Después de dos horas discutiendo con Hank Pym sobre acciones y cuánto podía ofrecerle, llegamos a un acuerdo por el diez por ciento de la empresa con la condición de que se quedaría hasta su jubilación, lo cual fue más que bueno para mí.
Después de eso, discutimos su salario y beneficios, y cerramos el trato: yo le mostré la empresa y él despidió a todos mis científicos. No es que me importara realmente, estaban los científicos comunes y corrientes, mientras que Hank Pym era un científico de nivel divino.
Después de eso, dejé a Hank a su propio ritmo, donde él encontraría y reclutaría a su propio grupo de personas, personas en las que confiaba, mientras yo regresaba a casa para continuar mi investigación sobre el suero del súper soldado.
Después haría algunas mazmorras, pero ahora mismo. En este momento, quería centrarme en mi investigación, especialmente ahora que tenía un genio en mi empresa que ideaba formas de ganar dinero, lo que significaba que tenía más tiempo libre. "Vamos a ver." Murmuré mientras revisaba las muestras de sangre que tenía en mi laboratorio personal, cuando de repente sonó mi teléfono.
~¡Soy yo, hijo de puta, soy yo!~
Volteé a mirar mi teléfono sabiendo muy bien quién llamaba, Fury. "¿Hola?" Dije, atendiendo la llamada.
"Alex, necesito tu ayuda." Dijo Fury, su tono sonaba serio.
"¿Qué es?" Yo pregunté.
Rápidamente Fury comenzó a explicar lo que estaba pasando, aparentemente algunos espías enemigos se habían infiltrado en el país sin que SHIELD se diera cuenta y todo con todos los eventos que estaban sucediendo en este momento, y habían robado algunos datos cognitivos del Instituto Norte, una base de SHIELD que alguna vez fue administrada en secreto por Hydra hace unas horas. Y necesitaba que yo rastreara a los espías y recuperara la fecha, porque los espías habían incendiado el lugar.
"Claro. Cuenta conmigo." Respondí, después de que terminó su explicación.
"Sé que puedo." Respondió Fury, sonando un poco más feliz.
Al abrir un portal al Instituto Norte, entré a una vista chamuscada. Realmente habían quemado todo el lugar, respirando hondo comencé a buscar algunas pistas, algo que me llevara a los espías.
Usando [Vista] con mi satélite, me concentré en encontrar los puntos rojos más cercanos en el mapa mundial, en relación con la base, ya que inevitablemente me llevaría a mis objetivos. Dos minutos después, encontré tres puntos rojos en algún lugar de los suburbios de Ohio, dos estaban relativamente cerca, a unos pocos metros de distancia, mientras uno conducía hacia ellos. "Esto se siente... familiar." Murmuré, mientras sentía la sensación distintiva de dejavu subiendo por mi columna.
Haciendo caso omiso de la sensación, abrí un portal cerca de su ubicación, en un área bastante desolada, con el bosque cercano.
Al salir del portal, silbé de agradecimiento. Los árboles, el olor de la tierra, el canto de los pájaros y la sensación de soledad total, me trajeron algunos recuerdos. "Es como el día que vine a este mundo". Me reí entre dientes, admitiendo que esa vez estaba desnudo y me sentí impotente, ahora, impotencia sería la última palabra que usaría para describirme.
Saliendo del carril de los recuerdos por el momento, volví a concentrarme, porque tenía una misión que cumplir. "Ahora, elijamos un punto rojo y veamos de qué se trata". Murmuré para mí mismo y finalmente decidí elegir el punto rojo más cercano a mí.
Saliendo del bosque, entré a la zona residencial sin levantar ninguna sospecha, por parte de las personas ajenas que vivían a mi alrededor, mientras los nutritivos rayos del sol bañaban mis ojos con un amor cegador. "Dios, necesito dejar de trabajar tanto en el laboratorio, o al menos necesito hacer más cosas durante el día, me siento como un vampiro". Siseé, mis ojos ardían ante el repentino cambio de luz. "Bien, es hora de encontrar a los espías y recuperar los datos". Suspiré, caminando hacia el punto rojo en movimiento que convenientemente se movía hacia mí a una velocidad moderada.
Finalmente, el punto rojo llegó a mi ubicación y decir que me sorprendió fue quedarse corto. El punto rojo era una niña de entre diez y once años, que recorría con su bicicleta las calles del área suburbana, sin preocuparse por el mundo mientras sonreía a todos a su alrededor, una sonrisa que yo conocía como falsa, fabricada, una sonrisa entrenada. "Una chica es mi objetivo..." murmuré, inspeccionando a la chica. Con una simple mirada cuando pasó a mi lado, me di cuenta de que llevaba pantalones cortos y una blusa amarilla y blanca. Su cabello era castaño, y la mayor parte estaba teñido de azul pálido. [Natasha Romanoff LV 17] No fue hasta que la chica pasó, que finalmente me di cuenta de su nombre, Natasha, la maldita Romanoff.
"Mierda." Suspiré, sabiendo ya que me involucraría, hablando emocionalmente con todo esto.
Seguí a Natasha por el área, escondiéndome en las sombras mientras lo hacía. Mientras pensaba en cómo abordar esto, finalmente, mientras reflexionaba sobre esto, Natasha entró en bicicleta en el camino de entrada de una casa, donde estaba el otro punto rojo.
Escondido en la cima de un árbol, usé [Vista] para ver lo que estaba haciendo Natasha, por el momento simplemente observaría.
Dejando su bicicleta, sonrió mientras caminaba hacia el patio de la casa, silbando, y luego entendí, había visto esto... antes, lo que ahora explicaba la sensación de Dejavu, la niña, también conocida como Natasha, con la base quemada. Todo tenía sentido ahora, esta era la historia del origen de Natasha, una película que nunca pude ver hasta el final, solo el comienzo, por eso me sentí tan perdido.
En el patio de la casa, una niña más pequeña, de entre cuatro y cinco años, jugaba en los columpios, sonriendo al escuchar a Natasha silbar y eventualmente devolviéndole el silbido.
[Yelena Belova LV 1]
Bueno, eso lo confirma, estos son los acontecimientos de la película Black Widow, o al menos el comienzo. Y lo más importante, estaba a punto de joderme con Canon, si había algo que había aprendido de mi tiempo en Hydra era... que todos merecían una elección en la vida, así que iba a echarles una mano a las chicas que estaban debajo de la habitación roja. Iba a joder al gobierno ruso.