Narra Lauren:
Después de ese día asombroso en la playa con Camila nuesta relación sigue igual. Siempre estamos juntas y eso me agrada. Siempre andamos saliendo con las chicas y, a veces, con sus novios que, claramente, me agradan más que todo Troy, él es el chico perfecto para Ally, siempre estan juntos y nosotras notamos cuanto se aman. Siope y Dinah es una relación muy diferente es rara pero si aún se quieren pues que sigan juntos. Arin a recapacitado un poco, aunque no quiere saber nada de Normani nos dijo que va a darle el apellido al bebé y dará su parte, pero bueno, algo es algo.
He hablado con mis padres todos los días desde que llegué, los extraño y a mis amigos, aunque no éramos tan unidos, también. Yo les comenté lo de que vinieran a vivir aquí y ellos dijeron que lo pensarán, pero yo sé que así será. Christopher y Vanessa van de bien a mejor, he notado a mi hermano feliz desde que ella apareció en su vida y eso me alegra a mi bastante. Taylor desde enero comenzó en otro instituto y, por lo que me ha contado, le esta yendo súper bien. Ahora tiene un grupo de amigas y vienen aquí seguido. Digamos que mi vida es asombrosa. Comencé a dejar en el pasado todo aquello que me sucedió, perdoné a las personas que debía perdonar, dejé ir a aquellas que se fueron y ahora, con la mejor chica del mundo, soy realmente feliz.
- Lolo, despierta -me dice esa voz que conozco tan bien.
Abro mis ojos y me consigo con ese mar chocolate que me enamora. Esta tan hermosa, cada día que abro mis ojos y la veo, ahí, de pie, en frente de mi, me enamora aún más y me doy cuenta de lo real que es todo. Me tallo los ojos y la detallo mejor, ella se viste tan femenina aunque sé que con un traje de hombre se vería igual de hermosa.
- Buenos días bella durmiente -mi voz sale algo ronca.
- Buenos días amor -dice y besa mi frente- Y hoy tu fuiste la bella durmiente -me guiña.
Ella ya está arreglada, huele exquisito y se ve preciosa. Me levanto y voy al baño. Me doy una larga y relajante ducha, salgo y me lavo los dientes. Me miro en el espejo, a veces, no me gusta lo que veo. Me acerco más, mi rostro es demasiado palido y mis cejas gruesas. No sé porque alguien como Camila se fijó en mí. Lo único que me gusta de mi rostro son mis ojos y creo que sería el colmo si no fuera así. Salgo del baño y voy a la habitación, está desolada, me visto rápido y me veo en el espejo completo. Tengo unos jeans negros algo rotos, una chemis, ajustada, cuello en V y unas vans negras. Hoy no me pondré la chaqueta está haciendo algo de calor. Suelto mi cabello y lo dejo caer en mis hombros, lo tengo largo, debo cortarmelo un poco. Me acerco a la peinadora y busco mi perfume, me lo coloco y salgo. Bajo las escaleras y miro a mi alrededor. Saludo al señor Alejandro que esta en el sofá leyendo el periódico. Entro a la cocina y me encuentro con la señora Sinu lavando unos platos y con Camila. Sonrío al verla.
- Buenos días señora -le digo, ella se voltea.
- Buenos días cariño -me regala esa sonrisa de madre y sigue con lo suyo.
- Planes para hoy Camz? -le pregunto y ella se acerca a mi.
- En realida no -dice negando, busca algo en el microondas y coloca el plato en la isla- Es tu desayuno Lolo -me informa.
- Gracias -le digo a ambas y me siento en un taburete. Ellas comienzan a hablar de unos trabajos y una fiesta. Yo solo como, tratando de irme a mi mundo. Al finalizar, me levanto, tomo el plato y lo lavo.
- Lau! -dice la pequeña emocionanda y entrando. Yo me volteo y la tomo en mis brazos, la abrazo y la cargo.
- Cómo estás Sofi? -le pregunto y camino con ella cargada hasta la sala. Donde me consigo con todos.
- Muy bien Lau -dice ella sonriendo- Ahora jugarás conmigo? -dice y hace un puchero. Dios... no le puedo decir que no a las Cabello y más si hacen puchero eso esta científicamente comprobado, por mi.
- Claro pequeña -le doy un beso en la frente y la dejo en el suelo.
Subo las escaleras y paso por el cuarto de mi hermano que fue el único que no vi en la sala. Abro lentamente la puerta y me consigo con él bien dormido abrazado a Vanessa, sonrío feliz por él y regreso a mi habitación. Quisiera tener un piano aquí para tocar.
- Qué haces amor? -dice Camila entrando, sacandome de mis pensamientos. Ella se sienta junto a mi en la cama.
- Nada Camz, pensando. Y tú? Cómo estás? -le pregunto interesada.
- Muy bien, ahora que me quitaron esas tontas pastillas -dice y suspira.
- Por fin -le digo sonriendo. Ella llevaba como tres meses tomándoselas y el miércoles en la tarde fuimos a ver a la doctora, ella nos dijo que Camila ya estaba muy bien de salud. Y yo sé que es verdad ella se la pasa todo el tiempo comiendo, aún no entiendo como sigue igual al día que la conocí. No rebaja ni engorda un solo kilo- Quieres salir hoy?
- No -me responde negando.
- Es sábado Camz -le digo con una mirada rogante.
- Lo sé, pero quiero hacer otra cosa...-dice algo nerviosa.
- A ver, dime -la animo. Ella se levanta y se coloca de pie justo en frente de mi.
- Debemos decirles -suelta mirando al suelo.
- Decirle qué? A quién? -digo sin entender.
- De nosotras... a mis padres.
- Qué?!? No, no Camz -digo negando- Ellos... no sé como lo tomarán pero no creo que es el momento -digo colocándome de pie, estoy muy nerviosa y asustada. Ellos nos pueden echar de la casa o tratarnos horrible.
- Ya es hora Lolo -dice con sus ojos cristalizados- No me gusta mentirles a ellos, menos ocultarles cosas... Ya no aguanto estar escondida o con miedo a que nos descubran.
- Pero Camz... -digo algo cabizbaja. No quiero, no quiero decirle. Sé perfectamente como está ella y lo que siente. Pero no creo que sea el momento de hacerlo.
- Por favor -me pide y me mira. Una lágrima baja por su mejilla y yo se la limpio.
- Estás segura? -le pregunto, ella asiente- Bien, vamos -le tiendo mi mano y ella la toma. Esto será horrible.
Vamos bajando las escaleras, siento como su mano tiembla. Yo estoy en shock no puedo creer que pasaré de nuevo por esto. Por los nervios y ver la reacción de ellos. Y otra vez por el caos. No, no puedo hacerlo. Me detengo en seco a la mitad de las escaleras. Camila me mira y me hala, yo niego con la cabeza. Sé que no esta bien y no quiero, no puedo hacerlo.
"Eres una infeliz! Estas loca! Eres el demonio! No, no aceptaremos eso! No tendremos una hija así! Vete Lauren!"
- No puedo Camila -digo, los recuerdos de ese día tan horrible para mi regresan a mi mente- No, no otra vez -digo negando.
- Por favor Lolo -me pide mirándome- No dejes que lo haga sola. No me dejes sola en esto -sus ojos estan cristalizados y se que los míos también, aunque sé que no lloraré, lo siento- Te necesito -suelta y puedo ver que es verdad.
Vamos Lauren no seas tonta y cobarde, la chica que amas te necesita y debes hacerlo. Si tengo que hacerlo.
- Bien -digo y aprieto el agarre de su mano.
Aún ella tiembla y se como se siente, esta nerviosa y cree lo peor. Llegamos hasta la sala. Y nos detuvimos al frente del sofá, en él están sentados los señores Cabello, Taylor y Sofía. Ellos nos miran extrañados y luego el señor apaga la televisión y se enfoca en nosotras.
- Mamá, papá tengo algo que confesarles -dice Camila con su voz quebrada.
- Qué pasó Mila? -pregunta su mamá preocupada mietras se levanta. Nos movemos un poco y yo quedo con el sofá a mi izquierda, Camila a mi derecha y Sinuhe en frente. El señor se levanta y se coloca al lado de su esposa, apoyándola, ellos están esperando lo peor.
- Lauren y... -trata de decirlo, pero las palabras se le quedan atascadas, sus padres se estan impancientando.
- Habla Camila -dice su papá firme- Qué hiciste? Qué pasó??
- Yo... lo siento... tanto -dice entre sollozos, ya esta en pleno llanto. Suelto su mano y acaricio su hombro con mi mano derecha, en forma de apoyo.
- Karla Camila Cabello! -dice su mamá ya enfadada, pero sé que, en realidad, esta es asustada.
- Mamá perdoname por favor. Pero es algo que yo no puedo ni pude controlar... -habla mi novia muy rápido-...solo -dice y suelta otro sollozo, se tapa su rostro con ambas manos.
- No entendemos nada -dice el papá con el ceño fruncido- Lauren qué pasa? -me pregunta.
- Bueno señor. Yo amm -mi voz esta temblorosa, estoy muy nerviosa y Camila no deja de llorar. Eso me parte el corazón- Les pido que mantengan la mente abierta.
Digo y miro a Taylor, ella me asiente y da algo de animos, pero también se le escurren las lágrimas. Sofía esta atenta a toda la escena, pero esta tranquila, aunque tiene el ceño fruncido tratando de entender.
- Lauren por favor habla, dinos que es lo que pasa -me pide su mamá ya angustiada.
- Camila debe hablar yo... -miro a mi novia que tiene las manos abajo y toma unos suspiros profundos. Luego abre sus ojos y:
- Yo estoy saliendo con alguien -suelta mi chica. Los padres de Camila suspiran y luego sonríen- Pero...-empieza y ellos la miran con el ceño fruncido-...es -y ahí sus lágrimas empiezan a bajar de nuevo.
- Quién es? Alguien mayor? Está casado? Camila habla -dice su mamá ya muy asustada e intranquila. Pero a Camila no le salían las palabras.
- Mila por favor dinos quien es -pide su padre. Y es la primera vez que no lo veo estricto o firme.
- Una chica -suelta ella y se tapa el rostro de nuevo.
- Qué?! Una chica!! Cómo es esto posible Camila?!?! -exclama su mamá- No, no, no! Yo no puedo tener una hija así! Me das asco -hizo una mueca y se volteó.
Las imagenes de la vez que yo lo confesé se repiten una y otra vez. Tanto así que ya no veo que son los padres de Camila si no los míos. Pero estos se la estan tomando mejor.
- Hija, es en serio? -pregunta su papá en shock. Camila llorando y con el rostro entre las manos, asiente- Pero... Oh Dios.
- No! No es en serio! No es de verdad! -dice Sinuhe y voltea a mirarnos, esta llorando y muy furiosa. Y yo solo estoy congelada- Hija dime que es mentira, por favor. Dime que es un hombre mayor, que esta casado, que estas embarazada lo que sea... -ruega la señora ya fuera de sus casillas. Camila niega- No! Karla dime quién es?! Quién es la infeliz que cambió a mi bebé. La que te hizo la vida ahora imposible! Dime quién es! -le exige. Camila se quita las manos del rostro y ahora tiene una cara muy seria, el ceño fruncido y la mirada furiosa. Sé que le dolió eso. Pero a mi me dolió aún más. Sus manos están echas puños. Yo la dejo de tocar y me alejo. Estoy enfada pero trato de controlarme.
- No fue nadie! -le exclama- Nadie me cambio yo soy así! Y ella es la persona más perfecta de esta tierra -dice sin mirarme, sé que lo hace para que no sepan que soy yo.
- No, no, no -repite su mamá negando- Tu no eres así, no eras así. Solo estas confundida es solo una etapa, es normal -dice limpiándose las lágrimas- Yo te ayudaré a salir de esto, iremos a la iglesia y a un psicólogo. Saldremos de esto hija mía -le dice y toma sus manos. Pero Camila se las suelta bruscamente.
- Yo soy así! Si no por qué nunca he tenido novio, nunca me he fijado en algún chico?! Mamá ya sé lo que soy! Yo estoy segura.
- No! No sabes lo que eres. No sabes nada! Eres muy pequeña!
- No mamá! No soy tan pequeña y sé perfectamente las cosas!
- Sabes que la sociedad te juzgará? Sabes que te pueden apartar? Te tendrán asco! Y yo no quiero una vida de miseria para mi hija! -exclama su mamá. Ellas tienen una conversación privada.
- Mis amigas lo saben y me aceptaron tan cual como soy -dice Camila y su mamá abre los ojos soprendida- En la escuela nos ven y no dicen nada. Ya todos me aceptaron mamá. Solo faltan ustedes!
- Todos? -dice su padre confundido.
- No hija! Esto no esta bien! Va encontra a lo que creemos -dice su mamá ahora llorando.
- Si padre todos -responde Camila- Todos en esta casa lo sabían menos ustedes -le confiesa- Y eso me estaba matando era el único secreto que yo les guardaba, y les ocultaba quien soy realmente. Pero me cansé de eso. Por eso estoy aquí -dice ella muy seria- Y puede que si vaya en contra. Pero no importa! Yo la amo!
- La amas? -su padre esta muy en shock, aunque trata de entenderla.
- No! No puedes amar a una chica en forma diferente Camila! No sé quien es pero no sabes cuanto la odio por robarme a mi niña y meterla en ese mundo -dice ella con todo el odio en su voz. Yo fruzo en ceño, ya se esta pasando.
- Oiga -digo algo molesta- Está es su hija y deben aceptarla como es -miro a Camila y le sonrío- Abran sus mentes estamos en el siglo XXI.
- No te metas Lauren! -me grita su mamá- Esto no tiene nada que ver contigo.
- Tengo que ver -digo alzando un poco la voz pero aún en todo de respeto- Camila es importante para mi y no dejaré que la traten así. No entienden que ustedes han sido los únicos que se oponen?
- Ya se los dije -dice Camila y yo la miro. Ya volvió a llorar- Nadie había tenido esa reacción.
- Pues los demás no te quieren! Pero yo si y quiero lo mejor para ti Camila. Esa no es vida! -su mamá esta muy alterada. Le puede dar un infarto en cualquier momento.
- Señora calmense -digo educada.
- Que te calles Lauren! -me grita.
- Sinu amor, respira. Lauren no tiene nada que ver no la pagues con ella -le dice su esposo acariciándole el brazo.
- Yo...-digo y miro a Camila- Yo les pido perdón de antemano -ellos me miran extrañados- Pero... yo no soy la culpable de esto -la mamá bufa- Pero... amm -no me salen las palabras, Camila toma mi mano y me sonríe- Yo amo a... su hija -apenas lo digo, recibo una buena cachetada que me voltea la cara, pongo mi mano en la mejilla derecha que ahora me arde como el infierno y miro a la mujer que me golpeo con toda la furia contenida.
- Eres una mala agradecida!!! Te abrimos las puertas de MI CASA y vienes a enamorar a mi hija!!! -explota su mamá- Eres una persona despreciable!!! Por que??!! Por qué cambiaste a mi hija?! Por que me hicieron esto?! -dice fuera de sí y luego se derrumba en el suelo llorando.
- Yo no cambie a nadie -digo conteniendo mi fueria- Les pido perdón solo por haberselo ocultado.. pero más nada! Nunca les pediré perdón por enamorarme de una chica tan asombrosa...
- Callate! No digas esas cosas de mi hija! Me dan ganas de vomitar -exclama la señora levantándose.
- Lo mejor es que se vayan -dice el señor. Camila y yo nos miramos asombradas.
- Papá? -dice Camila llorando.
- Váyanse y dejen que su mamá lo asimile -dice y la abraza- Después hablamos cuando todos estemos calmados.
Yo tomo la mano de Camila. Y sin decir nada la halo, tomo las llaves de su auto y salgo de la casa. La subo al puesto de copiloto y me subo. Enciendo el auto y salgo disparada de ese lugar. Llego al parque y me estaciono. Respiro hondo y suelto varias veces para calmarme. Esa señora me ofendió varias veces aún no sé como pude manter mi compostura y no saltar a golpearla. Miro a Camila que no ha parado de llorar y pongo mi mano derecha en su hombro.
- Camz todo estará bien -afirmo y me quito el cinturón. Luego la abrazo. Ella se esconde en mi cuello y llora desconsoladamente. No me gusta verla así, odio como fue tratada, su mamá fue muy dura, sé que es un golpe para ella también pero debe entenderlo. A los minutos Camila se separa, quita el cinturón y sale de auto. Yo tomo las llaves y salgo. Ella camina hasta un árbol y se sienta. Yo la acompaño.
- No puedo creer todas las cosas que nos dijeron -dice ella negando. Mirando al horizonte.
- Lo sé, por lo menos no te golpearon -digo y cierro mis ojos fuertemente recordando la paliza que mi papá me dió ese día. Mis ojos se llenan de lágrimas y miró al frente. Sin duda, esto que pasó con la familia de Camila no se compara por lo que yo pasé- Ellos ya lo entenderán, tranquila.
- Tus padres como reaccionaron? -pregunta mirándome.
- Ya te dije que me echaron de la casa...
- Pero, dame más detalles.
- Se los solté -empiezo y miro al frente- Mi mamá me abofetió. Como lo hizo tu mamá -noto como ella niega con la cabeza- Me insultaron a gritos... horribles. Me dijeron de todo, hasta que no debí haber existido -cierro mis ojos y trago fuerte- Luego mi papá saco su correa y me dio una gran paliza -luego me preguntan porque soy tan fría- Me dejó inconciente. Me desperté en el suelo toda adolorida y luego subí, busqué mis cosas y me fui. Al otro día regresé pero no aguanté luego de una semana. Lo otro ya lo sabes -termino y la miro.
- Wow... -me mira y veo sus ojos rojos de tanto llorar- Bueno, no quiero compararlo porque lo tuyo fue muchísimo peor, pero mi mamá nunca me había hablado así. O dicho esas cosas.
- Lo sé, y te entiendo. Es duro para ti Camz -le sonrío para que se tranquilice- Amm... no sé si deba, pero mira -me volteo y me subo mi chemis, mostrándole mi espalda.
- Qué te pasó ahí? -me pregunta con su tono de voz de asombro.
- Mi padre -le digo, siento como sus manos recorren mi espalda tocando mis cicatrices. Cuando deja de hacerlo, me bajo la camisa y me volteo para mirarla- Camz mis padres se disculparon y me aceptaron. Yo los perdoné. Y si ellos entendieron, los tuyos también lo harán. Solo debemos darles tiempo para que lo asimilen.
- Y mientras vivimos un infierno?
- No podemos hacer nada -digo encogiéndome de hombros.
- Tienes razón -dice y mira de nuevo al frente- Pero duele...
- Y mucho. Pero amor ya pasará -ella me mira- Y cuando lo haga seremos felices de nuevo.
- Oh Dios... -suspira- Eso espero.
Luego nos calmamos. Dimos un paseo por todo el parque. Hablando de otras cosas, tratando de superar el tema. Camila lloró varias veces y yo solo la abrazaba hasta que se calmaba. Compramos unos helados. Y vimos a los niños jugar. Nosotras sabíamos que este día llegaría, solo, creo que fue muy pronto. Pero bueno, ya lo hicimos, ahora falta esperar a ver. La tarde cayó y consigo la noche. Cuando el reloj dió las 18 horas decidimos regresar.
Ahora, estoy aparcando en frente de la casa. Camila esta de nuevo nerviosa, tiene la mirada perdida, los ojos inchados y rojos. Yo suspiro y apago el motor.
- Lista? -le pregunto y tomo su mano.
- Vamos -se suelta y se quita el cinturón. Yo la imito y salgo del auto. Nos paramos en frente de la puerta y sé que ella esta paralizada, así que la abro.
Entramos, llegamos a la sala y nos conseguimos con la pareja Cabello sentados en el sofá, con la cara seria y las manos unidas. La mamá de Camila sé, por su rostro, que no paro de llorar desde que nos fuimos. Camila y yo nos sentamos a su lado. Es un sofá triple pero los cuatro cabemos.
- Ahora que ya estamos calmados y se pensó lo que se dirá podemos hablar tranquilamente -habla el señor que es él que todo el tiempo ha estado algo calmado.
- Yo primero te debo una disculpa Lauren, no soy tu madre y aún así si lo fuera no debí golpearte -dice la señora.
- Tranquila tenía razón de hacerlo -digo educada- Yo les debo una disculpa también no debí hablar así y menos... fijarme en ella.
- Está bien, y Camila cariño no debi decirte esas cosas lo siento mucho -le dice la mamá y luego le toma las manos.
- Si yo también te pido disculpas -dice Camila con sus lágrimas de nuevo bajando- Pero mamá yo no quería esto solo pasó y... no es mi culpa -dice cabizbaja- No mando en mi corazón -la mamá se levanta y la abraza. Duran abrazadas llorando un tiempo, luego se sueltan y vuelven a sus posturas.
- Bien, nosotros...-empieza a hablar el papá serio- Las aceptamos y seguimos queriendo -miro a Camila y ella sonríe feliz- Pero cambiarán las cosas por aquí. Taylor y Camila intercambiarán de habitación.
- Ya va... qué? -dice Camila sorprendida.
- Si, Lauren y Taylor dormían en tu habitación hija -responde su padre.
- Ustedes están seguras de estar juntas? -pegunta la señora, Camila y yo asentimos- Bien, con todo el dolor que eso me lleve las aceptaré. Pero necesito respuestas.
- Pregunta -le dice Camila.
- Cómo pasó? Hace cuanto? Y dime si me ocultas otra cosa Camila -le dice su mamá.
- Amm... no sé como empezó -responde ella- Yo la odiaba -yo me río un poco- Luego fuimos amigas... después, amm.. Yo desde que la conozco la veo con ojos diferentes -la mamá solo hacía muecas- Un día nos besamos -ella habla mirando sus manos. La mamá abre los ojos- Y luego, yo le confesé y después ella me pidió ser su novia -yo estoy muy ruborizada.
- Hace cuento? -pregunta el papá.
- El 30 cumplimos... -empiezo, ellos me miran atentos y eso me intimida, no quiero imaginar sus rostro, no quiero decirlo, pero debo- 4 meses -suelto y agacho la cabeza.
- Hace cuatro meses nos ven la cara?!?! -exclama su mamá de nuevo alterada.
- Sinuhe por favor, ya hablamos -le dice el señor y ella asiente- Es su primera vez en una relación con una chica? -yo los miro, pero Camila sigue con su vista en el suelo o en sus manos. Yo asiento y Camila niega. Veo la sopresa que invade el rostro de sus padres- Camila, explicate.
- Yo...-empieza nerviosa- Amm... tuve una... Oh Dios...-supira- Fui novia de Ariana papá -suelta rápido.
- Oh Dios! -exclama su mamá- Quién eres tú? Y dónde dejaste a mi hija? -le dice severa, siento como Camila comienza a sollozar de nuevo.
- Lo siento... por ocultarles eso... perdonenme -toma aire y se seca las lágrimas- Pero ahora lo saben todo, no les oculto nada.
- Y lo volverás hacer? -pregunta su papá.
- Jamás -dice negando- Más nunca les mentiré o ocultaré algo. Pero perdonneme fue un error pero tenía miedo.
- Te entiendo hija -dice él- Y te perdonamos -le da un abrazo, Camila lo abraza fuerte. Cuanto hubiera querido que mis padres reaccionaran así. Yo sería una chica completamente diferente- Bie,n ahora -dice cuando se separaron- Ustedes se aman y todo eso... Y no se lo podemos impedir...
- Aunque lo quisiéramos -interrumpe Sinuhe.
- Si, habla por ella. Estos últimos meses he visto a Camila tan feliz y eso es lo que importa. Te agradezco por hacer a mi bebé feliz porque eso me hace a mi feliz -dice el señor y me abraza. Yo me paralizo hasta que me suelta. Nunca pensé que el haría eso.
- Eso no lo puedo reprochar. Es verdad Camila ha sido feliz. Bueno ambas -dice la mamá y por primera vez, desde que todo esto comenzó, sonríe.
- Yo la amo y hago de todo para que ella este bien. No la lastimaré se lo aseguro. Yo solo... quiero estar con ella. Si ella es feliz yo también -digo mirando a Camila.
- Bien y lo harás -dice él y Camila me mira sonriendo e incrédula- Pero hay reglas: nada de afecto cariñoso entre ustedes en frente de cualquier miembro de esta casa. Nada de encerrarse en un cuarto con llave. Y nada de dormir juntas. Ya les dije como dormirán de hoy en adelante.
- Está bien... pero -digo algo tímida- Puedo... podemos salir no?
- Si, eso será como antes -dice él asintiendo.
- Y las chicas? -pregunta Camila.
- Durante los dos meses que siguen no habra pijamada ni nada de eso Camila -dice la mamá seria- Tampoco podrás salir los fines de semana...
- Pero... por qué? Por ser así? -pregunta Camila atonita.
- No -dice su papá- Estás castigada por mentirnos y ocultarnos eso -bueno, él tiene razón.
- Está bien -decimos ambas asintiendo.
- Bien y por favor que Sofi no las vea o sepa... -dice la mamá, Camila y yo nos miramos soprendidas.
- Bueno... puede que ella sepa algo -digo apenada.
- Oh... bien -dice la mamá- Nada de escenas aquí o en la calle -Camila y yo asentimos- Ahora, suban a sus habitaciones.
Camila sale disparada y yo la sigo. Subimos hasta nuestro cuarto. Cuando llegamos la tomo y la levanto, la abrazo feliz. Y la beso rápido.
- Amor está todo bien -le digo alegre.
- Oh si -dice relajándose y luego suspira- Creo que ya pasó lo peor -dice y sonríe.
- Si -digo feliz- Ahora ya lo saben, puede que las cosas cambien un poco. Pero siento que me quite un peso de encima.
- Si yo igual, me quité un gran peso de encima -me sonríe- Ah, pero que mal que dormiremos separdas -hizo un puchero y la beso.
- Si pero bueno, por lo menos domiremos en esta casa -bromeo y ella se ríe.
- Buenos me arreglaré para irme al cuarto de Sofi.
- Si, yo también haré eso y luego dormiré -le digo, ella me besa y luego sale.
Yo me cambio, y me acuesto en la cama. Al poco tiempo ella regresa con una ropa cómoda. Se despide, me da un beso y sale. Yo suspiro, me acomodo en la cama. Luego siento cuando Taylor se acuesta y cae dormida. Bueno, no fue el mejor día, pero tampoco el peor de mi vida. Estoy feliz por como se lo tomaron y porque ahora ya no nos tenemos que esconder más. Si, admito que quisiera tener a Camila aquí a mi lado y poder abrazarla, pero es mejor tenerla en el otro cuarto a tenerla en otro país.