Tuya y mío #4 (completa)

Capítulo 48: Bajo control

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Capítulo 48: Bajo control

Me quedé sin aliento al comprenderlo, y miré a Hades, él mantenía su ceño fruncido y su mirada fija en las letras rojas; como si la hubieran marcado con aerosol, cubriendo todo el hermoso arte que si significaba tanto para él. El cuadro de su madre.

Llevé una mano a mi pecho sintiendo un nudo en la garganta.

—¿Dañaron el cuadro? —pregunté preocupada observando el nuevo enmarcado que le había mandado a hacer Hades; hecho de oro.

—No, solo mancharon el vidrio protector —respondió Hades.

Suspiré aliviada, al menos el cuadro original estaría bien, solo había que posiblemente remover la pintura y estaría como nueva.

—¿Quién crees que sea? —pregunté—, todos estuvieron afuera casi toda la fiesta y la casa siempre estuvo custodiada, a menos que hayan sido los mismos del personal de seguridad...

No es que sospechara de Demetri, pero había mucho más personal supuestamente "calificado" de vigilantes ahora, personal que no conocíamos por completo.

Mis ojos se cruzaron con los de Demetri quién frunció el ceño ante mi cuestionamiento hacia ellos, pero sospecharía más rápido del personal de seguridad que de nuestra misma familia, podría meter las manos por todos, incluso por Zeus.

—Voy a revisar las cámaras de vigilancia de la casa. —dijo Hades por fin luego de un tenso silencio.

«¿Cámaras?»

Voltee alrededor de la sala mirando cada esquina sintiendo que me había metido en alguna clase de programa de cámara escondida.

«¿Desde cuando y dónde estaban?»

Sentí mi rostro rojo cuando recordé las veces que pensé que no había nadie en casa y pasaba de una habitación a otra completamente desnuda o en bragas.

«¿Me habían visto?»

Hades empezó a caminar y Demetri fue detrás de él, yo los seguí, pero en cuánto Hades se dio cuenta se detuvo y se volteó hacia mí, me detuve enseguida antes de chocar contra él, sus ojos dorados estaban fijos en los míos con determinación y cautela.

—No Nube, sube a la habitación, no quiero que esto te altere.

Fruncí el ceño, ¿no quería que esto me alterara? Joder, pero si había visto un cuadro con la palabra "asesino" en letra roja dentro de nuestra casa, ¿como no iba a querer ir a ver qué era lo que ocurría?

—No me voy a alterar. —repliqué.

—Nube, por favor —suspiró pareciendo agotado—. Es por el bienestar de los bebés.

—Ellos están bien. —refuté empezando a enojarme, sentía que estaba poniendo un muro entre nosotros como antes, donde me aislaba de todo y prefería solucionar las cosas solo.

Ahora estábamos juntos y él tenía que empezar a afrontarlo.

Sin embargo no apartó su mirada de la mía pareciendo estar al borde del amotinamiento.

—Nube... —advirtió, pero es que yo también estaba al borde de que me intentara empujar lejos de esto.

—Hades —dije alzando la barbilla—, apartando el hecho de que nunca te interesaste en decirme que esta casa estaba llena de cámaras, ¿ahora me quieres excluir?