#MARATON
Capítulo 74: Están vivos
NUBE QUEEN
Casi un mes había pasado desde que los niños estaban en casa, ya estaban más inquietos, se movían más, no iba a mentir era realmente era agotador estar cada madrugada despierta para amamantarlos pero, valía la pena cuando veía sus pequeñas manitos tocarme y mirarme.
—Que bonita —dijo mi madre mientras me terminaba de maquillar.
Había pasado tanto tiempo desde la última vez que me maquillé que casi se me había olvidado como hacerlo. Me había arreglado el cabello, una ropa bonita y unas prendas, todo gracias a que mi madre estaba aquí y me ayudaba.
—Aún estoy dudosa —susurré, sentía que debía estar aquí por si los niños despertaban con hambre o algo así.
—No, no estés dudosa —dijo mi madre—, solo vas una hora, la necesitas hija, despejate, anda con Hades mira si ha progresado, tal vez necesite fuerzas y recordar por qué debe recuperarse por completo.
Suspiré, ella tenía razón, era la primera vez que iba a visitar a Hades desde que se internó y era la primera vez que saldría de la casa desde que di a luz, casi ni recordaba la luz del sol. Mi madre últimamente había estado encantada con Hades porque a pesar de que no estaba aquí, siempre estaba pendiente de enviar regalos, de aportar dinero para lo que se necesitara y de alguna forma estar presente sin estarlo.
Mi madre estaba encantada con él ahora defendiéndolo porque intentaba curarse, a veces me preguntaba seriamente si mi madre amaba más a Hade que a mí, o me imaginaba que ahora que era mi esposo y que ella tenía una relación más publica con Angel Parker, hacia que viera a Hades como un hijo más.
—Miré a los niños nuevamente, verificando que estuvieran bien.
—Tranquila hija, anda —dijo mi madre—, apresurate antes de que se te consuma tu hora libre.
Sonreí y la abracé, miré a Lasaña y le dije:
—Cuídalos con tu vida —le indiqué.
Él me sacó la lengua y se quedó ahí sentado en medio de las cunas como si los vigilara de verdad.
Sonreí y salí, llevaba unos bocadillos sin azúcar que sabía que le gustaban a Hades y unos tés que me pidió que le llevara, mi corazón estaba frenético al saber que lo volvería a ver, todos estos días anteriores me llamaba al menos una vez al día, le enviaba fotos de los niños y todo lo acontecido para que no se perdiera de nada. A veces la conversación subía de todo y eso hacía que tuviera que recordar la regla de lo 40 días de castidad post parto, pero joder, con Hades nunca pude contenerme.
—¿Desea que la lleve, señora Parker? —preguntó Fred.
—No, iré en Margarita. —dije colocándome mis lentes de sol oscuros.
Él me miró como si no me comprendiera y entonces toqué el botón que abría la puerta del garaje viendo a mi querido Lamborghini rosa relucir ahí, me monté acariciando el volante.
—¿Me extrañaste pequeña? —susurré—, yo también.
Lo encendí y sonreí ante el sonido del motor que rugió con fuerza. Coloqué algo de música conectando mi teléfono a la pantalla de sonido y salí fuera de la casa, detrás de mí iba Fred en la camioneta blindada como mi guardaespaldas, el sitio de rehabilitación era cerca.
Sonó mi teléfono, y fruncí el ceño al ver que era una llamada de un numero desconocido, toqué la pantalla y contesté con el alta voz.
—¿Sí? —pregunté, pensé que podía ser algo importante con el hospital o con Hades, siempre me llamaba de un teléfono desconocido que le daban en el sitio de rehabilitación (su sitio de rehabilitación) solo que estando ahí era un paciente más y lo trataban como tal.
—Nube.
La mención de mi nombre la reconocí casi enseguida. Era la voz de Taylor.
—Nube, soy Taylor —dijo ligeramente más desesperado, aclaró lo que ya yo sabía y había reconocido, pestañee un par de veces, Taylor no había aparecido durante semanas, ¿de verdad era él? La policía lo estaba buscando por cielo y tierra.
—Taylor, ¿estás bien? —dije sobresaltada, saqué una mano afuera del auto para hacerle una seña a Fred para que supiera que estaba sucediendo algo importante, pero en vez de ser la voz de Taylor fue la voz de una mujer que dijo de forma agresiva:
—Mete la mano al puto auto y actúa normal.
Me congelé, era ella. La mujer que me hizo la vida imposible tiempo atrás, la que casi me asesina, Melisa, reconocí su voz, esa voz chillona que se atascaba en mis pesadillas.
«Medusa».
Metí la mano dentro otra vez, quise estacionarme pero ella continuó diciendo:
—Sigue manejando, puta, así es... continua —dijo, me estaba viendo, ¿pero como era eso posible?
—Melisa —dije—, ¿qué es lo que quieres?
—Tengoa Taylor y al niño Sebastian.—dijo Melisa, sentí que el cielo se abrió bajo mis pies, Sebastian, el hijo de Dionisio que estaba perdido, ella lo tenía.
Estaba vivo.
—Esto es sencillo —continuó diciendo Melisa—, Me entregarás una cantidad de dinero en la calle que te enviaré, no le digas a nadie o los mato, tienes una hora.
Me quedé sin respiración.
—Melisa, medio mundo te busca para asesinarte —solté.
Se rió a secas.
—Por eso necesito el dinero maldita, ¿acaso tengo que repetirlo?
—Me... me están siguiendo —dije—, van a saber que algo pasa.
—Despista al idiota que te sigue, una hora y corriendo.
Colgó.
Me envió una foto con la dirección y la cantidad en efectivo que quería; 10 millones de dolares que solo en mis sueños fantasiosos había visto esa cantidad.
Seguidamente un video cuando lo reproduje vi a Taylor y a Sebastian cubrí una mano con mi boca, de verdad estaban vivos.
Miré el retrovisor donde iba Fred sintiendo taquicardia, ¿qué haría ahora?
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CHAN CHAN CHAN!!!!!!!! ¿Qué les pareció esta maratón? aquí lo dejo en el asomo de los pocos caps que faltan para el gran final, faltan como 3 caps, pero conociendome tal vez sean más si me pongo a editar y me inspiro jajajajajaj ok no XD Recuerda votar, si aun no lo has hecho por favor devuelvete y vota, me ayudas muchisimo :D leeré todos sus comentarios
instagam: Ysarisareinamoo