Abrí los ojos. Estaba tendida en una habitación oscura, pero no era la habitación en la que estaba. Ya no sentía dolor en mi cuerpo y mi cabeza no me dolía. Puse mis manos en el suelo para que me ayudaran a levantarme. Miré a mi alrededor. Había una puerta, por debajo salía luz.
Me acerqué a la puerta y puse la mano en el pomo y abrí la puerta. Entrecerré los ojos debido a la claridad. Cuando me acostumbré un poco a la luz vi que era un jardín. Entré y cerré la puerta.
Había flores y árboles frondosos, incluso había una fuente en el medio. Caminé escuchando el crujir de la hierba bajo mis pies. ¿Donde estaba? Miré mis manos, estaban limpias. Mi ropa también, mis pantalones no estaban rotos.
- Alice. - escuché mi nombre y me giré. Me quedé sin aliento cuando allí vi a mamá. Ella llevaba su pelo recogido y un vestido blanco hasta la rodilla.
- Mamá - susurré. Me acerqué a ella e indecisa levanté mi mano para tocarla. - Eres real.
- Si, cariño - ella puso su mano en mi mejilla y cerré los ojos. La abracé y mamá me rodeó con sus brazos. - Siento no haberte protegido - mamá estaba llorando. - No deberías de haber pasado por todo esto.
- Tu no tienes la culpa - me separé de ella. Mamá limpió sus lágrimas y cogió mi mano. Nos sentamos en un banco y ella suspiró. - ¿Donde estoy?
Mamá me miró - Creo que esa no es la pregunta que quieres hacerme - sonrió.
- ¿Por qué aguantaste todo eso con papá?
- Porque lo quería.
- ¿Y eso era suficiente? No lo entiendo mamá.
- Cariño, tu padre tenía... que luchar contra muchas cosas, él destino me puso ahí para ayudarlo y amarlo. Yo tenía mucho por dar y él recibió todo mi amor. Tengo que decir que me asusté, me asusté bastante cuando me enteré a que se dedicaba o cuando me secuestraron o... cuando pasaron todas esas cosas. Pero yo lo amaba con todo mi corazón.
- ¿Amor ciego?
- Algo así. No podíamos vivir uno sin el otro, aunque lo intentamos. - mamá apretó mi mano. - Después llegaste tú y tuve que ser egoísta, tenía que protegerte. Me costó que tu padre dejara el negocio.
- Pero él volvió.
- Si - susurró - Él volvió. Pensé que tu y yo seriamos suficiente para llenar el vacío del negocio pero no lo fuimos. No se puede cambiar a las personas. - se encogió de hombros. - Pero tu padre nos ama - mamá acarició mi pelo. - Más que a su vida. Tienes que saber eso. Prómeteme que estarás bien.
- Te lo prometo. ¿Por qué estás diciendome todo esto? - pregunté.
- Porque tu hora no ha llegado. - fruncí el ceño - Tienes que irte, y tienes que seguir luchando por tu vida.
Nos levantamos. - ¿Que? No, quiero quedarme aquí. Quiero quedarme contigo, te necesito. No quiero volver.
- Tienes que volver, te quiero mucho - mamá me abrazó y se separó de mí. - Recuerda que estaré a tu lado siempre.
Ella se alejó y salí corriendo tras ella. - ¡Espera, mamá! - por mucho que corriera no era capaz de alcanzarla. - ¡Mamá!
Una luz me cegó y cubrí con mi brazo los ojos.
Y ahora sí. Todo acabó. Subiré algo mañana para decirles varias cosas y para que sepan que viene a continuación. (Como dije, esto no ha acabado)
Otra cosa, pongo metas para que la gente no se acomode y vote y comente, porque se que a todos nos entra la pereza y no lo hacemos. Y me gusta leer que opinan. Amo escribir y no lo hago para tener más visitas o más seguidores. Pero los votos y los comentarios son importantes para la novela en sí.