Claire estaba sentada frente a Hannah, que acababa de llegar para tomar el té. La señorita Fairfax no tenía buen aspecto, lucía unas bolsas bajo los ojos que evidenciaban su mal sueño y su piel estaba mas pálida de lo normal. "Si se casa con mi padre, ese aspecto llegará a ser bueno" pensó Claire.
—¿Cómo terminaste comprometida con mi padre? —preguntó Claire mientras servía el té.
—Él habló con mis padres y cerraron el acuerdo, como no tengo dote mis padres vieron la posibilidad perfecta de hacer un buen matrimonio.
Claire no describiría un matrimonio con Thomas Lethood precisamente como "Bueno".
—¿Nadie más se ha interesado en ti?
—Bueno...—se interrumpió al ver que el mayordomo llegaba con una tarjeta de visita.
Claire vio la tarjeta y sonrió, luego indicó al mayordomo que la hiciera pasar.
—¿Invitó usted a alguien mas? -—preguntó Hannah.
—Por favor tuteémonos— pidió Claire—y si invite a alguien mas, alguien con una imaginación suficiente para plantear una solución al problema.
En ese momento Kate entró arrastrando su vestido azul pálido que combinaba con sus ojos.
—¿Cuál es la emergencia? -—preguntó a Claire sin percatarse todavía de la presencia de Hannah.
—Primero dime ¿Cómo sigue tu padre?
—Ya esta fuerte como un roble y dando ordenes como siempre- le resto importancia al asunto— ¿Cuál es la emergencia? —volvió a preguntar.
—Mi padre se va a casar.
—¡Santo Dios! ¿Quién es la pobre víc...?— la mirada de advertencia de Claire hizo que callara y girara la cabeza para descubrir que no estaba sola.
Kate se sonrojó, algo poco común en ella y Hannah le brindó un sonrisa tranquilizadora.
—Kate— continuó Claire— Hannah no quiere casarse, no podemos permitir que eso suceda.
—¡Por supuesto que no! — enfatizó y se sentó sin esperar invitación— algo se nos va a ocurrir.
—Ambas son muy amables y les agradezco su interés, pero no veo que podamos hacer— mencionó melancólica.
—Tonterías— espetó Kate— algo se nos va a ocurrir.
—¡Por supuesto que sí! — confirmó Claire.
—Podrías huir—sugirió Kate—¿tienes algún familiar que te recoja?
Hannah negó con la cabeza ante la idea.
—Tengo una tía, pero no podría dejar a mis padres en esa situación.
—¿Qué situación? — quiso saber Kate.
Claire le explicó brevemente que la familia de Hannah se encontraba en la ruina y su padre se aprovechó de eso para pedir su mano.
—¡No puede ser¡ — exclamó indignada—disculpa que te lo diga pero tus padres son unos monstruos por venderte de esa manera.
—¡Kate por Dios! — exclamó Claire.
—Es la verdad— afirmó.
—Solo están desesperados— los defendió Hannah aunque en el fondo sabía que no había escusa alguna.
—Y solo por eso van a mandar a su hija a la boca del lobo— replicó— ¿Eres hija única?
—No, tengo dos hermanos mayores.
—¿Y ellos por que no buscan la forma de salvar a la familia? — preguntó Claire.
—Exacto— convino Kate— bien pueden ser ellos los que se casen con una rica heredera o podrían trabajar y buscar la forma de ganar dinero.
—Son unos libertinos, les encanta el juego, no creo que deseen perder su libertad antes de lo necesario y se enferman de pensar solo en la palabra trabajo.
—¿Qué sencillo no crees Claire? —dijo irónicamente— la sacrifican a ella para ellos seguir su acomodada vida, vaya familia tienes, no veo como es que les tienes consideración si ellos no te la tienen a ti.
—Bueno yo...— comenzó Hannah pero Claire interrumpió.
—Si seguimos discutiendo solo perderemos el tiempo. ¿Nadie mas se ha interesado en ti Hannah?—volvió a preguntar.
—Bueno hay alguien...
—¿Quién? —preguntaron al unísono Kate y Claire, viendo una esperanza.
—El Señor Fernsby manifestó su intención de casarse conmigo- respondió tímidamente- es solo unos pocos años mayor que yo y me agrada
—¿Te cae bien o estas enamorada de él? — preguntó Kate con su natural impertinencia.
—Estoy enamorada de él- murmuró sonrojándose.
—¿Y él te ama? — preguntó Claire.
—Sí
—¡Ya esta¡ — exclamó Katherine— no veo como perdimos tanto tiempo si la solución al problema estaba ahí, ¡Cásate con él!
Ella negó con la cabeza.
—Mis padres no lo aceptan, no tiene tanto dinero como el señor Lethood y no podrá mantener los lujos de mi familia.
—Eso no es justo— murmuró Claire—no debería haber condiciones cuando se trata del verdadero amor.
—¡Claro que no! — la apoyó Kate con efusividad—vivir con la persona que amas es lo que te hará feliz, tienes que convencer a tus padres de eso, si te aprecian un poquito lo entenderán. ¿No es verdad Claire?
Claire tardó un momento en responder, pensó en como sería su vida si se hubiera casado por amor, pero ya no valía la pena pensar en eso porque ya estaba casada, un pensamiento rondó su mente ¿se podría Brandon enamorar alguna vez de ella? No, ella no era una persona de la cual Brandon se podía enamorar, por eso ella tampoco se debía enamorar, porque no podría vivir feliz si Brandon no la amaba, no, no se iba enamorar, se juró, aunque recordar todo lo que Brandon hizo por ella en el último mes hizo que ya no estuviera segura de si podría cumplir el juramento.
—¿Claire? .
—¿Si?
—Te estoy preguntando si no crees que Hannah... ¿nos podemos tutear? — Hannah asintió— bien, te preguntaba que si no crees que Hannah debería convencer a sus padres de que la dejen casarse con el Señor Fernsby.
—Claro que sí, debes intentar convencerlos, es lo mejor.
—Jamás lo aceptaran— dijo Hannah resignada— nunca podré casarme con el Señor Fernsby.
—Yo creo que sí— una sonrisa maliciosa se formó en los labios de Kate— ¿Has pensado en fugarte a Gretna Green?
Brandon apuró el trago y dejó que el fuerte Whisky le quemara la garganta.
—No creo que sea conveniente que te emborraches tan temprano—mencionó Robert mientras organizaba unos papeles.
Brandon se había pasado parte del día pensando en su problema, al no encontrar solución alguna se fue a visitar a Robert y lo encontró trabajando como siempre. Todavía no le había hablado del asunto, solo se dedico a tomar una botella de Whisky y dejar que el licor lo calmara, si es que eso era posible. Brandon rellenó su tercera copa y tomó un largo sorbo antes de responder.
—Al contrario— respondió— ahorita lo veo como mi mejor opción.
Robert levanto la vista de los papeles que revisaba y preguntó.
—¿Problemas con tu mujer?
Brandon se olvidó por un momento de su situación y pensó en Claire, la noche anterior habían aclarado todos sus problemas o al menos en su mayoría, y ella ahora debía estar buscando la solución a la boda de su padre junto con la señorita Fairfax y lo mas probable es que también estuviera la señorita Blane. Hizo una mueca al pensar en los posibles planes que pudiera plantear esa rubia y en los que él se podría ver involucrado por su promesa del día anterior. Brandon no entendía como dos personas tan diferentes podían ser amigas, solo sabía que la Señorita Blane le tenía afecto a su esposa y eso bastaba para borrar todos sus defectos. Echó un vistazo a Robert y vio que volvía a tener la vista fija en los papeles. Sonrió, a él no se le pasaba desapercibidas las miradas que su amigo le dedicaba a Katherine, se dio cuenta esa noche en el baile de los Holland, también sospechaba que ella era el motivo por el que decidió asistir , decidió que lo interrogaría sobre el asunto después aunque seguramente lo negaría todo, por ahora se concentraría en el problema.
—No, con Claire todo esta bien el problema tiene que ver con Lady Elizabeth.
Robert alzó la vista de los papeles que revisaba y lo miro a los ojos con atención, sorprendido de que sacara el tema.
—¿Qué sucede con Lady Elizabeth?
—Regresó—anunció con semblante sombrío— la vi en la velada de los Strafford.
Una sorpresa evidente se reflejó el los ojos del marqués que por primera vez no sabía que decir.
—¿Qué vas a hacer? —logró preguntar.
—Vine a pedir consejo— respondió irónicamente.
—¿Habló contigo?—Brandon asintió—¿Qué te dijo?
—Se comportó de forma tan descarada como siempre, y me expresó su deseo de conocer a Claire.
—Tu esposa no sabe la historia ¿verdad?
—No, ni la sabrá.
—No consideró buena idea que le ocultes la verdad.
—¡¿Y que le voy decir?!—estalló—que me pusieron los cuernos como un imbécil y ni siquiera me había casado, olvídalo— tomó el resto del contenido del vaso.
—Si no se lo dices, podría ser peor— advirtió— podría enterarse de lo ocurrido por otra parte.
—¿Y quién se lo va a decir? — preguntó con suspicacia- el verdadero motivo de la ruptura del compromiso solo lo sabemos tu, yo y —la expresión se volvió sombría—y el tercero esta muy lejos para contarlo.
—Lady Elizabeth se lo podría contar, o peor, inventar su propia historia y quedar como victima.
Brandon permaneció en silencio unos momentos, y cuando habló su voz no sonó tan firme como deseaba.
—No se atrevería.
Robert soltó un bufido.
—No creo que desee conocer a tu esposa por simple curiosidad, esa mujer no regresó con buenas intenciones Brandon.
—No tienes ni que decírmelo.
Robert suspiró al ver que Brandon volvía a llenar la copa.
—¿Crees que sigue interesada en ti?
—No lo sé— suspiró— se casó, sabes, ahora es Lady Cork.
—Me compadezco del pobre hombre, pero no creo que eso detenga su conducta.
—Yo tampoco.
—Insisto en que debería decirle la verdad a tu esposa.
—No.
—¿Y si se entera que estuviste comprometido?, ¿y si te pregunta la razón por la que no te casaste?¿Qué le vas a decir?, con el regresó de Lady Elizabeth las habladurías volverán y alguien se lo puede comentar.
—En ese caso ya me inventaré algo.
Robert se exasperó, algo raro en él que no era propenso a perder la paciencia.
—Haz lo que quieras— espetó— aunque no entiendo por que viniste a pedir un consejo que no piensas seguir.
Brandon no dijo nada.
—Tarde o temprano tu mujer y Lady Elizabeth se conocerán— sentenció— ojala tu silencio no le deje la puerta abierta a Elizabeth para crear problemas.
Brandon tomó el resto de su copa y se fue. En el camino de regreso no dejo de preguntarse ¿Qué iba a hacer?, no le contaría la verdad a Claire, eso era seguro, no iba a quedar como un cornudo frente a ella, pero Robert tenía razón en algo, tarde o temprano su esposa y Lady Elizabeth se conocería, y que Dios lo ayudase cuando eso pasara. Él tenía que evitar que Elizabeth le contara algo y manipulara todo a su antojo, como lo haría, todavía era un misterio.
—No, no, no y no— se empecinó Hannah— no podría hacer eso.
—Sí, sí, sí, y sí— respondieron las tres mujeres al unísono.
Lady Warwick se había unido a la conversación y después de ser informada de la situación se alió con Claire y Kate para convencer a Hannah de que se fugara a Gretna Green con el señor Fernsby, pero ella seguía reacia al asunto.
—No puedo hacerle eso a mis padres— insistió— sin la ayuda del señor Lethood morirían de hambre, no puedo ser tan egoísta.
—¡¿Egoísta?! — exclamó Kate sin poder creérselo— ellos son lo que te van a vender al mejor postor.
—El señor Fernsby— dijo Claire calmadamente—dijiste que podría ayudar en cierta medida a tus padre, no se morirán de hambre.
—Pero no podrán seguir con una vida de lujos.
—Ni de juegos—añadió Lady Warwick pensando en su propia situación—niña, creo que a tus padres les vendría bien una lección, da gracias a Dios que todavía no lo hayan perdido todo.
—Es verdad— afirmó Claire— además, aquí esta en juego tu felicidad.
—Exacto— convino Kate, si quieren mas dinero, deja que tus holgazanes hermanos busquen la manera de conseguirlo.
Hannah suspiró.
—¿Y si el señor Lethood toma represalias?
—No las tomará— afirmó Claire.
—¿Cómo puedes estar tan segura? — preguntó Hannah.
No lo estaba, pero darle seguridad era lo único que a convencería, si su padre tomaba represalias ya vería como hacía.
—No las tomará—repitió y se sintió orgullosa del tono seguro de su voz.
Hannah pareció tranquilizarse aunque Kate y Lady Warwick hicieron una mueca no muy seguras de esto último, pero no dijeron nada.
—Ahora mismo hablaré con Marcus— dijo sonriendo.
—¿Debo suponer que ese es el señor Fernsby? —preguntó Kate para estar segura.
—Sí.
—¡Perfecto!— exclamó— en una semana quiero llamarte señora Fersby.
—En una semana creo que no...
—En una semana—insistió— antes mejor
—Y no te vayas a echarte para atrás— advirtió Claire.
—No—aseguró Hannah— en una semana regresaré como la Señora Fersby, haré lo necesario para irnos mañana.
Las tres mujeres asintieron en forma satisfecha.
Brandon llegó justo después de que las mujeres se fueron. Iba subiendo las escaleras dispuesto a descansar un rato antes de la cena para ver si se le pasaba el efecto de las cuatro copas, cuando encontró a Claire bajando los escalones, ella le dedicó una tímida sonrisa que interpretó como una señal de que todo había salido bien.
—¿Qué tal te fue? — preguntó.
Su sonrisa se ensanchó.
—La señorita Fairfax tenía un pretendiente, el señor Fernsby, no tiene tanto dinero como mi padre por eso sus padres no lo aceptaron, pero la convencimos de que se fugaara a Gretna Green con él, a Kate se le ocurrió la idea.
—Me lo imaginaba— suspiró.
—Hueles a alcohol— observó—¿has estado tomando?
—Solo un copa, en el despacho de Robert.
—¿El marques?
—SÍ, voy a descansar un rato.
Claire lo observó subir la escalera y presintió que había sido mas de una copa. Le pareció extraño, Brandon no tomaba en exceso y mucho menos tan temprano. Algo lo afectaba, estaba segura de ello, desde ayer después de la velada de los Strafford estaba extraño, aunque negara que paso algo mas que una pelea entre caballeros ella sabía que no era cierto, el problema era ¿Qué le sucedía? Y los mas importante ¿Cómo podía ayudarlo?.