Hipando un poco por el ya calmado llanto, TaeHyung suspiro viendo la mesa mientras JungKook seguía abrazándolo, dando pequeñas caricias sobre sus brazos —¿Ya te sientes mejor? —Pregunta JungKook dándole un beso en la sien y TaeHyung asintiera.
—Ya me calme un poco —Dijo separándose del abrazo y limpiarse las mejillas aún húmedas —Perdón por eso.
—Deja de disculparte por tonterías, prefiero que expreses como te sientes —Suspiro JungKook, rompiendo el abrazo y apoyar por completo su espalda sobre el respaldo de la silla —Es la única manera que tengo de entenderte, el que tengas sentimientos no es tan malo. Exprésate, grita llora pero has algo para saber cuando algo anda mal contigo, dame una señal de algo, se que soy perfecto pero no un adivino.
—Tu nunca lloras —Rio TaeHyung por lo último que dijo el minino.
—Claro que lo he hecho —Dijo JungKook llamando la atención del omega, que le vio con incredulidad.
—Si, pero esas veces las puedo contar con una mano, demasiado pocas —Dijo y JungKook se quedará pensando.
—El que sean así no quiere decir que no sean intensas o me sienta decaído a veces… El día que cambiamos de dimensiones por primera vez y mi otro yo te rapto —Dijo JungKook y TaeHyung tratara de recordar —Pensé que te había perdido para siempre —Murmuro acomodando las mangas de su camisa —Pasé días enteros buscándote sin descanso y no podía encontrarte, pensé que iba a morirme de la angustia —Comento viendo al omega a los ojos —No pude evitar llorar al pensar que no iba a volver a verte y no pude hacer nada para cuidarte, se sintió como si el cielo se desmoronara y me cayera encima, fue un trago amargo que no podía tragarme, el nudo en mi garganta era demasiado doloroso como para que siquiera me saliera la voz. Estaba abandonado en un mundo que no conozco, solo y profundamente triste.
—Perdón…. No sabía que el tiempo pasa diferente aquí, yo habría intentado…
—Te dije que no te disculpes —Le corto JungKook sonriendo y TaeHyung hiciera un pequeño puchero bajando la mirada.
—Esta bien…
—También, cuando te atacaron hace poco —Dijo JungKook tomándole la mano y observarla —Estuve al borde de las lágrimas en todo momento, pero no podía darme el lujo de romperme en un momento que necesitaba pensar con claridad y rápido —Le acaricio la mano —El punto es… Yo no veo el llorar como algo malo, todos sienten miedo, dolor y tristeza, y aunque no son agradables de sentir, son emociones que indican que estas vivo y necesarias de expresar, el problema es como lo afrontas. Reprimirse todo es contraproducente, al final todo se acumula y un pequeño toque podría hacer que explotes….. Mi tía juega con tu mente…. Y créeme que no dudará en aprovecharse de esos enredos en tu mente y corazón.
TaeHyung bajo la mirada mordiendo ligeramente su labio inferior mientras pensaba, JungKook temía razón pero aún era demasiado orgulloso para admitirlo. Debería darle la razón pero las palabras simplemente no salen de su boca.
—En… Entiendo —Murmuro sintiéndose algo avergonzado.
—Siempre estoy preocupado, por ti, y aunque estemos siempre juntos, y somos mucho más cercanos que antes, sigo sintiendo que pones una barrera entre los dos… Ya no me cuentas nada… ¿Desde cuando no confías en mi?
Con tristeza TaeHyung le mantuvo la mirada, sintiendo sus ojos cristalizarse. Aunque la mirada de JungKook era gentil, había miedo y melancolía en ellos.
—No me hagan esto… No otra vez… No me alejen y me dejen en un rincón cuando juegan con mi vida así, quiero al menos sentirme incluido cuando no tengo privilegio de elección en mi vida.
No pudiendo evitarlo TaeHyung volvió a llorar y apoyarse en la mesa, para el desagrado de JungKook, TaeHyung ciertamente pecaba de algunos comportamientos de HanSung a veces. Queriendo hacer todo por si mismo y a su manera, creyendo que sus sentimientos son una debilidad, ahogándose solo en sus problemas sin pedir ayuda a nadie ya que siente que el basta y sobra.
No eran la misma persona pero a la vez eran demasiado parecidos en ese sentido. Pero gracias a que JungKook le enseñó desde niño, tenía más comportamientos parecidos a al minino que a HanSung así que no lo notaba mucho hasta que JungKook se volvió consciente de ello.
Al menos un poco de egoísmo y maldad si que había en el omega, JungKook le enseñó a ser orgulloso, a veces un poco arrogante y pecando un poco de sadismo al pelear, no mide su ira en combate a pesar de ser tan calculador. Enseñándole a volverse el mismo el centro de su mundo y no velar por el bienestar de los demás, desinteresado y un poco caprichoso, todo lo contrario a HanSung que se desvivía por los demás así arriesgara su felicidad. A TaeHyung le importaba más la suya propia.
Puede que JungKook haya sido una mala influencia en su vida, pero era algo que le daba tranquilidad al felino. Así como el influyó en el omega, TaeHyung también lo hizo en el volviéndolo más dócil y relajado, enseñándole a jugar y reír.
Su relación no era normal, y algo turbia para otras personas, pero ambos eran el mundo de cada uno en su rara y posesiva forma de amar. Sus personalidades estaban un poco chuecas pero encajaban tan bien aunque pertenezcan a rompecabezas diferentes.
Suspirando, JungKook se volvió a acercar y abrazarlo, apoyando su cabeza en el hombro del omega —Te amo tanto que, que aunque sepa que me estas mintiendo te seguiría hasta en infierno si me lo pides —Murmuro JungKook y TaeHyung negara
—No es justo —Murmuro el omega.
—Nada es justo en este vida, es algo que tengo claro, nunca ha sido justa conmigo… Pero solo te pido que no me alejes, yo te ayudaría en lo que sea que quieras hacer, soy tuyo por completo, cada pedazo de mi te pertenece para hacer lo que quieras, soy tu esclavo. Y yo soy dueño de tu alma, pulgoso. Tienes escrito mi nombre en ella… No te libraras de mi ni muerto…
Puede que fuera un poco espeluznante de decir para algunos, pero era demasiado literal para ellos, por más que lo olvidarán, JungKook seguía siendo un esclavo, con sus almas conectada la una con la otra… una maldición con la que ambos debían vivir hasta que uno muera, y renovar el ciclo si este vínculo no se rompe.
—Yo quiero que tu seas dueño de ti mismo, que seas libre, que vivas tu vida al fin, sin ataduras de nadie, sin ser perseguido o tratado mal. Quiero que seas feliz —Se quejo el omega volteando a verle y JungKook le limpiara las lágrimas.
—Ya soy feliz, he vivido feliz y en paz estos últimos años… y es algo que no quiero perder… Me gusta mi vida así.
—Porque es lo único que conoces. El mundo es demasiado grande, tu…
—TaeHyung, ser dueño de mi mismo es vivir la vida como quiero, y ahora mismo esto es lo que quiero para mi —Le acuno las mejillas —Quiero romper este hechizo, pero seguir contigo como hasta ahora.
—Sobre eso… —JungKook le vio ladeando la cabeza —Hay… hay algo que debo decirte sobre eso.
—¿Qué cosa? —Pregunta confundido por el cambio del semblante de TaeHyung
—¿Ya todo esta mejor? —Pregunta aquella voz, haciendo que ambos voltearan a ver al JungKook conejo asomándose por la puerta de la habitación.
—Si… Si —Dijo TaeHyung enderezandose y terminar de limpiarse la cara. El hombre se acercó a ellos y volver a tomar asiento.
—¿Estas listo para tener esta conversación? —Pregunta el señor conejo y TaeHyung le viera entre un poco sorprendido y confundido, pero sabía a que se refería..
—Amn... JungKook… Yo confío mucho en ti —Dijo el omega sin mirarle por el nerviosismo —Si no te dije nada de mi plan es porque, no tengo nada decidido del todo y me… Me cuesta un poco sacar el tema contigo —Suspiro.
—Solo dilo directamente—Dijo el minino cruzándose de brazos.
—Tengo entendido, Tu tía y tu madre son deidades principales, eran un mismo ser pero se separaron, porque su lado malo siempre sometía al bueno, siendo ahora dos entes diferentes. Pero una no puede vivir sin la otra y el mundo no puede existir sin ninguna de las dos, no puede haber un mundo sin vida ni uno sin muerte.
—Lo se… —Dijo JungKook y TaeHyung suspirara viendo ese rostro expectante y atento al peligris.
—Bueno… si se quiere romper el vínculo que tenemos, el que tu tía siga viva no es viable, ya que es lo que la debilita y una vez se rompe el vínculo, no habrá ningún sello que pueda contenerla. Ella debe morir.
—Ambas van a morir ¿Sabes lo que eso desencadenaría? Nadie va a morir, ni nadie va a nacer, ni humanos, ni plantas ni animales, un mundo postapocalíptico del que nunca podrás salir así intentes suicidarte, podrás tener el cuerpo desecho retorciéndote de dolor y nada te dará la muerte, tendrán hambre pero el alimento se acabará, ni siquiera magia podrán usar —Se quejo el minino.
—Si, soy consiente de eso. Pero… Tu puedes tomar el lugar de tu madre —Dijo TaeHyung y JungKook se quedará rígido en su lugar, con una expresión de desconcierto —Eres el único que podría soportarlo… A ambas…
—¿Me… Me estás pidiendo que absorba a mi madre? ¿Qué la mate? —Pregunta con voz calmada pero aún así una mirada molesta en sus ojos.
—Ella está de acuerdo con eso —Dijo el JungKook conejito llamando la atención del minino —Fue ella misma quien el pidió que hiciera este hechizó a HanSung —Dijo sacando un pequeño y delgado libro del bolsillo de su camisa, abriéndolo directamente en la página donde indicaba la manera de hacer la absorción —Si HanSung nunca lo intento fue porque su cuerpo ya estaba muy dañado para entonces y no confiaba esta magia a nadie, porque es demasiado peligroso q alguien más lo tenga.
—¿Qué clase de mierda es esa? ¿Si no lo intento es porque el no podía? ¿Qué placer les causa jugar así con mi cuerpo? —Se quejo JungKook levantándose un poco alterado —¡Es mi madre! —Protesto —Mi madre.
—JungKook… —El omega le tocó la mano. Queriendo intentar calmarlo.
—Yo estaba bien con vivir lejos de ella, me daba miedo que se acercara porque… —Se calló a si mismo, porque lo cierto es que le avergüenza en lo que se convirtió… odia ver la tristeza en sus ojos cada vez que le ve —Yo mismo me aleje de ella pero eso no quiere decir que quiero que muera… —Murmuro y TaeHyung le viera con tristeza.
—Sabes que no hay otra opción —Dijo el señor conejo llamando la atención de JungKook, quien solo guardo silencio desviando la mirada.
—Entiendo las intenciones… —Murmuro —Pero no es un trago fácil de tragar —Le miro directamente a los ojos, el conejito solo le mantuvo la mirada, el no tiene padres así que no entiendo el sentimiento, pero le recuerda tanto a su leoncito el cual dio su vida a cambio de su padre, que le causa un poco de empatía.
Suspirando, el minino se sentó de vuelta y ver la mesa, sintiéndose un poco desolado —Para eso debes purificarme —Murmuro volteando a ver a TaeHyung —¿Para eso querías el grimorio?
—Si… —Admitió TaeHyung un poco avergonzado.
—Oh… Entiendo —Asintió pero un poco perdido en su pensamiento, JungKook se veía calmado pero su mente era un lío en ese momento.
—Perdón… —Dijo TaeHyung y el minino negara.
—Te dije que no te disculpes…
—Si, perd… —Se calló cuando JungKook le voltio a ver molesto.
—Solo déjame pensarlo —Suspiro JungKook y TaeHyung asintiera.
—Piénsalo todo lo que quieras.
—Pero recuerda que el tiempo corre —Dijo el conejito llamando la atención de ambos. Y el tiempo no espera a nadie.