Janette comenzó a contarle su historia sin importarle el tiempo que llevase hacerlo, y Steve escuchaba cada palabra con más asombro aún. Le explicó sobre su mutación inicial y su mutación creada brutalmente, sobre Sparks, e incluso, un poco sobre Logan. Habló y habló, recordando cada cruel momento que pasó en su inmortal y solitaria vida, hasta que se topó con la escuela, o más bien dicho, que Charles la encontró.
-Siento mucho oír esto, Janette - confesó apenado y en un murmuró Steve.
-¿Ahora lo entiendes?
-Sí... Pero háblame un poco más del suero - pidió el Capitán, para ver si podría sacar algo de sus sospechas.
-Sparks me dijo que ya lo habían probado con una persona, y el resultado fue un éxito. El suero me ha echo más fuerte, eso es lo que sé. En la escuela hay una científica, pero no ha podido saber nada a parte de la fuerza adquirida. Sé que es el mismo suero que te pusieron a ti, Steve. Por favor, dime cómo te ha afectado el suero... - dijo casi rogando.
Steve aún estaba asimilando por dentro todo lo que había oído de la vida de Janette. Suspiró y asintió.
-El científico que me utilizó de cobaya - dijo dejando escapar una sonrisa al recordarlo, pero volvió a la seriedad enseguida -, me dijo que el suero no sólo afectaría a mis músculos, si no también a mis células. Si sufren daño, estas se regeneran y no se pueden cambiar genéticamente ni nada por el estilo.
Janette escuchó eso y decidió no olvidarlo para que Charles pudiera enterarse de esa información.
-¿Ese Sparks... - comenzó a preguntar Steve -... dices que tenía el suero?
-Sí.
-No entiendo cómo - añadió Steve serio -. El suero no se ha vuelto a crear desde que probaron conmigo.
-Pero... ¿no hay forma de saber cómo volver a crearlo? - preguntó Janette sorprendida.
-Es probable, pero es información solo la tendría... - pensó Steve, y entonces cayó en la cuenta -...el gobierno.
-¿El gobierno?
-A no ser que...
Steve no paraba de pensar, tenía una suposición, pero deseaba que no fuera cierta.
-Janette, ¿sabes qué es HYDRA?
-Eh... No, ni idea.
-HYDRA es la organización secreta contra la que luchábamos en la guerra de Berlín, y en la que lamentablemente, volvemos a luchar - suspiró.
-¿Y qué tiene que ver? - preguntó desconcertada.
-En HYDRA hay muchos secuaces, y estoy pensando en que Sparks...
-...sea uno de ellos - murmuró sorprendida.
-Sí.
-Pero no me cuadra. Sparks no parece estar aliado con ninguna organización o el gobierno. Él... está loco, él y su familia lo estaban... Él experimenta con gente, con mutantes... ¡Por el amor de Dios, me quiere como arma! ¿Quién querría a un científico loco en el gobierno o en cualquier organización? - espetó Janette y Steve se sorprendió - Lo siento, yo... me he dejado llevar...
-Ya veo - bromeó Steve, y ambos rieron -. Pero, volviendo al tema, HYDRA está lleno de esos científicos.
Janette suspiró desesperante y se quedó callada pensando.
-Oye... - murmuró Steve - Averiguaré quién es ese Sparks y cuando lo sepa, en seguida te lo diré.
-¿De veras? - preguntó sorprendida.
-Sí - sonrió.
-Gracias, Steve.
-No es nada.
-¿Puedo hacerte una pregunta personal...?
-Claro.
-¿Cómo te sientes al recordar que has sido parte de un experimento científico...? - se atrevió a decir.
Steve suspiró desintencionadamente y respondió:
-No es para celebrarlo, pero en mi caso, es difícil de explicar...
En aquel momento, el teléfono de Janette sonó. Miró de quién se trataba y era Logan.
-Disculpa - se dirigió a Steve.
-No, tranquila. Cógelo.
Janette se levantó y se alejó un poco.
-Hola, Logan - saludó sonriente -. ¿Qué ocurre?
-Quería ver cómo estabas y qué hacías...
-¿Estás bien? - preguntó Janette al notar el sereno tono de voz de Logan.
-Sí, sí. Es que te echo de menos...
Janette dejó escapar una sonrisa tonta, pero como estaba de espaldas, Steve no lo vio.
-Solo han pasado dos horas... - murmuró sonriente.
-Desde que saliste por la puerta que ya te echo de menos...
-¿Es que ha renacido un poeta? - bromeó Janette.
Pudo escuchar la risa de Logan y sus mejillas se volvieron rojas. Steve, sin intención de hacerlo, escuchó un poco y, por como sonaba la conversación de Janette, sabía que se trataba de su novio.
-No tardaré en volver, creo - dijo Janette.
-¿Has podido averiguar algo? - preguntó Logan.
-Sí, sí. En la escuela te lo explico todo.
-Está bien... No tardes.
-De acuerdo.
-Te quiero - murmuró Logan.
-Yo también te quiero - amplió su sonrisa -. Adiós.
Cuando colgó, se quedó mirando el móvil sonriente de espaldas a Steve.
-Se nota que estás enamorada - sonrió Rogers.
-¿Cómo dices? - se giró de golpe Janette sonrojada.
-Oh, siento haberlo dicho de esa manera, pero es cierto.
Janette se acercó a Steve sonriente y asintió.
-Eh... Es lo mejor que me ha pasado en décadas, literalmente - se sentó manteniendo aquella sonrisa radiante y enamorada -. Sé que suena cursi, lo siento, es que me he dejado llevar y...
-No, está bien. Es agradable que alguien se confiese siempre con esa sinceridad - sonrió Steve -. Bueno, Janette, espero haberte ayudado en algo. He echo lo que he podido.
-Sí, lo has echo.
Ambos se levantaron de su silla y volvieron hacia dónde estaban Tormenta y Warren. Por el camino, Steve le preguntó:
-Me han dicho que eres una profesora de esa escuela, ¿qué enseñas?
-Historia.
-Qué irónico... - bromeó Steve, y ambos rieron.
-Un poco.
-Dime, ¿te gusta la escuela?
-Sí, está muy bien. Y es lo que me ha sacado de mi antigua vida.
-¿Sabes? Serias una gran ayuda en Los Vengadores.
-No, gracias - intentó no parecer maleducada -. Yo podría, y cualquier mutante podría.
-Bueno, piénsatelo - sonrió Steve.
Por fin llegaron a la sala y ahí estaba Warren y Tormenta hablando con Nick Furia.
-¡Ya era hora! - exclamó Warren - Venga, vamos, que me quiero dar una ducha.
-Que impaciente eres... - suspiró Janette.
-Warren, tú ve tirando - le dijo Tormenta.
-¿Me acompaña, Nick? - sonrió vacilante Warren.
-Sí, pero para comprobar que no me roba algo por el camino - bromeó Furia.
Warren y Furia se marcharon, y Tormenta no dudó en preguntar:
-¿Habéis podido saber algo? - preguntó Tormenta seria.
-Sí, y creo que deberíamos hablarlo con Charles - dijo Janette algo preocupada.
-¿Es grabe?
-No lo sé, Jean debería averiguarlo - respondió Janette.
-Hemos hablado también de ese tal Sparks, y la llamaré en cuanto sepa algo - añadió Steve.
-Gracias, Steve - le dijo Tormenta -. Venga, volvamos a la escuela.
Steve acompañó a Janette y Tormenta hasta el Blackbird.
-Janette, te deseo lo mejor - sonrió Steve ofreciéndole un apretón de manos que ella aceptó.
-Gracias por todo, Capitán - sonrió ella.
-Sí, gracias por todo, Capitán. Un día haremos una fiesta y me contarás qué tal va con la novia - bromeó Tormenta.
-¿Novia? - preguntó Janette sorprendida.
-Bobadas - rió Steve -. Adiós, chicas. Que os vaya bien.
-Adiós - se despidieron a la vez antes de subir al transporte.