Irresistible Error. [+18] ✔(P...

By KayurkaRhea

74.7M 3.5M 13.6M

《C O M P L E T A》 ‹‹Había algo extraño, atrayente y oscuramente fascinante en él›› s. Amor: locura temporal c... More

Irresistible Error
ADVERTENCIA
Capítulo 1: La vie en rose.
Capítulo 2: La calma antes de la tormenta.
Capítulo 3: In vino veritas.
Capítulo 4: Rudo despertar.
Capítulo 5: El placer de recordar.
Capítulo 6: Podría ser rabia.
Capítulo 7: La manzana del Edén.
Capítulo 8: Mejor olvidarlo.
Capítulo 9: Tiempos desesperados, medidas desesperadas.
Capítulo 10: Damisela en apuros.
Capítulo 11: Bona fide.
Capítulo 12: El arte de la diplomacia.
Capítulo 13: Leah, eres un desastre.
Capítulo 14: Tregua.
Capítulo 15: Provocaciones.
Capítulo 16: Tentadoras apuestas.
Capítulo 17: Problemas sobre ruedas.
Capítulo 18: Consumado.
Capítulo 19: Conflictos.
Capítulo 20: Oops, lo hicimos de nuevo.
Capítulo 21: Cartas sobre la mesa.
Capítulo 22: Efímero paraíso.
Capítulo 23: Descubrimientos.
Capítulo 24: Compromiso.
Capítulo 25: El fruto de la discordia.
Capítulo 26: Celos.
Capítulo 27: Perfectamente erróneo.
Capítulo 28: Salto al vacío.
Capítulo 29: Negocios.
Capítulo 30: Juegos sucios.
Capítulo 31: Limbo.
Capítulo 32: Rostros.
Capítulo 33: Izquierda.
Capítulo 34: Bomba de tiempo.
Capítulo 35: ¿Nuevo aliado?
Capítulo 36: El traidor.
Capítulo 37: La indiscreción.
Capítulo 38: Los McCartney.
Capítulo 39: Los Colbourn.
Capítulo 40: Los Pembroke.
Capítulo 41: Mentiras sobrias, verdades ebrias.
Capítulo 42: El detonante.
Capítulo 43: Emboscada.
Capítulo 44: Revelaciones.
Capítulo 45: La dulce verdad.
Capítulo 46: El error.
Capítulo 47: Guerra fría.
Capítulo 48: Cautiva.
Capítulo 49: Aislada.
Capítulo 50: Puntos ciegos.
Capítulo 51: La lección.
Capítulo 52: Troya.
Capítulo 53: Deudas pagadas.
Capítulo 54: Caída en picada.
Capítulo 55: Cicatrices.
Capítulo 56: Retrouvaille.
Capítulo 57: Muros.
Especial de Halloween
Capítulo 58: Punto de quiebre.
Capítulo 59: Resiliencia.
Capítulo 60: Reparar lo irreparable.
Epílogo
AGRADECIMIENTOS
EXTRA: La elección de Alexander.
EXTRA: Vegas, darling.
EXTRA: Solo para tus ojos.
ESPECIAL 1 MILLÓN: El tres de la suerte.
EXTRA: El regalo de Leah.
EXTRA: El balance de lo imperfecto.
Extra: Marcas de guerra.
ESPECIAL 2 MILLONES: Waking up in Vegas.
ESPECIAL 3 MILLONES: The burning [Parte 1]
ESPECIAL 3 MILLONES: The burning [Parte 2]
ESPECIAL 4 MILLONES: Entonces fuimos 4. [Parte 1]
ESPECIAL 4 MILLONES: Entonces fuimos 4 [Parte 2]
ESPECIAL 5 MILLONES: Ámsterdam [Parte 1]
ESPECIAL 5 MILLONES: Ámsterdam [Parte 2]
ESPECIAL 5 MILLONES: Ámsterdam [Parte 3]
LOS VOTOS DE ALEXANDER
COMUNICADO IMPORTANTE
Especial de San Valentín
Especial: Nuestra izquierda.
¡IMPORTANTE! Favor de leer.

Especial: Regresar a Bali

181K 12.4K 7.9K
By KayurkaRhea

N/A: ¡Hola mis niños! Este es un capítulo especial por la Navidad 2023. ¡Disfruten!

Alexander

—¿Por qué Bali?

Los labios de mi hija se estiraron en una sonrisa maliciosa que tenía a Leah esculpida en ella.

—Porque sé que es un lugar con historia para los dos. Pensé que tal vez querrías recrear la escena que hiciste en esa playa, cuando mamá estuvo a punto de casarse con otro.

Escruté a Haley para reflejar la poca gracia que me hacía su chiste, pero solo sirvió para que levantara el mentón en un gesto triunfal, uno que, sin duda, había copiado a su madre. ¿Por qué mi esposa y yo no omitimos la parte que involucraba al insufrible de Collin? Al menos así mi hija no tendría armas para burlarse de mí.

—¿Te estás burlando de mí, pequeña arpía?—inquirí dándole un leve golpe con mi hombro.

Su sonrisa se ensanchó y se posó frente a mí.

—Solo disfruta de tu cumpleaños, papá.

—Sabes a lo que estás sometiendo a tu madre al hacer esto, ¿verdad?—cuestioné, levantando una ceja y ella imitó el gesto como cuando era pequeña.

—Tengo fe en que mamá sabrá cómo manejarte, como siempre lo ha hecho, así que no me preocupa ella, me preocupas tú.

—¿Yo por qué?

—Porque veo que a pesar de los años, no has superado el tema, señor dramático—se burló y puse los ojos en blanco.

—¿Cómo se supone que lo haga si estaré en ese lugar? He estado ahí antes, y no me gusta.

—Si te refieres a la ocasión en la que interrumpiste la boda...

—No hablo de esa vez—rebatí frustrado—. Estuve ahí en más ocasiones que solo esa, y no, no me gusta.

Haley me miró analítica con sus insondables ojos azules y por un momento, un destello de mí se reflejó en ellos.

—Mamá hará que te guste—se acercó y me plantó un rápido beso en la mejilla—. Ahora solo diviértete, y no te preocupes por mí, estaré bien. Prometo no llevar las empresas a la quiebra mientras no estás.

Ese era otro tema que me mantenía inquieto. No había nada peor que un Colbourn sin supervisión; yo era una viva prueba de ello.

—¿Cómo puedo estar seguro de eso? La última vez...

—No vamos a hablar de ese suceso vergonzoso, ¿de acuerdo?—me cortó, retrocediendo un paso y adoptando esa mirada gélida que había heredado de Leah—. Solo prométeme que te divertirás.

—Si tú me prometes que no te meterás en problemas mientras no estamos.

Abrió la boca ligeramente, indignada.

—Ya no tengo cinco años, claro que no meteré en problemas.

Esbocé una pequeña sonrisa y estiré el brazo para acariciar su pómulo con cariño y añoranza.

—No, ya no tienes cinco años.

Retiré el tacto justo cuando mi esposa entraba en el recibidor, tarde, como siempre.

—Llegas tarde—dijimos mi hija y yo al mismo tiempo y Leah hizo una mueca.

—Dios, como si lidiar con un Colbourn fuera suficiente, ahora debo hacerlo con dos a la vez—se quejó y cruzó sus brazos sobre el pecho—. Menos mal Jarrel no está aquí.

—Dijo que no alcanzaría a llegar para despedirse, pero les desea un buen viaje—informó Haley de buena gana—. Y yo también.

—Si nos desearas un buen viaje no habrías elegido Bali como destino en primer lugar—murmuré y mi hija me fulminó.

—Cuídate, mamá. Te quiero.— Haley se acercó y mi esposa la estrechó entre sus brazos, dejando uno, dos, tres besos sobre su mejilla antes de separarse—. Y por favor, haz que papá se comporte.

—¿Que me comporte yo? Compórtate tú—dije burlón. Llegué hasta ella y deposité un beso sobre su coronilla.

—Sí, por favor. Nada de problemas, Haley Marie Adrien Colbourn McCartney—la amenazó mi esposa con ese tono duro que aún se las arreglaba para encender una llamarada en mi interior incluso después de años casados.

—Odio cuando recitas mi nombre completo. Me aterra—se quejó mi hija.

—Te entiendo—la apoyé.

¥

Bali nos recibió con sol abrasador y un calor intenso.

Seguir el esquema de lo que Haley había planeado para nosotros—porque sí, ella hizo un itinerario que debíamos seguir como la hija de Leah que era— resultó sencillo durante los primeros días, pero para el quinto día en el que debíamos hacer al menos diez actividades en el día para recorrer la ciudad de un extremo al otro, preferí quedarme en el hotel.

Pasé la primera parte de la mañana en la playa capturando personas, principalmente familias siendo felices. Una parte de mí extrañaba esos tiempos, en los que Jarrel y Haley nos acompañaban en nuestros viajes y pasábamos el día los cuatro juntos. Ahora ellos habían crecido, se habían convertido en adultos y los únicos que quedábamos éramos Leah y yo.

Y lo agradecía. De alguna manera, aunque nuestros hijos ya fueran independientes y hubiesen comenzado a hacer sus vidas separados de nosotros, agradecía que fuera Leah quien estuviera a mi lado.

Había un cúmulo de cosas que no comprendí sobre el matrimonio la primera vez que nos casamos, pero con el tiempo, había aprendido a encontrarle sentido a algunas, como las palabras que el abuelo me dijo cuando me entregó el anillo de compromiso.

«En algún momento de tu vida, llegarás a un punto en el que nadie más podrá acompañarte, porque será tan personal e íntimo que solo tiene cabida una persona: aquella que tú elijas para eso».

Ahora solo éramos Leah y yo. Siempre lo fuimos.

—¿El sol te quemó el cerebro?—escuché su voz como si la hubiera invocado y levanté la cabeza de la tumbona en la que descansaba.

Leah me sonreía divertida, de pie junto a mí.

—¿Te parece?

—Estabas viendo a la nada.—Hice a un lado mis piernas para que se sentara—. ¿En qué pensabas?

—En lo viejos que somos.

—Qué visión tan pesimista para celebrar tu cumpleaños, Colbourn.

—Nunca dije que pensara en eso como algo malo.

—Yo no veo nada bueno en ser vieja.

—Yo sí. Deberían darme una medalla por soportar tu mal genio tantos años.

Abrió la boca con indignación y me dio un golpecito en la espinilla.

—Podrás tener cien años y nunca dejarás de ser un imbécil—se quejó, pero noté la sonrisa en tu voz—. No puedo creer que me casé contigo.

—Dos veces—le recalqué.

Permanecimos en silencio, uno cómodo que habíamos alcanzado hacía años. La presencia de Leah era lo único que necesitaba para sentirme pleno y tranquilo así el mundo se cayera a pedazos.

Sin embargo, y a pesar del buen momento, una duda me asaltó. Pensé no exteriorizarla, pero nunca conocí la prudencia en primer lugar.

—¿Te trae recuerdos este lugar?—quise saber y Leah me miró sin comprender.

—¿Sobre qué?

—Collin, tu boda, lo que pudo haber sido de tu vida. ¿Lo has pensado alguna vez? ¿Cómo habría sido tu vida si te hubieras quedado con él?

Frunció los labios y casi podía escuchar los engranajes de su cerebro trabajar. Por un segundo que me pareció eterno, no respondió.

—Lo pensé alguna vez—admitió y mi corazón se compungió de terror—. Sobre todo, cuando lo volvimos a ver en el hospital mientras estaba embarazada de Jarrel, ¿recuerdas?

Una sensación desagradable se asentó en mi pecho.

—Es temprano para que se me revuelva el estómago, Leah.

Sonrió.

—¿Alguna vez pensaste en que quedarte conmigo por segunda ocasión fue un error? Quiero decir, si Collin...

—No—contestó con decisión—, mucho menos después del espectáculo que hiciste para impedir la boda aquí—soltó una risita—. Creo que lo sabías tanto como yo, pero tú siempre fuiste más valiente y diste primero esos pasos que a mí me provocaban temor.

—¿Qué se supone que sabía?

—Que no importa cuánto tiempo nos alejemos, siempre volvemos a donde pertenecemos. Eres mi hogar, Alex, justo como yo sé que soy el tuyo.

Me incorporé conmovido por sus palabras, y la atraje hacia mí para besarla. Conocía el sabor de los besos de Leah de memoria, la forma en que sus labios se movían y se fundían con los míos, y podrían pasar más años, pero sus besos siempre serían los únicos capaces de sacudir mi mundo.

Cuando nos separamos, sus ojos brillaban con travesura.

—Además, no podía negarme a dejar a Collin y casarme contigo después de que te arrodillaras en esta misma playa para que te perdonara—dijo maliciosa.

—¿Seguirás restregándomelo en la cara?

—Claro que sí, soy la única que ha conseguido que el gran Alexander Colbourn le suplique por un poco de atención—siguió burlándose y la fulminé.

—Estás tentando tu suerte, arpía.

—¿Mi buena o mi mala suerte?—batió las pestañas con picardía.

—Ambas.

Soltó una risa.

—Me alegra que me hayas elegido a mí—admití luego de un momento—. Al menos yo soy más encantador.

Leah puso los ojos en blanco.

—Y molesto.

—Y bueno en la cama.

—Y arrogante.

—E inteligente.

—Y engreído.

—Y te amo más.

Me miró sorprendida y después, sus ojos grises se llenaron de cariño, uno que hinchó mi pecho y lo llenó de calidez.

—Te amo, Alex. Feliz cumpleaños, espero que te haya gustado regresar a Bali.

—Me gusta estar aquí, solo si estás tú.

Estiré el brazo para tomar su mano. Entrelacé sus dedos con los míos y contemplé el anillo de compromiso que aún llevaba en su anular incluso después de años, como una muestra de dónde pertenecía su corazón.

Sonrió y se recostó junto a mí en la silla de playa, el aroma a lis de su cabello llenando mis pulmones, impregnándome de su familiaridad. Aquí era donde pertenecía mi corazón, donde sea que Leah estuviera, pues era ella quien lo llevaba consigo.

¥

¡Hola mis niños!

Feliz navidad, los amo.

Pueden pasar mil años y yo sigo disfrutando como la primera vez escribir sobre Leah y Alexander.

Nota: ¿notaron algo raro en el extra? ¿Será señal de algo?

Les dejo con la duda.

¡Disfruten!

Con amor,

KayurkaR. 

Continue Reading

You'll Also Like

80.4K 7.8K 46
[EN EDICIÓN] «Los soldados más fuertes de la humanidad: dos almas unidas dispuestas a luchar en la búsqueda de la libertad, son la esperanza de un mu...
2.3M 189K 46
"En el bosque hay un psicópata suelto, ¿tú te atreverías a convivir con él?" Jade Greco se adentra a un bosque para llevar a cabo un curso de fotogra...
84.5K 6.3K 32
Celeste Lisboa es una maquilladora profesional, y ha sido contratada para trabajar con todo el elenco de la película, "la sociedad de la nieve". En...
151K 9.3K 57
Brooke, una chica que intenta ver el lado positivo de las cosas. Aunque en su vida familiar las cosas no marchen bien ella no deja que tales problema...