ino.
— Sabes que siempre te apoyaremos — Temari la abrazó y las otras dos chicas se unieron igualmente.
— Gracias chicas...
(···)
Kiba y Hinata quedaron para hablar después de clases.
— ¿Qué es lo importante, qué me tienes que decir?.
— Kiba, yo estoy embarazada. — La miró con sorpresa y sonrió.
— Hinata eso es increíble — la abrazó-Toneri debe de estar...
— No — lo interrumpió.
— ¿No?
— Toneri no es el padre — Agachó la mirada. — es...
— Naruto… — finalizó el castaño, ella asintió — ¿Ya lo sabe?
— No, Toneri me pidió que no se lo dijiera.
— Pero es el padre del niño, tienes que decirle.
— Lo sé, pero creo que es mejor así. Por favor Kiba no se lo digas.
— No se lo diré, pero quiero que sepas que no estoy de acuerdo con eso, además tú misma tienes que hacerlo, espero que lo entiendas.
— Kiba perdón, pero no puedo decírselo, no ahora.
— Yo te apoyaré, espero que pienses bien las cosas.
(···)
— ¿Qué quieres Shion?.
— Solo necesito decirte algo sobre Hinata.
— Yo no quiero oír tus mentiras.
— Entiendo que no me quieras creer, pero podrías tan solo escucharme.
— No, no puedo — el rubio comenzó a caminar.
— Ella está esperando a un bebé. — El Uzumaki paro en seco.
— ¡¿Qué mierda?!...Shion, no es gracioso.
— No te lo digo por mal, es la verdad, lo escuche de Sakura e Ino, fue una coincidencia; ahora que te lo he dicho, me retiro.
Naruto quedó con la mirada fija al suelo, las lágrimas querían salir, pero él no dejaba que pasará, tenía que ser fuerte, alzó su rostro con decisión, corrió por todos lados y encontró a Sakura el se acercó a ella y la tomó de los hombros.
— ¡¿Qué te pasa Naruto?! — dijo enojada.
— ¡Dime la verdad! ¿Hinata está esperando un bebé? — ella lo miró con pena.
— Hina tiene que decírtelo — agachó su cabeza.
Naruto miró a otro lugar y ahí estaba Hinata, con su rostro lleno de sorpresa. Él soltó a Sakura y caminó pesadamente a Hinata.
— Ese bebé — apuntó hacía su estómago — ¿es de Toneri? — Hinata se quedó helada por tal pregunta.
— Naruto... — tragó saliva — Es de él — las lágrimas querían salir, pero debía ser fuerte en ese instante.
— Felicidades — dijo en tono triste y se marchó, una lágrima se resbaló por su mejilla.
Lo siento Naruto-kun.
Mirar a la chica que amaba, que estaba esperando un bebé de alguien más, le partía el corazón, ahora no era propio de sí, no sabía si cometeria alguna locura o él se volvería loco. Loco, loco de no estar al lado de la persona que más amaba, loco de no haber sido él.
~AVANCE~
— La vida era mucho mejor cuando eres pequeño-susurró, pero al recordar su infancia, no fue siempre la mejor.
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Wolas mis queridos mininos otro capítulo en el mismo día siento que se les debía así que ta daa. XDU bueno si quieren pueden seguirme en instagram : @ aliss_vettz besos mininos
Alissvettz.