Nunca me había considerado feo, al respecto, y, haciendo énfasis; las mujeres solían verme atractivo, a decir verdad, no tenía ningún problema para acercarme a ellas.
Ciertamente, las cosas habían cambiado. Una parte de mí, se sentía culpable, sabía que no era honesto. No estaba siendo honesto con Jeon.
La otra parte, me surraba que sí, porque yo sabía cómo conquistar mujeres, hombres no. Y eso, era básicamente lo que él iba a enseñarme.
Claro Jeon no estaba consciente de eso. Pero, era una sencilla y piadosa mentira.
Acordamos de vernos en el parque... Llegué una hora antes, porque mi corazón no soportaba la emoción.
— Siempre perdido en tus pensamientos.
Esa voz.
Reí. — Siempre me encuentras así.
Se sentó frente a mí y me sonrió.
— Jimin, primera lección, sé seguro de ti.
Anotado.
— ¿Y cómo hago eso? — cuestioné.
— Solo sé tú — me señaló — imagina que soy una mujer. — Negó con la cabeza. — Soy una dama. Imagina a la que más bella te parezca. Estoy frente a ti, ¿qué quieres hacer?
No te imaginas. Y no quieres saberlo, ni yo lo sé.
De acuerdo, pensé.
Él, un hombre, como un roble, lleno de experiencias; lleno de historias por contar; lleno de pasión contenida, de mentiras disfrazadas en caricias. Él, solamente él; Jeon.
No me gustaban los hombres. Me gustaba él.
No lo pensé más.
Me levanté de la mesa donde estabámos en el parque giré en su dirección y tomé su rostro, acaricié sus mejillas.
— ¿Quieres saber lo que haría?
— Sí — dijo incómodo. — Para eso estamos haciendo el sacrifi...
No esperé que terminara, lo besé, lo devoré más bien, lo besé como jamás había besado a nadie.
Como si Dios te permite tocar el cielo con la punta de tus dedos, con el borde de tu corazón. Te permite tomar una pluma y dibujar el futuro; por tan solo unos segundos, entonces romeo fue feliz para siempre, un momento en el espacio.
Rocé su lengua y toqué el paraíso.
Soy un hombre enamorado. No puedo negar mi derecho, estoy dispuesto a defenderlo, una y otra vez.
Solté sus labios, en lo que pareció un beso incanzable.
— Wow — dijo con la mirada sorprendida. Tocó sus labios. — Volverás loca a cualquier mujer con un beso así.
— ¿Logré que quedaras así? — solté con entusiasmo.
Este solo rió.
¿Qué diablos signifca eso?