Emilia
—¡Matthews! —mire a la entrenadora
Grabe error.
Sentí a alguien chocar conmigo, luego caí al pasto.
—Maldición —cerré mis ojos
—Lo siento capitana, no fue intencional —escuche a Janet disculpándose
—A ver pendeja, dame la mano —escuche la molesta voz de mi mejor amiga
Tendí mi mano para que me ayudara a levantarme.
—¿Está bien capitana? —asentí
—Descuida Janet, sé que no fue intencional —escuchamos el silbato
—¡Tomen un descanso de cinco minutos!, iré a vomitar ¡Me duelen los ojos nada más de verlas!
Nos acercamos a las chicas cuando la entrenadora se alejó. Janet corrió con las demás, dejándonos a Eliza y a mi atrás.
—¿Puedo saber que te pasa? —negué
—No me pasa nada, ¿por qué?
—Por favor, Emilia. Soy tu mejor amiga, no has estado entrenando bien, y eso en ti es verdaderamente preocupante —rodé mis ojos—, al menos estás dando tu cincuenta por ciento en los partidos
Llegamos donde estaban las chicas, tome mi botella de agua y me tire un poco en la cara para refrescarme.
—¿Me vas a decir o seguiré preguntando?
—No me pasa nada Eliza, ya te lo dije
—Sí, pues no te creo —rodé mis ojos—, mira si esto es por el partido de inicio, Emilia ya pasaron tres semanas —tomé un trago de agua
—No es eso
—¡¿Entonces que es?! —sentí las miradas de las chicas encima de nosotras, Eliza sonrió
La tome del brazo y nos alejamos un poco de las chicas.
—Te digo que no es nada de qué preocuparse ¿de acuerdo?, por favor solo necesito espacio —bufo
—De acuerdo, pero si quieres hablar sabes dónde encontrarme —asentí
—Bien señoritas, regresemos
Seguimos a la entrenadora hacía donde estaban las chicas.
—¡Matthews abajo y dame veinte! las demás, a la cancha
No dije nada, sabía que me lo merecía por no estar entrenando bien.
Un largo rato después de que termine de hacer todos los ejercicios que la entrenadora me pidió y las chicas terminaran el partido de entrenamiento, volvimos a los vestidores.
Después de que salí de la ducha las chicas estaban riendo, vi a Eliza acercarse mientras guardaba las cosas en mi maleta.
—¿Puedo ir a tu casa?
—Claro
—Chicas, iremos a un bar ¿vienen?
Mire a Eliza que solo se encogió de hombros.
—De acuerdo
Tal vez un poco de distracción es lo que necesito. Eliza iba en mi auto, fui siguiendo a las chicas, según Eliza aún eran las cinco de la tarde, el entrenamiento sí que se había alargado.
Un rato después estando en el bar, las chicas hablaban de temas al azar —agradecía que no preguntaran por mi estado de ánimo—, me metía a su conversación de vez en cuando para no tener un ambiente incomodo con ellas.
—Tienes razón —Eliza volteó a verme—, estoy mal, pero no es nada grave —di un trago a mi cerveza—, de eso no te tienes que preocuparte
—Si tú lo dices
—¿Aún iras a la casa? —asintió
Nos fuimos después de un rato, las chicas estaban igual cansadas que yo —por primera vez estaba cansada—, algunas estaban mareadas ya que, gracias al cansancio se pusieron ebrias un poco rápido.
—¿Le avisaste a Raúl? —me detuve en el semáforo, asintió mirando su teléfono
—Le dije que no viniera a buscarme, saldría con ustedes —di marchar—, y ahora le dije que iría a tu casa
Nos detuvimos a comprar un par de cervezas y unas papitas para ella. Al llegar a mi casa saludo a mis padres y subimos al techo de mi casa, movimos unas sillas que teníamos ahí, tome la cerveza que me paso después de agarrar las papitas.
—¿Se te quito el dolor del golpe que te dio Janet? —solté una risa asintiendo
—No creí que Janet pegara duro —ella soltó una carcajada—, no es la primera vez que lo hace, el martes igual me tacleo
—Que no fue Dennis, ella se va con todo —tome de mi cerveza, mientras contaba— por eso entiendo cuando los contrincantes se van mucho contra ella —ambas reímos
No dijimos nada en un buen rato, la noche estaba pacifica, el cielo estaba estrellado y la luna iluminaba muy bien. Salir con las chicas ayudo a distraerme, estar con mi mejor amiga igual estaba ayudado.
—Christine a estado ausente —empecé el relato—, sé que es un poco estúpido y, antes de que preguntes no, ese no es todo el motivo por el cual estoy desconcentrada —di un trago—, con su ausencia los recuerdos del pasado me han estado atormentando, no he dormido bien últimamente
Después de aquel día en mi casa no hemos vuelto hablar en persona, no me la he encontrado en los pasillos ni nada por el estilo, los mensajes me lo responden uno o dos al día, creí que lo que habíamos hablado aquel día en mi casa había quedado en el pasado, pero por lo que veo no es así, entiendo lo ocupada que esta, pero ahora su ausencia era mucho más larga, y si lo que estaba haciendo era para probar si me daría por vencido no lo lograría, porque no me daba por vencido en nada, pero pasando de eso, su ausencia me hacía recordar un sentimiento que creí haber olvidado.
Mi pasado me visita en las noches y volví al insomnio, llego cansada a los entrenamientos y para los partidos trato de dormir un poco para dar lo mejor.
—¿No te atiende los mensajes?
—A veces, se lo ocupada que esta y no puedo exigirle nada porque solo somos amigas, pero el sentimiento de saber si está bien, si está comiendo o durmiendo bien, me invade —suspire—, y estoy volviendo a sentir aquel sentimiento que me dice que se aburrió de mí
—Christine no es igual que ella, Emilia lo sabes —asentí
—Lo sé, Eliza no la estoy comparando con nadie, todos tiene su manera —tome un trago—, sé que Christine no es así pero no puedo evitar sentirme así
—¿No te ha dado una explicación o algo?
—No me la debe
—Tienes razón, pero al menos debería, digo para evitar que te preocupes tanto
—Está ocupada, cosas de la escuela, su familia —me encogí de hombros— eso lo tengo claro
—Sabes lo que significa ¿no? —asentí— ¿y tienes miedo? —volví asentir, soltó un suspiro— ¿te vas arriesgar?
—No lo sé
—¿Por ti o por ella?
—Por ambas —tome lo último de mi botella—, no sé si es bisexual como tú supones o si solo me siguió el juego, y por mí, no quiero salir lastimada de nuevo
—No la compares
—Somos de mundos diferentes, su familia es muy... elegante, sé que algunos les agrado, pero sé que la relación con su madre es un poco delicada y no quiero causarle más problemas
—La Emilia que conozco se arriesgaría
—La Emilia que conoces tiene que pensar muy bien las cosas
—Sí, y sé que tomara una buena decisión
⚽️
Estábamos de camino a la escuela Dimmsdale hoy jugábamos contra su escuela. Eliza durmió durante todo el camino, ojalá yo hubiera podido igual.
Cuando llegamos nos fuimos directamente a los vestidores, el partido comenzaría en media hora.
—¿Han hablado? —negué
—Eliza —Janet entro con unos tacones en su mano—, las dejaste en el autobús
—Oh, gracias Janet, por eso no las encontraba —me miro—. Iré por mi maleta —fruncí mi ceño—, la deje con Melissa —asentí, entendiendo
Empecé a ponerme los tacones cuando se fue, su celular sonó y lo mire de reojo, creí que sería una notificación de Raúl, al leer el nombre fruncí mi ceño.
Stella: Ella tampoco la está pasando tan bien que digamos
Stella: ¿puedes devolverme mi pañoleta?
Su teléfono se apagó, seguí atando mis agujetas como si nada cuando Eliza llego.
Estaba haciendo el intento de calentar junto con las chicas, pero mi cabeza divagaba entre ese mensaje que Stella le envió a Eliza, y aparte divagaba entre porque Eliza hablaba con Stella.
—Muy bien chicas, el partido está por comenzar, les daré sus posiciones
Melissa no iba entrar al juego, lo cual se nos hizo raro, pero no quisimos contradecir a la entrenadora, en especial yo sabía que tenía un resentimiento conmigo, no me ha dicho nada y es peligroso cuando la entrenadora no te dice nada.
Tenía que concentrarme si no quería cagarla en este juego, si no ganábamos no pasaría nada. En la tabla global de la temporada llevamos dos partidos ganados, eso nos da una ventaja, pero no me lo podía permitir.
El partido empezó mal, Gabriela hizo una anotación en los primeros quince minutos, y no pudimos acercarnos más a la portería, el equipo de Dimmsdale llevaba la ventaja por un punto, necesitábamos empatar antes del medio tiempo.
—¡Capitana!
Estaba en la esquina intentando salir con el balón, tenía tres del equipo contrario, estaba cerca de la portería y Eliza estaba verdaderamente lejos.
—¡Matthews!
Logre saltarme a una, pero no contaba con que caería al suelo un par de pasos después. Logre levantarme para seguir al balón, pero escuche una celebración de un gol. Vi a mi mejor amiga venir corriendo hacía mí, perdí el equilibrio y caímos de nuevo.
—Eliza Jones acaba de anotar el empate
—La medio campista sí que es muy rápida
—Gol de empate bebé —me reí cuando sentí a las chicas caer encima de nosotras
—De acuerdo, hay que volver al juego
Retomamos el juego, necesitábamos desempatar, pero por los primeros minutos necesitábamos mantenernos así.
Una de las jugadoras se estaba acercando demasiado a la portería y no podía llegar, vi como Janet se barrió logrando quitarle el balón, Dennis lo tomo y corrió con él, cuando llego conmigo escuchamos el silbato.
Dennis coloco su brazo en mi hombro y salimos de la cancha. Empecé a repartirles las botellas de agua a las chicas.
—Lo hiciste bien, Eliza
—Gracias Emi
Después de un rato anunciaron que teníamos que volver al juego, nos acercamos a la entrenadora cuando nos habló.
—Harrison, entras por Matthews
Melissa me miro, bufé cuando sentí la mano de Eliza en mi hombro.
Nadie dijo nada, nadie pregunto nada, las chicas regresaron al juego, no podía preguntar la razón porque la sabía perfectamente.
Stella había venido con nosotras —era costumbre verla, siempre informaba acerca de los partidos de nosotras—, miraba el juego y luego tecleaba en su teléfono.
—No hablare contigo, así que deja de mirarme —bufé
—¿Puedo saber qué haces?
—Nada que te importé —asentí
—De acuerdo —bufé, no deje de mirarla— ¿cómo está Christine?
—Bien —fruncí mi ceño
—¿Segura? —bufo
—Emilia, si quieres hablar con ella envíale un mensaje, o márcale
—¿Crees que no lo he intentado?, no me atiende el teléfono
—No es problema mío —rodé mis ojos y me concentré en el partido
El juego estaba bastante reñido, Melissa y Gabriela se acercaban mucho a la portería, y las de la escuela rival también. Quedaban quince minutos y nadie desempataba.
Estaba frustrada, impaciente y nerviosa, necesitaba volver a la cancha, necesitaba hacer algo, pero sabía que las chicas podían con esto, la lección me la merecía para que abriera los ojos y me volviera a esforzar.
Vi a mi mejor amiga correr con el balón, lograba pasar por todas, estaba casi llegando a la portería, cuando lograron barrerla con todo y balón, Melissa lo alcanzo y lo lanzo haciendo el gol de desempate.
—Goooooool de Westview
—Así se hace, ¡carajo! —gritamos de la felicidad
—Emilia, Eliza no se levanta —fruncí mi ceño, miré a Eliza cuando Stella dijo aquello
Eliza seguía tirada en el pasto, tal vez estaba descansando.
—Se va levantar —mire de reojo a Stella
Se me hizo extraño que estuviera preocupada por mi mejor amiga, su cara de alivio apareció cuando Eliza se levantó.
Los próximos minutos pasaron en calma, Dimmsdale no se acercaba a la portería y cuando lo hacía las chicas no lo permitían.
Miraba el marcador a cada segundo, faltaba nada para que pitaran y esto terminara. La entrenadora aclamo de felicidad cuando el silbato se escuchó.
—Westview pasa a la siguiente ronda, damas y caballeros
—Dimmsdale queda fuera del torneo
Entre corriendo a la cancha para llegar a donde las chicas estaban celebrando.
—¡Pasamos, pasamos, pasamos! —gritaban al azar
—Lo hicieron bien chicas, siempre confié en ustedes —se vinieron contra mí y volvimos a terminar en el pasto
Después de esa breve celebración fuimos a los vestidores a cambiarnos. El camino de regreso a casa no era nada silencioso, las chicas fueron celebrando en el autobús.
Tenía que concentrarme para el siguiente partido si no quería quedarme en la banca de nuevo, tenía que tener mis ideas y sentimientos fuera de la cancha para poder jugar bien.
Buenas.
Espero les haya gustado
Nos leemos luego
Insta: Alex_escritor08
Alex⚽️