Money Can't Buy

By LessAguilar

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Choi SiWon estaba obligado a casarse, pero un amor imposible y la necesidad de demostrarle a su padre que no... More

Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capítulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Capítulo XVII
Capítulo XVIII
Capítulo XX
Final
Epílogo

Capítulo XIX

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By LessAguilar

POV YOO JIN.

Me sorprendió que llegara y me dijera que saldríamos de la ciudad, se veía muy emocionado y terminó contagiándome su emoción. Arreglamos todo y nos fuimos a su casa, HyoRin iría con nosotros, ella se veía feliz de salir de Seúl por unos días.

Tras tres horas en carretera llegamos a unas enormes rejas que se abrieron en cuánto llegamos, la casa de campo de SiWon era igual de grande que la casa de su familia en Seúl, la abuela Choi estaba esperándonos en la entrada, me dio un abrazo cuando me vio.

-Me da mucho gusto verte -dijo sonriendo.

-A mí también señora Choi.

Entramos charlando la casa, HyeWon se había quedado dormida en el auto así que HyoRin la había llevado a acostar.

Cenamos con la familia de SiWon, su padre ya no me miraba como esperando a que cometiera un error, la relación con su madre era cordial, después de aquel incidente en el que ella me golpeó jamás volvió a insultarme.

Después de la cena revisé a HyeWon y me fui a mi habitación, me quité la ropa, me iba a poner el pijama cuando alguien tocó la puerta.

-Adelante -dije pensando que era alguna de las empleadas.

Pero quien apareció fue SiWon, yo estaba en ropa interior e intenté cubrirme con el camisón. Él me miraba con intensidad y yo sentí una sensación extraña en la parte baja de mi estómago.

-Lo siento -dijo él dándome la espalda-. Solo quería decirte que me gustaría que mañana salgamos solo tú y yo, hay un lugar que quiero mostrarte.

-Está bien -dije de inmediato.

-Eso era todo, buenas noches -dijo.

Salió de mi habitación sin mirarme de nuevo, me quedé dormida recordando la sensación que había provocado su mirada en mí.

A la mañana siguiente fui a ver a mi pequeña, estaba muy tranquila y feliz, nos fuimos a desayunar juntas, HyeWon estaba sentada sobre mi regazo, le daba de comer mientras yo lo hacía.

-¿Me dejas cargarla? -dijo la señora Choi.

Creo que todos en esa mesa estábamos sorprendidos ante su petición. Le di a HyeWon y la pequeña sonrió.

-Es muy bonita -dijo la señora Choi-, no se preocupen por ella. Nosotros la cuidaremos mientras ustedes salen.

Al terminar el desayuno SiWon y yo nos subimos a un auto, él no decía ni una sola palabra.

-¿A dónde vamos? -pregunté.

-A un lugar que quiero que conozcas.

Terminamos en la entrada de lo que parecía un templo, SiWon me tomó de la mano, me gustaba la sensación. Entramos al lugar pero no era un templo si no la entrada a unas escaleras. Comenzamos a subirlas, él seguía sin decir nada y a mí no me importó en absoluto llenar ese silencio.

No sé cuánto tardamos pero llegamos a la cima de la montaña, la vista era espectacular, no había palabras para describirla.

-Siempre que me sentía presionado por mi vida, las fans y las actividades que tenía venía hasta aquí. Cuando volvía me sentía más ligero.

-Quizá el viento es lo que se lleva tus problemas -dije sonriendo.

En ese momento él tomó mi mano, volteó hacía mí, me miró intensamente y antes de que pudiera reaccionar me besó.

No me aparté, me encantaban sus besos, olvidaba todo lo que ocurría a mí alrededor. No sé cuánto tiempo estuvimos ahí besándonos, nos detuvimos cuando se escuchó un ruido proveniente de mi estómago.

-Creo que alguien tiene hambre -dijo él riendo.

Me sentí un poco avergonzada, volvió a tomarme de la mano, volvimos al auto, mientras regresábamos a su casa nos detuvimos en un restaurante a comer.

Al terminar volvimos a casa pero en vez de entrar a la casa me tomó de la mano y comenzó a correr.

-¿A dónde vamos? -pregunté riendo.

-A mi refugio.

POV SIWON.

Estaba realmente emocionado de que estuviera en casa, ya había planeado lo que haríamos mientras estuviera ahí. Le iba a decir lo que sentía por ella, no volvería a cometer el mismo error como con HeeJoo, a ella no la iba a perder.

Mi abuela nos estaba esperando, recibió emocionada a Yoo Jin, entramos, cenamos y nos fuimos a la cama. Me iba a cambiar pero recordé que no le había dicho nada acerca de lo que haríamos al día siguiente.

Fui a su habitación, toqué antes de entrar, ella me dejó pasar. Y me la encontré en ropa interior, era la segunda vez que la veía de esa manera pero esta ocasión fue diferente, sentí que todo mi cuerpo reaccionaba ante ella. Me volteé o de lo contrario no sé qué hubiera hecho.

Le dije que saldríamos solos y salí de la habitación, los latidos de mi corazón eran irregulares.

Me costó trabajo dormirme después de eso, seguía sorprendido por la manera en que mis sentimientos por ella habían cambiado. Quizá no habían cambiado tan de repente, quizá lo hicieron antes de que me diera cuenta.

A la mañana siguiente, durante el desayuno mamá nos sorprendió al querer cargar a HyeWon, desde aquel incidente con Yoo Jin antes de que nos casáramos ellas se llevaban bien pero no se podía decir que fueran cercanas.

Salimos de casa, la llevaría a uno de los lugares más importantes para mí, mi abuelo me había llevado a ese lugar cuando era pequeño, siempre que iba ahí me llenaba de paz y tranquilidad.

Llegamos a la montaña, subimos tomados de la mano y una vez arriba en vez de decirle lo que sentía por ella la besé, esperaba que con esos besos ella intuyera lo que sentía mi corazón.

Mientras volvíamos a casa decidí llevarla a mi otro lugar especial, era mi refugio, podía pasar días ahí. Llegamos y nos fuimos corriendo hacía el camino que nos llevaba al refugio.

-¿Qué tan grande es esta casa? -preguntó Yoo Jin tras quince minutos de caminata.

-Es muy grande -respondí sonriendo.

Aquella cabaña había sido un obsequio de mi abuelo, era suya y me la dejó a mí. Para llegar teníamos que cruzar el río que estaba cerca de la propiedad.

El cielo se había nublado desde que salimos de la montaña, estaba tan concentrado en pensar cómo le diría a Yoo Jin que la quería que no me había dado cuenta que llovería. Estábamos a punto de llegar al río cuando la lluvia comenzó.

-Hay que volver a casa -dijo Yoo Jin.

-No creo que sea muy inteligente hacer eso, es media hora caminando, la cabaña está más cerca -respondí.

La lluvia arreció, corrimos hasta el río, tomé una de las lanchas, nos subimos y cruzamos con dificultad. Para cuando llegamos al otro lado estábamos completamente empapados.

Caminamos un poco más y llegamos a la cabaña, entramos rápidamente.

-No pensé que fuera a llover -dije como disculpa.

-No hay problema -respondió ella con una sonrisa.

Me di cuenta de que estaba temblando, fui al baño y le di una toalla.

-Será mejor que te quites la ropa, antes de que mueras congelada -dije.

Fui a la habitación por algo de ropa, en ocasiones me quedaba algunos días en esa cabaña cuando necesitaba descansar del mundo.

Cuando volví ella estaba envuelta en la toalla. Le di la camisa y el pantalón que había encontrado en mi closet.

-Ve a cambiarte -dije sonriendo.

-¿Y tú? -preguntó.

-Encenderé la chimenea e iré a cambiarme.

Eso fue lo que hice, esa cabaña era mi refugio, uno de mis lugares preferidos en todo el mundo.

Al volver a la sala Yoo Jin estaba sentada frente a la chimenea, solo traía puesta la camisa que le había dado, aunque le quedaba grande dejaba al descubierto sus piernas, obviamente me puse nervioso.

Me senté a su lado, el fuego era reconfortante.

-¿Por qué es tu refugio? -preguntó de repente.

-Siempre que quería descansar de todo lo que me rodeaba venía aquí unos días y me olvidaba del mundo. Nadie me llamaba y mucho menos venían a buscarme, siempre encuentro paz en este lugar.

-Me hubiera gustado tener algo así un par de veces durante los últimos años -dijo mirando al fuego.

Parecía estar recordando algo, me acerqué a ella y la abracé, ella respondió a mi abrazo, cuando nos apartamos nuestras caras estaban demasiado cerca. Yo acabé con la distancia que nos separaba y la besé.

El beso aumentó de intensidad, todo lo que estaba a mi alrededor desapareció, cuando reaccioné ya casi estaba sobre ella. Me aparté rápidamente.

-Yo lo... -iba a disculparme pero Yoo Jin no me dejó.

Volvió a besarme, me acercó a su cuerpo y supe que ya no habría marcha atrás después de eso.

POV YOO JIN.

Era raro que tuviera un refugio, cuando me lo dijo pensé que se trataba de algo de niños, caminamos por media hora, su casa y los terrenos aledaños son en verdad enormes.

Comenzó a llover, sabía que era el momento de volver a casa, no quería enfermarme otra vez, SiWon dijo que la cabaña estaba más cerca.

Cruzamos el río, caminamos un poco más y llegamos hasta una cabaña pequeña, entramos de inmediato, por fuera se veía pequeña pero era una casa casi del mismo tamaño que la mía.

SiWon me dio una toalla para que me secara, me quité toda ropa, excepto la interior y me envolví en la toalla, él regresó con ropa, me envío a la habitación a cambiarme. Me puse la camisa y pensé que con eso sería suficiente, me quedaba grande.

Cuando regresé a la sala estaba vacía, la chimenea ya estaba encendida, me senté sobre la mullida alfombra que estaba frente a ella. Pocos minutos después apareció SiWon con un pantalón deportivo y una playera, se sentó junto a mí.

Comenzamos a hablar acerca de esa cabaña, de pronto recordé todas las veces que deseé desconectarme de mi mundo al menos por una vez.

Lo brazos de SiWon me rodearon, la calidez de su cuerpo era mucho más reconfortante que el fuego, comenzamos a besarnos pero esta vez era diferente.

Terminé recostada sobre la alfombra, SiWon estaba prácticamente sobre mí. Todas las razones por las que no debía hacer aquello se me olvidaron, en ese momento solo me dediqué a disfrutar de sus caricias.

Sorpresivamente él se apartó pero yo no quería que lo hiciera, no sabía cuándo terminaría aquello pero al menos me llevaría aquel recuerdo.

Volví a besarlo, lo abracé para que entendiera que lo quería cerca de mí, bajé mis manos, tomé su playera, se la quité y pasé mis manos por su maravilloso abdomen, en ese momento me sentía la mujer más atrevida del planeta.

Él detuvo mis manos bruscamente, pensé que se había molestado y que todo se acabaría en ese momento pero en lugar de eso se acercó a mi cuello y comenzó a besarlo, sentí que me derretía. Sus dedos abrieron la camisa que traía puesta, me la quitó y la arrojó lejos.

-No podemos hacerlo aquí -dijo en mi oído.

Se levantó del suelo, me tomó en sus brazos y me llevó hasta la habitación. Me dejó en la cama y se desnudó por completo.

Era glorioso verlo frente a mí sin nada encima, se subió a la cama, me miró por unos segundos y su boca se fue a mi cuello, lo besó deliciosamente mientras me quitaba el sostén.

Sus labios fueron bajando hasta apoderarse de uno de mis pezones, que estaban completamente duros por sus caricias.

-Si... Won -era lo único que salía de mi boca.

Ya no lo resistía más, lo necesitaba dentro de mí, quería ser completamente suya. Lo tomé del cabello, lo besé apasionadamente e hice que se recostara en la cama, me quité las pantaletas, él me miraba con deseo en los ojos. Me senté a horcajadas sobre su regazo, podía sentir su erección en mi trasero, lo besé con suavidad y cuando menos lo esperaba él levantó mis caderas y se introdujo en mí.

Estar unida con él de esa manera fue maravilloso, ambos nos quedamos quietos unos segundos disfrutando de la sensación. SiWon se sentó sobre la cama, tomó mis caderas y comenzó a moverse, esa era la mejor experiencia de mi vida.

Sus movimientos se hicieron más rápidos, los espasmos que anuncian la llegada del orgasmo comenzaron a recorrerme pero de pronto SiWon disminuyó el ritmo, abrí los ojos sorprendida, él sonrió de lado y en un rápido movimiento terminé debajo de él.

Me besó con dulzura y volvió al ritmo que tenía, levantó una de mis piernas y pude sentirlo de una manera más profunda.

-Abre los ojos -dijo agitadamente.

Hice lo que me dijo, sus embestidas se hicieron más rápidas, los espasmos volvieron y segundos después alcancé el orgasmo más maravilloso de mi vida.

Él tuvo el suyo minutos después y terminó exhausto sobre mí.

Al sentir su respiraciónagitada sobre mis senos me di cuenta de que el único dueño de mi corazón y micuerpo era, sin lugar a dudas, Choi SiWon.

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