¿Jugamos a casarnos? (JASN Li...

By ReynaCary

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Han pasado tres años desde que Matt se fue por su trabajo de modelo dejando a Jeanne en el aeropuerto. Pero a... More

¿Jugamos a casarnos? #2
¿Es tu novio?
¿Un accidente?
¿Mi amor?
¿Te gusta?
¿De mal en peor?
¿Terminamos?
¿Puedes ser un amigo?
¿No me quieres?
¿Algo más?
¿¡Sí!?
¿Y si no es para siempre?
¿Juntos?
¿La cigüeña?
¿Jugamos a casarnos?
¿Entrenamiento para papá?
¿Jugamos a casarnos? Tercera parte.
¿Quieres ser mía? ¡Publicación!

¿Amigo?

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By ReynaCary

Matt sentía las manos heladas mientras sujetaba el volante de su auto, quería arrancar el auto y salir de ahí para calentarse frente a la agradable chimenea de su casa pero no podía hacerlo, se lo había propuesto, llevaba más de un año con ese plan.

Mantuvo su vista fija en las puertas de la universidad al mismo tiempo que pensaba en algún lugar cálido. La suerte no había estado de su lado en ese día, pero sabía que todo cambiaría una vez que viera a Jeanne.

¿Cómo estaría ahora?

¿Se habría teñido el cabello?

¿Habría crecido más?

¿Cómo estarían sus manos? O ¿Sus labios...?

Eso definitivamente lo animó a esperar un poco más, quería verla.

Habían estado mandándose mensajes ocasionales por Twitter o por facebook pero justo un año antes habían roto su comunicación, Jeanne ya iba en un punto crucial en la universidad y el trabajo de Matt había empezado a aumentar al grado de no dejarlo dormir durante días. Por lo que después de eso su comunicación había terminado.

Pero ya estaba ahí, después de tres largos años de trabajo había llegado al lugar en donde Jeanne estaba.

Ambos con 21 años y cientos de experiencias en sus vidas adultas se podían considerar más maduros y esperarla no debía ser un problema aunque dentro su auto estuviera a menos 2 grados centígrados y afuera el camino estuviese cubierto por una capa blanca de nieve.

Retiró sus manos del volante y las frotó entre sí para poder calentarse.

A lo lejos se escuchó un timbre y fue solo cuestión de segundos para que una manada de hombres y mujeres de diferentes edades empezaran a salir del edificio frente al que su auto se encontraba estacionado.

Todos salían colocándose abrigos, chamarras y bufandas que les cubrían todo el rostro, Matt deseó que Jeanne no usara nada que le cubriera su rostro o no podría reconocerla fácilmente y sí no la podía encontrar ese día se sentiría perdido.

Suspirando y dando un tropezón salió de su auto para acercarse un poco al edificio, rechinó los dientes al sentir sus manos como grandes copos de nieve, Ely le había advertido que usara guantes pero él se había negado, bueno, en realidad a la mayoría de las cosas que le decía la chica se le negaba. Escondiendo sus manos, dentro de los bolsillos del pantalón negro de vestir que llevaba, dio unos cuantos pasos más mientras que con la mirada buscaba una cabellera castaña que con solo cerrar sus ojos la recordaba perfectamente.

Varios estudiantes lo golpearon al pasar junto a él, extrañamente nadie lo reconocía aunque ni siquiera se había molestado en esconder su apariencia y digamos que ahora era aun más conocido.

Un grupo de estudiantes salió gritando y lanzando silbidos de victoria. Eran muchos, entre hombres y mujeres que vestían como si acabaran de salir de una película antigua, las chicas con vestidos largos y esponjosos, la mayoría cubriéndolos con abrigos y los chicos con trajes elegantes de color marrón, algunos llevaban sombreros, bigotes falsos y anteojos antiguos. Todos se detuvieron a unos metros del muchacho.

Por alguna razón Matt no pudo apartar la vista de ese grupo aunque su prioridad era buscar a Jeanne entre tantos estudiantes, no eran lo más fácil de ignorar en ese lugar, no solo sus vestuarios llamaban la atención también llevaban cargando cajas, bolsas de tela negras y grises y una rubia tenía una cesta de frutas falsas, como las que usan en las películas.

La vista del muchacho se quedó más tiempo observando a la rubia que era la única que no usaba ninguno de esos vestuarios extravagantes. Su sonrisa era hermosa...

Agitó su cabeza y cuando iba a regresar la vista hacia el edificio los chicos volvieron a reír escandalosamente atrayendo su atención de nuevo.

—Ahora vamos a celebrar al club —dijo una chica saltando de emoción.

—Ustedes vayan, me siento tan cansada que hasta la nieve me parece un excelente lugar para dormir en este momento —dijo una voz realmente conocida.

¡Rayos!

La vista de Matt buscó desesperadamente a la dueña de esa voz pero alguien dijo algo y todos volvieron a reír, al parecer solo eso sabían hacer. Las chicas negaron con una sonrisa en sus rostros y empezaron a moverse para continuar su camino. Las manos del modelo temblaron y sus ojos se posaron en la rubia de la hermosa sonrisa, cuando dieron un paso los ojos de la chica hicieron contacto con los de él y entonces lo supo. ¡La había encontrado!

Los ojos de Jeanne se abrieron tan grandes como pudieron en ese momento, olvidó por completo que tenía una cesta de frutas de utilería en sus manos y las arrojó a alguna parte dejando a unos de sus compañeros con la palabra en la boca.

No se detuvo a esperar que la reconociera simplemente corrió hacia él.

Al parecer si la reconoció ya que cuando ella lo abrazó él le devolvió el abrazo aun más fuerte de lo que soportaba, le dolió un poco pero no se quejó, sólo se dejó consentir por los brazos de Matt.

—¡No puedo creer que estés aquí! —dijo Jeanne después de que ambos soltaran su abrazo.

Él hubiera querido sostenerla de esa manera durante todo el día pero ella se alejó rápidamente manteniendo una distancia que a Matt le molestó.

—Aquí estoy —dijo con una enorme sonrisa.

Muchas cosas habían cambiado, en primer lugar... ¡dios! Jeanne había desarrollado un buen cuerpo, tres años atrás el muchacho pensó que apenas si era copa "A" y ahora...

—¿Por qué no me avisaste? —preguntó la chica sonriendo y golpeándolo ligeramente en el hombro, algo que él definitivamente no se esperaba—. Me hubiera hecho un tiempo para ir...

—¡Jeanne! —gritó un chico quitándose el sombrero y agitándolo en el aire—. ¿Todo bien?

—Sí —le gritó de vuelta, el cabello rubio se levantó un poco cuando una ventisca helada los rozó—. Me voy a casa, nos vemos mañana —les gritó, no es que estuvieran demasiado lejos pero había tanto ruido de todos los estudiantes que sus voces se perdían aun en corta distancia.

—¿Segura? —preguntó el mismo chico no muy seguro de dejarla con ese grandote musculoso que parecía modelo sacado de revista.

—Sí, mi amigo me llevará —y más valía que Matt la llevara porque ni loca tomaba el transporte en ese clima tan feo.

—No se preocupen —gritó Matt reposando una de sus manos sobre un hombro de Jeanne—. Yo me aseguraré de que llegue a su casa.

Los ojos de las muchachas brillaron, al parecer lo habían empezado a reconocer, y después sonrieron tontamente mientras unas de ellas empezaban a jalar a los chicos para que desaparecieran lo más pronto de ahí.

Jeanne no esperó a que ellos se fueran antes de voltear nuevamente hacia Matt y regalarle una sonrisa para derretir.

—Entonces ahora me tendrás que llevar a casa o me robo tu auto —dijo sonriendo.

Ambos entraron al auto sacudiéndose la nieve de los hombros. Matt encendió la calefacción y fijó su vista en Jeanne.

—En serio, no puedo creer que estés aquí —dijo sonriendo, sin voltear a verlo.

—Y yo no puedo creer que estés rubia.

Ella frunció el ceño y lentamente se fijó en el espejo lateral del auto para observar la peluca en su cabeza.

—Esos... están muertos —susurró entre dientes mientras llevaba sus manos a su cabeza para empezar a retirar la peluca rubia—. Olvide quitarla, como siempre, pero ellos me debían recordar que le tenía puesta —murmuró.

Matt no dijo nada, solo la observó quitarse la peluca dejando a la vista una malla negra que atrapaba todo su cabello, dejó el cabello falso sobre su regazo y después retiró la malla ahora sí dejando ver su cabello castaño que estaba en dos trenzas. Qué alivio, pensó. No es que no se viera bien de rubia, por dios, se veía sexy, pero la Jeanne castaña era aun más hermosa. Rápidamente deshizo las trenzas dejando su cabello rizado caer sobre sus hombros, ¿sobre sus hombros? había cortado su largo cabello.

—Te ves hermosa con tu cabello así —dijo Matt sin poder retener sus palabras. De igual manera no había tenido la intención de retenerlas.

Las mejillas de Jeanne se tornaron de un rojo intenso mientras alejaba su mirada de la del muchacho e intentaba esconder su rostro con su cabello, nadie le había dicho que lucía hermosa con ese corte, el día que se lo cortó solo obtuvo unos "¿Qué pensabas cuando cortaste tu cabello?" o "Tu cabello era tan largo" y cientos de cosas más que le hicieron sentirse mal al hacerse ese corte, durante casi tres meses había estado esperando a que su cabello creciera pero en ese momento, al escuchar esas palabras viniendo de él ya no le importó más.

—Gr... gracias —dijo y aclaró su garganta.

—De nada —ambos permanecieron en silencio, Matt con la vista sobre ella y ella con la vista perdida hacia el frente.

Estaba tan feliz de volver a verlo que no sabía exactamente como hablar o de que hablar.

—¿Cuánto tiempo te quedarás aquí? —le preguntó finalmente.

—Amm, bueno... —suspiró y Jeanne se temió que no fuera a quedarse mucho tiempo en la ciudad. ¡Maldita España! Ya se lo había quedado durante más de dos años y Roma también lo había tenido durante muchos meses, era justo que ahora se quedara más tiempo en su país de origen.

—Oh —pronunció mientras tragaba, su garganta estaba repentinamente seca—. ¿No será mucho tiempo?

Él negó.

—Todo lo contrario —contestó y un brinco en el corazón de la muchacha surgió de repente—. Estudiaré los últimos dos años de la universidad aquí.

—Júralo —dijo inmediatamente.

—Te lo juro —contestó posando una mano sobre su pecho.

—Eso es maravilloso, mi día ha estado lleno de buenas noticas y luego llegas tú para hacerlo el mejor de mis días de universidad —aunque lo intentara no podía esconder su sonrisa de felicidad, era tan tontamente feliz en ese momento.

—Eso realmente signific... —fue interrumpido por el sonido de un celular.

Jeanne se removió en el asiento del auto hasta que logró sacar su celular de uno de los bolsillos internos del delgado suéter que llevaba puesto, tocó la pantalla un par de veces y luego sonrió.

—Cierto, tengo que ir a casa rápidamente —dijo sin ver a Matt—. ¿Me llevarás?

No tenía que preguntarlo dos veces. El auto ya estaba encendido.

—Claro que sí.

—Por cierto —dijo Jeanne atrayendo la atención del modelo que había mantenido su vista fija en la carretera—. Hoy es el cumpleaños de Frank, mis padres le organizaron una fiesta y estás invitado.

—¿Crees que tu hermanito me quiera en su fiesta? Seguramente no recuerda mi rostro.

—Vamos, tienes que venir, estoy segura de que Frank te recuerda. Es decir ¿Cómo olvidaría al chico que amaba golpear con sus juguetes? —ambos rieron.

—¿No se debe celebrar en familia?

—Irán también sus amigos así que yo tengo derecho de llevar uno —¿amigo? Matt tragó y asintió.

—¡Perfecto! —dijo victoriosa.

Su celular nuevamente volvió a sonar pero esta vez fue un tono diferente del primero, uno personalizado y cuando los ojos de Jeanne se clavaron en la pantalla en su rostro se dibujó una sonrisa diferente, una de esas sonrisas que ponen las chicas cuando reciben un mensaje de la persona de la que están enamoradas. Matt la observó de reojo y creyó entender el por qué ella usó esa palabra "amigo".

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931 185 12
EXTRAS de toda la Saga: ✘ VAMPIRE DARKS ✝ LIBRO #1 Loca por un Vampiro ©️ LIBRO #1.5 Esteban ©️ LIBRO #2 Vínculos de Sangre ©️ LIBRO #3 Vida eterna...