-... El monstruo quedó nombrado como el fenómeno que hizo una masacre tanto de hechiceros como de Maldiciones esa noche... -Habla Mai acabando su relato de dicha noche y de lo poco que les ha contado su director- ...Lo están usando como arma... Un arma que debe ser eliminada, porque a fin de cuentas él no está de ningún bando... Después de todo puede lastimar tanto a Hechiceros como a Maldiciones por igual...
Al acabar su relato, Nobara estaba sorprendida e impactada por la información revelada, una información que ni su profesor ni el mismo protagonista de dicha historia les revelaron. ¿Por qué no? Son datos importantes.
-Bueno, eso era antes de que nos enteraramos que había muerto hace poco, por el mismo Ryomen Sukuna... -Mai suspira con pesadez, ambas escuchando la pelea que estaban teniendo sus dos compañeros afuera- Fue una buena platica, ¿te parece si empezamos nosotras? -Una sonrisa maliciosa se forma en sus labios.
Minutos pasaron luego de eso, ahora se puede ver a Megumi tirado en el suelo con sangre cubriendo tanto su frente como sus ojos observando a Toudo librarse de las lenguas de sus shikigamis como si nada.
-Haces que pierda las ganas de pelear. -Se queja Toudo.
-Engreído. Me estoy conteniendo. -Murmura Megumi mientras se reincorpora para quedar sentado en el suelo- Pero si tanto insistes, -Abre sus ojos mirando a su contrincante, este se sorprende al verle la pupila tan pequeña- pelearé en serio.
-¡Ven! -Se ríe Toudo emocionado lanzándose hacia Megumi.
Pero en ese preciso momento Inumaki aparece retirando el cuello de su abrigo para descubrir su boca.
-Alto ahí. -Murmura Inumaki hacia Toudo utilizando su técnica y este se detiene abruptamente, a la vez que Panda salta detrás de Inumaki y Megumi.
-¿¡Qué creen que hacen!? -Pregunta Panda entre gritos golpeando a Toudo y alejarlo unos metros para caer de pie- ¡Uf! Justo a tiempo.
-Hojuelas de bonito. -Murmura Inumaki mientras cierra el cuello de su abrigo para volver a cubrir su boca. Megumi suspira algo aliviado, Panda e Inumaki lo miran.
-Aunque también podría considerarse un out. -Confiesa Panda nervioso al ver el estado en que quedó Megumi.
Toudo se reincorpora y Escupe algo de sangre a un costado limpiando su mejilla para luego mirar a Panda con una sonrisa.
-Cuánto tiempo, Panda. Mi más sentido pésame por Yamada-San -Saluda y junta ambas manos Toudo.
-Gracias, pero... ¿no pudiste esperar hasta el evento de intercambio? -Pregunta Panda señalando a Megumi- Largo, largo. -Ahora con la misma mano/pata y la otra hace una seña como si estuviera alentandolo a que se vaya. Cosa que era así- O comenzaré a gritar: "¡Ay, no!"
-No hace falta que me eches. -Dice Toudo ahora dándoles la espalda- ¿Y dónde dejé mi chaqueta? -Para luego voltearse un poco y sonreír leve viéndolos mientras se rasca su nuca- Parece que no me aburriré todo el tiempo. -Frunce un poco el ceño- Díganle a Okkotsu de mi parte que tiene que participar.
-Qué fastidio. -Piensa Panda frunciendo el ceño.- Yo ser Panda. No entender Habla humana.
-Salmón. -Murmura Inumaki con cara de póker.
Mientras que en el pasillo donde antes se encontraban ambas chicas, Mai recarga su arma con balas y apunta al cuerpo de Nobara que se encuentra tirada en el suelo teniendo varios agujeros en su ropa de verano nueva.
-Sí quieres seguir siendo hechicera, no te metas en peleas que no puedes ganar. -Mai suelta una risita burlesca pero en eso un bastón se coloca debajo de su arma para desviar un poco su dirección, ocasionando que Mai mire al dueño de este.
-¿Qué le haces a mi regadera, Mai? -Pregunta Maki serena.
-Vaya, eres tan insignificante que no noté tu existencia, Maki. -Dice Mai con un deje de burla.
-Eres tan insignificante como yo. No haces más que impregnar objetos con tu energía y no puedes usar rituales. -Dice Maki
-Es mejor que no tener energía maldita. Como siempre debo alzar la mirada con los demás, me gusta mirarlos por debajo del hombro. -Comenta Mai con una leve sonrisa.
-Vamos, no sigas. Nobara, ¿puedes pararte? -Pregunta Maki a la chica que aun sigue tirada en el suelo.
-Lo dudo mucho. No se levantará por un buen tiempo. Le hice bastante dañ... -Mai fue interrumpida por el arma de Maki que fue elevada hasta casi estar a centímetros de su rostro- ¿Qué? ¿Quieres pelear? -Pregunta ahora con una mirada seria
Lo que no se percató es que por detrás Nobara se endereza y rodea sus brazos por su cuello, como también sus piernas por su cintura, ocasionando que Mai pierda el equilibrio y ambas caigan al suelo.
-¡Buena distracción, Maki! -Grita Nobara sonriendo mientras que Maki vuelve a apoyar el bastón en su hombro mirando a ambas- ¡Esta ropa era nueva y la llenaste de agujeros! ¡Entrégame tu uniforme! ¡Será mi nuevo uniforme de Verano! -Dice Nobara teniendo prisionera a Mai quien Frunce el ceño.
-Para la próxima te llenaré el cuerpo de agujeros. -Habla colo puede Mai- Y mi uniforme no te quedaría bien con esas piernas tan largas... -Suelta un quejido cuando Nobara afirma el agarre en su cuello con su brazo.
-¡Quítatelo! -Ordena Nobara con una expresión seria teniendo el ceño fruncido.
-Nos vamos, Mai. -Interrumpe Toudo entrando al pasillo donde están las tres.
Nobara afloja un poco el agarre al escucharlo por lo que voltea a verlo jadeando algo sorprendida.
-Pero... -Balbucea Nobara mientras que Toudo está buscando su chaqueta con la mirada y al encontrarla sonríe- ¿Y Fushiguro? -Pregunta Nobara preocupads acercándose a Maki una vez que soltó a Mai. Sin dejar de ver a Toudo.
-Tranquila, los chicos fueron por él. -Le dice Maki mirando a Nobara tranquila.
-Parece que te diviertes. -Dice Toudo mirando a Mai con una leve sonrisa viéndola enderezarse.
-No bromees. Esto acaba de empezar. -Dice Mai con el ceño fruncido sin dejar de mirar a las otras dos.
-Olvídalo. A diferencia de ti, tengo asuntos importantes en Tokio. -Dice Toudo mientras rebusca algo en su bolsillo, al encontrarlo saca unas entradas- ¡Estrechar la mano de mi linda Takada! -Las tres chicas lo miran con una expresión de "¿En serio?". Toudo recoge su chaqueta para colocarla sobre su hombro- Sí me pierdo el trasbordo y no llego al evento, luego no respondo. Nos vamos, Mai. -Ordena Toudo dándoles la espalda para empezar a caminar.
-¡Diablos! ¡Siempre tan egoísta! -Reclama Mai para seguirlo detrás- No crean que saldrán ilesos en el evento de intercambio. -Voltea a verlas esbozando una sonrisa de superioridad y burla.
-¡No hables como si hubieras ganado! ¡Y déjame tu uniforme! -Reclama Nobara señalandola. Maki le pega con el bastón en la cabeza.
-No sigas, Idiota. -Reprocha Maki- Ganar o perder aquí importa poco. Ganaremos en el evento de intercambio.
Ambas suspiran y salen de aquel lugar empezando a caminar hacia lo que sería su destino. Hacía unos minutos algo estaba carcomiendo la curiosidad de Nobara, desde el momento de la conversación de ambas hermanas. Tragó despacio y se armo de valentía para preguntar. Esperando no incomodar a la chica.
-Oye, Maki, ¿era cierto eso de que no tienes energía maldita? -Pregunta Nobara mirando a Maki. Quien suspira despacio algo divertida.
-Es verdad. -Responde Maki tranquila, lleva su mano zurda a los lentes que siempre utiliza para quitárselos- Ni siquiera puedo ver a las Maldiciones sin estos lentes. Por eso uso herramientas malditas. Ya están impregnadas con energía maldita. No puedo transmitirle energía maldita a los objetos como ustedes.
-¿Usa cosas como la que recibió Itadori? -Piensa Nobara recordando aquella vez donde Deian le pasó un arma a Itadori- ¿Y por qué eres hechicera?
-Por puro despecho. -Maki voltea a verla sin sus lentes puestos esbozando una pequeña sonrisa- Ya quiero ver qué cara pondrá la familia que tanto me menospreció cuando me convierta en una hechicera importante. -Esboza una sonrisa con un deje de burla.
Nobara detiene un momento su andar mirando a Maki con admiración, por un momento vacila, si ella era compañera de Deian ¿Sabrá todo lo que le contó Mai hace unos momentos? Niega despacio. Maki no se veía como esas personas que mintieran u ocultaran cosas importantes. Quizás y no lo sabía.
-Apúrate, tenemos que ir a ver a Shoko. -Dice Maki un poco más adelante, por lo que Nobara apresura su paso para ahora caminar a su lado.
-¿Sabes, Maki? Te respeto. -Dice Nobara mientras se apoya en el brazo de Maki mientras ambas caminan.
-¿Ah, sí? -Murmura curiosa Maki, aunque algo sorprendida.
Mientras que en otro lado, en una zona más "privada" de la escuela Jujutsu, un anciano de mucha edad estaba sentado en un sofá con un bastón entre sus manos. Esperando a alguien.
-¿Aún no llega Yaga? -Pregunta dicho anciano- A un anciano a mi edad no le sobra el tiempo. -Habla al aire, pero una chica de cabellos Celestes lo estaba escuchando.
En eso la puerta corrediza es abierta mostrando a Satoru entrar al cuarto.
-El director Yaga tardará en llegar. -Dice Satoru mientras camina hacia al sofá que se encuentra delante del anciano, quien suspira pesado al saber quién era, toma asiento en este y coloca una pierna sobre la otra- Le dijeron mal la hora de la reunión. -Dice mientras mantiene una leve sonrisa- Porque amenacé a Ijichi. -Piensa con algo de diversión- Gracias por lo del otro día, director Gakuganji.
-¿Por qué? No sé a qué te refieres -Dice el Director sobando su barba larga albina. Satoru se acomoda apoyando sus brazos en sus piernas para inclinarse un poco más hacia delante.
-No te hagas el tonto viejo. Hablo de lo de Itadori Yuuji y Yamada Deian. -Comenta Satoru con una muy sutil seriedad en su voz- Como líder de los conservadores, fue cosa tuya, ¿no?
El director Gakuganji suspira dejando de sobar su barba.
-Santo cielo, los jóvenes de hoy en día... ¿Es que no tienes modales? -Pregunta el director.
-Nunca has tenido mi respeto. -Responde directo Satoru- A los viejos les encanta hacerse los importantes, ¿Eh? -Se puede sentir un sutil deje de sarcasmo en su voz.
-Oye. -Llama la atención la chica de cabellos Celestes de la habitación, presencia que Satoru no había notado o simplemente la ignoró- No ignoraré tus faltas de conducta. Se las reportaré a las autoridades pertinentes. -Habla con un tono serio, pero por dentro estaba saltando de emoción- ¡Cielos! ¡Es el mismísimo Gojo Satoru!
-Haz lo que quieras. -Dice Satoru moviendo su mano sin darle mucha importancia- No pienso quedarme mucho tiempo. Además de que Deian me mataría si demoro. -Un pequeño escalofrío recorre su espina dorsal, pero logra disimularlo.
-¡Me habló! ¡Me dirigió la palabra! -Piensa la chica a sus adentros, si fuera por ella estaría saltando de la emoción.
Satoru suspira, se acomoda mejor en el sillón bajando su pierna para ahora coloca ambas manos entrelazadas entre sí sobre sus piernas.
-Anoche me atacaron dos espectros de categoría especial sin registrar. -Informa Satoru ahora con un tono serio.
-Oh... Qué Lástima. -Dice el director mirando a Satoru. Quien notó el sarcasmo en su voz.
-No me malinterpretes. Que me encuesten en la calle me causaría más molestias. -Dice con un tono serio ladeando su cabeza.
-¡Es tan genial! -Piensa la chica teniendo un pequeño y sutil rubor en sus mejillas.
-Eran espíritus capaces de entablar conversaciones y de seguro tienen más aliados igual de fuertes. -Continúa hablando recordando al ser planta extraño que se llevó la cabeza del volcán cuando ayudó a Itadori a no ser devorado- Esto no se limita a nuestros enemigos. Hakari, Okkotsu y Toudo... El nivel de los alumnos también dio un salto brusco. Hace unos años presenciamos una energía maldita abismal y atrayente. Apareció un chico que emitía dicha energía Maldita, Yamada Deian. El año pasado tuvimos el incidente con Geto Suguru y hace poco apareció un recipiente de Sukuna.
-¿Adónde quieres llegar? -Pregunta el director interrumpiendo a Satoru. Quien suelta una pequeña risa.
-¿No lo entiendes? -Satoru ve la expresión de confusión en el anciano- Las oleadas de poder que han intentado contener para proteger su estatus y tradiciones están por desbordarse e inundarnos a todos. La categoría especial quedará pequeña en esta nueva era. -Dice recordando a Itadori, a Yuta, a Toudo e inclusive a su pareja Deian. Apoyando ahora su cabeza en su mano mientras que su codo está poyado en su pierna- Y si crees que seré el único en mostrar los colmillos, vas a salir muy lastimado, viejito. - Satoru recordando a Deian y el poder que este tiene, inclusive recuerda la vez que peleó con él y aún teniendo el sello pudo darle batalla- Además, ya no tienen a su... Arma...
-Te estás pasando un poco de la raya. -Murmura el director con molestia en su voz, alzando un poco su cabeza para que Satoru vea su ojo.
-Ay, si. Qué miedo. -Comenta con un deje de sarcasmo, haciéndose para atrás apoyando su espalda en el respaldar del sillón cruzándose de brazos- Es todo lo que quería decir, así que me largo de aquí. -Dice mientras se endereza del sofá y camina a la salida con manos en sus bolsillos. Pasa por la entrada/salida que seguía abierta siendo observado por la chica de cabellos Celestes, quien tiene una expresión seria, pero en eso recuerda algo y se asoma a la habitación- Por cierto, el director Yaga llegará en un par de horas. ¡Nos vemos! -Se despide ahora si largandose de allí.
-¿¡En dos horas!? -Piensa la chica impactada y cierra la puerta corrediza. El anciano suspira pesado y voltea a ver a la chica.
-Miwa, ¿Podrías salir a comprarme algo de té? -Pregunta el director amablemente
‐Sí. -Miwa sale de la habitación cerrando la puerta corrediza- Con su permiso- Para después salir corriendo a la salida- ¡Podría tomarme una foto con él si lo alcanzo! -Piensa emocionada sin dejar de correr.
Satoru estaba ya saliendo del recinto cuando la chica llamada Miwa lo alcanza deteniendo su andar en un puente que cruza un riachuelo.
-¡Disculpa! ¿Puedo tomarme una foto contigo? -Pregunta Miwa emocionada.
Satoru se le queda viendo, quería llegar pronto a su casa para ver a su novio y desactivar su infinito, le empezaba a doler la cabeza ya. Suspira despacio para sentir leve sonriendo.
La chica saca su móvil y toma la foto de ellos, al ver que quedó bien hace una reverencia.
-¡Muchísimas gracias! -Exclama Miwa sonriendo.
-No hay de qué... -Se despide Satoru continuando su andar y una vez que ya no la ve desaparece para aparecer en su departamento. Suspira pesado agotado, mira alrededor del loft captando a Deian en el salón sentado en el sofá.
Se le acerca para sentarse a su lado exhalando agotado.
-Déjame... -Escucha decir al chico, por lo que lo acomoda sobre su regazo abrazándolo de la cintura. Deian sonríe leve y retira la banda negra que cubre sus ojos, dejando caer su cabello albino para cubrir casi la mitad de sus ojos azules resplandecientes- Desactivalo... Estás en casa...
Satoru sonríe leve y desactiva el infinito, sus ojos seguían siendo intensos pero ya no resplandecían como faroles. Sintiendo como el malestar disminuía un poco en sus ojos y en su cabeza.
-Así está mejor... -Sonríe leve Deian acariciando la cabeza de Satoru- ¿Te topaste con una fanática?
-Si... Y yo que solo quería venir contigo... -Murmura Satoru haciendo una leve mueca, sabiendo que su novio había visto sus recuerdos- por lo menos solo fue una foto... Y no me pidió que fuera su novio o su marido o que fuera el padre de sus hijos...
Deian Bufa. Claramente no está celoso.
-Estás celoso... -Satoru sonríe mirando a Deian, quien desvía la mirada.
-No...
-Si... si lo estas... -Satoru lo atrae más a él y deja un casto beso en sus labios- no estés celoso... Solo pensaba en venir a casa y estar contigo... -Murmura con cariño dejando suaves caricias en la cintura de Deian.
-Está bien... -Murmura Deian asintiendo despacio, Satoru vuelve a besarle pasando su mano por la espalda del chico, este a su vez llevaba sus manos al cuello del albino para abrazarlo.
Satoru se pone de pie cargando al chico como koala y se encamina a su habitación sin dejar de besarlo, cerrando la puerta con el pie, camina hacia la cama matrimonial. Al llegar a esta recuesta a Deian en el colchón colocándose encima de este sin aplastarlo, rompiendo el beso para ambos jadear recuperando el aire. Observa al chico ruborizado, jadeando, esbozando una pequeña sonrisa orgulloso por ser él quien crea ese tipo de reacciones en su pareja.
-Te amo... -Murmura Satoru con cariño, acariciando la mejilla de Deian quien lo mira y sonríe con cariño. Le sorprendía lo rápido que su pareja aprendió de las emociones, ya no se parecía en nada al chico que conoció por primera vez. Tan inexpresivo.
-Te amo... -Murmura Deian abrazando a Satoru del cuello, para atraerlo a su persona y continuar con el beso de antes. La única diferencia es que este el albino lo hizo más demandante, apegando más sus cuerpos creando roces que elevaba el calor de ambos.
Esa noche, como las anteriores, se entregaron en cuerpo y alma dejándose llevar por el calor que emanaban sus cuerpos como también la necesidad de ser solo uno.
Deian abre sus ojos con pereza, un rayo de sol estaba dando de lleno en sus ojos, soltando un suave quejido se da media vuelta dándole la espalda al gran ventanal para chocar su rostro con el torso desnudo de su pareja. Aún se preguntaba cómo es que podía esconder tanta musculatura y parecer un flacucho.
Suspira, sintiendo el perfume ese caro que se compró la otra vez y le compró uno igual a él. Era adictivo y atrayente. Subió la mirada encontrándose con el rostro dormido y relajado del albino, esbozando una pequeña sonrisa porque sabía que el hombre estaba descansando como debe. Recuerda el momento donde el albino se rompió por primera vez frente a él, luego la segunda vez fue cuando tuvo un mareo y casi cae al suelo.
Deian estaba saliendo de la habitación luego de tener una siesta cuando ve la puerta del departamento abrirse, Satoru venía de regreso de una misión de una semana entera, el chico no salió a ninguna parte durante esos días.
-¿uh? Llegué... -Sonríe leve Satoru mientras se adentra a su hogar cerrando la puerta tras suyo. Deian frunce un poco el ceño, la energía maldita del albino estaba temblorosa y su voz se escuchaba débil.
-¿Satoru...? -Llama dudoso Deian y el nombrado voltea a verlo, pero el movimiento que hizo para girar su cuerpo fue algo brusco por lo que al albino le ha dado un mareo algo fuerte. El pelo grisáceo se acercó corriendo cuando el cuerpo del mayor perdía el equilibrio- Tranquilo... Ya te tengo... -Murmura Deian llevando a Satoru a la habitación y acostarlo en la cama, retirando las vendas blancas- Satoru tus ojos... -Dice el chico frunciendo el ceño.
Satoru tenía su técnica activa, pero seguramente la tuvo tanto tiempo activa que el dolor de cabeza y ojos se hizo insoportable. Pero como siempre, hizo como si nada.
-Mis ojos están bien... -Murmura Satoru sobandose la cabeza.
-Entonces, ¿por qué no desactivas tu técnica? -Pregunta Deian
Satoru detiene toda acción para luego suspirar pesado, sus ojos siguieron siendo aquel azul intenso pero no destellantes.
-Lo siento... Todos estos días han habido cazadores de recompensas que iban a por mi y si no eran ellos eran las maldiciones... -Suspira Satoru, atrayendo a Deian con él para ahora estar ambos acostados en la cama- ¿Me perdonas? -Murmura Satoru con lamentos ocultando su rostro en el cuello del chico.
-Está bien... pero desde ahora en adelante, cada que llegues a casa, desactivas tu técnica... Aquí estás a salvo... -Dice Deian acariciando los cabellos albinos con suavidad.
-Gracias... -Murmura Satoru sonando aliviado- Aunque no se note y me vea invencible... Agota...
-Lo sé... Lo sé Satoru... Puedes ser invencible y todo lo que quieras, pero sigues siendo un humano... -Satoru Bufa bajo pero no dice nada ni reprocha- Todos tenemos un límite y tú ya estabas llegando a él...
Satoru asiente despacio y ambos se quedan allí, descansando.
No quiere volver a verlo en ese estado de agotamiento, por ello cada que regresaban a casa o Satoru regresaba de algún viaje inmediatamente ordenaba a Maldiciones de Rango especial vigilar la zona para que su pareja pudiera descansar. Algo que él mismo sabe.
-Se que soy guapo... pero al menos dame mi beso de buenos días... -Balbucea Satoru con su voz ronca de recién estar despertando, sacandole una pequeña risita a Deian, quien besa al albino- Así si... -Murmura llevando su diestra a los cabellos del grisáceo acariciandolos- ¿Cuánto tiempo llevas despierto?
-Nada, la verdad... -Se acurruca más contra su pareja- ¿Dormiste bien?
Satoru hace un sonido de afirmación para abrazar al chico.
-Estoy totalmente descansado... -Murmura sonriendo leve
-Eso es bueno... -Asiente Deian.
Pasan unos minutos más en la cama para después Deian ver la espalda de su pareja, Satoru se encontraba sentado en la cama bostezando y rascando su cabeza.
-Por mi seguiríamos acá... Pero tenemos que ir a entrenar a Yuuji... -Bosteza Satoru nuevamente y Deian Bufa despacio reincorporandose un poco en la cama dejando ver su torso desnudo con cicatrices.
Ambos se levantaron y empezaron a vestirse. Deian sale del cuarto para ver a Satoru pedir el desayuno por el teléfono del loft. Se acerca a él para poder abrazarlo por la espalda y suspirar cansado.
-Podría haber preparado el desayuno... -Murmura Deian contra la espalda de Satoru.
-Estás cansado, controlaste a las maldiciones toda la noche... -Dice Satoru colgando el teléfono una vez confirma que le van a traer el desayuno, algo dulce.- Y tenemos que ir donde Yuuji...
-Bien... -Suspira siente como su pareja se da vuelta y le da un beso.
Esa mañana tomaron un desayuno dulce para que el chico recupere su energía y se dirigen al lugar donde tienen oculto a Itadori.