-Así que eso es lo que decidiste -mencionó Kou, había pasado una a semana desde lo sucedido en el baile, por lo que decidí ir a la mansión Mukami a contarle a Kou sobre mi decisión-. Entonces ya no podre pelear por ti.
-Lo siento, Kou -baje la mirada, sentí la mano de Kou rosar mi mejilla.
-Hey, no te pongas triste -me sonrió con ternura-. Desde un principio sabia que no tendría oportunidad -volvimos a ver el interior de la casa, en donde estaba Yuma junto con Shientsu, seguramente informándole sobre la noticia-. ¿Cuándo se marcharan?
-Mañana -solté un suspiro-. Carla quiere llegar lo más pronto posible -volví a ver las luces que se veían a lo lejos.
-Ya veo -volvió a ver al cielo-. ¿Ya se lo dijiste a Subaru-kun? -negué levemente.
-Si lo veo antes de subir al avión seguramente me querré quedar -sonreí con tristeza, Kou acaricio mi cabello.
-Deberías se pensarlo bien antes de tomar una decisión -asenti levemente, pero sabia perfectamente que no había nada en que pensar, debía estar al lado de mis hermanos.
-Konoe-sama, Shientsu-sama -llamo a la puerta el familiar que nos había traído-. Ya es hora de irnos -ambas asentimos al mismo tiempo, Shientsu abrazo a Yuma con fuerza para después darle un beso.
-Dale esto a Jade -mencione en el momento que le entregaba una carta a Kou-. Nos vemos, espero que encuentres a alguien que te valore -bese su mejilla al momento que le daba un abrazo, sentí a Kou tensarse por un momento para después aceptar mi abrazo con temor.
Después de despedirnos de los Mukami subimos a la limusina para volver a la mansión, donde fuimos recibidas por Shin, el cual tenia un rostro un tanto serio.
-Le voy a extrañar -suspiro Shientsu al momento que volvía a ver por la ventana.
-No te preocupes, estoy segura que te esperara el tiempo que sea necesario -sonreí levemente mientras también miraba por la ventana, vi las luces pasar, pronto estas luces serian cambiadas por las de Gran Bretaña.
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-¿Dejo algo para mi? -pregunto extrañada una ojinegra en la mansión Sakamaki.
-Sí -suspiraron al otro lado de la línea-. No le digas a Subaru-kun que te llamé, a decir verdad quería decirte algo que él no se puede enterar -la peliazul con negro miro a su alrededor, rogando que nadie de la familia se diera cuenta de su conversación por teléfono-. Konoe se marcha a Gran Bretaña.
-¿Eh?
-Ahí es donde darán el golpe de gracia a Karl Heinz, mostraran ante el consejo lo que él organizo para acabar con los fundadores -otro suspiro se hizo presente, esta vez por parte de la chica.
-¿Podrías leerme la carta? Estoy segura que los chicos no me dejaran a ir a recogerla -el sonido de algo abrirse al otro lado de la línea le hizo impacientarse un poco, el cual no duró mucho al escuchar la respiración de su amigo.
-Querida Jade, lamento no haber ido a la mansión para despedirme, pero estaba segura que si iba y me encontraba con Subaru estaría segura de que no me querría ir, por eso deje esta carta con Kou -las lágrimas de la ojinegra comenzaron a aparecer, el solo pensar que perdería a su única amiga le dolía-. Debo pedirte tres cosas, sí, soy muy egoísta para pedir que me hagas esto, una es tu perdón, se que te prometí que no te dejaría sola, pero no puedo separarme de mis hermanos ahora, mucho menos cuando me necesitan en el momento más importante de sus vidas, incluso presiento que la próxima vez que nos veamos no seras capaz de reconocerme, pero puedes apostar que nunca olvidare a mi mejor amiga, la segunda cosa que te tengo que pedir es que me disculpes con Shuu, se que él había comenzado a tener sentimientos por mi y por un tiempo estuve confundida por eso, dile que lamentablemente tendré que romper con nuestro compromiso, aunque se que en un principio él sabia sobre mí situación por eso intento ayudarme, dile que es una persona muy importante para mí, y por último, dile a Subaru, que lo amo y siempre le amare, aún cuando el día de mañana no me reconozca igual le amaré, que fue a él a quien escogí como dueño de mis sentimientos, no estoy segura de sí volveré o no, pero todo lo que pase contigo, además de los Mukami y los Sakamaki, nunca lo olvidare, te querré por siempre amiga, Konoe -los sollozos se hicieron aun mas fuertes, la ojinegra cubrió sus labios tratando de amortiguar el sonido de sus llantos-. ¿Jade?
-Lo siento, Kou, es solo... -no sabia que pensar, su amiga, su querida amiga se marcharía, quien sabe si la volvería a ver, pero aun así se prometería el nunca olvidarla-. Muchas gracias, Kou, por leer la carta aunque se te hizo difícil.
-No te preocupes, Koneko-chan -soltó un suspiro y espero que el llanto de su amiga cesará-. Debo irme, Ruki-kun me esta llamando.
-Adiós, Kou, y gracias -fue todo lo que dijo para después colgar el teléfono-. Debería de decirle a los chicos -soltó un suspiro-. Sera mejor que sólo se lo diga a Shuu -hablo consigo misma mientras comenzó a buscar a su rubio amigo.
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-¿Te encuentras bien, Konoe? -volví mi vista a la entrada de mi habitación, en donde se encontraba-. Has estado callada últimamente.
-No te preocupes, solo pensaba -sonreí levemente.
-Si no quieres ir, no vayas -sus palabras me sorprendieron, dentro de unas horas nos marcháriamos a Gran Bretaña.
-Iré -mencione decidida-. Es mi deber el estar con ustedes en este tiempo -sentí los brazos de mi hermano mayor rodear mi cintura.
-Te lo agradezco, Konoe -susurro contra mi cuello-. El simple hecho de estar a mi lado me es suficiente -acaricie su cabello para después soltarme de su agarré.
-Debemos prepararnos, Carla-oniisama -le vi asentir para después salir de la habitación, me acerque al pequeño mueble donde se encontraba la daga de plata que Subaru me había dado, desde aquel día siempre la llevaba en mi bolsillo-. Estoy segura de que nos volveremos a ver, Subaru.