Todas las veces que pudimos s...

By Annie_CN

1.1K 151 769

«A veces nos topamos con la persona correcta en el momento equivocado.» Pues si eran eso, Gala y Kevin habían... More

💌ONC24
💌Sinopsis
💌Spotify Playlist
Prefacio
Capítulo 1: Solo nos tenemos el uno al otro
Capítulo 3: Una desconocida en el baño
Capítulo 4: Los chicos son como una cafetería
Capítulo 5: Los secretos cortan como un cuchillo
Capítulo 6: Un maldito playboy
Capítulo 7: Lengua de lagartija
Capítulo 8: Una Drama Queen para Navidad
Capítulo 9: La gallina de huevos de oro
Capítulo 10: La tensión está en el aire
Capítulo 11: Amor a primera vista u odio a segunda
Capítulo 12: Si no te lo tiras tú, me lo tiro yo
Capítulo 13: La ira de una Whitman
Capítulo 14: Verano significa caliente
Capítulo 15: Adiós significa libertad
Capítulo 16: El vecino de enfrente
💌Extra: ¡Feliz día de la mujer!

Capítulo 2: Memorias de una zorra

92 13 152
By Annie_CN

Otoño de 2014.

La alarma de su teléfono empezó a sonar frenéticamente; el pitido iba aumentando, casi al mismo ritmo que las embestidas de su acompañante. Las piernas de Gala empezaron a temblar mientras se dejaba acariciar el clítoris por los largos dedos del joven con el que había revuelto la ropa de cama.

—Mierda, no pares —masculló entre dientes y volvió a separar las piernas para permitirle enterrarse en ella con plena totalidad.

El placer la embriagaba e iba en aumento; mientras se aferraba a sus hombros, dejó caer la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. Él sujetó uno de sus pechos con firmeza y lo relamió, haciendo que Gala se estremeciese. A esas alturas, ninguno de los dos era consciente de que la alarma seguía sonando incesantemente.

—Voy a correrme —anunció ella; él la correspondió con un pequeño gruñido.

Fue apenas segundos antes de que su cuerpo y sus sentidos estallaran por completo; la sacudida se apoderó de ambos y entre gemidos y sudor terminaron por perder el control.

—Cállate —pronunció en un susurro; alargó la mano y acalló su teléfono. 

Gala salió de la cama desnuda y descolgó la bata de satén azul que descansaba tras su puerta. Aun sintiéndose observada, recogió su cabello en un moño improvisado y se acercó a la ventana de su habitación y la abrió para ventilarla.

Harry siguió su ejemplo y se acercó a ella, pero sin pudor de cubrir su desnudez ni la tinta negra que decoraba su torso y sus brazos; sus tatuajes, algunos con significado y otros por pura decoración, era lo que más le había llamado la atención.

Ambos se quedaron en silencio observando como la décima avenida de Windsor Terrace cobraba vida; trabajadores y estudiantes salían a pie a la calle en busca del autobús o la parada de metro más cercana: 15 St-Prospect Park. Los más valientes y sobre todo los que no tenían mucha prisa, se aventuraban a conducir por unas calles abarrotadas de vehículos donde no se podía ni respirar. Gala, sin duda alguna, era amante incondicional a su MetroCard.

Desde su apartamento de mil ochocientos dólares mensuales tenía el privilegio de escuchar las peleas, los gritos, las sirenas de bomberos, policía y ambulancia; ver a los carteristas mangar a los turistas despistados, alguna que otra rata rebuscando en los escombros y observar la mala suerte de algunos homeless que malvivían en la calle; oler la peste a marihuana y a perrito caliente, kebab y a productos fritos por doquier. Eso es lo que peor llevaba; los olores mezclados.

—Será mejor que no nos veamos en un tiempo —dijo ella rompiendo el hielo. Luego, sacó un cigarro de su pitillera negra y se lo llevó a la boca para encenderlo.

—¿Ya te has cansado del buen sexo, Gala? —le respondió él autoinvitándose a fumar otro.

Ella se limitó a enarcar una ceja y sacó el humo por la ventana.

—Hoy empieza mi segundo año. No quiero distracciones.

Él lo malinterpretó completamente y sonrió triunfante; incluso trató de recoger uno de los mechones rebeldes de su mejilla, pero ella se apartó.

—¿Soy una distracción? —le preguntó sin perder la sonrisa.

Gala sabía que era una pregunta capciosa; ambos habían acordado disfrutar del sexo sin complicaciones, pero intuía que él empezaba a sentir algo más y que era hora dejarlo estar. No se sentía emocionalmente dispuesta a involucrarse con nadie a niveles más profundos, pero tampoco quería ser responsable de que terminaran por hacerse daño. Además, quería centrarse en sus objetivos académicos; desde que había llegado sabía que no podía permitirse otra cosa.

—Termina el pitillo —le sugirió ella obviando su pregunta; tenía mucho que hacer antes de largarse a la universidad.

Él pareció entender que no estaba dispuesta a seguir con la conversación, así que se quedó un par de minutos más en silencio y tras apagar el cigarrillo en el cenicero plateado que Gala guardaba en el alfeizar de la ventana, se vistió a prisa.

—Llámame, preciosa —susurró antes de besarle la mejilla.

El contacto no le desagradó, pero tampoco lo disfrutó; Gala se limitó a sonreír cortésmente mientras lo veía abrir la puerta y desaparecer por el pasillo. Al llegar a la altura del comedor, vio como su paso se ralentizaba y alzaba una mano.

—Buenos días, Sophie.

—Hasta luego, tercer compañero de piso que no sabía que teníamos. Voy a empezar a pasarte los gastos —escuchó como contestaba su amiga.

Harry no perdió el tiempo y tras dedicarle una sonrisa burlona, desapareció al fondo del pasillo; el sonido de la pesada puerta de la entrada cerrarse indicó que se había marchado.

Tras aquella pillada, Gala sabía que no tenía más remedio que salir de su escondite. Así que se encaminó hasta donde su amiga esperaba pacientemente su llegada.

—Dijiste que nadie tenía permitido quedarse a dormir —comentó Sophie nada más verla entrar a la cocina; estaba sentada en el taburete con sus rizos rubios alborotados, apoyada en la isla, mientras se zampaba un par de tostadas con aguacate. Ella tampoco estaba lista aún.

Lo primero que necesitaba Gala era un café bien cargado, así que alargó la mano aún en silencio y recogió una taza. Sabía que su compañera de piso esperaba expectante, así que, tras preparárselo, se sentó frente a ella. Sophie la miraba expectante, con sus grandes ojos miel, realizándole un buen escrutinio.

—¿Y quién te dice que hemos dormido algo? —sonrió picara; su amiga se puso roja y temió que se atragantara con la comida—. Estuvimos bailando en The Double y venimos hará dos horas —procedió a explicarse. Lo último que quería, es que a su amiga le diese un patatús.

—¡Tía! —la riñó al tiempo que le robaba su café y se lo llevaba a la boca. Siempre tenía aquella muletilla entre los labios.

—¡Eh! —se quejó Gala tratando de recuperar lo suyo. Pero se dio por vencida al ver como su amiga empinaba el codo y se lo tragaba por completo.

Era su venganza perfecta; Sophie la miró con desaprobación y Gala desvió la vista hasta el libro que su amiga guardaba a un lado.

—No quiero volver a tener esa conversación —balbuceó al tiempo que lo escondía en su regazo.

—Yo tampoco quiero aguantar tu charla; para eso, te la doy yo —ladeó la cabeza fingiendo que era peligrosa.

Sophie no se lo pensó dos veces antes de levantarse a prisa y tratar de desaparecer en su habitación, pero Gala la persiguió pasillo arriba mientras empezaba con su monólogo:

—¿Por qué nadie escribe sobre mujeres que disfrutan del sexo, beben o fuman? —preguntó ofendida—. ¡Tessa Young ni siquiera sabe lo que es la masturbación! Eso es un cliché tan anticuado que no entiendo como sobrevive hoy en día.

—Por favor, tengo que cambiarme —le suplicó su amiga tratando de esconderse detrás de la puerta. Pero Gala tenía otros planes; y esos incluían irrumpir en su cuarto para seguir desfogándose mientras le daba a la lengua a la velocidad de la luz. A veces su amiga se preguntaba si necesitaba respirar cuando estaba enfadada o molesta o era alguna clase de superpoder.

—¡Las mujeres también hablamos de sexo, de penes y vaginas! Las lectoras necesitan mujeres reales con las que identificarse; lo de la chica buena y el malote que se tira a todo lo que se menea es de la época de la prehistoria.

Tras decir aquellas palabras, Gala se sentó en la cama de su amiga y siguió con lo suyo mientras esta elegía un conjunto para el primer día de clase:

—Hardin es sexy por fumar, beber y follar. Pero si lo hace otro personaje femenino, la opinión cambia drásticamente.

—Deberías escribir tú una novela. Con ese enfoque —le comentó Sophie de espaldas mientras seguía con dudas sobre qué ropa ponerse. Gala asintió con la cabeza.

—Una autobiografía: Memorias de una zorra —se burló ella mientras dibujaba el título en el aire con las manos.

—Tiene gancho.

—Yo no digo que no existan otras Tessa en el mundo. Solo que, gracias a dios, hoy en día las mujeres hemos dejado de sentirnos culpables por disfrutar del placer —opinó Gala, volviendo a reconducir la conversación.

La suerte de su vida había sido conocerse durante la presentación del primer año: Gala había aparecido un tanto perdida en el aula designada y había tratado de sentarse al fondo en un banco solitario. Pero Sophie, al verla llegar, no había dudado en llamarla e invitarla a sentarse con ella y un par de compañeros a los que ya conocía del instituto.

Y lo más extraño es que Sophie solía ser tímida y reservada. «No sé cómo explicarlo. Pero nada más verte, supe que teníamos que ser amigas», le confesó tiempo después con una sonrisa estampada en los labios. Tras ello, decidieron que se irían a vivir fuera de la fraternidad durante el segundo año y que lo harían juntas.

—¡Prometo solemnemente que quemaré este libro! —exclamó poniéndose una mano en el pecho.

—Tampoco hay que ponernos tan drásticos —la fulminó Gala invitándola a sentarse a su lado—. Los libros, aunque no nos agraden, hay que cuidarlos.

—Siempre nos quedará Wattpad —le guiñó un ojo Sophie.

—¡Bendito sea!

Ambas amigas se tumbaron en la cama mientras reían escandalosamente.

—Llegaremos tarde el primer día —le recordó Sophie entre risas.

—Hoy solo tenemos una pequeña presentación.

—Y una fiesta esta noche —sonrió maliciosa—. Dicen que Galler está de vuelta —susurró, casi como si se tratara de un secreto.

—¿Quién es Galler? —preguntó Gala. Nunca nadie lo había mencionado.



¡Holi!

La idea era subir un capítulo cada viernes, pero siendo parte aún del planteamiento de la novela, he decidido adelantaros un poquito sobre Gala.

¿Qué os parecen sus pensamientos?

Confieso que, en mi época, fui de las que leyeron After y se obsesionó con los libros. Pero siempre tuve claro que aquello era una fantasía: jamás podría estar con un Hardin en la vida real.

Años después, pienso igual que Gala. (O ella como yo, jiji)

Retomando la situación novelística:

¿Qué os ha parecido Sophie?

¿Alguna idea de quién puede ser Galler?

¿Demasiado obvio?

¡Os leo!

¡Mil gracias!

Continue Reading

You'll Also Like

8.8K 864 34
ʜɪsᴛᴏʀɪᴀs ᴄᴏʀᴛᴀs ϙᴜᴇ sᴇ ᴍᴇ ᴏᴄᴜʀʀᴇɴ ᴇɴ ʟᴀ ɴᴏᴄʜᴇ ʏ ɴᴏ ᴍᴇ ᴅᴇᴊᴀɴ ᴅᴏʀᴍɪʀ.
5K 277 11
Tn es una adolecente de 15 años que vive en Green Hills junto con Tom, Maddie, Ozzy y su mejor amigo, Sonic. Tom y Maddie la adoptaron a los 12 años...
102K 16.7K 91
🏆 [HISTORIA SELECCIONADA POR ALEX MIREZ COMO PARTE DE LA LISTA QUE CONMEMORA EL MES DE LA HERENCIA HISPANA 2022] ... Un psicópata haciendose llamar...
33.2K 2.2K 52
✨Segundo MicroNovela de la serie To Love Portada creada por Alt's cover de @frkrrrrrrr. Excelente trabajo y servicio. Totalmente recomendada ;v La vi...