Capítulo 63: último día legalmente soltera

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Capítulo 63: último día legalmente soltera

Mordió mi labio inferior y su mano subió la tela de mi vestido apretando la piel de mi culo haciendo que me echara hacia adelante y me restregara contra la erección de su pantalón, demostrándome cuán deseoso estaba de mí. Rompió el beso y seguidamente empezó a besarme la piel de mi cuello en una caricia deliciosa que me erizó la piel y me hizo gemir.

No quería parar, sentía que lo necesitaba, pero otra parte de mí pensaba que era demasiado pronto para asimilar todo esto.

—No sé si... ¡ah!... —empecé a murmurar sin poder contenerme ante las increíbles sensaciones mientras aferraba mis manos a su espalda— si deberíamos... ah, seguir... ¡aha!

Sus manos merodearon por mi espalda erizando mi piel, sentía mis pezones tan duros clamando atención que temía que traspasara la tela de mi vestido.

—¿Por qué? —preguntó en un susurro bajo y peligro sin parar de besar mi cuello y de pasar deliciosamente sus dedos por mi espalda bajando lentamente hasta meterse dentro de la parte trasera de mis bragas.

—Porque tengo miedo —confesé, él alzó sus ojos dorados hacia mí—, tengo miedo de mí ahora.

Sentía que estas lagunas mentales que ni siquiera sabía que existían eran mis demonios, mi perdición, algo que hacía sin ni siquiera tener el mínimo recuerdo, tenía miedo de hacerle daño y no poder controlarme.

—Shh... —susurró Hades, su nariz contra la mía su aliento rozando mis labios—, no hay nada malo contigo y esto solo es temporal, ¿está bien?

Tragué pesadamente saliva.

—Pero...

—Nube. —me interrumpió sus ojos profundizándose en los míos—, estarás bien, por favor solo no pienses en eso —rozó mis labios con los suyos antes de volver a susurrar:— Te necesito, tú eres mi equilibrio.

Cuando volvió a besarme, cerré los ojos y las lágrimas rodaron por mis mejillas sin embargo preferí dejarme llevar por sus palabras y las sensaciones que me juraba, ya no quería pensar en nada más, quería sumergirme en la droga sexual que siempre significaba estar con Hades Parker, mi novio, mi prometido, mi futuro esposo y definitivamente el hombre que siempre amarías.

Sentí como sus dedos empezaban a deslizarse por mi trasero y se escabullían al medio de mis piernas, probando mi humedad, me estremecí, él no se iba con titubeos, él iba directo a lo que deseaba tocar.

Uhm, justo como me gusta que estés, Nube —susurró Hades, jadee sobre su boca cuando uno de sus largos dedos de pianista se escabulleron dentro de mí empezando a masturbarme; entrando y saliendo de mi entrada, empecé a mover las caderas ante la rica sensación. Toda mi piel caliente, vibrando, deseando más.

—Mañana nos... ¡ah! Ca...samos —comenté entre jadeos sin poder creer que por fin el sueño de tantos días y años anteriores se haría realidad a solo horas, el hombre que estaba frente a mí tocándome era el mismo que me esperaría en el altar.

—Solo por papel —murmuró con la respiración agitada sin detener el movimiento de sus dedos—, pero hace semanas atrás nos prometimos amarnos por siempre ¿lo sigues pensando así?

Su mirada buscó la mía y afirmé con la cabeza sin titubear ni un poco.

—Sí —jadee mordiéndome el labio inferior cuando acomodó mejor su mano de modo que ahora me rozaba el clítoris hinchado y palpitante por él, el calor inundaba todo mi cuerpo, el vapor me cubría entera al borde del éxtasis. Él sonrió, esa sonrisa que tanto me fascinaba y me encantaba mirar porque hacía que su rostro se rejuveneciera al mismo tiempo que los hoyuelos de sus mejillas se le marcaban en sus mejillas debajo de esa ligera barba que lo hacía ver tan sexy.

Tuya y mío #4 (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora