Los últimos preparativos para la llegada de Hailey estaban listos, Scott quería asegurarse de que la pequeña contaba con una habitación propia en casa, aunque no fuera a usarla por un tiempo. Oliver tuvo prohibido hacer la mitad de cosas. Orión siempre le interrumpía cuando intentaba montar la cuna, Emily se encargaba de entretenerlo para que no hiciera nada. Woody y Junior avisaban a todos cuando Oliver se movía. Todos se habían convertido en una pequeña piña para cuidar a Oliver.
-He preparado una limonada. – sonrió Lily. – Le sentará muy bien a mi sobrinita, hace mucho calor.
-Gracias, Liliana... - la beta la miro de reojo. – No te preocupes, estamos bien.
-Hailey, tu papá no me deja estar a tu lado. – se quejó. – Ya quiere que me vaya.
-No te estoy diciendo que te vayas... - rio Oliver. – A Hailey le gusta que le hablen, está acostumbrada a escuchar a Scotty todo el tiempo, se mueve mucho cuando le escucha.
-¿Cuánto queda para que nazca? – pregunto con una sonrisa pícara. – Ni siquiera nos has querido enseñar sus ecografías en condiciones. – se volvió a quejar. - ¿Seguro que tienes un bebé?
-Pon la mano en mi vientre y lo sabrás. – se burló. – Hailey se molesta mucho cuando estoy tanto tiempo sentado, mírala... - rio. – Quiere que me mueva.
Scott estaba pintando la habitación junto a Nevan, con Oliver habían decidido que la decoración sería con osos, Emily les había dicho que los osos le daría un aspecto terrorífico a la habitación. Así nadie le haría daño a Hailey.
-La pintura blanca se terminó, Scott... - Nevan le señalo el cubo con el pie. – Necesitamos una nueva.
-¿Cómo se ha podido acabar la pintura? La compramos ayer. – el omega comenzó a reír. – Nevan, no te estarás comiendo la pintura ¿verdad?
-Recuerda que pintamos el armario de blanco, porque no te gustaba el color. – sonrió. – También pintamos el techo para que las estrellas se vieran mejor, y por último, pintamos la pared donde pondremos el cambiador, el cubo no tiene más de dos litros. – el beta suspiro. – Solo podremos pintar la mitad de la otra pared con lo que nos queda.
Scott llamó a Lily, no quería que Nevan se encargue de todo mientras estaba fuera, sabía que el omega era capaz de pintar lo que quedaban sin la ayuda de nadie. Le había prometido a Celia que no le haría trabajar mucho, por la lesión que tenía en su muñeca.
-Compra más pintura blanca, por favor... - le dio el dinero que creía que iba a necesitar. – Puedes mirar si hay cestitas de bambú, quiero dos para las cremas y los pañales de Hailey, que no sean muy grande. – con sus manos calculo más o menos lo que necesita. – Una cosa así.
-¿Necesitáis algo más? – negó con la cabeza. - ¿Seguros? Pinceles, cinta o algo por el estilo.
-Estamos bien así. Si ves algo interesante, envíame una foto quiero verlo, no compres porque te gusta, necesito comprobar que sea bueno para la habitación de Hailey.
Oliver se preparó para salir con Lily y Emily no le gustaba la idea de quedarse más tiempo sentado, llevaba en el sofá desde hacía horas, apenas sentía sus piernas. Emily tan solo le dejaba moverse para ir al baño.
-Ayudaré a mi hermana, Scotty... - el beta lo miró de reojo. – No llevaré peso, no te preocupes, estaremos bien ¿verdad, Emily? – ella asintió. – Buscaré las lucecitas que quieres ponerle, en la revista vi un osito que me gusto. – apretó la mano de Emily para que lo dejará salir. – Además, quiero mirar unas cuantas cosas más para el hospital.
-Lily, cuídalo. No dejes que haga tonterías, si necesitáis algo, llamadme... - Oliver suspiro. – Si estás cansado, o te duelen los pies, debes decirlo, recuerda que te quedan tres semanas, ve con cuidado.
-Sí, señor Taylor. – el beta le gruño. – Estaremos bien, mira, Hailey está tranquila porque sabe que vamos de compras.
Scott acarició el vientre de Oliver con cuidado para no mancharlo, no tardó en sentir a Hailey sobre su mano, la pequeña le dio una pequeña patada. Eso tranquilizaba a Scott, le gustaba sentir a su hija.
-Cuida a papá. – sonrió. – Si ves que va a hacer una tontería, tienes mi permiso para patearle con fuerza.
-Esto es un complot contra mí. – cruzó sus brazos sobre el pecho. – No es justo.
-Dale dos patadas si se porta muy mal y no hace caso a la tía Lily. – miró de reojo al beta. – Cuando vuelvas a casa, cuéntame todo lo que te ha hecho papá.
Emily caminaba delante de ellos, Lily le había dicho que si encontraba su coche antes que ella, le compraría algún juguete. Oliver caminaba despacio, se sentía tensó, Hailey pesaba más y aunque podía hacer deporte, no era lo mismo que siempre. Scott controlaba cada movimiento por si acaso y cuando se quejaba iba corriendo a por las llaves del coche por si acaso. Hailey había decidido que el mejor momento para molestarlo era cuando se estaba empezando a dormir, sus patadas se intensificaban a tal nivel que no sabía en qué posición ponerse. Solo se calmaba cuando Scott posaba su mano sobre su vientre.
-Hailey, papá ya te dijo que no podías tener un favorito. – se quejó. – Siempre haces lo dice Scotty. – dio pequeños toques a su vientre para molestarla. – Cuando te pido que duermes al mismo tiempo que yo, me pateas por todos lados.
-Mi sobrinita sabe cuál de sus dos papás le va mimar más. – se burló Lily. – Scott será el papá estricto y cariñoso, Oliver será el papá mandón y cariñoso, creo que Hailey sabe a quién engañar primero. – sonrió. – Scott aunque le diga que no en un principio le comprará lo que le pide, Oliver le dirá que no e intentará que se olvide, si ve que no pasa, terminará por comprárselo, solo porque Hailey le habrá echo algún pucherito.
-¿Cómo puedes estar tan segura de eso? – pregunto ofendido. – No has visto como Scotty con el pequeño Dan, no le daba los premios hasta que terminaba la tarea. – se defendió. – Scotty será más mandón que yo.
Lily rio hasta llegar al coche, Emily estaba apoyada sobre la puerta para que viera que le había ganado, le lanzó una mirada picará cuando Lily la ayudo a sentarse en su sillita y sonrió cuando Oliver asintió.
-Tía Lily, he ganado. – inflo su pecho de orgullo. – El tío Oliver lo ha escuchado, así que debes comprarme el peluche que yo quiera.
-No se lo puedes decir a tu papá. – ella asintió. – Si te pregunta quién te ha comprado el peluche ¿Qué tienes que decir?
-Lo daban de regalo con la pintura. – Lily rio. – Creo que papá ya no se creerá esa mentira, tía Lily debemos de cambiar.
-Es verdad, entonces di que Hailey lo ha elegido para ti. – Emily sonrió. – Tenemos que pedirle al tío Oliver que guarde el secreto.
Emily cantó durante todo el camino, estaba acostumbrada a hacerlo cuando iba con Celia y Nevan, le gustaba cantar aunque a veces no se supiera las letras. Nevan le preguntó si quería ir a clases de cantó, pero ella se negó, le gustaba cantar, pero quería seguir yendo a la clases de arte de su colegio. No podía dejarse su proyecto sin terminar, quería sorprender a su papá.
-Tío Oliver ¿Sabes que a mi papá le gustan mucho los gatos? – el beta asintió. – Dama se puso muy malita y fue con mi papá Jaxon, papá se puso muy triste cuando paso, igual que los demás gatitos. – suspiro. – Travis engordo mucho desde que su mamá está en el cielo, así que la tía Celia lo ha puesto a dieta, Travis se come el pienso de sus hermanos, tenemos que llevarlo a la cocina mientras ellos comen, para darle su comida despacio.
-¿Estás preocupada por Travis? – Emily asintió. – Nevan dijo que ha bajado de peso y ha empezado a correr como siempre.
-Travis duerme en la camita de su mamá, papá quería guardarla, pero Travis rompió la caja. – rio. – En mis clases, le estoy haciendo un regalo a mi papá y a Travis, quiero que no están tan tristes.
-¿Cuál es el regalo? – Emily sonrió. – Se lo vas a contar a los tíos.
-Es un secreto, tío Oliver. – rio. – Solo lo sabe mi papá Jaxon, los secretos no se pueden contar, te pueden caer los dientes. – continuo preocupada. – Lo contó el tío Silver, no le puedo contar a mi papá que me da el doble de helado. –sonrió. – Papá piensa que los dos comemos los mismos helados, pero el tío Silver me da uno más cuando papá está trabajando y hace "¡shhh, shhh!" para que no diga nada.
Emily le hablo a Oliver sobre su amigo Hugo, le preocupaba todas las trampas que hacía al jugar, ella estaba segura de que gano a su profesora al ajedrez después de engañarla, vio como movía las fichas mientras ella estaba distraída. No pudo contar nada, ya que Hugo le dijo que era un secreto.
-Tía Lily, cuando Hailey sea grande ¿podemos ir con ella al parque? – Oliver sonrió. – Le tengo que enseñar muchas cosas, seguro que sus papás se olvidan. – cruzo los brazos. – Le tengo que decir cuál es el mejor tobogán para tirarse y cuanta fuerza debe usar para columpiarse, es necesario.
-Hailey será muy pequeña cuando nazca. – le avisó Oliver. – Puede que tengas que esperar un año o un poquito más.
-Tío Oliver, ya sé que los bebés son pequeños. – se quejó. – Vi al bebé de Orión y Tania cuando era así, ahora corre muy rápido. – sonrió. – Orión no puede atraparlo dice que es como un rayo, creo que Hailey también será tan rápida como un rayo, yo le enseñare.
-¿Cuántas cosas quieres enseñarle? – la pequeña extendió los brazos. – Eso es mucho.
-Le prometí al tío Scotty que jugaría mucho con Hailey, Dan e Igor. – sonrió. – Aún no conozco a Dan e Igor, pero mi tío me ha enseñado fotos, Igor es un bebé pequeño, así que también tendré que esperar. Pero Dan es tan grande como yo. – rio. – Puedo jugar con él mientras, mi tío dice que Dan es muy bueno y divertido ¿Cuándo lo podre conocer?
Oliver miró a Lily en completo silencio, aunque su hermana sabía la historia de Dan, no era conocedora la intención de Scott en adoptarlos a los dos. Había escuchado al beta hablar sin parar del pequeño omega, casi tanto como de Hailey o Emily. Lily observo con curiosidad a su hermano.
-No lo sabemos aún. – se adelantó a decir. – Estamos esperando a que Hailey nazca, Scotty...
-El sueño de Scott siempre ha sido tener una familia numerosa. – sonrió. – De pequeño decía que quería tener muchos hijos.
-No recuerdo nada de eso, Liliana. – la beta comenzó a reír. – Scotty no hablo de bebés hasta que decidimos tener a Hailey.
-Scott siempre se quejaba de que le aburría mucho ser hijo único. – sonrió. – A él le hubiera gustado tener al menos un hermano o hermana...
-Nosotros éramos como sus hermanos. – se quejó. – Así fue siempre, recuerdo que Scotty nos llamaba así.
-No es lo mismo, Oliver. – se burló. – Nosotros fingíamos ser hermanos, sobretodo Scott y tú, pero no lo éramos. Scott dijo que si en algún momento tenía algún hijo, intentaría que este tuviera un hermano o hermana. – sonrió. – Sino, porque crees que te pidió adoptar a Junior, tenía miedo de que Woody se sintiera solo.
-Scotty nunca... - puso su mano sobre el vientre al notar a Hailey nerviosa. - ¿Por qué te cuenta estás cosas solo a ti?
Lily no le respondió, eso puso nervioso a Oliver, el beta la persiguió por todo el lugar, hasta que obtuvo una respuesta que le gusto.
-Con alguien tendría que hablar mal sobre su novio ¿no? – se burló. - ¿Quién mejor que su hermana?
-No creo que Scotty hable mal de mí. – Lily comenzó a reír. – Dime la verdad, Lily.
-No quiero. – le saco la lengua. – También me gusta tener secretos, Oliver, no tienes por qué saberlo todo y no me repliques. – se quejó. – Es malo para mi sobrinita que estés nervioso, así que piensa en otra cosa o si no haré lo que me ha dicho Scott. – le reto. – Soy capaz.
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Dos capítulos...
En el próximo conoceremos a Hailey y en siguiente le daré el final a la historia. Estoy pensado en tomarme algunos días de descanso, así que comenzaré a publicar la siguiente historia la primera semana de julio. "¡Maldito, pequeño doncel!", la historia de Nolan y Lennox.
Espero que os haya gustado :)
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