Scott tomaba el sol debajo de la sombrilla, con una camisa puesta por si acaso para que el sol no le diera directamente en la cicatriz. Observaba con tranquilidad como Oliver jugaba con Woody y Junior, los cuales se habían convertido en los reyes de la piscina. Llegaron a pensar que Junior tendría un poco de miedo al agua, ya que cuando iban al lago siempre se sentaba al lado de Scott, lo más alejado posible de la orilla.
-Scotty, ven... - el beta negó con la cabeza, si se acercaba a ellos corría el riesgo de ser atacado por el agua. – Scotty, ven vamos a jugar. – él se hizo el dormido.
Junior saltaba por encima de la piscina mientras Oliver disparaba agua al aire, Woody había intentado cazarlo en más de una ocasión, algo que divertía demasiado a la pareja. Scott no pudo evitar sonreír cuando vio como Junior nadaba con la ayuda de Oliver, siempre cerca del reborde de la piscina, Woody apoyaba su cabeza sobre su hombro para que lo lleve a él también.
-Scotty, haznos una foto, por favor. – rio, Junior vigilaba que su humano no lo soltará. – Enviémosela a mi hermana, chicos posad para la tía Liliana. – sonrió. – Muy bien, Junior poco a poco.
Scott se mantuvo a una distancia prudencial de ellos para tomar la foto, Oliver tenía una sonrisa sospechosa en su rostro, no se fiaba de él en esos momentos. Woody parecía que sonreía también con los ojos cerrados, y Junior estaba enfocado en los brazos del beta.
-Acércate un poco más, Scotty... - su sonrisa se ensancho, mostrado sus intenciones. – Desde allí no se verá bien, vamos acércate un poquito más.
-Se lo que estás pensado, Oli... - el beta comenzó a reír. – Estoy bien aquí, sujeta bien a Junior. – Scott les indico como debía posar. – Sonreíd.
-Enséñame la foto, Scotty. – el beta dudo. – Quiero ver como salimos, vamos acércate un poco, no puedo verlo bien desde aquí.
-Te la he enviado a ti también, la verás cuando salgas de la piscina. – era mejor ser previsor, pensó. Oliver estaba descontrolado esos días. – No te preocupes, salís bien, bueno... Woody y Junior salen muy bien. – se burló. – Son los importantes, la verdad... - le guiño el ojos. – Voy a preparar unos refrescos.
No era la primera vez que Oliver lo intentaba engañar para entrar en la piscina, el día que llegaron, por la tarde, Oliver fingió que se ahogaba para que Scott lo ayude. Scott termino completamente mojado y Oliver se ganó un manotazo en la espalda. El segundo día, mientras Scott dormía tranquilamente en una hamaca cerca de la piscina, sintió como alguien le disparaba un chorro de agua, Oliver se escondió con rapidez debajo del agua, tan solo quedaron Woody y Junior, al lado de Scott. Al tercer día, empezó a enseñarle a nadar a Woody y a Junior, cuando se cansaron, Oliver les dijo que fueran a por papá para que los secara, Scott término invadido por ellos.
Llevaban solo cuatro días allí, y Oliver había conseguido engañarlo siempre. Esa vez no sé iba a dejar, había aprendido la lección, a la próxima no llevaría a Oliver a ningún lugar que tuviera una piscina. No querría correr el riesgo de ser atacado por él.
Scott puso dos rodajas de limón en el vaso de Oliver, a él le encantaba la bebida así, junto con hielo. No hacía demasiado calor, así que tardarían un poco en derretirse. Termino de decorar los vasos poniendo dos pequeños paraguas de colores.
-Mira Scotty, Woody a aprendido a nadar solito... - sonrió. – Le está enseñando a Junior.
-Es hora de comer, vamos, salid de ahí... - cargaba la bandeja con cuidado. – He puesto hielos en el agua de Woody y Junior.
Oliver salió sin apenas hacer ruido de la piscina, aprovechando que Scott le estaba dando la espalda lo abrazo, apoyando su cabeza sobre el hombro del beta y con una gran sonrisa. Scott tembló sentir el agua y le gruño por haberlo mojado de nuevo.
-Es que no encontraba mi toalla.- mintió. – Scotty estaba más cerca, así que aproveche. – el beta se quejó. – Esto es más cómodo, espera, Scotty. – movió su cabeza mojándolo aún más.
-Maldito, suéltame. – el beta no le hizo caso. – Maldito...
Intento huir, pero no llego muy lejos, Woody y Junior imitaron a Oliver, mojando aún más a Scott, el beta comenzó a reírse al ver la cara que puso Scott, no les había enseñado como hacerlo rabiar, pero siempre conseguían que Scott se sorprendiera.
-Pasáis demasiado tiempo con papá Oli... - los canes lo ignoraron. – Él os esta enseñado a molestar a papá Scotty ¿verdad?
-Necesitaban secarse, mi pequeño escandaloso. – Oliver lo volvió a abrazar, haciendo que Scott se enfurruñara aún más. – Eres tan tierno.
-Puedo patear tu trasero si me lo propongo, maldito beta. – mordió su brazo con fuerza, pero Oliver no lo soltó.
-Te quiero demasiado, Scotty. – se burló, escucho como él le gruño antes de soltarlo. – Está noche, he pensado en ir a un restaurante que ahí aquí cerca, podemos llevar a Woody y Junior, tendremos que comer en la terraza, pero no pasa nada, es un restaurante bastante bueno, o eso ponen las estadísticas.
Scott miro a Oliver con precaución, antes de sentarse a su lado, obligo al beta a cubrirse con la toalla si quería sentarse a su lado. Otra vez había caído en una trampa de parte de Oliver, si mañana lo volvía a engañar no iba a ser benevolente con él, lo torturaría si hiciera falta. Le mandaría dormir a otra habitación como castigo.
-Hay un menú especial para ellos también. – continuo explicando. – Se ven muy buenos, creo que les gustará. – sonrió. – Pediremos el mismo, para que no sé enfurruñen. – miró a Woody de reojo. – Sí, estoy hablando de ti, señorito.
-¿Está muy lejos de aquí? – Oliver negó con la cabeza. - ¿Seguro que los podemos llevar?
-Les pregunte por privado y me dijeron que si, así que reserve una mesa en la terraza, cerca de la playa. – beso su mejilla con delicadeza. – Está noche hay un pequeño espectáculo, así que lo veremos mientras cenamos, aún tenemos cinco horas, no tienes que preocuparte por nada.
Lily les llamó para quejarse de que se lo estuvieran pasando bien. Ella también quería tomarse fotos parecidas con ellos y molestar a Scott como lo hacía Oliver, el beta le saco la lengua cuando le dijo que ella hubiera usado la manguera para mojarlo aún más, su hermano le dijo que se apuntaba esa idea para la próxima. Woody le enseño su ranita para que viera que la había llevado con él, Junior le enseño su dragón. Descubriendo así el secreto del peluche, Lily se lo había regalado en uno de sus paseos, ya que Junior se lo llevó de donde estaba, la beta corrió a la tienda para comprarlo.
-Junior, eso no sé hace. – le regaño Oliver. - ¿Qué te he dicho de tomar cosas que no son tuyas? – él bostezo. – No te hagas el dormido ¿Qué tienes que decir contra eso?
-Woody robo una zanahoria de la frutería. – el can se hizo el dormido. – Ahora vamos por otra calle con sin tiendas. – sonrió Lily. – Estos dos, son unos ladronzuelos de cuidado.
-Woody, en casa tenemos comida. – no hubo respuesta de su parte. – No os hagáis los dormidos, después quiero que me expliquéis porque habéis salidos tan ladronzuelos, yo no os he enseñado eso. – resoplo. – Tendremos que hablar seriamente con vosotros. – Scott comenzó a reírse. – Nada de premios en una buena temporada.
Oliver los ignoro cuando se quejaron, no quería que sus perros se convirtieran en delincuentes. Intentaría explicarles que lo estaban haciendo mal, debían aprender a que debían comportarse cuando iban de paseo. Con ellos no se comportaban así, Oliver no se lo podía creer.
-Junior esconde las pelotitas de sus compañeros, con la ayuda de Woody. – Oliver los fulmino con la mirada. – Cuando ellos se van me los dan a mí para que los guarde.
-Les ayudas a cometer todos esos delitos. – Lily se encogió de hombros. – Liliana, no debes enseñarles a hacer eso. – suspiro. – No está bien.
-Solo han hecho una o dos veces. – les defendió. – No veo nada malo en ello, siempre se portan bien. – aparto la mirada. – Son unos buenos chicos.
-Tú eres la humana. – le regaño Oliver. – Ellos no saben si está bien o mal, debes enseñárselo tú, no puedes...
-Hermanito, os tengo de dejar... - sonrió. – He quedado con una chica muy interesante, adiós. Nos vemos. – Oliver le pidió que no colgara la llamada. – Os quiero.
Scott sujeta su vientre mientras reía, la cara de Oliver era un poema. El beta estaba demasiado indignado con la información que había conseguido. Regaño de nuevo a los canes cuando la proceso con cuidado. No era posible que fueran capaces de hacer algo así.
-Mañana, nada de piscina. – sentencio. – Ni tampoco habrán premios, al menos por cuatro días. – inflo su pecho. – Scotty deja de reírte, así no me van a tomar enserio. – los ojos del beta estaban llenos de lágrimas. – No es gracioso, y si se enteran que son míos, tendré que ir devolviendo pelotas por todos lados.
La risa de Scott se incrementó, haciendo que Oliver se riera también. Oliver termino dándole palmaditas en la espalda a Scott para que se tranquilice, Woody y Junior seguían actuando como si no hubiera pasado nada con ellos.
-¿Estás bien? – Scott asintió y apoyo su cabeza en su hombro. – Bebe un poco. – apoyo su mano sobre su pecho. - ¿Duele?
-Estoy bien, solo ha sido un poco de tos, no duele. – sonrió. – Son demasiado divertidos, ahora se comportan como niños buenos.
-Ya les pillare. – el beta se volvió a reír. – Cuando no estés cerca, los regañare bien, tal vez incluso esconda a la ranita y el dragón. – ambos los guardaron entre sus patas. - ¿Vosotros dos no estáis dormidos?
Scott preparo a Woody y Junior, mientras Oliver se duchaba. Los perros habían escondido sus peluches en un lugar seguro para que no se los quitaran, notaban a Oliver un poco enfadado.
-Tan solo tenéis que darle un poco de mimos. – sonrió Scott. – Ya veréis como papá Oli se olvida de todo. – los abrazo a la vez. – Me encargaré de los premios, no os preocupéis.
-Scotty, te estoy escuchando. – el beta comenzó a silbar. – No te vuelvas su cómplice.
-Yo me encargaré de hacer feliz a papá Oli... - les susurro. – Vosotros, tan solo tenéis que portaron bien, sin hacer travesuras. – miro a Woody de reojo. – Nada de hoyos en la playa, ni de saltar a las olas. – Woody ladró. – Y tampoco nada de gruñir a los desconocidos, Junior. – el can agacho la cabeza. – Junior, no van a hacerte daño, no les dejaremos, no debes de tener miedo.
Ponerles el arnés no era tarea fácil. Woody siempre intentaba escapar cuando era su turno, tuvieron que cambiarle su arnés en un par de ocasiones hasta encontrar uno que no le molestará demasiado, aun así, no le gustaba mucho. Junior en cambio se preparaba para que lo vistieran, incluso llevaba el suyo para que se lo pusieran.
-Buenos chicos. – les felicito. – Ahora vamos a darle prisa a papá Oli. – ambos ladraron. – Tarde demasiado ¿verdad? Es muy lento. – se quejó para que lo escuchara. – Seguro que se está poniendo la colonia que no os gusta. – Woody arrugo su hocico. – Esa apestosa colonia, tendremos que hacer algo para que no se la vuelva a poner.
-Os estoy escuchando. – grito desde la habitación. – No podéis tirar mi colonia, Scotty no les enseñes a hacer más travesuras.
-Papá Oli nos ha escuchado. – susurro. – Debemos ser más silenciosos la próxima vez.
-Scotty te sigo escuchando. – bramo. – Nada de tirar mi colonia, la volveré a comprar si lo hacéis. – el beta chaqueo la lengua molesto. – A mí me gusta.
-A nuestros niños los torturas con ese olor. – se quejó. – A Woody no le gusta, hace que le pique toco el cuerpo. – el can ladró para darle la razón. – Eres un hombre malvado, Oli. Capaz de ponerte una colonia apestosa sabiendo que a ellos no le gusta.
-Entonces, me pondré tu perfume. – el beta asintió con una pequeña sonrisa. – Pero nada de tirar mi colonia, ¿me escucháis los tres? – se asomó por la puerta. – Os vigilaré por si acaso.
Scott llevaba a Woody y Oliver llevaba a Junior, los canes se movían a la vez, mientras se giraban para comprobar que los betas seguían allí. Sus padres – como se agenciaron los betas. – iban cogidos de la mano, caminando con tranquilidad, aún les quedaban dos horas antes de ir a cenar, así que habían decidido dar un paseo ver que había cerca.
-¿Te gusta este lugar? – Scott asintió. – Volveremos cuando nuestro bebé nazca, te lo prometo.
-¿Estás seguro? – Oliver asintió. – Ya escuchaste lo que dijo el doctor Corbin. – hizo una pequeña mueca. – Es muy doloroso, incluso para betas fuertes como tú. – beso su sien. – Oli, no es necesario que te sometas a algo tan doloroso solo por mí.
-Yo quiero hacerlo, desde que me hablaron sobre el tratamiento, he tenido curiosidad. – sonrió. – Me imagino como sería nuestro bebé, todo el tiempo. – apretó su mano con fuerza. - ¿Qué tendrá de nosotros? ¿Será tan juguetón como tú? O ¿Será tranquilo? ¿Qué le gustará? Hay muchas preguntas de las que quiero conocer su respuesta.
-¿No tienes miedo a que salgo como yo? – negó con la cabeza. – Va a ser duro, Oli, va a ser muy duro. Habrán noches en las que no podremos dormir, los bebés lloran mucho cuando son recién nacidos, además... - observo que no los mirara nadie. – Nos pueden mirar mal, somos dos betas.
-Es algo que ya no me importa. – respondió con seguridad. – Me daría igual de todos modos, tú mismo lo dijiste, no estamos cometiendo ningún delito. – besos sus labios con delicadeza. – Que piensen lo que quieran, que se mueran de envidia si no pueden soportarlo. – rio. – No podrán tener a un bebé tan hermoso como el nuestro. – lo acerco a él con sutileza. – Tendrá a dos grandes guardianes, algo ladronzuelos, pero yo me encargaré de eso.
Oliver los dirigió a un pequeño mirador, por donde se podía ver el anochecer, Woody y Junior se sentaron delante de ellos, mientras observaban ese fenómeno. Scott apoyaba su cabeza en la de Oliver, para asegurarse de que todo fuera real.
-Será duro. – Oliver asintió. – Pero valdrá la pena, Oli.
-Claro que valdrá la pena. – sonrió. – Liliana ya se ha puesto el nombre de madrina. – rio. – Nadie se lo puede quitar, si lo hacen correrán el peligro de morir en sus manos. – se burló. – Tan solo debemos de buscar a su padrino.
-Aún queda mucho tiempo, Oli... - no hablaron durante unos minutos. - ¿Cómo crees que será?
-¿Él que? – Scott rio. – Pequeño escandaloso ¿Qué quieres saber?
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Tan solo voy a decir que Scott cayó en muchos más engaños, Oliver se las ingeniaba para mojar al beta, de maneras que él no sé diera cuenta. Woody y Junior, no sufrieron ningún castigo, sus peluches siguen intactos, Oliver se olvido de esconderlos.
Scott les ayudo a que Oliver se olvidará de esconderlos.
Estamos entrando en la fase final de la historia.
Espero que os haya gustado este capitulo :)
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