Oliver decidió mantener cierta distancia con su familia, y con Scott. Jax insistía en reclamarlo como suyo, advirtiéndole que si se volvía a juntar con Scott, este podría sufrir algún accidente. Al principio Oliver no contó nada, no quería que se preocuparan por él, pero las amenazas fueron subiendo de todo, cada vez sentía más miedo de que le pasará algo al beta.
-Es lo mejor, Liliana... - su hermana agacho la cabeza con tristeza. – No será permanente, encontraré la manera para que me deje tranquilo, por ahora, esto es lo mejor que puedo hacer.
-¿Por qué siempre dejas a Scott en la sombra? – no hubo respuesta, Oliver era incapaz de responder a aquella pregunta. - ¿Qué pasará si él se entera? Se volverá a sentir traicionado, Oliver, creo que lo mejor...
-He visto de lo que son capaces los amiguitos de Jax. – le advirtió. – Yo puedo aguantar los golpes, pero no dejaré que toquen a Scotty. Si para eso tengo que alejarme de él, así lo haré.
-Otra vez le tengo que ocultar todo ¿verdad? – la sonrisa de su hermano no le gusto. - ¿Hasta cuándo?
-No lo sé, Liliana, a me gustaría saber también hasta cuando seguirá así. – necesitaba ponerle un final. – Creo que este es mi castigo por haberle hecho daño a Scotty.
La pantalla del móvil se volvió negra cuando Oliver termino la llamada. El beta se negaba a que se acercaran a él por si acaso, había discutido con sus padres por decirles eso. Incluso tuvo la tentación de mudarse a otro lugar para que Jax lo deje tranquilo, pero no era la mejor solución, si se alejaba, estaría dándole ventaja al omega y no quería que pensará que había ganado.
Iba a luchar por proteger a Scott, aunque eso significará alejarlo aún más de su lado. No le importaba, si con eso conseguía que él estuviera bien, no sería para siempre, de eso estaba seguro. Se moría de ganas de volver a hablar con él, aún no podía quitarse de la mente su rostro triste después de ver lo que ocurría.
Lily se encargó de cuidar a Scott, sin que él se diera cuenta. Agradecía que Tania y Orión le ayudaran en muchas ocasiones, aunque ellos no sabían nada, el alfa seguía enfadado con su hermano. Scott tan solo le contó a ella lo que había visto, y le enseño los segundos que había podido grabar, antes de empezar a llorar de nuevo.
-¿Cómo está Oli? – la respuesta era siempre "bien", para no entrar en detalles, Lily hablaba cada vez menos con su hermano. – Jax ¿sigue molestándole? – no tuvo respuesta. – Lily, Oli está bien de verdad ¿no? Sabes más de lo que me cuentas.
A veces Scott se enfadaba con ella, y estaba algunas horas sin hablarle. Aunque siempre la acompañaba a todos lados, buscaba alguna excusa lo suficientemente creíble para ir a su casa. Decir que debía estudiar, siempre le daba un pase directo. Lily y él estudiaban cursos diferentes, tan solo se juntaban para hacer algunos trabajos. Scott se dejaba maquillar, Lily se dejaba vestir por él. Orión siempre se quejaba de que a él no lo llamaban, así que también hizo algunas prendas para él y Tania.
-Hace dos años que Oliver no entra en su habitación. – comento Lily. – Mamá la ha dejado igual que el día que se fue, espera que decida volver.
-¿Sigue en la universidad? – asintió. - ¿En derecho? – sonrió. - ¿Vive allí?
-Se mudó a unos pisos cercanos a la universidad. – eso hacía que se sintiera ligeramente aliviado. – Su contrato en la habitación se terminó, y no quiso seguir allí.
Scott iba a la habitación de Oliver cuando Lily se distraída, entraba con cuidado para que no se dieran cuenta y se sentaba en la cama con la esperanza de que Oliver lo regañara por deshacer su cama. Sonreía al imaginar la pequeña sonrisita del beta antes de sentarse a su lado, podía sentir como apoyaba su mano sobre el hombro y besaba su mejilla con delicadeza.
-Te echo de menos, idiota. – gruñía. – Maldito beta...
Las fotos que tenía pegadas en el armario y sobre el escritorio, mostraban momentos en los que eran felices. Oliver siempre había sido un pelín más alto que él, así que debía ponerse de puntillas para que no sé dieran cuenta de esa diferencia, Lily estaba en casi todas, pero Scott tan solo podía fijarse en Oliver. Le causaba ternura la que tenía sobre la mesilla, él aún la conservaba, era la única imagen que no había podido guardar.
-Si tan solo nos hubiéramos quedado en esta época, sin enfermedades, sin miedos... - suspiro. – Sin mentiras.
Le hubiera gustado conservar algún recuerdo de aquel día, tan solo tenían esa imagen. Debió ser un gran día, estaba seguro, pero no podía recordar nada. Su madre le contó que se lo pasaron muy bien, y que durmieron del tirón toda la noche, algo que no solía hacer, Scott se despertaba al menos, dos veces para asegurarse de que sus padres seguían en casa, y luego volvía a dormirse. Esa noche se olvidó de eso, y durmió abrazado a Oliver.
-Scott...- escondió la foto en su espalda. - ¿Qué haces aquí? Mamá pregunta si quieres ir a tomar algo, te estaban buscando.
-Estoy bien. – Lily entrecerró los ojos. – Creo que voy a volver a mi casa, tengo que preparar algunas cosas para entregar, me había olvidado.
-¿Seguro? – asintió. - ¿Quieres que te acompañe? – negó con la cabeza.
Había adquirido la costumbre de escribirle cartas a Oliver, con la esperanza de que él las leyera algún día, nunca se las entregaba. Podía dárselas a Lily, tal vez, ella se las podría entregar a él ¿pero de que iba a servir? Oliver no le iba a responder, aunque le enviará mil cartas, él no le respondería.
"Me pregunto qué hubiera pasado si nos hubiéramos conocido en otra época. Más adultos, en la universidad, por ejemplo.
¿Hubiéramos sido amigos?
De alguna u otra manera, esto debía pasar. No concedo una vida sin haberte conocido, Oli. Es difícil pensar que hubiera pasado si no nos hubiéramos conocido. Puede que hubiera sentido que me faltaba algo, o tal vez no. Nunca lo sabremos, la verdad.
Le preguntó a Lily sobre ti a menudo, no todos los días, no quiero estresarla. Así que solo le pregunto cómo estás cuando mis ganas de verte son demasiado grandes.
No puedo perdonarte, no quiero perdonarte, me dolió mucho. Aún pienso que todo esto pasó por mi culpa, debí tener más cuidado, no ser tan egoísta. Siento que te obligue a quererme cuando no estabas preparado. Todo fue muy rápido ¿verdad? Pasábamos tanto tiempo juntos, me sentía tan cómodo a tu lado, nadie podía hacerme daño si te tenía junto a mí.
¿Por qué, Oli? ¿Por qué?
Tanto miedo tenías ¿porque no dijiste nada? No quiero preguntarte que tiene Jax, no lo veo necesario, pero si quiero preguntarte que no tengo yo. Me gustaría saber un poquito más de ti, siento que no te conozco lo suficiente.
¿Cuánto me conoces? ¿Cuánto te conozco yo a ti?
¿Sigues confiando en mí?
Me hago estás preguntas todos los días. Tengo miedo de que todas sean negativas, me aterra que me digas que fue un error, que todo lo que vivimos fue un error.
Papá y mamá me preguntan por ti, y les respondo lo mismo que me dice Lily a mí, estás bien. Tan solo les digo que estás bien. No quiero contarles la verdad ¿De que serviría ahora?
Espero que Jax no te siga golpeando, no quiero verte tan débil. Tu sonrisa me asusta, tus buenas palabras parten mi corazón, tus "estoy bien", no me los creo.
Te conozco un poquito y sé que tu sonrisa no es tan triste.
Oli, espero que nos volvamos a encontrar. De una manera diferente, intentará no molestarte demasiado, tan solo te pido que me dejes seguir amándote, como hermano o amante, me da igual. Tan solo deja que te amé, Oli."
Scott sintió un nudo en el estómago cuando guardo la carta, pronto tendría que mudarlas de sitio, el cajón se estaba quedando pequeño y él necesitaba seguir escribiéndole. No era bueno expresando sus pensamientos, pero le servía para no volverse loco.
-Estaré bien, Scotty, estaré bien. – mentiroso. – Maldito beta. – gruño.
Un año sin saber de Oliver, solo que estaba bien. Lily negaba con la cabeza cada vez que le preguntaba por él, tampoco sabía mucho. Oliver ni siquiera la llamaba, ya no decía que estaba ocupado o cansado, se había vuelto invisible.
Orión le insistió en que se presentará al concurso de moda que presentaba su universidad, él lo ayudaría, sería su modelo, estaba preparado para todo lo que le pidiera, lo haría lo mejor posible. Le aseguro ganar el primer premio.
-Sé que eres bueno en esto. – sonrió, mientras Scott le tomaba las medidas. – Confío en ti, pequeño Scott.
-El premio no es muy importante, es algo meramente conmemorativo, no gran cosa. – Orión hizo una mueca. – Tampoco es obligatorio participar.
-Te ayudará a obtener más nota, Lily me lo ha dicho. – el beta aparto la mirada. – Necesitas a un modelo alto, musculoso, de piel morena, tallado por los dioses... - sonrió con picardía. – Elegante y confiado, como yo...
-No creo que necesite tantas cosas... - sonrió. – Con un modelo tranquilo y buen amigo, me conformo.
-Te falta tallado por los dioses, pequeño Scott. – rio de manera escandalosa. – No lo digo yo, los chicos con los que salgo dicen que estoy bien proporcionado.
Scott lo pincho con la aguja sin querer, o eso le dijo. Orión pudo ver una gran sonrisa traviesa en su rostro cuando se disculpó, no fue la única vez que lo pincho, el beta se disculpaba diciendo que era aún un novato en todo eso. El alfa dudaba un poco de esas disculpas.
-Te mueves mucho, Orión... - lo regaño. – No te extrañe para nada que accidentalmente pinche tu trasero. – rio. – No te muevas, quieto. – el alfa aguanto la respiración. – Te vas a ahogar, te he dicho que te estés quieto, no que dejes de respirar.
Era divertido, Orión lo hacía reír a menudo. Sobre todo cuando lo hacía enfadar, el alfa no soportaba que Scott hablara tan mal sobre él mismo, pellizcaba sus mejillas a modo de castigo. Scott lo provocaba de vez en cuando para ver sus reacciones, Orión inflaba el pecho antes de gruñirle, nunca le gritaba.
-Pequeño tonto. – fanfarroneo. – Escucha las palabras del gran Orión, si él te dice que eres un genio, lo debes de creer y no quiero ni una sola queja. –sonrió. – Ni aunque sea una queja pequeñita, no me contendré en el próximo castigo, me aseguraré de dejarte las mejillas rojas.
Orión lo subió sobre sus hombros cuando ganaron el primer premio del concurso, Scott cubría su rostro de vergüenza mientras el alfa lo paseaba por todo el escenario. El alfa llamó la atención de los padres de Scott y Lily, para que pudieran verlo, Tania estaba tan emocionada como su compañero. El "te lo dije", se repitió mil veces en los siguientes días, cuando Orión le recordaba que habían ganado. El premio fue una máquina de coser, mejor de la que le dejaba su madre.
-Ya le dije yo al pequeño Scott que iba a ganar... - Orión apoyaba su brazo sobre los hombros de Scott para atraerlo hacia él. – La verdad, es que su traje era el mejor de todos, no lo digo tan solo porque sea mi amigo. – sonrió. – Bueno, tal vez sí. Pero alguien tiene que presumir del pequeño Scott.
Aquel verano fue extraño, estaba más emocionado de lo normal. Seguía recordando a Oliver, pero con menos frecuencia. Ya no se negaba a salir con Orión, cuando él lo invitaba a cualquier sitio, había hecho varias excursiones con sus amigos, no se sentía tan cansado. Orión se encargaba de recargar su energía para que se preocupara por nada.
-Esto te va a gustar, estoy seguro... - lo animo. – He leído todo lo necesario para saber que es seguir, tu papá me ha dado el visto bueno. – sonrió. – Tan solo tienes que estar sentado aquí, daremos un pequeño paseo por el mar, no tienes que hacer nada, solo relájate.
-Entonces, mueve tus piernas. – le gruño Tania a Orión. – No podemos, está demasiado duro. – se quejó. – No dices que eres el alfa más fuerte del mundo, pues apechuga y demuéstralo. – Scott comenzó a reír. – Más rápido, Orión.
Todo iba bien, el verano perfecto. Scott no quería olvidar lo que estaba pasando, Lily se volvió más cercana, a veces podía incluso confundirla con Oliver, hasta que recordaba que él no estaba allí. Lily se había convertido en su mejor amiga, aunque ese puesto lo rogaba Orión, él quería ser su mejor amigo, aunque se conformaba con ser como su hermano.
Empezó por un dolor en el vientre, no dijo nada, habían comido mucho aquella noche, a lo mejor es que estaba lleno. Se fue a dormir al lado de Orión, alquilaron la misma casa rural, la de la tía de Tania, está vez durante más tiempo, una semana, a finales de verano, para no tener tanto calor. El dolor no ceso, Lily se dio cuenta de que algo iba mal al ver las muecas de Scott, ni siquiera lo pensó. Avisó a sus padres para que fueran al hospital, mientras Tania conducía para llevarlos, Scott repetía que estaba bien, no quería molestarles.
-¿Cuánto hace que te duele el abdomen? – tan solo sonrió. – Le pediré a Orión que te sonsaque la información, si no me lo dices.
-Dos días, tal vez tres, no estoy seguro. – se quejó cuando Lily puso su mano sobre su vientre. – No quería...
-¿Dónde te duele exactamente? ¿Cuánto te duele? – sonaba como Oliver. – Scott ¿Estás mareado? Tienes que avisar cuando te duele algo, ya lo sabes. – asintió. – Tan solo debes decirme que te duele el pecho ¿De acuerdo? Yo te ayudaré,
Scott agacho la cabeza avergonzado cuando su padre lo regaño, el señor Taylor se enteró que estuvo ocultado que se encontraba mal, después se puso a llorar porque no había estado con él para darse cuenta.
-Es apendicitis, debemos operarlo. – el beta suspiro, no le hacía demasiada ilusión volver a pasar por quirófano.
No salió de casa las últimas semanas, debido a sus problemas de salud y a la operación, se sentía demasiado débil. Así que quedaba con sus amigos mediante video llamada, Lily le iba a visitar a menudo, acompañada de Tania u Orión.
-Llame a mi hermano para contárselo. – le confesó con tristeza. – Mientras te recuperabas en el hospital, lo llamé para decírselo.
-¿Te dijo algo? – Lily sonrió. - ¿Cómo está?
-Me pidió que te comprará esto. – rio. – Dice que viene bien para la recuperación, se aseguró de que fuera bueno para ti. Me pidió que te diera fuerza de su parte.
-¿Cuánto piensa volver a casa? – no respondió. – Ya ha pasado mucho tiempo.
-Oliver cree que es mejor que te recuperes, antes de molestarte. – suspiro. – Le he llamado idiota, de tu parte y él se ha empezado a reír.
Después de aquella conversación no supo nada de él. Lily apenas le informaba sobre Oliver, solo en momentos puntuales, por lo que había averiguado, Oliver había terminado la universidad y pronto comenzaría a trabajar como policía.
-Entrena mucho. – sonrió Lily. – Esta fuerte, la primera vez que lo vi, pensé que era otra persona, pero no.
-¿Cuánto volverá? – ella se encogió de hombros. – Jax ya no está en la ciudad, no tiene que tener miedo ¿verdad?
-Quiere enfocarse en su trabajo, necesita un poco de tiempo para acostumbrarse a su nueva vida.
No pregunto más por él, no era necesario.
Alguna que otra vez pensó en cometer un pequeño delito para ver si Oliver lo interrogaba, pero el beta era capaz de dejarlo en libertad con tal de no verlo.
Sus cartas se tornaron cada vez más cortas, y en muchas de ellas mostraba su enfadado. Preguntándole porque no quería saber nada de él, si ya habían pasado más de cuatro años, seguía enamorado. Aunque había intentado salir con un chico que le llamó la atención, su relación tan solo duro un par de días, él quería cosas que Scott no podía darle.
Lily se convirtió en su compañera de trabajo, se presentaban a los concursos juntos, preparaban todo junto. Muchas veces quedaban con Orión y Tania, ellos eran modelos, el alfa le dijo que modelar para él, fue tan maravilloso que quiso hacerlo de nuevo.
-He conocido a un chico que nos puede ayudar en nuestro nuevo proyecto. – sonrió el beta animado. – Es un pequeño omega, vive en el hostal que me estoy quedando.
-¿Estás seguro de que quieres que él te ayude? – asintió. – Podemos pensárnoslo mejor, habrán más modelos, también puedes pedírselo a Orión.
-Orión modelara para otro diseñador. – sonrió. – Tania también, les he dicho que buscaría a un nuevo modelo para que me ayudará. Nevan es el modelo perfecto para esta ocasión, su rostro nos ayudará, además es un chico muy tierno, estoy seguro de que te va a caer bien.
-Tan solo aceptaré si tú estás seguro, Scott.
-Nevan es un hermoso omega, su rostro es bastante infantil, nos servirá para el vestido de ángel. – estaba muy seguro de eso. – Ya se lo he probado por encima, tendré que hacerle algunos arreglos, pero será perfecto para él.
Scott la invito a visitar el hostal, sus padres no estuvieron muy conformes cuando su hijo les dijo que quería aprender a vivir solo al menos, durante unos meses. Al señor Taylor casi le da un ataque cuando se enteró que el hostal donde quería hospedarse su hijo, se encontraba en el barrio de los omegas.
--Se te olvido explicarme una pequeña cosita, Scott. – el beta le saco la lengua. – No dijiste en ningún momento que Nevan estaba embarazado.
-Se me habrá pasado. – rio. – Pero a que es un modelo perfecto, has visto como le queda el traje. También será bastante fácil maquillarlo, sus facciones son ideales.
-¿Qué haremos con su tripa? – Scott se encogió de hombros. - ¿Se puede presentar al concurso estando embarazado?
-Ningún lugar pone que está prohibido, además, el bebé se porta muy bien. – sonrió. – Es tranquilo, tengo varias ideas, su tripita nos puede servir para el portafolio, a Nevan no le importa, ya se lo he preguntado. Le parece bien la idea.
-Es la primera vez que vistes a un omega. – asintió. – Y encima está embarazado, no te olvides.
-Es un buen chico, ya lo has visto. – rio. – Será fácil, te lo prometo.
-¿Te ha pedido algo a cambio? – negó con la cabeza. - ¿Estás seguro? ¿Puedes confiar en él?
-No todos los omegas son tan capullos como Jax. – gruño. – Nevan se ve un buen chico, te lo puedo asegurar, lo he estado vigilando durante algunos días, es un omega tranquilo, y algo travieso. – sonrió. – Le gusta molestar a Celia, y darle pequeños sustos, a menudo se esconde para sorprenderla. – rio. – Es muy gracioso, se piensa que ella no lo ve, pero su tripita es bastante grande y lo pueden notar. – Lily puso los ojos en blanco. – Cuida de los gatitos del hostal, todos le adoran, ya sabes que los animales no saben mentir, si esos gatitos confían en Nevan, yo también lo haré.
Estaba desesperado, por eso llamó a Oliver. No pensó en nada, tan solo quería que él lo ayudara, le daba igual las condiciones, y las veces que debiera insistir para que le hiciera caso. Incluso si tuviera que arrastrarse para que le concediera el favor.
Nunca confió en Nash, veía al alfa igual que a Jax, algo en su mirada no le gustaba, le parecía muy extraño la fascinación que tenía hacía Nevan, sus palabras le provocaban desagrado. No sé dio cuenta de que el omega estaba en peligro hasta que desapareció.
-Me da igual el pasado. – se adelantó a decir. – Ya ha pasado mucho tiempo, no te he llamado para reclamarte nada. Necesito tu ayuda. – se mantenía serio. – Solo por esta vez, Oli. No volveré a molestarte si me ayudas, tan solo quiero que lo encuentres.
-Liliana ya me ha hablado sobre ese chico. – Scott no respondió. – Te ayudaré. – fue demasiado fácil. – Pero mantente al marguen, te llamaré para pedirte información, estaré en contacto contigo.
-¿Así, sin más? – asintió. – No volverás a desaparecer ¿verdad?
-Scott, como has dicho ha pasado mucho tiempo. – sonrió. – No soy el mismo Oliver de siempre.
-Lily ¿te ha dicho algo más? – negó con la cabeza. – Entonces, prométeme que salvarás a Nevan.
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En el próximo capitulo, volveremos al presente. Ya sabemos lo que paso cuando buscaron a Nevan.
Scott ¿estará bien después de la operación?
Espero que os haya gustado :)
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