—¿Así que aún puedes transformarte? —Preguntó sorprendido Spreen al código.
El código asintió, se convirtió en Cucurucho y luego volvió a ser Roxy.
—¡Es una Transformer, mien, que bonito! —Exclamó encantado Mariana.
—Ella es como un Chayanne. —Dijo Philza divertido, a lo que su hijo lo golpeó nervioso.
—Si, si, Rox, ven, aún eres mi mano derecha, así que necesito un poco de ayuda. —Le dijo Forever y ella asintió yendo con él.
—¿En qué te ayudo? —Preguntó curiosa siguiendo a su presidente.
—¿Podrías ordenar estos documentos? Necesito que estén listos para en unas.... —Roxy tiró los documentos. —¿¡Qué haces!?
—¿Ordenar? —Preguntó obvia.
—¡Pero así no, mensa!
—Aguanta, todavía ni empiezo, mi camarada. —Le dijo y entonces se dispuso a acomodarlos desde el suelo, no le tomó mucho tiempo, quizás unos quince minutos. —Solucionado.
—¿Cómo....? Bueno, creo que está bien. —Dijo mirando que todas estaban ordenadas.
—Cuando alguien flojo tiene que hacer algo, buscará la forma de hacerlo más fácil. —Dijo encogiéndose de hombros. —¿Necesitas algo más?
—No, no... Si te necesito te llamo.
°°°
—Roxy.
—Voy.
—Roxy.
—Voy.
—Roxyyy.
—Ya voooyyy.
—¡Roxyyyyyy!
—¡¿Que quieres?!
—¿Me acompañas a la tumba de Tilín a dejarle flores?
La bicolor se asomó un poco por la puerta, notando a Quackity con unas flores en manos afuera de la casa.
—¿Ahora sí te acuerdas de ella?
—Así que aún lo recuerdas.
—Ese tipo de recuerdos vivirán siempre conmigo, quizás no podré recordar muchas más cosas, pero eso lo recuerdo perfectamente.
—Solo acompáñame. —Ordenó, por lo que la chica levantó una ceja en sorpresa. —Por favor.
—No creo, ya me acompañó Spreen a dejarle flores.
—Pasas mucho tiempo con Spreen, ¿Qué son?
—No te importa, vete con Vexxie o con alguien más, a mí no me hables. —Bufó tratando de cerrar la puerta de su casita, pero el de gorro puso su pie para evitarlo.
—Che, ¿Qué tanto quieres, Quackity? —Preguntó Spreen saliendo detrás de Roxy. —Ya te dijo que ya fuimos, deja de andar jodiendo.
Quackity no tuvo de otra más que irse.
Spreen y Roxy se miraron y entonces se soltaron a reír.
—Gracias por ayudarme. —Le dijo Roxy.
—No es nada, Quackity está como raro, yo te cubro. —Le dijo sonriente.
—Ven vamos a...-
Pronto el suelo comenzó a moverse, tanto que incluso el suelo se agrietó.
—¡Roxy! —Exclamó Spreen tratando de sujetar a la chica y alejarla de la grieta.
Apenas la sujetó del brazo, la jaló hacia él, abrazándola y echandose para atrás.
—Vamos al Spawn. —Dijo Spreen y entonces se fueron.
Al estar ahí todos los miembros de la isla estaban preocupados y asustados.
Los niños estaban asustados, Pomme y Tallulah lloraban mientras Leo trataba de consolarlas.
—¿Qué está pasando? —Preguntó Philza.
—¡Yo les dije! Desde la madrugada ha estado temblando. —Exclamó Maximus.
—¿Pero es un simple temblor o qué? —Cuestionó Roier confundido.
—No lo creo. —Dijo Spreen. —Roxy y yo estábamos caminando cuando sucedió, y el suelo se abrió.
—Casi me caigo, pero Spreen me sujetó. —Murmuró.
—Debe ser un terremoto o algo así de grande. —Dijo Vegetta. —Deberíamos construir una base segura, tanto para nosotros como para los niños.
—Deberíamos buscar un lugar seguro, quizás si construimos en el ciel.... —Forever tuvo que callar, debido a que volvió a sentirse el temblor.
Pero fue mucho más fuerte que antes, todos comenzaron a tambalearse.
—¡Tenemos que irnos de aquí, el muro puede caerse!
—¡Vamos a la Favela! —Exclamó Foolish.
—¡No, ahí también es peligroso, debemos ir a un lugar alejado de edificios o árboles!
Fue entonces que el muro comenzó a agrietarse también, haciendo que algunas partes de éste cayeran al suelo.
—¡Vámonos ya!
—¿¡Y Quackity!?
—¡Roxy, tenemos que irnos!
La chica mando un mensaje a Quackity, diciendo que tenían que irse, que no sabía a dónde pero en cuanto estuvieran a salvo le diría para que se encontrará con ellos.
Pero antes de poder moverse, las luces del lugar se habían apagado, y no suficiente con eso una gran sombra los cubrió, haciendo que literalmente no pudieran ver nada.
—¿Chicos?
—¡No veo nada, mien! ¡La miopía ya me atacó más duro! ¡Soy ciego!
—¡Pomme, ¿En donde estas?!
—¡Baghera, ella está conmigo, la tenía sujetada de la mano!
—A la verga, ¿Quién me está agarrando? —Chilló Roier.
—Soy yo, tío Roier. —Le dijo Chayanne.
—¿Y quién está al otro lado?
—Yo, tío Roier. —Le dijo Dapper.
—¿Todos están bien? ¿Solo es la ceguera o alguien tiene algo?
—Yo siento que me voy a caer. —Murmuró mareado
—¿Todos tienen la piedra? —Preguntó Missa.
—Creo que si. —Contestó Etoiles.
—Deberíamos ir al castillo de Cellbit. —Dijo Pac.
—Ahí corremos peligro, si hay otro temblor podría caerse el castillo.
—No es por nada, pero mis construcciones han durado mucho. —Le dijo ofendido Foolish.
—No es seguro de todas formas, deberíamos ir a un lugar arriba de todo. —Murmuró Mike.
—Niños, vámonos. —Dijo Fit.
Roxy tomó la mano de la primera persona que se encontró.
—¿Roxy?
—¿Quackity?
Y entre toda la oscuridad, todos pudieron ver unos ojos brillantes, mirando molestos a Roxy.
—¿Todos ven eso?
—Quedense quietos.
Pero esos ojos que aparentemente parecían humanos... comenzaron a hacerse más grandes cada vez.
Y aquella criatura, bufó.
Todos reconocieron el sonido.
—¡Dragoooón!
—¡Corran!
Quackity tomo con fuerza la mano de Roxy y todos comenzaron a correr en ninguna dirección, nadie podía ver nada.
—¡Mierda, hombre herido! —Exclamó Mariana ya que había caído por alguna grieta.
—¡¿Ontas?!
—¡Aquí! ¡Escucha mi voz!
—¡Pendejo si te escuchamos pero no sabemos dónde estás!
—¡Aquí! ¡Aquí!
—¡Te tengo!
—¡Mi princi....!
—¡Ya cállate y corre, pendejo!
La luz de la isla parecía volver en momentos, era como si hubieran rayos en el cielo o algo parecido.
«Todos guarden silencio.» Había sido Cellbit en el chat grupal.
Todos hicieron caso, lo único que se escuchaba era el revoloteo de las alas del dragón.
Roier tenía un par de niños con él, ellos lloraban pero el mayor sabía cómo calmarlos.
—¿Tíos...?
Roxy abrió sus ojos con sorpresa.
Richarlyson estaba solo.
Su instinto actuó por inercia, se transformó en el código, siendo visible para todos, ella se dirigió hacia Richarlyson y tras volver a ser una androide, lo abrazó y justo detrás de ellos, los ojos volvieron a aparecer.
—¡Richas! —Exclamó Cellbit preocupado.
—Todo va a estar bien. —Le dijo Roxy al pequeño dragón.
El gran dragón soltó un zarpazo en dirección a ambos, pero Roxy se transformó rápidamente en el código, cargando a Richarlyson y tras volar lo llevó hacia Cellbit.
—¡Richas. Gracias! —Exclamó abrazando a su hijo, mirando como Roxy se alejaba.
Era bastante evidente que después de eso el dragón persiguió a Roxy, era la más visible ahora, así que usaría eso para alejar al dragón de todos sus amigos... de su familia.
—¡Tenemos que ayudarla! —Exclamó Forever.
—¡No podemos ir, somos más probables a morir! —Exclamó miedoso Pac.
—¡Roxy está en peligro!
—No lo está. —Negó Spreen. —Roxy nunca va a estar en peligro.
Mientras tanto, Roxy trataba de evitar a toda costa que el fuego del dragón le diera, podría quemarla.
Roxy trató de ir detrás del dragón, pero no pudo lograrlo, la cola de éste la golpeó, haciendo que cayera hacia el suelo, volviendo a su forma androide.
Fue entonces que una pequeña risita se escuchó.
—Estas muerta. —Escuchó.
Roxy miró hacia el dragón, quién ahora se hacía pequeño, y entonces la figura de una chica se hizo notar.
—Para ser un androide, eres una tonta. —Gruñó la peliblanca.
—¿Tu eres...?
—¿La dragona y madre de los huevos? Si, lo soy.
—No idiota, yo iba a preguntar que si eras pendeja.
Eso enfureció a la peliblanca, haciendo que soltara fuego en dirección a Roxy, pero ella se alejó rápidamente de ahí.
—¿Qué demonios quieres? —Cuestionó Roxy mirando a la chica.
—Quiero que te largues de la maldita isla. —Bramó volviendo a lanzar fuego hacia la bicolor. —¡Quiero que me devuelvas lo que siempre debió haber sido mío! ¡Quiero el cariño de todos los habitantes de la isla!
—No mijita, eso no nomás es de dártelo, tienes que ganarlo.
—¡Tu me quitaste mi vida!
—¡Yo no pedí ser creada! ¡Ni siquiera sabía quién eras tú! ¡Todo este tiempo creí que yo era real! ¡Creí que todo lo que viví era real!
—¡Me quitaste a quien más quería!
—¡No es cierto, pinche chismosa! ¡Yo te lo devolví, porque sabía que no era para mí! ¡En ningún maldito mundo era para mí! ¡Siempre fue para Vexxie, no para Roxy! ¡Pendeja!
—¡Ya muérete de una maldita vez! —Exclamó volviendo a convertirse en dragón.
Roxy también se transformó en el código, y salió huyendo con la dragona detrás de ella.
—¡No mames, venimos de allá culera! —Exclamó cansado Mariana de correr.
—¡De reversa, mami! —Exclamó Roier.
Roxy llegó hasta el muro, aprovechando los túneles que los chicos habían creado, se metió en ellos, sabiendo que la dragona no entraría ahí.
—¡No te cuesta nada morir! —Exclamó Vexxie golpeando el muro.
El código volvió a ser Roxy, y trató de refugiarse con sus brazos sobre su cabeza.
—¡Si me cuesta, pendeja! ¡Ahora ésta es mi vida! ¡Consíguete la tuya, vieja mamona!
La dragona gruñó y tras asomar el hocico por el túnel, exhaló fuego.
—¡Ay, ay, ay! —Exclamó Roxy corriendo al otro lado del muro, pero encontró un nuevo túnel a un costado y se metió por ahí. —¡Pendeja, me quemaste, culera!
—¡Ese era el punto! —Bramó.
—¡Yo no sé que madres quieres! ¡Específica!
—¡Quiero ser como tú, quiero agradarles a todos los habitantes de la isla!
—No pues va a estar difícil.
Un último golpe y el muro cayó, haciendo que se derrumbara el interior del muro donde Roxy se encontraba.
Vexxie esperó alguna señal de la bicolor, pero al no tener nada, sonrió victoriosa.
—¡Soy como las cucarachas, no me muero, me multiplicó! —Exclamó Roxy saliendo de los escombros.
—¡Maldición!
—¡Roxy! —Exclamó Quackity llegando. —¡A la vergaaaa!
Vexxie estaba acabada. Si quería ser buena onda, tratando de matar a Roxy no iba a lograrlo.
—¡Ataquen!
—¡No me ataquen, soy yo! —Exclamó Vexxie convirtiéndose en humana.
—¿Qué?
—¡Lo siento, chicos, todo era un juego entre Roxy y yo! —Exclamó mirando a la bicolor con súplica.
Roxy levantó una ceja, mirando mal a la peliblanca. Pero la otra solo formuló un: Por favor.
—Ah, claro. —Murmuró no muy convencida.
—¿Lo ven? Es un juego. —Sonrió abrazando a la bicolor por los hombros.
—¿Roxy...? —Preguntó Spreen sin estar convencido de lo que decía la peliblanca.
—Roxy, no tienes porque mentirnos. —Dijo Cellbit.
—Vexxie, aléjate de Roxy. —Le pidió Badboy, tomando cauteloso su espada.
—¿En serio piensan que la lastimaría? —Rió burlona la peliblanca. —Ella es... Ella soy yo, yo no podría lastimarme.
—Ella ya no es... cómo tú, ni es tú. —Le dijo Roier.
—¿Que cosas dicen? —Rió. —Por supuesto que somos una, su vida es mi vida, ¿No es así, Rox? Vamos a jugar, era un juego divertido.
—Vexxie. —Murmuró Quackity, tomando la mano de la peliblanca.
Ella pensó que Quackity jugaría con ella, y sonrió emocionada.
—Alejate de Roxy. —Le pidió.
Pero Vexxie no lo tomo como una petición.
—¡Que no le voy a hacer nada! —Exclamó convirtiéndose en dragón para después irse volando con Roxy entre las patas.
—¡Roxy!
—Dejenla. —Dijo Spreen.
—¿¡Estás loco!?
—Roxy puede convertirse en el código, no va a pasar nada. El código es más fuerte que un dragón. —Murmuró seguro.