12 horas antes...
Todo estaba oscuro, pero la artificial luz comenzó a colarse por los ojos ahora atormentados de Logan. Parpadeaba hasta acostumbrarse a la blanca y fría luz de un lugar que le era totalmente desconocido. Observó como podía a su alrededor, pero unas cadenas que lo sujetaban de las muñecas y los pies y lo alzaban verticalmente, se lo impedían. Intentó deshacerse de ellas con la fuerza, pero le era imposible, cosa que le extrañó. Se comenzó a agobiar un poco mientras intentó otra vez utilizar la fuerza, pero de nuevo, nada. Estaba cansado y cnfuso. No sabía porqué sentía tanto cansancio, y le causaba más frustración no entender cómo había llegado ahí. Se miró de nuevo y se percató que estaba sin camisa, y que en la sala solo estaba él encadenado y una mesa plateada.
En eso, se alarmó en cuento vio que la puerta se abría con llave y de ahí aparecieron un grupo de personas.
-Me alegra que podamos conocernos cara a cara de una vez...
Logan se enfureció al ver la cara de aquel hombre cerca de él: Sparks.
-¡Tú! - masculló Logan, e intentó deshacerse en vano de nuevo de las cadenas.
Sparks soltó una carcajada al ver la furia de Logan.
-No podrías ni que quisieras. ¿Verdad, querida?
Logan frunció más el ceño sin entender, pero en cuanto una mujer sufrió una transformación hasta pasar a ser azul, entendió.
-No - sonrió malévolamente Mística.
-Bien, bueno, dejadnos a solas- preguntó Sparks refiriéndose a unos hombres que iban armados, lo cual estos obedecieron, incluso Mística -. Bien, ahora que estamos solos, hablemos con sinceridad.
-Cabrón... - masculló Logan.
-Así me gusta - rió Sparks -. Pero ahórrate la saliva, por favor. Verás... No sé como empezar esto... Bueno, sí, sí. Empezaremos cómo has llegado.
-¿Dónde estamos?
Sparks lo miró sonriente, y le dijo:
-Buen intento, pero no te lo diré.
Sparks cogió una silla de la mesa y la acercó arrastrándola hasta estar delante de Logan.
-Bien, muy bien, eh... Sí, eso.
-¿A qué juegas? - lo interrumpió Logan.
Sparks alzó las cejas y lo miró.
-¿A qué juego yo?¿A qué juegas tú? - se puso más serio - Lo único que habéis echo ha sido meteros en mis planes de...
-...psicópata - lo interrumpió de nuevo.
-Qué gracioso.
-A mi no me hace ni pizca.
-¡Basta! - exclamó cansado Sparks - ¿Quieres saber algo o vas a seguir haciendo el imbécil?
Logan se calló mordiéndose la lengua, ya que quería saber cómo había llegado ahí.
-Bien, ¿por dónde iba? ¡Ah, sí! Verás... ¿te acuerdas de Drax? Bueno, trabaja para mí. Lo siento. Y... bueno, cuéntame... ¿cómo está mi querida Janette?
Logan quiso agarrarle el cuello y estrangularlo, pero evidentemente, no podía.
-¿Sabes? No sé si te lo ha contado, pero la primera vez que la tuve... - Sparks hablaba, pero se detuvo con una sonrisa tonta en su rostro - Qué bien suena eso, ¿no? Lo he dicho como si fuera mía. Bueno, al caso... Le dije que mi intención era casarme con ella.
-¿Cómo puedes tener tanto morro? - masculló Logan lleno de furia.
-Yo más bien lo llamaría perseguir mis sueños - se rió Sparks.
Se levantó de la silla con tranquilidad y seguridad, acercándose más a Logan.
-Te sientes débil, ¿verdad? - murmuró Sparks serio - Eso es porque te hemos inyectado un suero para que te duermas y no sientas nada, por eso estás sin camisa. Te hemos echo varios cortes, pero como era de esperar, se regeneraron.
Logan no decía nada. Se contenía para no soltarle todos los insultos capaces de enfurecer a cualquiera. Sparks lo miró serio, directo a los ojos, y Logan sintió un pequeño escalofrío al darse cuenta que ese hombre era un demente y un psicópata.
-Las cadenas - murmuró Sparks -. Te preguntarás cómo conseguí el adamantium. Sencillo. También le dije a Janette que mi padre y abuelo eran amigos de un hombre llamado Striker. ¿Te suena?
Logan tensó mucho más la mandíbula mientras veía como Sparks soltaba otra carcajada sin moverse de su sitio. Y, de nuevo, volvió la seriedad a su rostro. Un silencio se formó, pero Sparks claro que no se iba a cerrar la boca.
-¿Acaso pensáis que soy imbécil...? - murmuró - Sé muchas cosas que pensáis que no sé. Soy... soy el doble de listo que todas esas mentes de mutantes que hay en vuestra escuela... Sé que Janette se ha hecho indestructible. Lo supe en cuanto calculé de nuevo sus constantes y el suero y, si no llega a ser porque me obligasteis a irme para que la salvarais, ella habría muerto. Raro, ya que es inmortal, pero... el suero puede matar hasta cualquier dios que exista... También sé que vosotros, estúpidos, me llevasteis a juicio. ¡¿A mí?!¡Já! ¿De verdad pensasteis que me encerrarían así como así, sin pruebas ni testigos? ¡Pff...! El soldadito ya ha trabajado bastante para vosotros, ¿no creéis? De echo, ya no lo necesitaréis, ya que Janette volverá a estar a mi lado.
-¿Qué quieres decir? - espetó Logan en seguida.
-Quiero decir que ella vendrá a por ti y yo la pillaré, tonto - sonrió Sparks burlonamente, dándose la vuelta para irse-. Y cuando eso pase, yo...
-¡Espera! - lo interrumpió Logan, y Sparks se giró sorprendido -. Espera... Por favor... Haré lo que sea, pero... déjala en paz, por favor...
Sparks sonrió y se acercó:
-La amas... Lo sé, pero eso no puede ser.
-¡Tómame en su lugar! - pidió Logan desesperado, y Sparks frenó su paso - ¡Mucha gente ha intentado experimentar mi mutación y casi nadie ha podido! Piénsalo... La mutación de Janette es surgida de un experimento, la mía es de nacimiento y podrías averiguar mucho más...
Sparks entrecerró los ojos como si estuviera pensando, y Logan no dejaba de esperar paciente la respuesta.
-Lo consultaré.
Y tras esa respuesta, Sparks salió de la sala.
* * *
Horas y horas después, Logan se volvió a despertar, porque se había dormido aún bajo los efectos del suero. Pero ya no podía dormir más, quería saber la respuesta de Sparks, y sabía que tarde o temprano se la iba a dar. Observaba el suelo con tristeza. No se esperaba para nada lo sucedido, y no dejaba de pensar en Janette. Se había ofrecido como experimento para protegerla.
Sus pensamientos fueron interrumpidos al oír la puerta abrirse después tanto tiempo, e inmediatamente se fijó en ella, dónde aparecieron Sparks y Mística junto a Drax, quién andaba con una sonrisa.
-He tomado... una decisión - sonrió Sparks una vez en frente de Logan -. Trato echo. Tú, por ella. Pero mi amor será el mismo, así que puede que...
-¡Un trato es un trato! - masculló Logan con las pocas fuerzas que tenía.
Sparks le devolvió una sonrisa triunfante y asintió.
-Lo sé...
Logan dirigió su mirada hacia Drax, quién parecía indiferente ante la escena.
-Oh, sí. Creo que ya os conocéis. Un poco estúpido por parte de Xavier admitir a cualquiera en la escuela - se burló Sparks -. Bueno, volviendo al tema... Tú estás aquí, y ella allí. Y... seguro que no dudarán en buscarte lo más rápido posible, pero por la máquina esa a la que llaman Cerebro no podrán. Pero igualmente recorrerán cielo y tierra para encontrarte, y eso no puede ser. Así que debes de buscar la manera para que se olviden de ti...
Logan relajó tristemente su rostro con la mirada al suelo, sin tener intención de decir nada. Tenía una idea en mente. No quería recurrir a ella, pero no tenía otra...
-¿Tienes un teléfono? - murmuró Logan.
-¿Para qué? - preguntó Sparks, y Logan lo miró con seriedad, pero en sus ojos se podía notar la tristeza - ¡Oh, le romperás el corazón!¡Bien, bien! Así me gusta... ¡Venga, traedme uno, rápido!
Y en cuestión de segundos, Logan fue desatado y se sentó en la silla junto a la mesa.
-Date prisa - fue lo último que dijo Sparks antes de irse con Drax y Mística, dejando a Logan solo en la sala.
Miró el teléfono con desosiego. Tenía muchas dudas y realmente no quería hacer esto, pero era por el bien de Janette. Marcó el número de teléfono con un poco de esperanza a que no lo cogiera nadie, pero no fue así.
-¿Sí? - era Charles.
-Charles... - murmuró Logan intentando parecer serio.
-Logan... ¿Dónde estás? - preguntó enseguida preocupado Charles.
-¿Puedes pasarme a Janette? - se limitó a decir secamente - Ahora...
-Claro... - murmuró Charles confuso.
Logan esperaba y esperaba con unas ganas de oír la voz de su chica, pero también deseaba no hacerlo. No quería partirle el corazón. Un vez le prometió que estaría siempre a su lado, que no quería verla llorar, y que siempre la querría. Iba a romper dos promesas de esas, pero nunca rompería la tercera.
-¿Diga?
Logan abrió los ojos de golpe al sentir su voz a la vez que un escalofrío recorrió su cuerpo.
-Janette - murmuró.
-Logan... ¿Dónde estás?¿Estás bien?¿Te han echo algo?¿Está Drax contigo?
-Sí, estoy bien - aparentó seriedad.
-Pero... ¿dónde estás?¿Por qué te fuiste sin decir nada?
Logan tragó saliva mientras cerró los ojos al notar sus latidos rápidos.
-Me fui. Me fui porque era lo que quería.
-¿Q... Qué dices?
Al oír el tono quebrado de Janette se le encogió el corazón, pero debía seguir en el papel de capullo.
-Ya lo has oído. N... No podía seguir mintiéndome a mi mismo.
-No es verdad... - escuchó un sollozo de Janette.
-Lo siento, pero sí que lo es.
-¿Todo fue mentira? ¡¿Todo?!
-Sí.
Podía sentir su visión borrosa, e incluso caer alguna lágrima.
-Sí.
-¡Eres...!¡Tú... Yo... Yo... te expliqué absolutamente todo sobre mí...!¡Todo!¡Sabías el daño que tenía...!¡¿Esto ha sido un juego?!¡¿Todo?!
-Ojalá no hubieras puesto un pie en la escuela... - murmuró Logan apretando los ojos con fuerza.
-¿Qué has dicho?
-¡Nunca deberías haber puesto un pie en la escuela!
Tras ese grito, colgó con la respiración agitada y lágrimas en su rostro. En un acto de furia hacia sí mismo, tiró el teléfono y empujó de una patada la mesa soltando un grito.