In the hands of the enemy. (E...

By Jihyo-0

3.4K 444 883

Un doctor atravesando por la peor etapa de su vida, con la mínima esperanza de que su situación mejore; vive... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24

Capítulo 21

70 9 7
By Jihyo-0

No creía conveniente seguir deambulando por las calles ahora que se estaba poniendo oscuro, además, ya había pasado casi todo el día de ahí por allá viendo que llamaba mi atención, comprando cosas y comiendo en puestos interesantes que no había visto antes de que Eren me haya raptado.

Bien, no había casi nada nuevo, pero en conclusión, aunque fueran pocos los establecimientos nuevos, me había divertido pasando por todos.

Desde que había vuelto a Alemania me percaté de que ya no sentía el lugar como mi hogar, no lo sentía tan desconocido, debido a que cuando estaba en casa del castaño, aún continuaba saliendo a las calles de Alemania algunas veces, pues mayormente iba a otros lugares fuera de Alemania en compañía del mafioso. El punto es que ya no me sentía tan familiarizado con el sitio, así que haber salido, me ayudó mucho en volver a sentirme como si jamás me hubiera ido.

Dejé las bolsas en la cajuela de mi auto, el cual volví a cerrar cuando caí en cuenta que me hacía falta un ingrediente para la cena, por lo que tendría que regresar a la tienda a comprar dichoso elemente o la comida terminaría por ser una basura.

Me encaminé con fastidio hasta la tienda, sintiendo de repente un ambiente tenso por lo rápido que se habían quedado vacías las calles, pocas eran las personas que caminaban, me resultaba impresionante como en un par de minutos podía oscurecer tan rápido.

Quizás me habría seguido cuestionando lo increíbles que son los atardeceres y anocheceres en la ciudad donde vivía, sin embargo, no todo se da como imaginamos, por lo que deje de hacerlo cuando escuché unos pasos cercanos detrás de mí, para luego voltear a verificar si estaba en lo correcto, y ver como un hombre se escondía en un callejón, sin darme chances de poder apreciar su rostro.

Este tipo de acciones son los que, aunque para algunas resulten un tanto indefensas, para otras personas como yo, son demasiado perturbantes. Así que con ese pensamiento en mente, aceleré mis pasos, siendo consciente que esos callejones conectaban entre sí, y si el extraño decidía alcanzarme sin que me percatara, lo lograría a la perfección.

Prácticamente, corrí algunos metros, volteando hacia atrás para darme cuenta si aún seguía ahí, cuando no lo vi, decidí seguir caminando normal. Solo hacía falta pasar a lado de un callejón más y estaría seguro. Pasé con tranquilidad, pensando que ya nada sucedería, aunque estuve equivocado, mi corazón palpitó como nunca cuando una mano tomó mi brazo y me jalo hasta el callejón, arrinconándome contra uno de los muros.

Cerré mis ojos, esperando lo que tuviera que venir, con el miedo invadiendo todos mis pensamientos. Ni siquiera me permití pensar en nada, quedé en blanco sin tener idea de que hacer.

-No tengas miedo, bonito-Fue lo que dijo.

Y solo bastó eso para que abriera los ojos con coraje, encontrándome con la sonriente cara de Jaeger, la cual no duró así por mucho, pues la bofetada que estampé en su rostro la borró por completo.

-Idiota, casi muero del susto-Exclamé, aun siendo acorralado por sus brazos-¿Te dolió mucho?-Comencé a sobar su mejilla.

Sí, me arrepentí de haberlo golpeado al ver su rostro impresionado. Mierda, me era casi inevitable no tener cierta debilidad con este hombre.

-Me golpeas porque sabes que no te haré nada-Soltó en compañía de una pequeña carcajada.

-Por supuesto-Afirmé, dejando un casto beso en su nariz-¿Qué haces aquí?, no deberías haber venido, puede ser peligroso-Una sonrisa traviesa se dibujó en su atractivo rostro.

-No me importa-Lo miré mal, a lo que me dio una mirada de perrito triste-Necesitaba verte, te extraño demasiado.

Inevitablemente, sonreí por sus palabras. Yo también lo extrañaba bastante, pero eso no quitaba el hecho de que se estaba arriesgando al venir como si nada, más aún siguiéndome de forma misteriosa, por lo que intenté continuar con mi papel de molestia, dirigiéndole miradas severas, pero esto ni siquiera lo hizo verse triste, más bien, sonrió con malicia.

-¿Sabes?, me excita mucho que me mires así-Sus labios se clavaron en mi cuello, haciendo que me sonrojara al instante.

-A mí me excita que te excites-Dije, haciendo que sus besos pararan y me mirara sorprendido, para luego volver a su característica sonrisa cínica.

-Me vas a volver loco, Levi Ackerman.

-Me gusta esa idea.

Hoy di por confirmado algo acerca de Eren, que hace tiempo me venía siendo una enorme duda, y es que él tendía a tener actitudes dulces conmigo, y de las pocas personas que había visto que actuara igual, era con Karla. De ahí en fuera, siempre lo veía siendo serio y frío con los demás, haciéndome confirmar que el ambiente en el que ha vivido toda su vida, fue el culpable de hacer del castaño una persona hostil.

Y mierda que dolía tanto saber el hecho de que alguien tenía que tener actitudes fuertes a causa de la vida que le tocó.

Debía sentirse espantoso no ser tú mismo, por eso ahora que veía al moreno actuar de forma enérgica y con felicidad, me hacía sentir tanta satisfacción de verlo ser así.

Sacudí mi cabeza, borrando todo rastro de pensamiento negativo. Se suponía que hoy, (por las palabras del mafioso) pasaríamos todo lo que quedaba de la noche juntos, así que me dedicaría a hacer que, por unas horas, pasara los mejores momentos del mundo y pensara en todo menos en sus problemas.

Aunque en un inicio me negaba a seguir estando con él por el riesgo que corría al estar en la ciudad, al final terminé de convencerme al percatarme que había planeado todo con antelación. Pues me había traído a un hotel, no pidió una habitación de último momento, ya tenía una reservada. Y digamos que al entrar a la habitación, confirmé que había planeado todo, porque el cuarto yacía decorado con globos y tenía una mesa con comida.

Limpié mi boca con una servilleta cuando terminé de comer, sintiéndome observado por las miradas que me dirigía el castaño cada ciertos segundos. Él ya había acabado de comer desde hace rato, por lo que ya tenía tiempo mirándome y dedicándome exclusiva atención a mí.

Y entonces me di cuenta de lo mucho que adoraba ser el único centro de atención de este hombre, porque siendo sincero, no me gustaba la idea de tener que compartir sus atenciones con otra persona. Quizás me estaba volviendo un egoísta, no iba a negarlo, porque quería su amor exclusivamente para mí, y me encantaba saber que en realidad sí lo tenía.

-¿Lo planeaste todo?-Pregunté, con la intención de confirmar por el mismo mis sospechas.

-Claro, moría por pasar tiempo contigo-Su mano se estiró hasta tomar la mía-Fue complicado convencer a Pixis y Zeke de que hoy no nos reuniéramos a seguir informándonos de todo lo que haremos, pero al final valió la pena rogarles tanto-Acaricié con suavidad sus mejillas, lo que lo hizo cerrar sus ojos con ternura.

-No creí que el temido Eren Jaeger fuera capaz de rogarle a alguien que lo dejara hacer algo-Dije en broma, viendo una sonrisa asomarse.

-Por ti no me importaría perder mi orgullo-Eso fue suficiente para que dejara de contenerme de besarlo.

Lo besé con ímpetu, queriendo de algún modo demostrarle con besos y caricias lo mucho que lo amaba y apreciaba todo lo que hacía por mí.

Su mano se desvió hasta una de mis piernas, mientras que con la otra tomaba mi cintura y me atraía hasta dejarme encima de su pelvis, haciendo que pudiera tener más acceso a su boca y besarlo a mi gusto, explorando con emoción su cavidad bucal y provocando que soltara un par de jadeos bajos que me animaban a continuar lo que hacía.

De repente, se puso de pie, por lo que tuve que envolver mis piernas en su cintura para no caer en el transcurso que me llevaba hasta la cama, donde con suavidad me dejó caer.

Esperaba que siguiera con la misma acción de seguir besándonos, sin embargo, detuvo mis besos y pegó su frente a la mía, simplemente quedándose quieto y acariciando mi rostro con sus manos.

-Quiero tenerte-Murmuró en mi oído-Quiero hacerte el amor-Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo hasta hacer que el pulso de mi corazón se elevara.

-Entonces hazlo, soy todo tuyo-Solo eso bastó para que comenzara a besar mi cuello.

Succionó con lentitud la piel expuesta de mi cuello, con su mano desabrochando mi pantalón de a poco, que no tardó mucho en tirar de un jalón para luego lanzarlos a cualquiera lugar del cuarto, comenzando ahora la misma acción, pero esta vez con mi camisa, no obstante, antes de que pudiera sacarla completamente, cambié las posiciones, siendo yo quien quedara sobre su cuerpo y desabotonando su camisa.

Una sensación cálida se almacenó en mi interior al verlo tan entregado, con sus ojos cerrados y soltando bajos jadeos.

Terminé de abrir su camiseta, encontrándome con el bien trabajado abdomen que escondía en esa prenda. Comencé a dejar besos húmedos en su pecho, degustándome del mar de gemidos en el que se vio envuelto cada que acariciaba su morena piel, también sintiendo como se estremecía cada que dejaba lamidas en su pelvis. Lo miré con deseo cuando noté su sonrisa satisfecha por lo que le provocaba.

Mi cordura podía irse mucho a la basura, necesitaba sentir a este hombre dentro ahora mismo. No me importaba más jugar con su autocontrol, solo lo necesitaba haciéndome suyo.

Con rapidez bajé sus pantalones en compañía de su ropa interior, haciendo que su erección saliera liberada de una vez. Él, por un lado, estiró su mano hasta mi ropa interior, los cuales bajó sin pudor alguno, proporcionando apretones en mis nalgas a la vez que me comenzaba a mecer en su miembro.

De un cajón, sacó un pequeño bote de aceite que me dio, el cual abrí y dejé caer sobre su polla que no dejaba de soltar sus pegajosos fluidos. Con mi mano comencé a esparcir el líquido sobre toda su extensión de forma torpe, no podía siquiera pensar con claridad, solo sabía que deseaba ser uno mismo. Cuando dejé de sobar su erección al estar bien lubricada, no lo pensé mucho y me enterré sobre toda su dura extensión.

Eché la cabeza hacia atrás, dejando salir un agudo grito de mis labios al sentir su glande tocar contra el punto que me hacía ver estrellas, ni siquiera me había movido y ya sentía que iba a correrme. No sentí ni el mínimo dolor en consecuencia a la excitación que sentía tan viva.

-¿Estás bien?-Preguntó entre cortado.

No contesté su pregunta, solo sonreí de lado y le dediqué una mirada llena de deseo, a lo que solo pudo soltar una ronca carcajada.

El lugar se llenó de sonidos acuosos y de nada más que gemidos y jadeos, que lo único que lograban era que me sintiera más excitado que antes.

Su polla entraba y salía de mi entrada de forma resbalosa y frenética, no importaba que tan rápido me moviera encima de esta, simplemente encajábamos de forma casi perfecta. La sola idea de imaginar como sus testículos chocaban contra mis nalgas, o como su extensión arremetía contra mis sensibles paredes interiores, hacía que diera saltos más profundos sobre su pelvis.

Me moví en forma de círculos repentinamente, apreciando con emoción las expresiones que ponía Eren bajo mi cuerpo, cerrando sus ojos y dejando salir jadeos roncos cada que mis movimientos se volvía más lentos, mientras que las venas en sus brazos parecían resaltar aún más que antes. Inevitablemente, tuve que morder mi labio inferior al verlo de esa manera.

Enterré mis uñas en su abdomen cuando sus manos se dirigieron hasta mi cintura, donde ayudó a que siguiera dando saltos sobre su cuerpo.

Mierda, me sentía tan malditamente excitado que creí que podría morir en este preciso instante. La forma en que su cuerpo encajaba con el mío, como sus manos tocaban mi cuerpo con rudeza pero a la vez con delicadeza, o como sus jadeos y palabras sucias elevaban mi libido en aumento, era tan inexplicable describirlo. Solo tenía claro que este hombre tenía la capacidad de volverme loco en todos los sentidos posibles.

-¡Umh, me encantas!-Exclamé entre gemidos cuando comenzó a ser él quien moviera su pelvis-Más rápido, dame más-Pedí con la mirada nublada.

Pequeñas gotas húmedas comenzaron a resbalar por mis mejillas, mientras estiraba mi cuello y dejaba salir la ola de gritos que había intentado guardar, pues ya me era imposible no soltarlos, ya cuando el castaño arremetía con fuerza y velocidad mi sensible próstata.

-¿Te gusta?-Un cosquilleo se almacenó en mi abdomen bajo al escuchar su gruesa voz. Sin mucho que pensar, asentí frenéticamente-Vamos, gime más, adoró escucharte-Confesó, al dejar que su mano golpeara con fuerza una de mis nalgas-Ah, me calienta tanto ver como te pones... Umh.

Me dejé caer sobre su cuerpo, acercando mi cara a su oído mientras él todavía me embestía con fuerza.

-Más, te lo ruego-Después de haberle dicho esto, con la punta de mi lengua delineé el pómulo de su oreja, y eso bastó para que la intensidad de sus estocadas incrementara.

Con sus grandes manos manoseaba a su gusto mi trasero, a la vez que su polla atacaba con ímpetu mi interior. Se movía rápido, haciendo que el ruido de nuestras pieles chocando fuera más sonoro, y la acuosidad de su miembro entrando y saliendo de mi entrada aumentara.

Abracé con fuerza su cuello al momento en que los cosquilleos de mi interior salieran de control, provocando que llegara al inminente orgasmo en un fuerte gemido que fue directo a sus oídos. Sus manos apretaron mi cintura con fuerza, y con un par de estocadas más, dejó salir su caliente y pegajosa semilla dentro de mí.

Después de eso, la habitación se llenó de respiraciones pesadas y dos cuerpos desnudos llenos de sudor.

-Fue increíble-Soltó con una sonrisa el moreno, posterior al silencio que había perdurado unos minutos-Te juro que jamás me había sentido tan excitado con alguien como contigo.

-Yo tampoco me he sentido así con nadie más-Confesé, acostando mi cabeza en su pecho, haciendo que pudiera escuchar lo acelerado que se hallaba su corazón.

Una sonrisa era lo único que se hallaba invadiendo mi semblante, mientras que la felicidad inundaba mi interior.

No tenía mucho que había entrado a bañarme, mientras que Eren se había quedado allá afuera esperando a que yo terminara de hacerlo, para luego ser él quien entrara a ducharse. Aunque en realidad, había sido un error de su parte haberme dejado hacerlo primero, pues yo me encontraba relajándome en la tina más que darme una simple ducha. Tardaría demasiado en salir.

Dejé salir un suspiro lento al recordar que afuera estaba el castaño esperándome, y es que me encontraba tan malditamente contento de poder estar juntos después de habernos separado algunos días. Lo había extrañado tanto, que ahora que ya lo tenía aquí conmigo, no deseaba que se fuera de nuevo.

A veces solo me encantaría cerrar los ojos, dormir para luego hallarme con el moreno a un lado mío y caer en cuenta que todo había terminado, que el plan de Zeke fue perfecto y ya no teníamos que temer. Por el momento, me permití sentir una extrema comodidad, con el hecho de saber que no faltaba mucho para que mi sueño de estar juntos lejos de todos los problemas, no quedaba muy lejano y pronto se cumpliría.

Toqué mi corazón al sentirlo palpitar con fuerza, la sola imaginación me hacía emocionarme tanto que solo añoraba porque no tardara demasiado.

Ver a Eren sonreír, ver su actitud natural sin actuar frío o vengativo, verlo disfrutar de situaciones hogareñas o similares, que me acompañara a comprar ingrediente para la comida, que en algún punto podamos ir juntos a ver el mar sin estar rodeados de sus hombres que cuidaban su seguridad, o que simplemente nos sentáramos a ver una tonta película para comenzar a hablar de otras cosas no relacionadas, era lo único que quería.

Quería su tranquilidad, su comodidad y sus sonrisas, todo eso que delatara que se hallaba con calma y felicidad. Solo eso deseaba, no verlo más lleno de angustias o problemas con soluciones casi imposibles.

La puerta del baño se abrió, dejando ver el fuerte y bien formado cuerpo del castaño. Casi por instinto, mis mejillas se sintieron calientes, seguramente se habían tornado de color rojo bajo, pero por un demonio, como no sentirme avergonzado al ver desnudo el cuerpo del mafioso.

-Aún no termino-Alegué, escondiéndome mi pecho en el agua de la tina.

-No me importa-No hizo caso, al contrario, se dirigió hasta la tina, donde se metió y pasó sus brazos alrededor de mi cintura, descansando su barbilla en mi hombro-Te amo-Susurró con una voz peligrosamente suave.

Cerré mis ojos con gusto al sentirlo dejar escurridizos y húmedos besos por toda la extensión de mi cuello, mientras sus manos acariciaban todo mi abdomen con delicadeza. Mierda, no quería excitarme porque se suponía que iba a bañarme, sin embargo, las traviesas manos de Eren, yendo de un lugar para otro sin ningún tipo de pudor, no estaban ayudando a que dejara de sentirme tan caliente.

-Detente-Pedí con los ojos cerrados, y sorpresivamente, si se detuvo, a lo que solo pude mirarlo con los ojos entre cerrados.

-Tú pediste que me detuviera-Recordó con cierto tono divertido-Además, no vine a verte solo para tener sexo, también tenía ganas de hablar contigo.

-¿Ah sí?, ¿y de qué quieres hablar?-Dejé que cierto nivel de coqueteo saliera junto a mis palabras.

De forma inesperada, una fuerte carcajada abandonó sus labios, a la vez que con su brazo tapaba su rostro como si se hallara avergonzado, aunque en realidad, puede que si lo estuviera, pues sus mejillas se habían tornado de un bajo color rojizo y escuché su corazón acelerarse al estar pegado a su pecho.

Cerré mis ojos con relajación, sintiéndome pleno de verlo estar tan relajado. Acaricié la piel desnuda de sus piernas por debajo del agua, sintiendo de inmediato como su piel se erizaba y su respiración se ensanchaba con cada caricia. Volteé a verlo, solo para encontrarme con su rostro en la misma posición de antes, no obstante, hubo algo que me hizo ponerme en alerta de inmediato, y eso fue ver que de sus mejillas se resbalaban lágrimas.

-¿Qué sucede?-Me giré a verlo, acariciando sus hombros en un intento de darle calma.

-Estoy tan feliz-Contestó con la voz ronca, aun cubriendo su rostro lloroso-Tanto que me encantaría estar así toda la vida, sería maravilloso si fuera posible.

Un nudo en mi garganta fue apretado, era muy ajeno a mí verlo actuar de ese modo, tanto que me sentí indefenso por algunos segundos, porque odiaba saber perfectamente lo difícil que había sido su vida todo este tiempo, incluso mucho antes de que nos hallamos conocido.

A veces pensaba, y llegaba a la conclusión de que si Eren jamás hubiera trabajado para la mafia, si hubiese llevado una vida normal y tranquila, probablemente en este punto de nuestras vidas ni siquiera nos conoceríamos. Quizás él estuviera al otro lado del mundo o algo así. Y oh, maldita mierda, habría preferido un millón de veces no haberlo conocido, a cambio de que él hubiera podido tener una vida como la de cualquier otra persona común.

-Muy pronto estaremos tan lejos de aquí, y aunque no me siga convenciendo el plan de Zeke, prefiero arriesgarme a hacerlo con tal de estar contigo en un futuro-Susurró, sorbiendo su nariz-Prométeme que vamos a estar juntos toda la vida-Pidió, tomando mi rostro y pegando su frente con la mía.

Sonreí de lado, sintiendo la humedad, tocar mis mejillas-En esta y todas las demás, mi amor.

Hubo un cómodo e inexplicable silencio, donde se dedicó a frotar su rostro contra el mío, abrazando mi cuerpo con fuerza, como si no quisiera dejar ningún mínimo espacio entre ambos, así que hice lo mismo, apretando mis brazos alrededor de su ancha espalda y dejando reposar mi cabeza entre su cuello y hombro.

-Ya sé a donde iremos después de que todo terminé-Confesó, dejando de lado el silencio-También sé quién será el policía encargado de llevarnos lejos de aquí, es gracioso, pero le pareció atractivo a Zeke-Comenzó a reír.

-Todo suena tan perfecto-Murmuré en su oído.

-Y lo será-Habló de inmediato-Tenlo por seguro, me encargaré que de alguna u otra manera todo salga bien, no importa lo que suceda en el transcurso.

-Te amo-Recordé, comenzando a dejar besos por todo su rostro.

-Yo también te amo.



Bueno, un capítulo de relleno para alejarnos un poquito de todo ese ambiente peligroso👩‍💻. Creo que en mi corazón de persona amante del FLUFF necesitaba este capítulo ❤️‍🩹, aunque bueno, también me encanta el drama si les soy sincera 🤧.

Espero hayan disfrutado del capítulo🥰, porque las cosas dramáticas y dolorosas se vienen de este momento en adelante 😭.

¡Los amo 💌!

Continue Reading

You'll Also Like

18.4K 965 35
Pree se dio cuenta que lo que sentía por Pop era más fuerte que el sentimiento que tenia por Ramboo. Pero ¿qué pasará con ellos después de su ruptura...
114K 17.1K 59
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...
9.7K 729 10
Draco Malfoy y Hermione Granger Manzana y Chocolate El Dragón y La Princesa La Serpiente y La Leona. Colección de Drabbles inspirados por una can...
3.5K 272 19
Chile un joven irresponsables, molesto, torpe y extrovertido, vive en casa de su mejor amigo, México y su prometido Rusia, por problemas económicos y...