::Setenta y cuatro::

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Arrancando hojas del césped, JungKook observaba las montañas a la lejanía, el viento frio de la ladera chocaba con su cuerpo, moviendo ligeramente su cabello. Había salido un momento para pensar en lo que TaeHyung le había dicho hace un rato, aunque para él era algo horrendo de hacer, ciertamente era el único método que había para poder matar a esa mujer, pero... Aun así, sentía que no valía la pena el sacrifico. De perderla, aunque no la tuviera cerca, le bastaba que estuviera bien andando por ahí en algún lugar.


Amaba a su madre, aunque nunca se lo expresaba a nadie y evitaba hablar de ella, era un sentimiento que adoraba en silencio, nadie más debía saberlo, solo el, porque solo le pertenecía a él, era lo poco que tenía para sí mismo, y sus anteriores dueños se hubieran enterado de ese hecho, probablemente lo hubieran obligado a encontrar su hogar. Los momentos más felices de su vida, los tuvo junto a ella y taehyung, y era algo que pesaba en su mente. No quería mancharlos con nada más.


—JungKook...— le llamo TaeHyung llamando su atención —¿Puedo sentarme contigo? — Pregunta el omega un poco inseguro, JungKook solo asintió bajando la mirada mientras arrancaba más césped.


Mordiendo su labio inferior, TaeHyung guardo silencio un momento, pensando en que decir, viendo el perfil de JungKook, el pelinegro tenía una expresión serena en el rostro —Sabes... —Dijo JungKook llamando la atención del omega, que estaba a punto de hablar, pero se calló con la voz del pelinegro —Desde mis primeros días de vida, mi madre me enseñaba su trabajo y cómo hacerlo —Alzo la mirada viendo las montañas — como cuidar un alma, recolectarlas, como terminar su ciclo y como comenzar otro, aunque yo nunca pude crear un alma, ella siempre me mostraba como lo hacía... El crear vida... Creo que, desde el principio, esa era su intensión... Que yo le remplazara.


—No niego que puede haber una posibilidad, pero no creo que eso sea todo —Comento el omega.


—Mas que posibilidad, es un hecho — Suspiro JungKook —Ella era capaz de crear vida solo con su poder, pero a mí me hizo usando su propia sangre, y me dio un pedacito de su alma, aunque no me dio a luz, soy carne de su carne.


Comento el minino bajando la mirada de nuevo, meditándolo un momento antes de volver a hablar.


—A diferencia de otros ángeles, a mí me dio sentimientos y libre albedrío. Había reglas, pero era mi decisión acatarlas o no... Si ella toma posesión de un ángel, estos mueren al terminar porque no soportan su presencia en ellos, de un humano ni te digo, su cuerpo se daña con solo intentarlo, pero en cambio yo, más que su presencia, puedo contener su poder sin problema alguno, un recipiente perfecto para ella, en todo el mundo, soy el único ser capaz de contenerla en su interior —Comento volteando a ver al omega —¿Para ella yo también solo fui un objeto para una finalidad? —Cuestiono viendo al omega, y aunque su expresión es tranquila, se ve la angustia en la mirada del felino —¿Solo me quería usar para su suicidio?


Dijo y TaeHyung guardara silencio un momento viendo el césped —Dudo que esa sea la razón por completo —Comento suspirando alzando la mirada —Tengo algunos recuerdos de HanSung —Dijo TaeHyung viéndolo a los ojos —Y por lo que el recuerda, ella te ama de verdad... Nunca le diste la oportunidad de acercarse, siempre huiste de ella... Creo que ustedes dos deberían hablar.


Guardando silencio esta vez JungKook, lo medito un poco más. Ciertamente ella pudo haberlo matado y comenzar de nuevo, tiene el poder y la habilidad para poder hacerlo, pero nunca se atrevió a hacerlo, la tristeza y sus ojos llorosos cada que le veía, y aunque esta siempre estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por él, era JungKook quien rechazaba su ayuda, más que nada por culpa, no creía que la mereciera, aunque pasaron los años, aun se culpaba a si mismo por desobedecer, muchas veces le advirtió y su desobediencia desencadeno todo ese desastre, y aun así no pudo salvar a Iz.


—Lo he pensado, y estoy de acuerdo con tu plan —Comento JungKook suspirando.


—¿Estás seguro...? —Cuestiona el omega y JungKook asintiera en silencio.


—Entiendo el deseo desesperante de querer morir, anhelar la muerte y no poder hacerlo, yo muchas veces lo he deseado, y lo seguiré queriendo en el futuro, si puedo ayudarla con eso lo hare.


—¿Q-quieres morirte? —Pregunta TaeHyung viendo a JungKook levantarse del suelo, quien solo volteo a verle con una leve sonrisa.


—Toda mi vida... Últimamente no lo pienso porque me das alegría, pero cuando mueras seguiré deseándolo —Comento antes de marcharse, dejando a TaeHyung preocupado.


JungKook no es muy estable emocionalmente y peor sin su pecado del orgullo protegiendo su mente.


En su desespero por querer protegerlo, nunca se detuvo a pensar en el después y recién ahora se percata de ese pequeño pero importante detalle.


Iba volver, absurdamente poderoso y con autoridad sobre cualquier ser vivo del planeta, a alguien con más traumas que ganas de vivir, poca estabilidad mental, un odio inmenso a la humanidad, tendencias genocidas y pirómanas, territorial, caprichoso, con poco interés por la integridad física de las personas, y que cuando algo le molesta lo arregla con violencia. 


 Le preocupa un poco, pero así tenga que sacrificar a medio mundo, poco le importa por un poco de paz para JungKook, el ya sacrifico demasiado por unos humanos que nunca le tuvieron la mínima consideración y empatía cuando gracias a él fueron liberes de su esclavitud.

::Gatito mimado:♱:KookV::Donde viven las historias. Descúbrelo ahora