-Reiji -exclamó la ojinegra al ver a su ahora prometido salir del despacho acompañado por un rubio y un hombre mayor que llego hasta hace unas horas-. ¿Qué sucedió?
-Nada importante -fue lo único que dijo el ojirojo para después acercarse a su prometida-. Creo que iremos al baile.
-¿De qué hablas? No tenemos tiempo para eso, debemos...
-Oh claro que irán -interrumpió el mayor de todos al peliblanco-. Es su deber como Sakamaki y al ser ustedes descendientes del fundador de los vampiros con más razón deberían de ir.
-Subaru -Shuu toco el hombro de su hermano menor-. Solo piensalo, tal vez ella este ahí -el menor de los Sakamaki suspiro rendido.
-Esta bien, iré...
★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★
Iríamos al baile de mascaras, la cual seria el cierre del famoso Vandead Carnival, fue irónico que comenzara con un baile y terminaba con otro, pero quien era yo para juzgar los gustos de los vampiros.
-Estoy segura que te veras hermosa -menciono con entusiasmo Shientsu-. Vendré a arreglarte, ahora ve a tomar un baño -asenti levemente mientras tomaba una pequeña muda e iba al baño.
-¡Ah! ¡Disculpa Carla! -mencione al momento en el que le vi en el baño con solo un pantalón y con la toalla secando su cabello.
-No te preocupes, Konoe, ya estaba por salir -mire de reojo su torso desnudo además de su garganta expuesta, sentí como comenzó a arder mi garganta, Carla pareció notarlo, ya que con su uña creo una pequeña herida en su cuello, dejando que gotas de aquel líquido vital sobresalieran de esta-. No tienes que contenerte -extendió su mano hacia mí, la cual acepte y antes de darme cuenta lamia la sangre que corría de su cuello para después incrustar mis colmillos, el sabor a hierro inundo mi boca, el sabor que antes se me hacia nauseabundo se convirtió en el más delicioso que haya probado en mi vida-. Debes de saber cuando parar Konoe -escuche a mi hermano hablarme con una voz un poco temblorosa, me separe de manera brusca de él mientras volvía a ver a otro lado.
-L-Lo siento -Carla se acerco a mi para después limpiar el hilo de sangre que caía por la comisura de mis labios.
-No te preocupes, acabas de despertar -sonrió levemente-. Solo controlate la próxima vez -fue todo lo que dijo para acariciar mi cabello y salir del baño.
Al meterme en la tina lleve uno de mis dedos a mi boca, podía sentir mis colmillos sobresalir, además de ser más puntiagudos que antes.
-¿Qué pensaras al verme así? -pregunte en un susurro para después sumergirme en la tina, mojando completamente mi cabello.
Al salir me dirigí a mi habitación, donde había un hermoso vestido blanco que se ataba detrás del cuello, dejando mi espalda expuesta, además de una mascara, un antifaz, el cual se dividía en medio en dos colores, negro a la derecha y blanco a la izquierda, del cual salia una curva que llevaba hasta la barbilla.
-¿Ya estas lista? -me pregunto Shientsu al entrar en la habitación-. Dejame ayudarte con ese cabello -fue todo lo que dijo para atarlo en un moño y colocar unas rosas blancas en este-. Ahora te vez perfecta -dijo al momento que terminaba de pasar un poco de maquillaje en mi rostro.
-Gracias Shientsu -sonreí levemente, Shientsu llevaba un vestido negro de tirantes, el cabello estaba adornado con una mariposa del mismo color oscuro, además su mascara era de color plata con detalles en negro-. Tu también te vez genial.
-Gracias por el cumplido -menciono de manera elegante-. Ahora es mejor bajar, porque al baile ahí que llegar.
-Vaya, te salio una rima -me dio un guiño.
Bajamos las escaleras hasta el primer piso donde nos esperaban Carla y Shin, los cuales llevaban un traje negro y uno café respectivamente.
-Vaya ¿dónde estarán las dos desaliñadas de mi familia? -menciono con burla, Shin, a lo cual solo hice un ligero puchero.
-¿Vas a comenzar a molestarme?
-No puedo evitarlo, son muchos años sin verte -se encogió de hombros a lo que solo negué.
-Sera mejor que nos vayamos -fue todo lo que dijo Carla para después subir a la limusina en dirección al baile.
★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★_★
-Tks -bufo nuevamente el menor de los Sakamaki.
-Subaru, trata de tranquilizarte -le pidió la vampiresa impura-. Aún no terminan de llegar los invitados así que no pierdas la esperanza.
El peliblanco miro a la entrada donde llegaban los últimos invitados, eran dos parejas, le llamo la atención la chica de vestido blanco, su cabello era de un azul muy claro, un azul pastel, le recortaba a cierta chica que no había podido quitar de su cabeza.
-Bien, ya es hora -menciono Reiji al momento que miraba su reloj-. Debemos hacer el primer baile, recuerden ser corteses con la chica que escojan, y eso lo digo más que todo por ustedes, trillizos.
-Tks, no te prometo nada -bufo el pelirrojo mientras que los demás, después de haberse puesto las máscaras y antifaces, bajaban las escaleras hasta el salón principal, cada uno de los hermanos habían invitado a la mujer que más habían llamado su atención, a excepción de Reiji, el cual bailaría con su ahora prometida.
-Disculpa -el menor toco el hombro de la chica que antes había captado su atención, la cual le volvió a ver, mostrándole un par de ojos dorados que se veían detrás del antifaz monocromático-. Me permitiría usted esta pieza -la chica sonrió levemente para después volverse hacia el peliblancos que la acompañaba.
-¿Puedo ir, nii-sama? -el mencionado asintió levemente, la ojidorada se volvió hacia Subaru aceptando su mano, la cual hacia unos momentos había ofrecido-. Sera un placer, Sakamaki-sama -dio una pequeña reverencia para después acompañarle al centro del salón, en donde se encontraban el resto del clan Sakamaki con sus acompañantes.
Una ligera corriente eléctrica atravesó su cuerpo al momento que sintió la cercanía de la chica, el aroma que desprendía la mencionada era muy familiar para él, pero no sabia de donde.
-¿Nos hemos visto antes? -se atrevió a preguntar al momento que la música comenzó a sonar.
-Tal vez sí, tal vez no, eso depende de la respuesta que usted desee, Sakamaki-sama -bufo levemente, odiaba los acertijos, en un rápido movimiento miro a los espectadores, había cierto rubio que odiaba que no paraba de mirar sorprendido en su dirección, lo cual le extraño de sobremanera-. Se le ve melancólico ¿a sucedido algo en su vida que pueda yo saber, Sakamaki-sama? Me gustaría ayudarle -menciono con preocupación la chica, el peliblanco se sorprendió un poco, dio gracias al antifaz negro que llevaba por ocultar su asombro, pero sabia perfectamente que los ojos dorados le llamaban la atención-. Tal vez haya sucedido algo con una chica.
-No es algo de preocuparse, señorita -la música dejo de sonar, los aplausos se hicieron presentes-. Me gustaría saber su nombre, si me es posible -la chica sonrió, las demás personas presentes se acercaron a la pista para comenzar a bailar.
-Mi nombre... -se separo un poco de él-. Es Konoe -fue todo lo que dijo para después perderse entre la multitud, dejando al peliblancos atónito.