Emilia
Iba tarde.
Se me hizo tarde.
—Creo haberte dicho muy bien que no te desvelaras
—No me desvele mamá
Empecé a meter todo lo necesario a mi mochila, mientras mi madre estaba en el marco de la puerta regañando me.
—El desayuno está en la mesa —iba hablar, pero me corto—, y no te vas a ir sin desayunar —bufé
Seguí guardando todo lo necesario.
Mi día no empezó nada bien, si no fuera por mi madre, no sé a qué hora hubiera despertado—tal vez más tarde que ahora—. El día de ayer tuvimos un partido amistoso en el parque del centro, partido que termino con unas pequeñas bebidas, volví a casa un poco tarde, termine hablando con Christine y no note la hora en que me quede dormida, solo sé que se me olvido poner a cargar mi teléfono y por eso la alarma no sonó.
—Creí que te habías despertado temprano —mire a mi padre mientras trataba de comer rápido mi desayuno—, siempre eres muy responsables con los compromisos del fútbol, ¿qué paso?, ¿se te olvido poner la alarma?
—Emilia no comas tan rápido, no querrás que te de dolor de estómago en medio del juego ¿o sí?
—Está bien mamá
—Entonces Emilia —mi padre me apunto con el periódico
—Se me olvido poner a cargar mi teléfono, por eso la alarma no sonó
—Estoy listo —mi hermano llegó a la cocina—, aquí tienes
—Gracias enano —guarde mi celular junto con el cargador en la mochila
—Te coloque tu botella de agua, un jugo y un par de frutas en la lonchera —tome la pequeña maleta
—¿Te llevo, Emilia? —le di un beso a mi madre
—Gracias mamá, no papá, puedo irme en mi auto
—Maneja con cuidado cariño, te va ir bien en el partido
—Ve despacio Emilia, lo último que quiero es que te pase algún accidente de auto —lo abrace y abrace a mi hermano
—Manejare con cuidado, los veo en la tarde
—Suerte
Tomé mis llaves y metí mi maleta al auto, encendí el auto y di marcha hacía la universidad, en cinco minutos serían las siete y media, el tiempo de tolerancia que tiene los autobuses.
Tendría que tomar un par de atajos si quería llegar a tiempo a la escuela.
—Maldición —me detuve en el semáforo
Busque mi teléfono en la maleta y lo encendí, volví a tomar marcha cuando el semáforo cambio a verde, mire de reojo mi teléfono que no dejaba de recibir notificaciones, seguramente las chicas se han tratado de comunicar conmigo, mire el teléfono cuando comenzó a sonar, descolgué y lo coloque en altavoz para no dejar de conducir.
—Emilia, dime por favor, que ya estás en el estacionamiento —la voz de Eliza se escuchó alterada del otro lado de la linea
—Diles que me esperen cinco minutos, ya voy
—¡¿Como que te esperemos...?! —escuche un par de ruidos
—Matthews —me tense un poco al escuchar la voz de la entrenadora
—Entrenadora
—Si no llegas en cinco minutos nos vamos sin ti —trague en seco
—Estoy cerca, solo espere cinco minutos
—Ni un minuto más ni un minuto menos Matthews, ¿me escuchaste?
—Sí, entrenadora —di vuelta en la siguiente calle—. Podría pasarme a... —vi que ya había colgado—, maldición
Estaba cerca de la escuela, eso era bueno tomando en cuenta que faltaban cuatro minutos. Entre deprisa al estacionamiento, tomé mi mochila, mi teléfono, subí los vidrios del carro, y le puse el seguro para después salir corriendo hacía donde estaban los autobuses.
A lo lejos vi a las chicas subir al autobús, la entrenadora estaba mirando su reloj, al lado de ella vi a tres posturas conocidas, mirándome.
—Llegué —comenté un poco agitada
—Con un minuto de antelación, debería castigarte más Matthews
—Nunca dude de ti —mi mejor amiga estaba en la puerta del autobús
—Arriba Matthews, tenemos que irnos —asentí
Mire de reojo a la presidenta que le estaba dando unas indicaciones a Stella y el tesorero, me apresure a subir cuando vi a la entrenadora seguirme.
—Emilia, sabía que llegarías
—Hey capi, por poco nos quedábamos sin elemento fuerte
Las chicas me iban hablando mientras seguía a mi mejor amiga hasta nuestro asiento.
—Vez, te dije que Emilia siempre llega —comento Lilith
—Yo también te lo dije mi amor, no debiste apostar tanto —le dijo Janet, a su novia
—Matthews, para la otra atiende el teléfono —negué al ver a Tania, darle un billete a Lilith
—Haré como que no me ofende ver como apuestan con mi presencia —me senté al lado de Eliza— ¿Por qué no entraste tú en la apuesta?
—Estaba con Raúl, supe de la apuesta cuando subí a preguntarle a las chicas si pudieron contactarte, ya que a mí no me atendías el teléfono
La escuchaba, pero no la miraba, mi vista fue hacía la presidenta que se dirigía a la escuela.
—Bien, no quiero que hagan tanto ruido, si van a charlar o jugar, no quiero que sean tan escandalosas ¿de acuerdo?, hay gente que quiere dormir —comento la entrenadora de basquetbol
—Descansen lo mejor que puedan chicas, estos partidos dependen de los acomodos de temporada —comento nuestra entrenadora
Fruncí mi ceño al ver a Stella verme un par de veces.
—Creo que tú vas a dormir todo el camino —solté una risa ligera para mirarla
—Tenía el teléfono muerto, se me olvido cargarlo ayer, por eso no atendía las llamadas —tome mi teléfono—. Genial, tiene 20% —bufé
—En mi bolsa está el cargador portátil, puedes usarlo —sonreí
Me levanté para buscar en su bolsa lo que me dijo, el autobús ya iba en marcha, una vez que lo tuve puse mi teléfono a cargar.
—Gracias
—No es nada —ella tenía su cabeza recargada en la ventana, mirando su celular— ¿te regañaron por llegar tarde? —negué
—No, me regañaron por no despertar a tiempo —soltó una pequeña risa
Tomé mi teléfono para mandarle un mensaje a mis padres de que ya iba hacía Westerby, me sorprendí al ver las llamadas de las chicas, de todas y cada una de ellas, incluso habían llamadas de Raúl.
—¿Le dijiste a Raúl que me marcara? —negó sin mirarme
—Te marqué de su teléfono —asentí
También había mensajes de las chicas pidiendo que les atendiera el teléfono. Sonreí al ver las llamadas y mensajes de Christine, en mi bandeja de notificaciones.
Christine: Buenos días
Christine: No soy mucho de esto, pero, ¿no deberías estar despierta ya para llegar a tiempo?
Christine: Empiezo a creer que sigues dormida
Christine: Es tarde
Christine: Emilia
Christine: Bueno, mis llamadas no entran, supongo que tienes apagado el teléfono
Christine: Ojalá no llegues tarde
Christine: Llegué a la escuela y tú aún no
Christine: Matthews, estás retrasando al equipo
Christine: No puedo creer que ni tu mejor amiga sepa dónde estás
Ese fue el último mensaje.
—Debería darle gracias a la entrenadora porqué hizo que el autobús me esperara cinco minutos más
—No fue ella —fruncí mi ceño y la miré
—¿Cómo dices?
—No fue la entrenadora. Vamos Emilia, la conoces sabes que esa mujer no espera a nadie —la mire incrédula—, ¿todavía no entiendes eh? —la mire detenidamente, ella me hacía señas hacía el frente con su mirada— por dios Emilia, no sé cómo eres rápida en la cancha, pero, para captar indirectas eres muy lenta —rodé mis ojos—. La presidenta le dijo a la entrenadora que esperaran cinco minutos más, la entrenadora accedió porqué tú sabes —se encogió de hombros— rangos mayores y eso
La presidenta le dijo a la entrenadora que esperaran cinco minutos más.
Así que ella había sido, su influencia y su poder me habían ayudado. Mire mi teléfono en su chat.
Emilia: Buenos días, se me olvido poner el teléfono a cargar, amaneció muerto y no escuche la alarma
Emilia: Gracias por hacer que me esperaran cinco minutos más
Emilia: Te debo una
Al minuto me contesto.
Christine: Eso explica muchas cosas
Christine: No me debes nada, solamente me preocupo por mis equipos deportivos
No pude evitar sonreír.
Emilia: Gracias
Salí de su chat para informarle a mis padres que ya iba en camino.
—Será un largo camino—tome el audífono que me estaba dando
Style de Taylor Swift estaba sonando, negué riendo.
—Y hay que disfrutarlo
No dije nada, dejé que mi mejor amiga pusiera todas las canciones de Taylor Swift durante todo el camino.
⚽️
—¿Jugaremos primero? —Melissa estaba sobre su asiento para poder mirarme
—La entrenadora dijo que nos dejarían al final, como siempre —comento Selene detrás de mí
—Si eso pasa nos dará tiempo de ir a desayunar, ¿cierto? —pregunto mi mejor amiga a mi lado
—Bueno, estamos a punto de averiguarlo —mire hacía la ventana al escuchar el comentario de Gabriela
Estábamos entrando al estacionamiento de la escuela Westerby, a lo lejos se miraban los otros autobuses y los equipos bajando de él.
—Bien chicas, terminemos con esto
Le devolví el audífono a mi mejor amiga, guarde mi teléfono en la maleta, baje la mía junto con la de ella, espere a que Eliza saliera del asiento para poder darle su maleta, la mire incrédula cuando solo paso de lado sin ni siquiera tomarla, me la enganche al brazo y bajamos del autobús.
—¿Qué se supone que haremos ahora? —baje las maletas al piso
—Iré hablar con la entrenadora, cuiden mis cosas, por favor —ellas asintieron
Busque a la entrenadora entre todos los equipos, divise a los entrenadores junto con el director de esta escuela y camine hacía ellos.
—¿Tú también vienes a ver que haremos? —me reí asintiendo, Lilith venía a mi lado—, esto parece un campamento
—Si hubiera sido un campamento habría elegido mejor mi ropa —ella se hecho a reír
—Ya vi a mi entrenadora, nos vemos luego
La vi acercarse a su entrenadora mientras yo trataba de buscar a la mía. Me era más imposible moverme entre todos estos chicos del fútbol americano, sentí chocar con alguien cuando logré salir de ellos.
—Oh, disculpa
—¿Nunca miras por dónde vas? —pregunto molesta
—Lo siento, estos tipos son altos y se me hace imposible ver... —comente sin apartar mi mirada de sus ojos
Eran azules.
—Me sorprende como lograste salir de ahí sin salir aplastada —sonreí, fruncí mi ceño al ver que me miraba de arriba abajo—. ¿Se te perdió algo?, o saliste de esos grandulones para chocarte con la primera persona que pasara por ahí
—No fue mi intención, disculpa
—Responde me mi pregunta y dime, ¿qué haces aquí? —se cruzó de brazos
Estaba molesta, vaya que sí, por la pinta que tiene debe ser una de esas chicas millonarias que creen que todo lo pueden comprar con dinero, su semblante estaba serio, su cabello rubio estaba atado a una coleta alta, y aquellos ojos azules no dejaban de mirarme.
Pero, no era el azul que a mí me gustaba.
—Estaba buscando a nuestra entrenadora, para preguntar a donde debemos ir, mientras empieza nuestro turno del juego
—¿Por qué no viene tu capitana a preguntar eso?
¿Esta chica quien es y por qué hace demasiadas preguntas?
—Buenos días, presidenta Waster —la voz de Stella me tranquilizo un poco
Pero, ¿había escuchado bien?, sabía que Westerby tenía un consejo estudiantil, todas las escuelas que compiten tiene uno pero, nunca imagine que la de Westerby sería así.
—Stella, que gusto me da verte —comento, con una sonrisa forzada
—Igualmente —sentí su mano en mi brazo—. Si me disculpa, tenemos que ir a revisar unas cosas, con su permiso, presidenta
—Propio
Stella me llevo hasta los autobuses, hasta que deje de sentir la mirada de aquella chica.
—¿Qué estabas haciendo? —me soltó y se alejó quejándose
—No estaba haciendo nada malo, simplemente le estaba pidiendo una disculpa por que tropecé con ella, es todo
—Una simple disculpa, te das la media vuelta y acabas con esto —fruncí el ceño
—¿Puedo saber por qué esté numerito? —me cruce de brazos
—Ella es Julie Waster, presidenta de la escuela Westerby —asentí—, nunca la habían conocido porqué los deportes no le interesa en nada, detesta los deportes y detesta nuestra escuela —seguí asintiendo mientras la escuchaba—, y detesta a Christine
Y ahí estaba el asunto.
—Mira Emilia, si por mi fuera te dejo que sigas charlando con ella, se conozcan y pase lo que tenga que pasar —fruncí el ceño— pero, por lo que se Christine y tú se están conociendo. No me agradas —alce mis cejas al oír eso— pero, Christine se esta dando una nueva oportunidad en el amor, solamente te pido que si vas en serio la respetes y si no, que hables claro con ella, lo demás me importa un carajo
—Stella, cálmate —enarco una ceja— no estaba pasando nada, simplemente la conversación se extendió
—Mira Emilia, creo que aún no entiendes el asunto —negué— aquí también hay carrera de periodismo, esa carrera se encarga de hacer un periódico escolar, también tiene página Web ¿de acuerdo? —asentí—, esos chicos estarán tomando fotos a todo el evento para el periódico y la página, ¿qué crees que va pensar Christine cuando vea una foto tuya en la página de la escuela hablando con ella?
Entendí.
—No pensemos negativamente —enarco una ceja—, seguramente ni han tomado la foto así que... —puse la mano detrás de mi cuello
—De cuerdo, tal vez tengas razón —asentí— pero, cuyo caso ya sabes que pasara
—¿Qué es esto? —la voz de Eliza me hizo mirarla— ¿junta directiva?
—No te metas, Jones —ella se cruzó de brazos mirando a Stella
—¿O si no qué? —fruncí mi ceño mirándolas—, te recuerdo que tú no estás, en el derecho de pedirme nada ahora mismo —Stella rodó sus ojos para luego cruzarse de brazos
—¿Qué paso, Eliza?
—Nos quedamos esperando tu informe de que es lo que haríamos —cerré los ojos al acordarme—, le dije a las chicas que ya ibas aparecer, no me dejaron terminar de escuchar la canción de Taylor, les grite y marque a tu celular para saber dónde estabas —coloco sus manos en la cadera—. Ten tu puto celular a la mano, Emilia, es todo lo que pido
—Lo siento Eliza, me distraje unos minutos
—Sí —miro de reojo a Stella—, ya vi tu distracción
—Tengo cosas importantes que hacer —comento Stella, antes de alejarse
—Me andaré con cuidado, descuida
—No quiero andar cuidando tus cagadas, Emilia —fue lo último que dijo antes de irse de nuestro lado
—Tenemos que ir al vestidor del equipo de aquí —la seguí mientras me iba explicando
Al llegar al vestidor las chicas estaban platicando entre sí.
—Andas muy perdida el día de hoy, Emilia
—Al parecer es día de andarte buscando —ellas rieron
—Más vale que no te pierdas en el campo —volvieron a reír
—Hay que atarte una correr para que no andes suelta
—Oigan —las chicas se callaron, mi mejor amiga iba defenderme—, dejen a nemo en paz —olviden lo que dije
—Gracias, eh
—Oye, por tu culpa estás no me dejaron terminar mi canción de Taylor —rodé mis ojos
—Sabía que hoy llegaría el equipo de limpieza
pero, no creí que llegarían temprano —escuche las risa de parte de su equipo
—¿Tu mamá te decía que eras muy chistosa, Collins? —volteé para encontrarme con aquellos ojos grises y melena castaña—. Que gusto verte, Aida
—Lamento no poder decir lo mismo —miro a mis chicas—. No sé acomoden tanto, que ustedes solo están aquí para perder y no volver
—Me encanta la seguridad con la que lo dices, repite lo hasta que te lo creas —me mostró una sonrisa forzada—. ¿Sabes a qué hora jugaremos?
—De dos a tres de la tarde, depende cuanto tarden los demás equipos —asentí—. Lamentablemente las ordenes no las pongo yo, pero pueden cambiarse después de nosotras, ya sabes —nos señaló—, mis chicas no tocan a las tuyas y las tuyas no tocan a las mías —asentí
—De acuerdo, tu casa tus reglas —asintió
—Nos vemos en el juego —me di la vuelta para ir a buscar mi teléfono—. Ah, y Emilia —volteé—. Bienvenidas a Westerby —sonreí
Ella y su equipo se alejaron.
Será una mañana agitada.
⚽️
La mañana paso tranquila, la entrenadora nos volvió a explicar los roles de juego, aparentemente íbamos después del partido de los chicos y entonces debíamos estar al pendiente. Con las chicas recorrimos todo el festival que tenía la escuela, después de haber ido a desayunar, algunos chicos eran amables y agradecía porque no eran igual a Aida o la presidenta de aquí.
Volvimos a los vestidores después de que Aida nos dijo que ya podíamos usarlo, por Matías supe que su partido ya iba comenzar, así que decidimos volver porque teníamos que estar pendientes cuando su partido terminara.
—Debemos darnos prisa, antes de que la entrenadora venga a buscarnos
—Solo estamos esperando a Eliza —estaba haciendo unos estiramientos mientras mi mejor amiga terminaba de ponerse su uniforme, las demás chicas ya estaban listas
—Alguien por favor, podría quitarle esos audífonos y decirle que se apure —comento Selene
—Yo lo pensaría mejor, nos insultó cuando le quitamos los audífonos hoy en la mañana —escuche a Dennis
—Capitana —me detuve para mirar a las chicas
Todas me miraron esperando que hiciera algo, tome el teléfono de Eliza, vi que la canción ya estaba terminando, le puse pausa antes de que empezara otra, le quite los audífonos.
—Vamos tarde —rodó sus ojos, para luego atarse los tacones
—Deprisa, Jones
Tome lo necesario para salir del vestidor junto con las chicas. El partido de los chicos había comenzado hacer rato, faltaban diez minutos para el medio tiempo.
Pasamos la otra mitad del partido calentando, la entrenadora estaba pendiente del juego de los chicos para ver cuando terminaran, me dejo a cargo de que las chicas calentaran bien.
—Vamos chicas, pueden hacerlo mejor —todas me miraron— es para entrar en calor
—En lugar de entrar en calor, vamos a entrar cansadas —se quejó Dennis
—Lo siento, ya estoy aquí —Janet llegaba a nuestro lado
Había pedido permiso para ver el juego de su novia, justo ahora venia de los vestidores, ya que no se había cambiado con nosotras.
—Estiramientos, Janet —asintió para después hacerlos
Dejé de trotar para ver mejor a las chicas, fruncí mi ceño y volví a mirarlas.
—¿Alguien ha visto a Eliza? —negaron—, maldición
Seguí haciendo el calentamiento junto con ellas, a lo mejor mi mejor amiga aparezca en un rato. Me coloque la cinta de capitana en el brazo.
—Bien, formación 3,3,2 —la entrenadora llego mirando su tabla de papeles— Anderson, lateral derecho, Carter vas delibero
—Entrenadora puedo ir delibero, ya estoy mejor —comento Janet
—No me voy arriesgar Anderson, solo obedezca —rodó sus ojos— Peyton lateral derecho
La entrenadora ya estaba dando las formaciones y Eliza aún no aparece.
—Henderson, Jonhson, Conner y... —Eliza no atendía el teléfono— Matthews— levante la viste del teléfono al escucharla— ¿Dónde está Jones?
—Me pidió permiso para ir al baño, entrenadora —asintió dudando
—Harrison, vas con Matthews de delanteras —se acercó a mí— si Jones no aparece se queda en la banca —asentí
La entrenadora se alejó, las chicas me miraron.
—¿El baño?, ¿en serio?
—¿Que querían que dijera?
Maldición, Eliza, más vale que llegues.
⚽️
Estábamos jugando mal, el partido estaba bastante reñido, no podíamos acercarnos a su portería, y ellas estaban muy cerca de la nuestra. No tenía idea si Eliza había aparecido o no, lo que si sabía es que estaría en la banca, iba ser decisión de la entrenadora si la metía en el segundo tiempo.
—Emilia —mire a Melissa en cuanto me dio el pase
Pero rápidamente perdí el balón de nuevo.
—Maldición
El sentimiento extraño que tuve en el partido de invierno me volvió a invadir, solo que estaba vez la mirada se sentía bastante fuerte. No sé de quien se trataba, poco me interesaba, necesitaba empezar actuar rápido.
Recupere el balón y corrí con él hacía la portería del equipo contrario, tres jugadoras iban contra mí, trate de divisar a Melissa, pero no la miraba por ningún lado. Me tenían acorralada en la banda, logre burlar a una de ella, Janet se miraba a lo lejos pidiendo el balón, pero, retroceder no estaba en mis planes ahora, logre llegar a las defensas pero, en menos de dos minutos ya me habían tumbado al pasto, ya que una de las defensas se barrió quitándome el balón.
Cuando logre reponerme en el juego escuche la celebración de los narradores.
—Goooooool, de Westerby
—Uno a cero señoras y señores. Ya era hora
Los siguientes minutos pasaron deprisa, ya no volvieron anotar otro gol, ni tampoco nosotras. Quedaban minutos para el medio tiempo y teníamos que hacer algo, rápido.
Gabriela me dio un pase que trate de cuidar hasta las defensas, a lo lejos vi a Melissa y no dude en darle pase, tiro el balón para anotar pero, la portera lo tomo. A la hora de lanzarlo a una de sus jugadoras logre quitárselo, era todo o nada, venían detrás de mí, le di pase a Melissa y me lo regreso estando cerca de la portería, lance el balón, no vi si entro o no, estaba de nuevo en el piso porque una del equipo contrario quiso quitármelo. Escuche una celebración segundos después.
—Goooooool, para Westview
—Uno a uno queda el partido, para irnos al medio tiempo
Vi a Melissa darme la mano, me ayudo a levantarme y no dude en agradecerle.
Al llegar a la banca la entrenadora estaba molesta, nos dijo un par de cosas y ni se molestó en felicitarnos por el gol del final, sabía lo molesta que estaba. Con Eliza fue otra historia, ella pidió disculpas por haberse ido, estaba hablando con Raúl por teléfono y se le hizo conveniente platicar con el novio que ver por el equipo, aparte que en serio creyó que el partido seria a las dos, pero empezamos antes —media hora antes—. La entrenadora nos dio otra formación, quedo claro que Eliza no iba entrar o al menos, no por los primeros minutos.
Después de habernos refrescado un poco volvíamos a la cancha, antes de empezar el juego busque aquella mirada que sentía, quería ver de quien se trataba porque era muy incómoda, entonces en la banca de la escuela Westerby, mis ojos se toparon con esos azules desafiantes, la presidenta me sonrió al darse cuenta que la miraba. Seguían siendo azules pero, no iban acompañados de la cabellera negra que me gustaba.
El partido siguió pasando bastante complicado, pero al menos ahora nos acercábamos más.
—Matthews concéntrate —ignoré a la entradora y le pedí a Melissa el pase
En cuanto tuve el balón se lo lancé a Gabriela, me había rodeado y no quería cometer otros errores, corrí junto con Melissa a la portería, fruncí mi ceño al sentir otra mirada sobre mí, pero no le di importancia, vi a Melissa calculando su jugada, pero ya no le estaba prestando atención, me miraba fue más allá. A lo lejos ella me sonreía.
—¡Matthews! —aparte mi mirada para mirar a Melissa, vi el balón en el aire y lo bajé con el pecho
Corrí hacía la portería logrando burlar a sus defensas.
—Goooooool de Westview
Vi a Melissa acercarse a mí para celebrar, pero corrí deprisa hacía las demás chicas. Al estar cerca de la banca, confirme lo que había visto.
Christine me estaba viendo jugar.
Tarde, pero está un poco largo
Nos leemos luego
Insta: Alex_escritor08
Alex⚽️