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Nine: Entonces... Señor Sonic, de especie erizo...
Hablo el zorro que guiaba el camino, su voz tenía una combinación de tono desinteresado con lo sarcástico.
Logro atraer la atención del cobalto, quien caminaba detrás de él en silencio.
Nine: Explícame... ¿De dónde eres?
Un largo suspiro se escapó del erizo antes de responder.
Sonic: Bueno... Antes, de aquí, creo. Yo vivía en Green Hills...
Nine: ¿Green Hills? Hace diez años que no tiene ese nombre.
La plática no detenía su camino... El zorro conocía tan bien el lugar que ni siquiera se tenía que detener a pensar antes de girar y cambiar el rumbo... En cuanto el erizo, no le quedaba más que confiar en él.
Sonic: Se podría decir que he estado perdido durante estos años... Y un no logré resolver todas mis dudas ¿Crees poder ayudarme?
El niño se detuvo frente a una pared de metal, y con ayuda de sus colas, trato de moverla con fuerza, lanzado un par de quejidos debido a lo pesada que era... El azulino se acercó para ayudarlo, y entre los dos lograron quitarla.
Nine: Te ayudare en lo que esté en mí mano...
Salieron hacia el subterráneo, donde se mezclaron con la gente que caminaba por aquella zona, sin alejarse uno del otro. El menor tomo nuevamente la muñeca del más alto, siendo el que guía el camino... Y sin quejas, el contrario lo seguía.
Siguieron por la vías hasta llegar a una puerta, la cual, tenía un teclado de números para ingresar una contraseña... El pequeño zorro coloco la clave, mientras el erizo observaba de reojo, aprendiendo los número por las dudas.
Una vez la puerta se abrió, pudieron entrar a lo que parecía un intento de una casa desastrosa y un taller espantoso.
El suelo estaba disperso de pedazos de metal, motores y baterías viejas, envoltorios de comida y cajas de jugos. En si, el lugar no tenía demasiada luz, la más fuerte y llamativa provenía de una lámpara situada en una mesa a la esquina de la habitación, dicha mesa tenía otro montón de pedazos de máquinas.
En la parte del fondo había una mesa, y apenas una silla, una heladera y un mueble.
Las paredes estaban repletas de papeles con planos, matemáticas o dibujos... Y se podía apreciar una escalera a un segundo piso más pequeño, pero no pensaba subir aún.
Nine: Lamento el desastre... No acostumbro a traer gente aquí...
El erizo no le prestó demasiada atención, estaba consentrado en los extraños planos en las paredes. Ante sus ojos, eran un completo enigma, tan dificil y complejo para él.
Se acomodo el manto que lo cubría, usándolo ahora como bufanda.
Sonic: ¿Entonces tu fábricas tus cachivaches?
El más joven frunció el seño, bajo las orejas mostrando su enojo.
Nine: Yo no los llamo "cachivaches"... Pero si, yo las hago...
El pequeño caminó por la habitación, levantando un poco de la basura del suelo. Su acompañante lo ayudo... Estaba tentado a pregúntale sobre su familia, el zorro aún era un niño, pero algo en él le hizo entender que sería mejor callarse, no era el momento.
Nine: Según tú... Eres de Green Hills, pero ese lugar está extinto... No existen datos tuyos en la base de datos... Y-
Sonic: ¿Que quieres decir con "base de datos"?
Un suspiro cansado se escapó de la boca del amarillo... Entre la lista de cosas que odiaba de la gente, estaba el que lo interrumpan mientras hablaba... Y otra de las cosas que detestaba era dar explicaciones.
Nine: El consejo del caos marco a todos los habitantes de Nueva Yugork en el momento que tomaron el poder... Por cada casa de un integrante del consejo tiene X cantidad de habitantes... Este X cantidad se encontrará registrada en una base de datos donde tienen información básica del sujeto. Con un escáner básico, como el que use contigo, se podría leer tu base de datos y la casa del consejo al que perteneces. Pero no la tienes... Así que explícame ¿Te fuiste hace mucho y decidiste volver? ¿O te quitaste tu chip de información?
Sonic: Nunca me fui... Estuve en un coma por diez años...
Nine: Uy, eso suena jodido... Espera ¿En coma? ¿Cómo? ¿Y como el consejo no te encontró?
Sonic: Estaba encerrado en una cueva... Con el suficiente oxígeno para mantenerme con vida, y lo suficientemente escondida para no ser encontrado por el consejo.
El erizo se tambaleó, se sentía realmente mareado... Quedó apoyado contra una pared, mientras se sentaba lentamente en el suelo... Y sorprendentemente, el zorro se sentó junto a él, haciéndole compañía.
Nine: Pues bienvenido a Nueva Yugork...
Durante un buen rato, ninguno se dijo nada. El cobalto mantenia la mirada en el suelo, mientras su compañero lo observaba fijamente.
Finalmente, el menor se levantó, camino hasta la mesa de trabajo, donde un par de sus colas se acomodaron como si fuera una silla... Tomo un teclado de computadora, y al presionar una tecla, sobre este apareció lo que simulaba ser la pantalla, pero era completamente holográfica. Estuvo trabajando durante un rato, en completo silencio, buscando y buscando en aquella red.
Por su parte, el erizo permanecía en el suelo... Se sentía muy débil. No había comido nada desde que despertó y había estado corriendo de un lado al otro... Pero era necesario, tenía que correr, más no sabía si corría porque debía llegar a algún lado, o si trataba de escapar de la realidad.
Las horas pasaron, y el silencio era abrumador... Pero ninguno parecía sentirse incómodo en la "compañía" del otro... El no decir nada pero saber que estaba ahí era, en cierto aspecto, reconfortante.
Nine: Estamos...
El zorro se levantó, caminando lentamente en dirección al azulado, mientras movía su cabeza de un lado al otro, haciendo sonar su cuello. Una vez estuvo frente al erizo, mostró que en su mano sostenía un pequeño pendrive.
Nine: Los Eggforcers y otros robots están diseñados con una cámara instalada, la cual graba absolutamente todo... Las filmaciones quedan en una base que pertenece al consejo del caos... Tuve que entrar a la base y hacer un resumen de las cosas más importantes que pasaron durante este tiempo, por suerte, está capacidad la tienen desde siempre... Así que aquí tienes, diez años en un video...
El erizo se levantó lo más rápido que pudo, y eso era demasiado rápido... Tomando el pendrive entre sus manos y mirándolo fijamente, auque el zorro lo miraba a él con la misma atención e intriga en los ojos.
Sonic: ¿Lo que hiciste fue siquiera legal?
Nine: Nop, pero soy un profesional, mis trabajos siempre son limpios.
Aquella era la mejor manera que él tenía para decir que era un hacker.
Nine: Eso si, es demasiada información, por lo que hice el mejor resumen que pude... Pero ese vídeo tienen una duración de 170 horas, o 7 días y 2 horas, cómo lo quieras llamar. Aunque...-
Sonic: ¡¿Siete días?! ¡No puedo sentarme a ver un vídeo durante siete días! ¡Se supone que tengo que actuar ya!
El zorro suspiro nuevamente, sintiendo una leve irá subir por su ser, mantuvo los ojos cerrados y respiro profundo... Otra interrupción, como odiaba que lo interrumpan.
Nine: No termine de hablar... Existe una manera para acelerar tu capacidad de percibir la información... Es un poco dolorosa, pero segura... Te tomara siete horas.
Le tomo apenas un minuto al cobalto terminar de entender lo que aquel jovencito le decia.
Aquella opción sonaba realmente buena, pero aún no le gustaba la idea de perder tanto tiempo. El menor pareció entender eso en su mirada... Por lo que, con una de sus colas mecanicas, tomo el mentón de mayor, haciendo que dirigiera su mirada a él.
Nine: Oye... Estuviste en coma por diez años... ¿Que tan malo pueden ser siete horas?
El contrario solo suspiro, llevando su vista nuevamente al suelo... Pero el amarillo lo tomo como una aceptación.
Quito el pendrive de la mano del más alto, tomo su computadora digital y se puso en marcha.
Nine: Ven conmigo...
Las colas biología del zorrito dieron vueltas entre ellas mismas, permitiéndole al menor volar una vez más.
Su acompañante notó se dirigía al segundo piso, por lo que subió por las escaleras, para ir tras él... Una vez arriba, se dio cuenta que podía haber un lugar más desastroso que el piso de abajo.
La habitación podía ser usada, fácilmente, para un filme de terror. Por un lado, tenía lo que parecía ser una unidad dental, solo que, en lugar de esta rodeado por utensilios odontológicos o de algún otro doctorado, este estaba rodeado de cables, pantallas, lámparas, y otras máquinas dificiles de describir.
El sillón era de un color beige claro, y tenía unas manchas carmesí de lo que el erizo rogaba que no fuera sangre, en la zona de los apoya brazos y de las piernas tenía unas correas, como para atar a quien se acueste...Frente a este, una bandeja de herramientas, con un bisturí, cables y otras cosas más... Detrás del sillón y en los dos costados habían tres pantallas enormes, delante del sillón había una lámpara cuya luz era casi cegadora.
Sonic: Okey... Nine... Explicate...
El menor tomo de la bandeja dos cables, cuyas puntas terminaban en unas pequeñas agujas. Levantó más la mano izquierda, mostrando un cable negro.
Nine: Esta es una vía transportadora... Conectando está al pendrive y al hemisferio derecho de tu cerebro, te permitirá...-
Sonic: ¡Espera un segundo! ¿Cómo que conectarse al cerebro?
Nine: ¡Estoy hablando! ¡Cerra el pico!
Grito el niño, mientras sus colas lo elevaron para dar la ilusión de ser más alto... Ya estaba cansado de que aquel idiota no lo deje terminar de explicar. Volvió a su posición normal, con el ceño fruncido.
Nine: Conectando la vía, está te permitirá entrar en una red inexistente y segura... Cómo entrando en un trance en el que ves todo el video pasar frente a tus ojos, como un espectador omnisciente. Tu cuerpo se queda aquí, pero tu consiente estará en otra parte.
Levantó ahora su mano derecha, mostrando un cable rojo.
Nine: Y este es un acelerador... Conectando este al pendrive y al hemisferio izquierdo de tu cerebro, acelerará los siete días, transformándose en siete horas... Aunque tu lo sentirás como días. Y antes de que te alarmes, es completamente seguro... Yo fabrique esta máquina y yo mismo la use en ocasiones.
Una de sus colas mecanicas tomo la mano del erizo, llevándola hasta el costado izquierdo de la cabeza el menor, donde se podía sentir una pequeña cicatriz.
Nine: ¿Ves? No hay nada que temer.
La idea aún era una locura, y el chico un posible psicópata... ¿Pero que más podía hacer?
Sonic: ¿Que tengo que hacer?
Nine: ¿Tú? Solo acuéstate... Yo me encargare de lo demás.
Dijo el joven, mientras caminaba a una enorme máquina, donde conecto su computadora junto con el pendrive y uno de los extremos de los cables. A su tiempo, el erizo se acomodo en el sillón, tratando de calmarse, aunque aquello se volvió imposible al sentir una de las colas mecánicas del niño atar su muñeca en el apoyabrazos... Se sentó rápidamente, apartando su mano del menor, quien solo lo vio confundido.
Nine: Te lo repito... No te haré nada malo. Tienes que estar atado, de lo contrario, podrías tener convulsiones letales. Se lo que hago.
El zorro ya estaba un poco harto de tener que explicar una y otra vez lo mismo... Pero tenía que ser un tanto comprensivo... se acababan de conocer, y ya lo llevo hasta un laboratorio donde podía pasar cualquier cosa, el miedo es un sentimiento normal ante experiencias desconocidas.
Aunque el miedo fuera enorme... Ya tenía que decidir si confiar en el zorro o no, y no arrepentirse... Por lo que le tomo un minuto el volver a acostarse.
El menor amarro sus manos y piernas al sillón, luego se cambió sus guantes a unos blancos de látex, mientras una de sus colas tomaba el bisturí para dejarlo en su mano. Se paró detrás del mayor, haciendo pequeñas marcas en los costados de su cabeza con las colas.
Nine: Haré una pequeña abertura para que la vía transportadora y el acelerador pueden entrar con más facilidad... Esto puedo ser un poco incómodo o doloroso, pero me tomara solo un segundo... Te explicaré los efectos secundarios que tendrás.
Habla el jovencito sin dejar de trabajar... Ya que comenzó a hacer un corte en la cabeza del erizo... No demasiado profundo.
Al mayor no le dolía demasiado... Los guantes del más chico se manchaban con un hilo de sangre.
Nine: Cuando despiertes te sentirás aturdido, mareado, e inquieto... Pero al estar atado, no te podrás lastimar. También sentirás sed y puedes estar confundió por unos minutos y/o tener alguna hemorragia, pero nada letal. Yo me en encargare que estés bien.
Una vez termino de hablar, ya habia hecho los cortes necesarios, ahora solo tenia que conectar los cables en la cabeza del mayor. Este proceso si fue un poco más doloroso, por lo que el erizo lanzó un par de gruñidos en ocasiones.
Cuando todo estuvo listo, el zorro acomodó sus colas como una silla otra vez, quedándose junto al sofá... Comenzó una cuenta regresiva desde el cinco al uno, y al acabar, la máquina se prendió, dejando al erizo inconciente.
Nine: Siete horas y dos minutos... Comenzando desde ahora.
Su mirada estaba pérdida en el extraño azulino, estaba lleno de preguntas... Se sentía inquieto. Pero todo se resolvería en poco tiempo.
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